Como todos los relatos de mis post estan basados en fantasías.
En un asilo yo trabajaba limpiando y ayudando a los abuelos. El asilo era un lugar hecho sólo para adultos mayores, pero lo curioso es que este asilo sólo podían haber abuelos. Sólo necesitaban una chica y una enfermera debido a que no era tan necesario cuidados tan intensivos como en otros asilos, sus pacientes eran de 70 a 90 años. Eran unos 20 abuelos que ahí habían en ese asilo. Un día llegó y había entrado en el turno de la tarde, llevaba mi bata algo abierta, abajo de ella tenía un corpiño, y una tanga haciendo juego. Todo transcurría normal hasta que uno en un momento de distracción me tomó por el cuello, me obligó a salir de su cuarto llevándome a la sala de visitas, el cual era un gran salón. Al sacarme empecé a gritar de desesperación.
- Suéltame por favor.
Los gritos hicieron que todos los demás abuelos fueran hasta el lugar para ver que estaba pasando. Todos, los 29 abuelos restantes, reunidos en el gran salón me vieron tomada por el viejo y este les dijo
- Hoy vamos a abusar de esta jovencita, despreocupensen de la enfermera, ya me encargué de ella, no nos va a molestar. Todos respondieron - Siii!!
Yo me quede paralizada, eran 30 y tenían fuerza. Los viejos se quitaban los pantalones y el que me sostenía ya se encontraba sin pantalón con su enorme polla por fuera y enfrente de mi rostro.
- No por favor, deténganse.
El viejo me terminó de desabrochar la bata y luego me saco el corpiño quedando libre mis tetas. Yo asustada y apuntó de gritar fui callada por su verga de 30 cm de largo y gruesa que la introdujo en mi boca. Todos los viejos me tenían rodeada con sus enormes vergas por fuera apuntando hacia mí, esperando su turno para violarme. El espectáculo comenzó, el viejo tomando mi cabello impulso su enorme verga dentro de mi boca y comenzó a follarme de forma extrema, yo sólo lo veía con cara de terror, respiraba muy rápido por la nariz y mi boca estaba muy abierta. Todos observaban con lujuria el acto del viejo quien se divertía follando mi boca, era para él excitante su calidez y el hecho de que me costará respirar. Todos le gritaban "así demuéstrale quien manda"
- Eres una puta muy rica me vengo ahh. Listo sigue tu coño maldita.
Se había venido en mi y me lleno la boca de esperma que me obligó a tragar. Saco su verga de mi y comencé suplicar. El viejo se dispone a correrme la tanga y de un sólo tiro me penetra causándome un enorme grito de dolor. El viejo comenzó a cabalgarme con fuerza. Me nalgueaba con fuerza y tiraba de mi cabello, estrujaba mis senos y me tomaba por mis caderas para impulsarse más.
- Que rica estas putita, hace rato que tenía ganas de cojerte m Ahora vas a ser mi puta. La puta de todos.
-Ahhh suélteme.
Al viejo no le importaba y el seguía bombeando mi coño tan estrecho, habían pasado años desde que el viejo había follado y más a una joven como yo, al igual que el resto de los abuelos era la oportunidad para retomar su vida sexual y encima con una mucho más joven. Cansados de esperar empezaron a formar parte del show, un viejo se puso delante de mi e introdujo su polla en mi boca en tanto otros dos me obligaban a hacerles una paja. Yo estaba completamente rendida. Dos de mis tres agujeros estaban siendo maltratados a pijazos, el que me cojia por la vagina se corrió adentro y en cuanto lo sacó otro viejo entró en mi coño y así sucesivamente, todos pasaron a violarme fuertemente por ambos agujeros, vaciandose tanto en mi boca como en mi concha. Todos me cojieron sin piedad. Me follaban de manera bestial, me nalgueaban al compás de las cojidas o me apretaban las tetas con fuerza, todo era de manera muy violenta y salvaje, tardaban bastante pero sus acabadas eran en cantidades abundantes, llenandome mi boca y concha de sus corridas. Me ardía todo, ya no daba más. Sus penes eran largos, y gruesos, de hasta unos 30 cm, de tal manera que con cada cojida causaban sufrimiento. Durante horas se divirtieron ultrajandome la boca y la concha, meandome. Ha había dos negros de 2 metros y con sus enormes pollas de casi 42 cm. Habían sido invitados por uno de los abuelos a que me violaran, eran vendedores del barrio que yo solía verlos al ir a trabajar al asilo. Me la ensartaron los dos a la vez por mi concha, haciendome que me desmayé del dolor, todos aplaudieron al ver esto. Dos se acercaron a follarme por la boca. Los negros me penetraban con tanta fuerza pero yo seguía dormida, luego de un buen rato se vaciaron adentro a la vez, al rato paso lo mismo en la boca. Me llevaron a una habitación y me tiraron a la cama quedando boca arriba. Unos viejos sacaron unos objetos largos que daban toque e iniciaron a darme pequeñas descargas en los senos y en la concha y esto provocaba que sobre saltará pero seguía dormida, a la vez me seguían cojiendo, con dos pijas en la boca y dos en la concha a la vez. Todo de manera violenta como siempre con, mis piernas en los hombros del que tenía adelante. Y esto excitaba más a los demás. El que había empezado todo observaba el espectáculo, como sus compañeros y los negros me trataban como una putita y sentía excitación sobre todo porque yo no me daba cuenta de nada. Observo como disfrutaban de mi cuerpo de manera salvaje, como a pesar de todo me retorcía del dolor, sus amigos se pajeaban esperando su turno, en tanto él lo hacía desde su asiento. Los que terminaban les sedian el lugar a los demás, asi hasta que todos pasaran por ambos agujeros vaciandose en ellos. Les en encantaba nalguearme y apretarme las tetas con mucha fuerza. Empezaron hacerme una triple vaginal y doble oral, pasaron de cuatro a la vez a ser cinco a la vez, me desperté pero más débil que antes, si antes no tenia fuerzas ahora menos, pero si tenía más dolor que nunca, me di cuenta que aún dormida seguían aprovechandose de mí, violándome. Me follaban por la boca y concha con bastante fuerza hasta llenarme de semen y dieron paso al resto, me follaban como unas bestias pues como dije todos tenían unas pijas enormes y me llenaban por completo. Terminaron todos de pasar nuevamente por ambos agujeros, llenandome y me volví a desmayar. Se les ocurrió meterme cosas por mi concha ya abierta y super dolorida (consoladores, pepinos, bananas, zanahorias, mango de martillo, de destornillador y de llave francesa, tubos de desodorantes, incluso de a uno me metia su pija con alguna de esas cosas). Y así me tuvieron un buen rato dando igual de duro. Se volvieron a correr y a mearme está vez adentro de mi boca y concha y me volví a despertar ya sin fuerzas. Los negros volvieron a pasar nuevamente ambos por mi vagina, me follaban como mounstros hasta acabar. Por más de 15 horas se divirtieron con mi cuerpo, cojiendome con fuerza con mis agujeros llenos de semen, tanto mis tetas y concha doloridas. Al día siguiente veo venir a alguien, era el de seguridad (él se había encargado de la enfermera mientras el resto me violaba)
- Que bueno que te despertaste putita. Es hora de que me complazcas, después de todo me encargué de la otra por el resto.
- Ya déjenme ya me violaron varias veces qué más quieren. Empecé a llorar, aún estaba cansada y dolorida.
- Serás nuestra putita así que vete acostumbrando.
Me violó fuertemente por mi concha hasta acabar y luego hizo lo mismo por mi boca y se fue. Me fui a casa a descansar, horas después de vuelta en el asilo el que empezó todo dice luego de haber reunido a todos:
- Nos divertiremos mucho contigo. Y así una vez por semana era cojida por los abuelos del asilo convirtiendome en su putita y como la primera vez también invitaban a otros hombres a cojerme, en ocasiones vinieron otros negros, incluso orientales, a veces hasta vendedores ambulantes, todos maduros y de pollas enormes, cosa de hacerme sufrir.
En un asilo yo trabajaba limpiando y ayudando a los abuelos. El asilo era un lugar hecho sólo para adultos mayores, pero lo curioso es que este asilo sólo podían haber abuelos. Sólo necesitaban una chica y una enfermera debido a que no era tan necesario cuidados tan intensivos como en otros asilos, sus pacientes eran de 70 a 90 años. Eran unos 20 abuelos que ahí habían en ese asilo. Un día llegó y había entrado en el turno de la tarde, llevaba mi bata algo abierta, abajo de ella tenía un corpiño, y una tanga haciendo juego. Todo transcurría normal hasta que uno en un momento de distracción me tomó por el cuello, me obligó a salir de su cuarto llevándome a la sala de visitas, el cual era un gran salón. Al sacarme empecé a gritar de desesperación.
- Suéltame por favor.
Los gritos hicieron que todos los demás abuelos fueran hasta el lugar para ver que estaba pasando. Todos, los 29 abuelos restantes, reunidos en el gran salón me vieron tomada por el viejo y este les dijo
- Hoy vamos a abusar de esta jovencita, despreocupensen de la enfermera, ya me encargué de ella, no nos va a molestar. Todos respondieron - Siii!!
Yo me quede paralizada, eran 30 y tenían fuerza. Los viejos se quitaban los pantalones y el que me sostenía ya se encontraba sin pantalón con su enorme polla por fuera y enfrente de mi rostro.
- No por favor, deténganse.
El viejo me terminó de desabrochar la bata y luego me saco el corpiño quedando libre mis tetas. Yo asustada y apuntó de gritar fui callada por su verga de 30 cm de largo y gruesa que la introdujo en mi boca. Todos los viejos me tenían rodeada con sus enormes vergas por fuera apuntando hacia mí, esperando su turno para violarme. El espectáculo comenzó, el viejo tomando mi cabello impulso su enorme verga dentro de mi boca y comenzó a follarme de forma extrema, yo sólo lo veía con cara de terror, respiraba muy rápido por la nariz y mi boca estaba muy abierta. Todos observaban con lujuria el acto del viejo quien se divertía follando mi boca, era para él excitante su calidez y el hecho de que me costará respirar. Todos le gritaban "así demuéstrale quien manda"
- Eres una puta muy rica me vengo ahh. Listo sigue tu coño maldita.
Se había venido en mi y me lleno la boca de esperma que me obligó a tragar. Saco su verga de mi y comencé suplicar. El viejo se dispone a correrme la tanga y de un sólo tiro me penetra causándome un enorme grito de dolor. El viejo comenzó a cabalgarme con fuerza. Me nalgueaba con fuerza y tiraba de mi cabello, estrujaba mis senos y me tomaba por mis caderas para impulsarse más.
- Que rica estas putita, hace rato que tenía ganas de cojerte m Ahora vas a ser mi puta. La puta de todos.
-Ahhh suélteme.
Al viejo no le importaba y el seguía bombeando mi coño tan estrecho, habían pasado años desde que el viejo había follado y más a una joven como yo, al igual que el resto de los abuelos era la oportunidad para retomar su vida sexual y encima con una mucho más joven. Cansados de esperar empezaron a formar parte del show, un viejo se puso delante de mi e introdujo su polla en mi boca en tanto otros dos me obligaban a hacerles una paja. Yo estaba completamente rendida. Dos de mis tres agujeros estaban siendo maltratados a pijazos, el que me cojia por la vagina se corrió adentro y en cuanto lo sacó otro viejo entró en mi coño y así sucesivamente, todos pasaron a violarme fuertemente por ambos agujeros, vaciandose tanto en mi boca como en mi concha. Todos me cojieron sin piedad. Me follaban de manera bestial, me nalgueaban al compás de las cojidas o me apretaban las tetas con fuerza, todo era de manera muy violenta y salvaje, tardaban bastante pero sus acabadas eran en cantidades abundantes, llenandome mi boca y concha de sus corridas. Me ardía todo, ya no daba más. Sus penes eran largos, y gruesos, de hasta unos 30 cm, de tal manera que con cada cojida causaban sufrimiento. Durante horas se divirtieron ultrajandome la boca y la concha, meandome. Ha había dos negros de 2 metros y con sus enormes pollas de casi 42 cm. Habían sido invitados por uno de los abuelos a que me violaran, eran vendedores del barrio que yo solía verlos al ir a trabajar al asilo. Me la ensartaron los dos a la vez por mi concha, haciendome que me desmayé del dolor, todos aplaudieron al ver esto. Dos se acercaron a follarme por la boca. Los negros me penetraban con tanta fuerza pero yo seguía dormida, luego de un buen rato se vaciaron adentro a la vez, al rato paso lo mismo en la boca. Me llevaron a una habitación y me tiraron a la cama quedando boca arriba. Unos viejos sacaron unos objetos largos que daban toque e iniciaron a darme pequeñas descargas en los senos y en la concha y esto provocaba que sobre saltará pero seguía dormida, a la vez me seguían cojiendo, con dos pijas en la boca y dos en la concha a la vez. Todo de manera violenta como siempre con, mis piernas en los hombros del que tenía adelante. Y esto excitaba más a los demás. El que había empezado todo observaba el espectáculo, como sus compañeros y los negros me trataban como una putita y sentía excitación sobre todo porque yo no me daba cuenta de nada. Observo como disfrutaban de mi cuerpo de manera salvaje, como a pesar de todo me retorcía del dolor, sus amigos se pajeaban esperando su turno, en tanto él lo hacía desde su asiento. Los que terminaban les sedian el lugar a los demás, asi hasta que todos pasaran por ambos agujeros vaciandose en ellos. Les en encantaba nalguearme y apretarme las tetas con mucha fuerza. Empezaron hacerme una triple vaginal y doble oral, pasaron de cuatro a la vez a ser cinco a la vez, me desperté pero más débil que antes, si antes no tenia fuerzas ahora menos, pero si tenía más dolor que nunca, me di cuenta que aún dormida seguían aprovechandose de mí, violándome. Me follaban por la boca y concha con bastante fuerza hasta llenarme de semen y dieron paso al resto, me follaban como unas bestias pues como dije todos tenían unas pijas enormes y me llenaban por completo. Terminaron todos de pasar nuevamente por ambos agujeros, llenandome y me volví a desmayar. Se les ocurrió meterme cosas por mi concha ya abierta y super dolorida (consoladores, pepinos, bananas, zanahorias, mango de martillo, de destornillador y de llave francesa, tubos de desodorantes, incluso de a uno me metia su pija con alguna de esas cosas). Y así me tuvieron un buen rato dando igual de duro. Se volvieron a correr y a mearme está vez adentro de mi boca y concha y me volví a despertar ya sin fuerzas. Los negros volvieron a pasar nuevamente ambos por mi vagina, me follaban como mounstros hasta acabar. Por más de 15 horas se divirtieron con mi cuerpo, cojiendome con fuerza con mis agujeros llenos de semen, tanto mis tetas y concha doloridas. Al día siguiente veo venir a alguien, era el de seguridad (él se había encargado de la enfermera mientras el resto me violaba)
- Que bueno que te despertaste putita. Es hora de que me complazcas, después de todo me encargué de la otra por el resto.
- Ya déjenme ya me violaron varias veces qué más quieren. Empecé a llorar, aún estaba cansada y dolorida.
- Serás nuestra putita así que vete acostumbrando.
Me violó fuertemente por mi concha hasta acabar y luego hizo lo mismo por mi boca y se fue. Me fui a casa a descansar, horas después de vuelta en el asilo el que empezó todo dice luego de haber reunido a todos:
- Nos divertiremos mucho contigo. Y así una vez por semana era cojida por los abuelos del asilo convirtiendome en su putita y como la primera vez también invitaban a otros hombres a cojerme, en ocasiones vinieron otros negros, incluso orientales, a veces hasta vendedores ambulantes, todos maduros y de pollas enormes, cosa de hacerme sufrir.
3 comentarios - Cojida en un asilo de ancianos