Después de subir las cinco partes de Adoro ser su esclavo, traigo una nueva serie de relatos escrita hace poco. La anterior serie la escribí hace ya un par de años. En la ya nombrada serie yo era el sumiso, pero en esta nueva las cosas se han dado la vuelta. Espero que os guste y que haya mejorado en algo.
Todos alguna vez en la vida hemos necesitado un tiempo para estar solos o al menos estar desconectados de la rutina. A mi me ocurrió después de acabar los estudios, demasiado estrés y mucho tiempo sin poder hacer lo que me apetecía. Al final decidí irme a un piso que tienen mis padres en la playa, en Benidorm para ser más exactos.
No es un lugar que me encante pero si uno dónde podía estar a mi bola, disfrutar y aprovechar que ya había terminado de estudiar la carrera. Sobre la hora de comer llegue a mi destino, pille algo de comida para llevar y puse rumbo al piso. Nada más llegar abrí las ventanas, coloque todo un poco, me saque la comida a la terraza y me relaje mientras comía. Las vistas son preciosas con el mar en frente y el sonido relajaba mucho. Después de comer, rebusqué por la cocina hasta dar con algo de café que dejamos la última vez que estuvimos allí. Me hice una taza y de nuevo a la terraza, me quede asomado al balcón mientras observaba el paseo marítimo, el edificio de al lado (que es igual al nuestro), la gente y los niños jugando en la playa...
Cuando miraba el edificio de al lado, me fije que un balcón de un piso menor al mío, había una señora de unos 40-50, con muy buen tipo diendo la ropa con una camiseta y unas bragas. Había que admitir que tenía un cuerpo muy sexi, sus pechos eran grandes al igual que su culo y eso que lo estaba viendo desde arriba. Después de un rato fantaseando con ella, se dio cuenta y me miró con una leve sonrisa en su cara, si hubiese sido hace unos años hubiese apartado la mirada, pero me quedé mirándola yo también con una sonrisa. Terminó de tender y se metió para dentro, yo hice lo mismo, me tumbe un rato a echar la siesta después del viaje y caí redondo.
No me quitaba a la señora de la cabeza, cuando desperté salí al balcón de nuevo y allí estaba ella, con el mismo outfit y tomando una cerveza, la mire unos segundos y cada vez que volvía a verla más me gustaba. Llevaba la típica camiseta de tirantes que hacía que sus pechos y pezones se marcasen bien.
Ella me vio mirando, volvió a sonreír y con mucho disimulo dejó asomar un pecho por el lateral de la camiseta. Yo no daba crédito, tenía ya el pantalón apretado del tiempo que llevaba sin follar y esa señora me estaba poniendo malo.
Los dos primeros días pasaron así. Cada vez que coincidimos en la terraza ella insinuaba alguna parte de su cuerpo, dejaba ver algo o simplemente con su naturalidad llamaba la atención. Estuve pensando en si sería Dominante o Sumisa, parecía más sumisa que otra cosa pero no podía saberlo así.
Por fin, al día siguiente mientras colocaba mi toalla en la playa pude oír a alguien saludandome. Cuando me di la vuelta era mi querida vecina.
¡Hola vecino! ¿provechando la playa?
-Buenos días,¿con este tiempo quien no lo haría no? Por cierto soy Diego, encantado.
-Hace muy buen día, yo soy Laura, encantada.
-Puedes ponerte por aquí si quieres Laura, así podemos vigilar las cosas del otro.
-Muy amable Diego, pues si no te importa dejaré mi toalla aquí al lado.
Me centre en poner mi toalla, quedarme en bañador y darme un chapuzón rápido antes de tumbarme. Cuando volví para donde estaba Laura pude verla ya tumbada, tomando el sol con un bikini finito, que resaltaba esas curvas de mujer. Para la edad que tenía Laura estaba conservada genial y tenia un cuerpo de esos sexis que no puedes dejar de mirar. Nunca había estado con una mujer así y me llamaba mucho la atención.
Tumbados los dos, estuvimos un largo rato hablando de todo en general. Estaba soltera, su marido la puso los cuernos con una compañera de trabajo y desde entonces estaba sola, no la iba mal, tenía dinero y un buen trabajo que le permitía tener dos residencias. No podía quejarse vaya. Le conté mi situación también ya que llevaba tiempo sin ningún tipo de relación y fuimos entablando una pequeña amistad. Al cabo de un rato me dijo que si me animaba a darme un baño con ella, por supuesto que acepté.
En el agua seguimos hablando, poniendonos al dia, riendonos y la verdad que relajandonos mucho. Mientras estábamos con nuestras charlas, Laura no vio la ola que venía, total que la ola la empujo y perdió el equilibrio, cuando la ayude a estabilizarse pude ver sus pezones rositas asomando por el lado del bikini, se dio cuenta porque nada más salir se re-coloco la ropa. El oleaje por aquí no es fuerte pero siempre te puedes llevar un revolcón.
-Casi te ahogas eh. Dije de broma ya que apenas cubría donde estábamos.
-Me ha pillado por sorpresa jajaja
A todo esto yo estaba medio agachado en el agua para que no se notase mi erección después de ver esos pechos que tanto me estaban gustando. En ese momento no se dio cuenta o eso creo, hasta que intento meterme a mi debajo del agua y al agarrarme note como mi miembro se apretaba contra su abdomen. Me deje caer con esperanzas de que no hubiese notado nada.
-Pues si que estas contento vecino. -Dijo Laura mirando a mi entrepierna.
-No sabes tu cuanto Laura.
-Con mi edad y aun levantando pasiones jajaja
-Igual lo que necesitas es un castigo. -La dije de manera jocosa pero quería ver su reacción.
-No va mucho eso eh. -Pero no la crei, despues de decirselo sus pezones se marcaron en el bikini.
-Vaya pues tu cuerpo no parece decir lo mismo.
Sonrojada se cubrió con los brazos sus pechos y pude ver que no era tan dominante, quizás podíamos divertirnos más.
-Venga Laura no te pongas así, con ese cuerpo que tienes es normal que me pase esto. Venga súbete a casa y nos tomamos un café tranquilamente.
-No sé, igual debería irme ya.
-Como tu prefieras, pero estas invitada a subir que lo sepas.
Sin decir mucho más me puse a recoger mis cosas, vi que ella también así que no dije nada y continúe. Cuando llegué al portal Laura venía conmigo. Todo pintaba muy bien.
Entramos al piso y la acompañé a la terraza, tenía una pequeña mesa con dos sillas y le dije que podía quedarse ahí mientras hacía los cafés.
Haciendo los cafés seguía pensando en como liar a Laura. Quería ese cuerpo y quería que ella disfrutara.
-Aquí tienes. -Deje los cafés en la mesa y me senté en frente suya.
-Gracias, ya veo que tienes buenas vistas de mi balcón.
-La verdad que si, son bastante buenas.
-Ya decia yo que mucho mirabas, eh.
Quería empezar a probar a Laura, ver si podía llegar a algo más, quién sabe, después de todo no iban a estar nada mal las vacaciones.
-Si tengo buenas vistas tengo que aprovecharlas como tu dices,¿o tu no harias lo mismo?
-Puede ser, aunque no tan descarado Dieguito.
Ese tono de broma me gustó, quería intentar algo más.
-Mira Laura, no voy a negar que me atraes. Te doy la oportunidad de pasar unas vacaciones distintas si tu quieres, pero tienes que obedecerme en todo.
¿Te refieres a algún rollo de estos sumisos y eso?
-Algo por el estilo, creo que podría gustarte.
-No se Diego, creo que no estoy para estas cosas y menos tan repentinas.
-No te obligo Laura, te ofrezco esa posibilidad para que disfrutemos ambos. Si no quieres no hace falta que hagas nada.
Se quedó pensativa unos segundos, sinceramente no creía que fuese a aceptar y menos tan de golpe. Pero intentando disimular la deje pensando mientras iba al baño.
A la vuelta del baño su cara mostraba una sensación de curiosidad.
-No digo que acepte nada, pero había limites y esas cosas supongo, ¿no?
-Por supuesto, siempre podemos hablarlo y ver que cosas podemos hacer y cuales no.
-Solo por poner un ejemplo. -Dijo Laura-¿Si no te obedezco que castigo me pondrías?
-Eso tienes que averiguarlo personalmente. -Dije mientras me levantaba y rodeaba a Laura.
Apoye mis manos en sus hombros de manera suave, dandola un pequeño masaje. No dijo nada, se dejó hacer y pude notar como sus pezones de nuevo se marcaban en el bikini,
-Vaya, parece que alguien está contenta.
Laura ruborizada no dijo nada, pero esta vez no se tapó sus pechos.
-Asi me gusta, que dejes ver que estas cachonda. Entonces quieres probar??
-....Mmm... Pues a ver....
-No me vale eso, dime si quieres o no quieres Laurita.
-...Si... Sí quiero.
-Me alegra mucho oír eso y estoy seguro de que vas a disfrutarlo mucho.
Cogi de la mano a Laura y nos pusimos de pie en el balcón mirando a la playa. El atardecer era precioso y más con ella al lado. Las vistas no podían ser mejores.
-Tienes que ir aprendiendo a quitarte esa vergüenza, disfrutar de cada momento y disfrutar como la sumisa que eres.
-Es... complicado, nunca he hecho algo así.
-Lo se y poco a poco vas a ir soltándote. Yo te voy a echar una mano.
-Gracias.
-Gracias Amo. Siempre terminas diciendo Amo, no quiero repetirlo.
-Sí Amo.
-Ahora para que te relajes un poco quiero que te quites el bikini, total estamos en el balcón.
-Pero hay más vecinos en los otros balcones.
-Mira perrita, no me vas a volver a llevar la contraria o vas a sufrir un castigo.
Con dudas y con vergüenza se fue desabrochando la parte superior, para ayudarla mientras tanto la deshice los nudos de la parte de abajo y su bikini cayó en el suelo. Dejando ese cuerpazo al aire, unas tetas que serían una 95D, delgada con su cuerpo maduro y un buen culo que aunque algo caído no hacía más que pedirme que lo comiera entero. Pero no quería darle tanto placer desde ya. Tenía que sufrir un poco.
Comencé a cogerle sus pechos por detrás, a masajear sus pezones. Notaba lo duros que se iban poniendo. De vez en cuando los pellizcaba y los estiraba.
Me percate de que algún vecino nos había visto, pero me daba igual la verdad.
Seguía moviendo mis manos por su cuerpo, cuando baje a su entrepierna estaba chorreando por las piernas.
-Vaya, alguien está deseosa de que la follen.
-..........
-Vas a tener que contestar si no quieres sufrir más de la cuenta.
-Si Amo, quiero su polla. -Se atrevió a decir.
-Muy bien, asi esta mejor.
Como era su primer día, decidí no torturarla demasiado. Agarré su coleta morena desde atrás y la hice ponerse de rodillas y la gire hacia mi.
-Con tu boca tienes que quitarme el bañador si quieres llegar a tu premio.
Como la sumisa que estaba empezó a intentar morder el bañador para bajarlo, después de unos segundo luchando con él consiguió bajarlo lo suficiente como para que mi miembro saliera de lo duro que estaba. Se quedó mirándolo fijamente y sin esperar mucho más la sujete su cabeza introduciendo mi polla hasta el fondo de su garganta.
Con alguna arcada y saliva saliendo de su comisura, saque el miembro e hice lo mismo de nuevo.
-Vas a tener que acostumbrarte a tragártela entera, así es como me gusta hacerlo.
-Si amo, entreneme.
Esa contestación me puso mucho, segui follandome un rato mas la boca de Laura, estaba a punto de correrme y decidí parar, quería probar su coñito.
La lleve a la mesa de la terraza y la tumbe encima, los vecinos tenían buen espectaculo.
Cogí las llaves que tenían una cuerda para sujetarlas y conseguí hacerle un nudo atando sus manos detrás de la cabeza.
Baje y metí mi cara entre sus muslos, era el paraíso, abrí su coñito lleno de jugos, empecé a limpiar sus labios, a meter la lengua hasta el fondo, mordisqueando el clítoris con cuidado, succionando. Notaba como ella se contraía cada vez más y más. quería llevarla al límite.
Note que iba a correrse y decidí parar. Ella me miró con cara de pena, quería correrse si o si.
-No es tu turno perra, estás aquí para complacerme. Voy a follarte duro y espero que no te corras hasta que te diga.
Sin mucho cuidado ya que estaba empapada, metí mi polla de golpe en ella. Con un gemido que me encendio mas todavia empezo a jadear. Yo estaba follandome ese coñito hasta deshacerlo, quería correrme, me ponía demasiado Laura. Empecé de forma más suave y según iba notando como ella se contraía aumentaba el ritmo poco a poco. Notaba como sus flujos salían de su coño empapando la mesa, cada vez más cachonda y cada vez más rápido todo.
No se si nos estarían viendo pero de ser así lo único que sentirían sería envidia de lo que estábamos disfrutando.
Tras unos minutos bombeando a Laura sin ningún miramiento note que ella estaba llegando al climax, se mordía el labio y ya era incapaz de controlar su voz.
Yo soy nuevo en esto de dominar, normalmente me dominan a mi. Así que decidí no continuar para hacerla sufrir un poquito más. Cuando la saque me fui a la parte delantera de la mesa y con su cabeza colgando se la metí y comencé a follarme esa boca. Poco más pude aguantar con el gusto que me estaba provocando.
Al final como era de esperar explote en su garganta sin poder frenarlo, disfrute como nunca esa mamada. Mientras tanto Laura reponía aire y me miraba con cara de querer correrse ella también.
-Je je, Creo que me va a gustar mucho esto.-La dije
-Amo por favor, haga que me corra!
Era nuestra primera vez y tampoco quería ser muy malo.
Sin dudarlo ni un momento, abrí sus piernas, comiéndome todo y succionando sin temor, lamiendo cada pliegue y metiendo bien la lengua, noté un pequeño temblor y empezó a apretarme con las piernas. Sabía que iba a correrse, quite mi cara y con 4 dedos dentro de su vagina y otros 2 jugando con el clítoris llego al climax, soltando un chorro de flujo que me puso más cachondo aún y chorreando la mesa.
-Vaya pero si puedes hacer squirt.
-Siempre me ha pasado, a mi exmarido no le gustaba.-Dijo entre jadeos.
-Pues no sabía lo que se perdía, cada vez me pones mas perrita.
La ayudé a levantarse y la deje que se recuperara un poco.
-Vamos a la ducha anda, hay que estar limpios.
-Sí Amo.
Me seguía por detrás, llegamos al baño y estando desnudos le dije que entrase en la ducha. Estábamos dentro, calentando el agua cuando decidí jugar un poco más. Verla tan dócil y con ese cuerpo me estaba poniendo malo otra vez.
-Cuando nos duchemos tienes que estar de rodillas, y si no te digo lo contrario me vas a estar chupando la polla hasta que te llene de leche.
Solo con decirlo ya se me estaba poniendo más dura, de imaginarme a esa señora tan sexi de rodillas por mi polla.
Mientras me mojaba, ella como podía seguía metiendo mi miembro en la boca, lamiendo, succionando, no lo hacía nada mal.
Aparté su boca cuando note que me iba a correr y solté toda la leche en su cara. Me estaba mirando con carita buena y con toda esa misma cara llena de semen.
-Bueno, lavate entera menos la cara. Te vas a ir así a tu casa y ya allí te limpias.
-Pero me van a ver cruzando el portal y¿si me ve algún vecino?
-Tu eliges perrita, o haces eso o se acaba aquí todo. Y eso que acabamos de empezar, estoy seguro de que lo vas a disfrutar.
-Esta bien Amo.
-Asi me gusta Laurita, ponte el bikini y te vas a casa. Cuando estés en la terraza te limpias la cara. Pero antes dame tu numero de telefono que tendremos que estar en contacto.
-Por supuesto amo, aquí lo tiene.
Y así lo hizo, la vi salir a la terraza y poco a poco limpiarse el desastre que la había dejado. Me sorprendió para bien que se atreviera a hacer eso, era una sumisa y ella sola empezaba a darse cuenta..
Mientras tanto ordené el desastre de la terraza y la mande un mensaje:
Mañana vamos a ir a dar una vuelta y a ver unas tiendas,
vístete sin ropa interior y antes de salir de casa me mandas
una foto por si tienes que cambiarte algo. No puedes tocarte
a no ser que te lo diga yo. Poco a poco vas a ser mi esclava.
Buenas noches Laura."
Antes de irme a dormir, busqué por internet y por suerte para mi había 2 sexshops en Benidorm, y no quedaban lejos. Así que ya tenía el plan de compras para mañana.
No podía dejar de pensar en Laura, su cuerpo, su cara, la manera de obedecer... Me estaba dejando alucinado.
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Bueno este ha sido el primer relato de esta serie, espero que os haya gustado.
Como ya he dicho antes es mi primer relato siendo yo el dominante, normalmente mis experiencias han sido al reves, pero también le coges el gusto a mandar tu de vez en cuando. Si tenéis dudas, sugerencias o lo que sea, no dudéis en hablar conmigo. Voy aprendiendo poco a poco y creo que a mejor cada vez. Gracias 😃
Todos alguna vez en la vida hemos necesitado un tiempo para estar solos o al menos estar desconectados de la rutina. A mi me ocurrió después de acabar los estudios, demasiado estrés y mucho tiempo sin poder hacer lo que me apetecía. Al final decidí irme a un piso que tienen mis padres en la playa, en Benidorm para ser más exactos.
No es un lugar que me encante pero si uno dónde podía estar a mi bola, disfrutar y aprovechar que ya había terminado de estudiar la carrera. Sobre la hora de comer llegue a mi destino, pille algo de comida para llevar y puse rumbo al piso. Nada más llegar abrí las ventanas, coloque todo un poco, me saque la comida a la terraza y me relaje mientras comía. Las vistas son preciosas con el mar en frente y el sonido relajaba mucho. Después de comer, rebusqué por la cocina hasta dar con algo de café que dejamos la última vez que estuvimos allí. Me hice una taza y de nuevo a la terraza, me quede asomado al balcón mientras observaba el paseo marítimo, el edificio de al lado (que es igual al nuestro), la gente y los niños jugando en la playa...
Cuando miraba el edificio de al lado, me fije que un balcón de un piso menor al mío, había una señora de unos 40-50, con muy buen tipo diendo la ropa con una camiseta y unas bragas. Había que admitir que tenía un cuerpo muy sexi, sus pechos eran grandes al igual que su culo y eso que lo estaba viendo desde arriba. Después de un rato fantaseando con ella, se dio cuenta y me miró con una leve sonrisa en su cara, si hubiese sido hace unos años hubiese apartado la mirada, pero me quedé mirándola yo también con una sonrisa. Terminó de tender y se metió para dentro, yo hice lo mismo, me tumbe un rato a echar la siesta después del viaje y caí redondo.
No me quitaba a la señora de la cabeza, cuando desperté salí al balcón de nuevo y allí estaba ella, con el mismo outfit y tomando una cerveza, la mire unos segundos y cada vez que volvía a verla más me gustaba. Llevaba la típica camiseta de tirantes que hacía que sus pechos y pezones se marcasen bien.
Ella me vio mirando, volvió a sonreír y con mucho disimulo dejó asomar un pecho por el lateral de la camiseta. Yo no daba crédito, tenía ya el pantalón apretado del tiempo que llevaba sin follar y esa señora me estaba poniendo malo.
Los dos primeros días pasaron así. Cada vez que coincidimos en la terraza ella insinuaba alguna parte de su cuerpo, dejaba ver algo o simplemente con su naturalidad llamaba la atención. Estuve pensando en si sería Dominante o Sumisa, parecía más sumisa que otra cosa pero no podía saberlo así.
Por fin, al día siguiente mientras colocaba mi toalla en la playa pude oír a alguien saludandome. Cuando me di la vuelta era mi querida vecina.
¡Hola vecino! ¿provechando la playa?
-Buenos días,¿con este tiempo quien no lo haría no? Por cierto soy Diego, encantado.
-Hace muy buen día, yo soy Laura, encantada.
-Puedes ponerte por aquí si quieres Laura, así podemos vigilar las cosas del otro.
-Muy amable Diego, pues si no te importa dejaré mi toalla aquí al lado.
Me centre en poner mi toalla, quedarme en bañador y darme un chapuzón rápido antes de tumbarme. Cuando volví para donde estaba Laura pude verla ya tumbada, tomando el sol con un bikini finito, que resaltaba esas curvas de mujer. Para la edad que tenía Laura estaba conservada genial y tenia un cuerpo de esos sexis que no puedes dejar de mirar. Nunca había estado con una mujer así y me llamaba mucho la atención.
Tumbados los dos, estuvimos un largo rato hablando de todo en general. Estaba soltera, su marido la puso los cuernos con una compañera de trabajo y desde entonces estaba sola, no la iba mal, tenía dinero y un buen trabajo que le permitía tener dos residencias. No podía quejarse vaya. Le conté mi situación también ya que llevaba tiempo sin ningún tipo de relación y fuimos entablando una pequeña amistad. Al cabo de un rato me dijo que si me animaba a darme un baño con ella, por supuesto que acepté.
En el agua seguimos hablando, poniendonos al dia, riendonos y la verdad que relajandonos mucho. Mientras estábamos con nuestras charlas, Laura no vio la ola que venía, total que la ola la empujo y perdió el equilibrio, cuando la ayude a estabilizarse pude ver sus pezones rositas asomando por el lado del bikini, se dio cuenta porque nada más salir se re-coloco la ropa. El oleaje por aquí no es fuerte pero siempre te puedes llevar un revolcón.
-Casi te ahogas eh. Dije de broma ya que apenas cubría donde estábamos.
-Me ha pillado por sorpresa jajaja
A todo esto yo estaba medio agachado en el agua para que no se notase mi erección después de ver esos pechos que tanto me estaban gustando. En ese momento no se dio cuenta o eso creo, hasta que intento meterme a mi debajo del agua y al agarrarme note como mi miembro se apretaba contra su abdomen. Me deje caer con esperanzas de que no hubiese notado nada.
-Pues si que estas contento vecino. -Dijo Laura mirando a mi entrepierna.
-No sabes tu cuanto Laura.
-Con mi edad y aun levantando pasiones jajaja
-Igual lo que necesitas es un castigo. -La dije de manera jocosa pero quería ver su reacción.
-No va mucho eso eh. -Pero no la crei, despues de decirselo sus pezones se marcaron en el bikini.
-Vaya pues tu cuerpo no parece decir lo mismo.
Sonrojada se cubrió con los brazos sus pechos y pude ver que no era tan dominante, quizás podíamos divertirnos más.
-Venga Laura no te pongas así, con ese cuerpo que tienes es normal que me pase esto. Venga súbete a casa y nos tomamos un café tranquilamente.
-No sé, igual debería irme ya.
-Como tu prefieras, pero estas invitada a subir que lo sepas.
Sin decir mucho más me puse a recoger mis cosas, vi que ella también así que no dije nada y continúe. Cuando llegué al portal Laura venía conmigo. Todo pintaba muy bien.
Entramos al piso y la acompañé a la terraza, tenía una pequeña mesa con dos sillas y le dije que podía quedarse ahí mientras hacía los cafés.
Haciendo los cafés seguía pensando en como liar a Laura. Quería ese cuerpo y quería que ella disfrutara.
-Aquí tienes. -Deje los cafés en la mesa y me senté en frente suya.
-Gracias, ya veo que tienes buenas vistas de mi balcón.
-La verdad que si, son bastante buenas.
-Ya decia yo que mucho mirabas, eh.
Quería empezar a probar a Laura, ver si podía llegar a algo más, quién sabe, después de todo no iban a estar nada mal las vacaciones.
-Si tengo buenas vistas tengo que aprovecharlas como tu dices,¿o tu no harias lo mismo?
-Puede ser, aunque no tan descarado Dieguito.
Ese tono de broma me gustó, quería intentar algo más.
-Mira Laura, no voy a negar que me atraes. Te doy la oportunidad de pasar unas vacaciones distintas si tu quieres, pero tienes que obedecerme en todo.
¿Te refieres a algún rollo de estos sumisos y eso?
-Algo por el estilo, creo que podría gustarte.
-No se Diego, creo que no estoy para estas cosas y menos tan repentinas.
-No te obligo Laura, te ofrezco esa posibilidad para que disfrutemos ambos. Si no quieres no hace falta que hagas nada.
Se quedó pensativa unos segundos, sinceramente no creía que fuese a aceptar y menos tan de golpe. Pero intentando disimular la deje pensando mientras iba al baño.
A la vuelta del baño su cara mostraba una sensación de curiosidad.
-No digo que acepte nada, pero había limites y esas cosas supongo, ¿no?
-Por supuesto, siempre podemos hablarlo y ver que cosas podemos hacer y cuales no.
-Solo por poner un ejemplo. -Dijo Laura-¿Si no te obedezco que castigo me pondrías?
-Eso tienes que averiguarlo personalmente. -Dije mientras me levantaba y rodeaba a Laura.
Apoye mis manos en sus hombros de manera suave, dandola un pequeño masaje. No dijo nada, se dejó hacer y pude notar como sus pezones de nuevo se marcaban en el bikini,
-Vaya, parece que alguien está contenta.
Laura ruborizada no dijo nada, pero esta vez no se tapó sus pechos.
-Asi me gusta, que dejes ver que estas cachonda. Entonces quieres probar??
-....Mmm... Pues a ver....
-No me vale eso, dime si quieres o no quieres Laurita.
-...Si... Sí quiero.
-Me alegra mucho oír eso y estoy seguro de que vas a disfrutarlo mucho.
Cogi de la mano a Laura y nos pusimos de pie en el balcón mirando a la playa. El atardecer era precioso y más con ella al lado. Las vistas no podían ser mejores.
-Tienes que ir aprendiendo a quitarte esa vergüenza, disfrutar de cada momento y disfrutar como la sumisa que eres.
-Es... complicado, nunca he hecho algo así.
-Lo se y poco a poco vas a ir soltándote. Yo te voy a echar una mano.
-Gracias.
-Gracias Amo. Siempre terminas diciendo Amo, no quiero repetirlo.
-Sí Amo.
-Ahora para que te relajes un poco quiero que te quites el bikini, total estamos en el balcón.
-Pero hay más vecinos en los otros balcones.
-Mira perrita, no me vas a volver a llevar la contraria o vas a sufrir un castigo.
Con dudas y con vergüenza se fue desabrochando la parte superior, para ayudarla mientras tanto la deshice los nudos de la parte de abajo y su bikini cayó en el suelo. Dejando ese cuerpazo al aire, unas tetas que serían una 95D, delgada con su cuerpo maduro y un buen culo que aunque algo caído no hacía más que pedirme que lo comiera entero. Pero no quería darle tanto placer desde ya. Tenía que sufrir un poco.
Comencé a cogerle sus pechos por detrás, a masajear sus pezones. Notaba lo duros que se iban poniendo. De vez en cuando los pellizcaba y los estiraba.
Me percate de que algún vecino nos había visto, pero me daba igual la verdad.
Seguía moviendo mis manos por su cuerpo, cuando baje a su entrepierna estaba chorreando por las piernas.
-Vaya, alguien está deseosa de que la follen.
-..........
-Vas a tener que contestar si no quieres sufrir más de la cuenta.
-Si Amo, quiero su polla. -Se atrevió a decir.
-Muy bien, asi esta mejor.
Como era su primer día, decidí no torturarla demasiado. Agarré su coleta morena desde atrás y la hice ponerse de rodillas y la gire hacia mi.
-Con tu boca tienes que quitarme el bañador si quieres llegar a tu premio.
Como la sumisa que estaba empezó a intentar morder el bañador para bajarlo, después de unos segundo luchando con él consiguió bajarlo lo suficiente como para que mi miembro saliera de lo duro que estaba. Se quedó mirándolo fijamente y sin esperar mucho más la sujete su cabeza introduciendo mi polla hasta el fondo de su garganta.
Con alguna arcada y saliva saliendo de su comisura, saque el miembro e hice lo mismo de nuevo.
-Vas a tener que acostumbrarte a tragártela entera, así es como me gusta hacerlo.
-Si amo, entreneme.
Esa contestación me puso mucho, segui follandome un rato mas la boca de Laura, estaba a punto de correrme y decidí parar, quería probar su coñito.
La lleve a la mesa de la terraza y la tumbe encima, los vecinos tenían buen espectaculo.
Cogí las llaves que tenían una cuerda para sujetarlas y conseguí hacerle un nudo atando sus manos detrás de la cabeza.
Baje y metí mi cara entre sus muslos, era el paraíso, abrí su coñito lleno de jugos, empecé a limpiar sus labios, a meter la lengua hasta el fondo, mordisqueando el clítoris con cuidado, succionando. Notaba como ella se contraía cada vez más y más. quería llevarla al límite.
Note que iba a correrse y decidí parar. Ella me miró con cara de pena, quería correrse si o si.
-No es tu turno perra, estás aquí para complacerme. Voy a follarte duro y espero que no te corras hasta que te diga.
Sin mucho cuidado ya que estaba empapada, metí mi polla de golpe en ella. Con un gemido que me encendio mas todavia empezo a jadear. Yo estaba follandome ese coñito hasta deshacerlo, quería correrme, me ponía demasiado Laura. Empecé de forma más suave y según iba notando como ella se contraía aumentaba el ritmo poco a poco. Notaba como sus flujos salían de su coño empapando la mesa, cada vez más cachonda y cada vez más rápido todo.
No se si nos estarían viendo pero de ser así lo único que sentirían sería envidia de lo que estábamos disfrutando.
Tras unos minutos bombeando a Laura sin ningún miramiento note que ella estaba llegando al climax, se mordía el labio y ya era incapaz de controlar su voz.
Yo soy nuevo en esto de dominar, normalmente me dominan a mi. Así que decidí no continuar para hacerla sufrir un poquito más. Cuando la saque me fui a la parte delantera de la mesa y con su cabeza colgando se la metí y comencé a follarme esa boca. Poco más pude aguantar con el gusto que me estaba provocando.
Al final como era de esperar explote en su garganta sin poder frenarlo, disfrute como nunca esa mamada. Mientras tanto Laura reponía aire y me miraba con cara de querer correrse ella también.
-Je je, Creo que me va a gustar mucho esto.-La dije
-Amo por favor, haga que me corra!
Era nuestra primera vez y tampoco quería ser muy malo.
Sin dudarlo ni un momento, abrí sus piernas, comiéndome todo y succionando sin temor, lamiendo cada pliegue y metiendo bien la lengua, noté un pequeño temblor y empezó a apretarme con las piernas. Sabía que iba a correrse, quite mi cara y con 4 dedos dentro de su vagina y otros 2 jugando con el clítoris llego al climax, soltando un chorro de flujo que me puso más cachondo aún y chorreando la mesa.
-Vaya pero si puedes hacer squirt.
-Siempre me ha pasado, a mi exmarido no le gustaba.-Dijo entre jadeos.
-Pues no sabía lo que se perdía, cada vez me pones mas perrita.
La ayudé a levantarse y la deje que se recuperara un poco.
-Vamos a la ducha anda, hay que estar limpios.
-Sí Amo.
Me seguía por detrás, llegamos al baño y estando desnudos le dije que entrase en la ducha. Estábamos dentro, calentando el agua cuando decidí jugar un poco más. Verla tan dócil y con ese cuerpo me estaba poniendo malo otra vez.
-Cuando nos duchemos tienes que estar de rodillas, y si no te digo lo contrario me vas a estar chupando la polla hasta que te llene de leche.
Solo con decirlo ya se me estaba poniendo más dura, de imaginarme a esa señora tan sexi de rodillas por mi polla.
Mientras me mojaba, ella como podía seguía metiendo mi miembro en la boca, lamiendo, succionando, no lo hacía nada mal.
Aparté su boca cuando note que me iba a correr y solté toda la leche en su cara. Me estaba mirando con carita buena y con toda esa misma cara llena de semen.
-Bueno, lavate entera menos la cara. Te vas a ir así a tu casa y ya allí te limpias.
-Pero me van a ver cruzando el portal y¿si me ve algún vecino?
-Tu eliges perrita, o haces eso o se acaba aquí todo. Y eso que acabamos de empezar, estoy seguro de que lo vas a disfrutar.
-Esta bien Amo.
-Asi me gusta Laurita, ponte el bikini y te vas a casa. Cuando estés en la terraza te limpias la cara. Pero antes dame tu numero de telefono que tendremos que estar en contacto.
-Por supuesto amo, aquí lo tiene.
Y así lo hizo, la vi salir a la terraza y poco a poco limpiarse el desastre que la había dejado. Me sorprendió para bien que se atreviera a hacer eso, era una sumisa y ella sola empezaba a darse cuenta..
Mientras tanto ordené el desastre de la terraza y la mande un mensaje:
Mañana vamos a ir a dar una vuelta y a ver unas tiendas,
vístete sin ropa interior y antes de salir de casa me mandas
una foto por si tienes que cambiarte algo. No puedes tocarte
a no ser que te lo diga yo. Poco a poco vas a ser mi esclava.
Buenas noches Laura."
Antes de irme a dormir, busqué por internet y por suerte para mi había 2 sexshops en Benidorm, y no quedaban lejos. Así que ya tenía el plan de compras para mañana.
No podía dejar de pensar en Laura, su cuerpo, su cara, la manera de obedecer... Me estaba dejando alucinado.
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Bueno este ha sido el primer relato de esta serie, espero que os haya gustado.
Como ya he dicho antes es mi primer relato siendo yo el dominante, normalmente mis experiencias han sido al reves, pero también le coges el gusto a mandar tu de vez en cuando. Si tenéis dudas, sugerencias o lo que sea, no dudéis en hablar conmigo. Voy aprendiendo poco a poco y creo que a mejor cada vez. Gracias 😃
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