Laura y yo solíamos alquilar una cabaña a la vera del río de 3 habitaciones baño y un hidromasaje gigante, lo hacíamos una vez al mes. Siempre acompañados por alguna pareja amiga.
Era nuestro escape de la rutina mensual, esta vez Jorge y Tamy nos acompañarán, así que a las 4 de tarde del viernes pasamos por ellos. Muy alegres de desprendernos de nuestras actividades, cargué combustible mientras las chicas compraban algunas cosas para la merienda.
En la salida de la estación Laura los vio, 2 chicos con apariencia de mochileros haciendo dedo. Yo apenas los mire, pero Laura quedó cautivada por algo.
-Julio, vamos a llevarlos-.
-Que??-. Conteste más atento a la ruta que a lo que ella me decía.
-Dale amor volvé los llevamos un tramo al menos-.
Nunca le decía que no a laura, así que volvimos. Y recién en ese momento pude verlos con detalle.
Eran una pareja ambos de un metro setenta aproximadamente el bien formado de barba, ella era rubia de ojos celestes y rasgos fuertes también de cabello corto. Ambos vestidos con ropas anchas bien al estilo hippie.
Eran Sol y Víctor, nos contaron de dónde venían y que se habían conocido en el viaje, yo mientras manejaba el auto veía que Laura solo tenía ojos para Sol todas sus preguntas y sonrisas eran para ella, se acomodaba el cabello negro y cada ves que Sol le hablaba se miraban a los ojos.
Luego de 150 kilómetros llegamos a nuestros destino y dejamos a nuestros pasajeros nuevamente a vera de una estación de servicio.
Fuimos a instalarnos y mientras las chicas preparaban un mate nosotros descargamos el auto, me di cuenta que faltaba un bolso. Con lo cual debía ir a comprar lo que faltaba para la cena.
Cuando le dije a Laura de inmediato se ofreció a ir conmigo, así que salimos hacia la estación de servicio. Y como ella esperaba, aún estaban allí eran casi las 6 de la tarde.
-Pobres les va agarrar la noche allí-.
Baje a comprar y cuando salí vi a Laura conversando con ellos, cuando me vieron se acercaron los tres.
-Se quedan con nosotros está noche-. Me informó Laura.
De vuelta en la cabaña cocine algo ligero y la pasamos sentados en la cocina charlando de todo un poco.
-Me van a disculpar pero yo me voy a dar un baño antes de comer- les dije a todos.
-Yo también necesito uno corazón- dijo Tamy que se levantó y encaminó para seguirme.
Estire la mano para tomar la de ella, la mirada de Sol se clavó en la de Laura.
-Pense que era tu…-
-Sil lo es-. Le contestó a Sol con una sonrisa.
Se quedaron mirando fijamente y Sol sonrió.
Luego del baño con Tamy que incluyó masajes mutuos, servimos la cena y comimos frugalmente.
Laura ubicó a Sol y a Víctor y les dijo que si querían podían bañarse y relajarse.
Luego se nos unió en la terraza donde Jorge, Tamy y yo disfrutabamos de una bella briza veraniega con unas copas de vino.
Luego de unas horas de charla traje un champagne que ya había convenientemente refrigerado, lo destape y nos metimos en el hidromasaje no sin antes desnudarnos.
Pasamos un rato en el agua relajandonos Tamy y Laura pasaban de un brazo a otro siempre con mimos y besos muy tiernos. Cuando de golpe aparecieron Sol y Víctor.
Y lo que vi me impactó. Sol despojada se sus holgadas ropas venía con una remerita y una bombachita amarilla.
Recién allí me di cuenta de sus verdaderos atributos de mujer, los cuales Laura mucho más observadora que yo supo adivinar.
Nuestra rubia invitada tenía unas piernas musculosas y torneadas, sus caderas sobresalían no gracias a su magnitud sino debido a su estrecha cintura donde se dibujaban sus músculos que sin ser marcados se precisaban gracias a lo delgada que era.
Se acercaron juntos pero pronto se detuvieron en seco al advertir que nuestras féminas estaban desnudas, lo cual hacía adivinar que nosotros también lo estábamos.
-Pensamos en acompañarlos… - Dijo Víctor - Pero veo que es algo íntimo-.
-Ayyy! corazones ustedes se pueden meter con ropa, Lugar hay de sobra-. Dijo Tamy mientras extendía su mano a Víctor descubriendo sus grandes pechos.
Mire a Sol y su mirada estaba clavada en la de Laura que con el mismo gesto tomaba su mano con dulzura, introduciendola a la pileta.
Les serví de beber y vi que Laura ya no se separó de Sol, se hablaban muy cerca una de la otra y podía adivinar las caricias que Laura le daba bajo el agua.
Por un rato quedamos Jorge y yo en un extremo mirando como Tamy y Laura estaban cada ves más cerca de nuestros invitados.
-Esto seguro te incomoda- le dijo Tamy a Víctor mientras por su movimiento se adivinaba que acariciaba su miembro. -Sacatelo-.
Víctor se sacó el short y el slip y Tamy los levantó arrojandolos a un costado.
-Uhhh Víctor !!! Eso sí que está duro-. Le dijo Tamy a Víctor mientras lo abrazaba del cuello.
Víctor tomo a Tamy de la cintura pegando su cuerpo al suyo, Tamy le pasó la mano por la mejilla y comenzaron a besarse sin tapujos.
Laura y Sol los miraban como hacíamos Jorge y yo, entonces veo que le dice algo en el oído, Sol la miró y negó con la cabeza.
Ellas se miraban ardientemente a los ojos. Laura acarició con una mano su cuello y con la otra en el hombro se fundieron en un abrazo. Sol posó la cabeza en el hombro de Laura pero luego levantó sus ojos azules para mirarme. Le correspondí con una sonrisa.
Laura levantó los brazos y le sacó el sostén y la remerita. Podía entender el deseo de sentía Sol por Laura, con una personalidad arrolladora y una sonrisa encantadora, Laura no solo enamoraba hombres donde fuera sino también a mujeres que no se resistía a sus encantos. Si a esto sumamos su marcado y firme cuerpo resultaba irresistible y capaz de conquistar con solo una mirada sensual.
Sol sin dudas embriagada por su néctar se dejaba acariciar y la boca de Laura ya subía por su cuello desde su hombro y dirigiéndose a sus labios.
Sol entrecerró sus ojos y cada tanto nuestras miradas se cruzaban. Cuando sus labios estuvieron frente a frente se miraron y se besaron muy dulcemente, cuando ese beso cobró tonos más pasionales las piernas de Sol se abrieron y envolvieron la cintura de Laura, mientras sus brazos unían por su espalda juntando sus cuerpos.
Vi a Tamy que gemía mientras Víctor ya amasaba sus grandes tetas con ambas manos reía y nos miraba divertida, en eso Tamy estira la mano tomando la de Jorge que se dirigió hacia ellos.
Así quede solo, observando a Laura que se dedicaba a recorrer el cuerpo de Sol que disfrutaba de cada beso y caricia tirando la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados. Pronto vi esa bombachita amarilla en el agua, la tomé rápidamente y la retuve entre mis dedos, Sol me miraba con ojos lujuriosos, sabiendo que me excitaba viéndola ser el objeto de deseo de mi mujer, los dedos de Laura llegaron a la conchita de Sol y está la abrazó con fuerza.
-Mi amor… así… si mi amor-. La escuché decirle.
Víctor se había sentado al borde del hidromasaje y Tamy ya lo atendía con sus labios, dándole una manada muy lenta. La boca de Tamy tenía el glande de Víctor entre los labios, abría la boca y lo acariciaba con la lengua, para luego descender por el tronco de carne metiéndoselo lentamente hasta el borde de su garganta, abría nuevamente los labios e intentaba abarcar la mayor cantidad de pija posible, luego volvía a subir lento hasta el glande. Yo conocía muy bien su técnica y era excelente sabía que Víctor disfrutaba al máximo esa felación.
Jorge detrás de Tamy observaba y acariciaba su cola con una mano y la otra apretaba uno de sus pechos, sin duda también esperaba su turno de mamar la verga de nuestro invitado.
Volví mi mirada a Laura y Sol, sol tenía un brazo alrededor del cuello de Laura que no cesaba sus movimientos mastubatorios, se besaban con pasión y acariciaban sus pezones, Sol comenzó a mover las caderas de manera bamboleante cada vez más fuerte.
Entonces llegó a un orgasmo que la hizo gemir de manera muy sensual su cuerpo temblaba y Laura la tomó con el brazo por la cintura, evitando que se desplegará de su cuerpo, la cabeza de Sol cayó hacia atrás y de su boca brotó un gemido ahogado, Laura recorrió con su lengua su largo cuello y mordió su mentón mientras Sol tenía los últimos estertores de un hermoso orgasmo, luego apoyó su frente en el hombro de Laura que de a poco y pausadamente dejaba de mastubarla.
Permanecieron abrazadas unos minutos mi mirada se posó en Tamy y Jorge que recorrían con sus lenguas el pene erguido de victor, subían por ese pene una y otra vez llegaban al glande besándose con la verga entre los labios y volvían a bajar hasta el tronto, Víctor se dejaba hacer mirando al cielo con la boca entreabierta.
-Ahhh… ahhh-. Dejaba escapar una y otra vez.
- Papito, vamos a la pieza-. Le dijo Tamy a Víctor que asintió con la cabeza.
Tomó a sus dos machos de la mano sacándolos de hidromasaje, ella se envolvió en una toalla y ellos intentaban secarse mientras caminaban tras ella hacía la cabaña.
-Tan solito señor?-. Me sorprendió Laura acercándose a mí, sin despegarse de su abrazo con Sol.
-Bueno corazón, disfrutaba de las escenas-.
-Mira amor- dijo dirigiéndose a Sol -Te presentó a Julio-. Dijo tomando su mano y llevándola a mi miembro que obviamente tenía una erección formidable.
Tome a Laura de la cintura y puse mi otra mano en el hombro de Sol. Mientras su mano recorría mi pija, la mía bajo por su espalda llegando al nacimiento de sus glúteos duros y acariciando su separación, Sol tomó mi pene con fuerza y respondí apretando unos de sus glúteos.
-Mmm… me gustaste desde que te vi… pero ahora se el motivo-. Me dijo Sol
-Este es mi regalito para vos-. Le dijo Laura a Sol, mientras su mano dirigía los movimientos de ella en mi pija.
Se besaron con pasión, mientras yo recorría el cuello de ambas con la lengua.
Sol puso a Laura de espaldas a mí y su mano bajó a su conchita comenzando a tocarla, yo mordía el cuello de Laura y desde atrás mordía delicadamente su cuello y tomaba sus tetas sin piedad ofreciendo sus pezones a Sol que los chupaba y los mordía de a uno. Levante un poco la Laura y mi pija se deslizó tras ella siguiendo la raja de su culito para luego quedar entre sus piernas.
Al bajarla mi miembro se colocó sobre su vulva donde actuaba la mano de Sol. Ella lo sintió y tomando mi pija con la mano, la ubico hábilmente en la conchita de Laura.
-Mi vida-. Le dijo Laura a Sol que respondió besándola y mordiendo sus labios.
Sol empujó hacia arriba tomando mi pija como una daga y mi glande entró sin problemas en la conchita de Laura.
-Ohhh… ohhh.-. gemía Laura mientras Sol apuñalada su vagina con mi pija erguida, luego la soltó y volvió a concentrarse en el clítoris de Laura, mi pene libre de la mano de Sol se fue deslizando dentro de Laura y ella sacaba la cola hacia mi esperando mayor profundidad en mi penetración.
Ya no podía soportar más estaba muy caliente, lleve las manos a la cintura de Laura tomándola con fuerza y comencé un bombeo de 2 minutos que me llevó al borde de la eyaculación, empuje a full mi pija en la vagina de Laura y me quedé allí metido. Abrí los ojos y vi los de Sol mirándome, la tomé de la nuca y la besé con fuerza mientras volvía a bombear con fuerza en el cuerpo de Laura.
Estaba a punto de tirar mi carga de semen cuando Laura orgasmo, su movimiento fue tan violento que mi pija salió de su vagina pero no así la mano de Sol que la tomó del hombro para que no cayera hacia adelante. El mastubo tan fuerte que Laura se retorcía de forma espasmódica. Fue un orgasmo bello y largo entre los dos la sujetamos y quedamos abrazados juntos unos momentos.
Decidí llevarlas a la habitación.
-Vamos a la cama nenas?-. Les dije.
Sol sonrió. Laura se dirigió a ella.
-Vamos que tenemos que dejar loco a mi machito-.
-Mmm. Creo que se porta bien, vamos a ver su desempeño-.
Pasamos a la cabaña y cuando íbamos por el pasillo hacia el cuarto oímos los gemidos de Tamy, por la profundidad y magnitud supuse que estaba siendo penetrada arduamente por sus machos. No los molestamos y seguimos camino. Nos acostamos los tres, una chica a cada lado mío, y continuamos los besos y caricias mutuos.
Ambas empezaron a recorrer el cuerpo con sus bocas y sus manos, yo obviamente disfrutaba con la pija empinada al cielo cual obelisco, llegaron a ella y juntas me dieron una soberbia mamada compartiendo mi chupete de carne. Tome las caderas estrechas de Sol y las hice girar hacia mi, ella comprendió lo que quería y se colocó en posición de sesenta y nueve, tenía una conchita con aroma preciosos, pequeña con vellos cortos y rubios mi lengua estaba encantada, me introducía en su vagina y salía para volver a apoyarme en su clítoris.
Sol no paraba de lamer mi pija y alternando con Laura le daba unos chupetones muy fuertes, estuve un buen rato allí disfrutando de su conchita pero decidí ir más lejos.
Recorrí su perineo y llegué a su año que parecía muy estrecho y Sol respondió a mis lamidas con un suspiro entrecortado, pasé mi lengua un buen rato por allí y volví a su conchita rica.
Es eso sentí que Sol se sentó apoyando sus nalgotas en toda mi cara, al parecer Laura la levantó para sentarse de un solo envión en mi pene, sentí como se apoyaba con fuerza y nuestros pubis chocaban con violencia. Así quede atrapado entre las entrepiernas de ambas, que se besaban a chupetones gemían y acariciaban, yo tocaba el cuerpo de Sol y mis manos se cruzaban con las de Laura que hacía lo mismo.
Mientras mi lengua no paraba de alternar entre el culito y la conchita, Laura ya tenía un ritmo fenomenal contorsionando las caderas y metiendo y sacando mi pene de su concha con rapidez. A los pocos minutos Laura tenía otro orgasmo y gemía besando a su nueva amiga.
Cayó a nuestro lado con los ojos cerrados. Sol se bajó de mi cara para besar los pechos de su amiga, su sexo mojado por mi saliva quedo a mi merced, comencé introduciendo dos dedos en su vagina mientras con la otra mano amasaba una de sus tetas y apretaba con los dedos sus pezones, luego de poner un tercer dedo en su conchita le apoye el dedo gordo en su culito, con movimientos de vaivén fue entrando completo y ya lo tenía adentro de su culito.
Sol se subió, tomó mi pene y de espaldas a mí lo apoyó en su vulva la cual estaba bien mojada de su flujo y mi saliva.
-Ohhh… Ohmm…-. Gemía mientras con cada movimiento bajaba más, penetrando mi pija en su vagina, pronto sentía su útero en mi glande, era devastador tener a esa hermosa gata rubia sobre mi mientras se ensartaba mi pija al fondo de su concha.
-Ahh!!!-. Gemi profundamente mientras tiraba la cabeza hacia atrás apoyándola en el colchón.
-Te gusta mi amor?-. Me dijo Laura
-Si mi vida me encanta-. Conteste casi con un hilo de voz.
Laura se dirigió hacia Sol y se arrodilló frente a ella chupando sus tetas, sentí sus dedos acariciando la conchita de Sol y mi pija que no dejaba de salir y entrar.
Mi excitación iba aumentando, apretaba las nalgas de Sol con fuerza intentando que acelere sus movimientos. Entonces coloque las manos bajo sus muslos y la levante. Ella se tiró hacia atrás y sus piernas quedaron liberadas, la seguí levantado y sus piernas quedaron abiertas de par en par. Sol se apoyó en el colchón y yo inicie un bombeo a velocidad.
-Así... así papito.. así no pares-. Reaccionó Sol, mientras mi pija entraba y salía de su hermosa conchita, Laura se apoyó en una de las piernas de Sol mientras veía mi pija introducirse dentro de ella, eso me permitió soltarla y dirigir mi mano su pecho, el cual apreté con fuerza.
Laura abrió más las piernas de Sol con ambas manos.
-Mi amor chupame … chupame toda que me voy-. Le dijo Sol a los gritos, y sin pensarlo dos veces Laura se zambulló en esa concha mojada.
Al igual que Sol yo no daba más, sentía ya la leche salir de mi pene. Y al minuto de estar Laura chupando concha y pija a la vez.
-Toma … toma mis leches Sol. Toma divina que te lleno bien adentro-. Le decía mientras mis empujones eran cada vez más fuertes.
Sol se movía con la cabeza de Laura en la mano apretándola hacia su sexo . Sentí mi semen derramarse cual torrente y salir por la conchita de Sol, todos esos jugos eran recogidos por la boca golosa de Laura que no paraba de chuparnos.
Durante unos 2 minutos Laura siguió dándonos lengua mientras nos íbamos relajando Sol seguía sobre mí, mientras yo la sostenía, con la piernas abiertas, con la cabeza de Laura entre ellas, mi pija se fue ablandando hasta que se liberó de su cuevita de carne.
En eso veo la silueta de Tamy en la puerta de la habitación. Me levanté cediendo mi lugar, salí dejando a las mujeres en la cama y cerré tras de mí la puerta.
Continuará… tal vez.
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