Son las 3 de la mañana, ha pasado una semana desde que Vannesa recibió en su casa a sus sobrinos en su casa. Debido a la hora, la dueña de la residencia se encuentra profundamente dormida al igual que Javier, quien está muy cansado debido a sus actividades escolares.
Sin embargo, el otro habitante del lugar, Marcos, no ha podido cerrar los ojos en toda la noche, de hecho, no lo ha logrado desde que llegó a la ciudad, pues el deseo sexual que siente por su tía no le permite descansar. Cuando anochece, lo primero que hace es cerrar cerrar con seguro la puerta de su habitación, desnudarse por completo, acostarse en la cama de su primo y masturbarse untando lubricante en su pene mientras imagina a Vanessa cabalgandolo con sus pechos balanceándose en el aire.
Normalmente todo culmina en un fuerte climax, pero está vez todo fue diferente, ya que aún después de eyacular, Marcos no se sentía satisfecho y su erección seguía firme y notoria, así que al no poder controlar su exitacion decidió limpiarse el semen, ponerse un boxer e ir al cuarto de su tía, decidido a tener una noche de sexo intenso con ella.
Cegado por el deseo sexual, el joven oriundo de la capital del país creyó que Vanessa sucumbiría fácilmente ante el. Después de todo el era bastante atractivo, no contaba con un rostro especialmente lindo, pero tampoco era feo, además, al igual que su hermano tenía un cuerpo atlético y marcado, contando de igual manera con lo que el consideraba un arma secreta, ya que tenía un miembro viril con un tamaño importante.
Todo parecía perfecto, Marcos pensaba que con tan solo pararse frente a la cama de su tía enseñando su pene mientras que lo masturba lentamente, tendría a la mujer practicandolo sexo oral sin pensarlo.
Lamentablemente para él, nada salió como el lo imaginó, pues al dar sus primeros pasos dentro de la habitación de Vanessa se encontró con una cama vacía. Justo en ese momento perdió toda la determinación que tenía, de manera que se dió la vuelta para regresar a su habitación sin esperar que justo en ese instante su tía estaba regresando a la cama después de haber ido a beber agua. Ella se encontraba vestida con tan solo un sosten rojo y un pans de color gris cosa de la cual Marcos no se había percatado, aún así, el susto de su presencia hizo que el cayera al suelo.
V- Marcos ¿Que haces aquí son las 4 de la madrugada?
M- ¡Vanne! Yo... Bueno.... Solo quería preguntarte algo.
Dijo nervioso y con voz temblorosa.
V- ¿Qué querías preguntarme? Es muy tarde.
M- Bueno... Lo que quería es.... Eh.. ¡Pedir permiso para tomar algo del refrigerador! ¡Sí! Eso era...
V- ¿Por eso veniste a esta hora? ¡Vamos! Levántate y vete a dormir.
Marcos estaba totalmente avergonzado, el había planeado mostrarse a su tía como un hombre viril y sexualmente atractivo, pero terminó pareciendo un niño tonto. Aún así, la emoción había mantenido su erección y el sabía que su ropa interior permitiría a su tía apreciar el tamaño de su miembro, de manera que debía improvisar su siguiente paso. Pero ¿Que alternativa tenía? ¿Sería sincero y confesaría sus intenciones? ¿Intentaría probar el plan original?
M- Vane... Lo siento, fue algo estúpido ¿Podrías prender la luz y ayudarme a levantarme?
V- Pfff.. Claro, no te preocupes.
La jugada de Marcos había comenzado, cuando Vanessa encendió la luz quedó congelada por unos segundos, tenía enfrente de ella a su joven sobrino semidesnudo con su pene completamente erecto, por su parte el chico tenía la mirada clavada en el sosten rojo al tiempo que trataba de imaginar su contenido.
V- .... ( Cielos... Es enorme...) -Pensaba mientras se mordía los labios disimuladamente-.
M-..... ( Wow, ¡Que melones!
V- Marcos...
M- Lo siento tía, me atonté un momento.
V- No te preocupes, solo ten cuidado esa vergo...es decir con tu ropa interior y retirate.
M- ¿A qué se refiere?
V- Me refiero a eso que esta a punto de salir disparado de tu pantalón.
M- ¡Oh! ¡Lo siento! No fue me intención, mejor me voy.
V- Claro.. no pasa nada.
Marcos tenía el corazón al 100%, había tenido un momento de interacción íntima con Vanessa y no solo eso, ella parecía haberlo notado, eso quería decir que tenía una oportunidad para lograr acercarse a ella. Ese pequeño hecho logro que el resto de la noche consiguiera dormir debido a la satisfacción de haber tenido exito.
Sin embargo, el otro habitante del lugar, Marcos, no ha podido cerrar los ojos en toda la noche, de hecho, no lo ha logrado desde que llegó a la ciudad, pues el deseo sexual que siente por su tía no le permite descansar. Cuando anochece, lo primero que hace es cerrar cerrar con seguro la puerta de su habitación, desnudarse por completo, acostarse en la cama de su primo y masturbarse untando lubricante en su pene mientras imagina a Vanessa cabalgandolo con sus pechos balanceándose en el aire.
Normalmente todo culmina en un fuerte climax, pero está vez todo fue diferente, ya que aún después de eyacular, Marcos no se sentía satisfecho y su erección seguía firme y notoria, así que al no poder controlar su exitacion decidió limpiarse el semen, ponerse un boxer e ir al cuarto de su tía, decidido a tener una noche de sexo intenso con ella.
Cegado por el deseo sexual, el joven oriundo de la capital del país creyó que Vanessa sucumbiría fácilmente ante el. Después de todo el era bastante atractivo, no contaba con un rostro especialmente lindo, pero tampoco era feo, además, al igual que su hermano tenía un cuerpo atlético y marcado, contando de igual manera con lo que el consideraba un arma secreta, ya que tenía un miembro viril con un tamaño importante.
Todo parecía perfecto, Marcos pensaba que con tan solo pararse frente a la cama de su tía enseñando su pene mientras que lo masturba lentamente, tendría a la mujer practicandolo sexo oral sin pensarlo.
Lamentablemente para él, nada salió como el lo imaginó, pues al dar sus primeros pasos dentro de la habitación de Vanessa se encontró con una cama vacía. Justo en ese momento perdió toda la determinación que tenía, de manera que se dió la vuelta para regresar a su habitación sin esperar que justo en ese instante su tía estaba regresando a la cama después de haber ido a beber agua. Ella se encontraba vestida con tan solo un sosten rojo y un pans de color gris cosa de la cual Marcos no se había percatado, aún así, el susto de su presencia hizo que el cayera al suelo.
V- Marcos ¿Que haces aquí son las 4 de la madrugada?
M- ¡Vanne! Yo... Bueno.... Solo quería preguntarte algo.
Dijo nervioso y con voz temblorosa.
V- ¿Qué querías preguntarme? Es muy tarde.
M- Bueno... Lo que quería es.... Eh.. ¡Pedir permiso para tomar algo del refrigerador! ¡Sí! Eso era...
V- ¿Por eso veniste a esta hora? ¡Vamos! Levántate y vete a dormir.
Marcos estaba totalmente avergonzado, el había planeado mostrarse a su tía como un hombre viril y sexualmente atractivo, pero terminó pareciendo un niño tonto. Aún así, la emoción había mantenido su erección y el sabía que su ropa interior permitiría a su tía apreciar el tamaño de su miembro, de manera que debía improvisar su siguiente paso. Pero ¿Que alternativa tenía? ¿Sería sincero y confesaría sus intenciones? ¿Intentaría probar el plan original?
M- Vane... Lo siento, fue algo estúpido ¿Podrías prender la luz y ayudarme a levantarme?
V- Pfff.. Claro, no te preocupes.
La jugada de Marcos había comenzado, cuando Vanessa encendió la luz quedó congelada por unos segundos, tenía enfrente de ella a su joven sobrino semidesnudo con su pene completamente erecto, por su parte el chico tenía la mirada clavada en el sosten rojo al tiempo que trataba de imaginar su contenido.
V- .... ( Cielos... Es enorme...) -Pensaba mientras se mordía los labios disimuladamente-.
M-..... ( Wow, ¡Que melones!
V- Marcos...
M- Lo siento tía, me atonté un momento.
V- No te preocupes, solo ten cuidado esa vergo...es decir con tu ropa interior y retirate.
M- ¿A qué se refiere?
V- Me refiero a eso que esta a punto de salir disparado de tu pantalón.
M- ¡Oh! ¡Lo siento! No fue me intención, mejor me voy.
V- Claro.. no pasa nada.
Marcos tenía el corazón al 100%, había tenido un momento de interacción íntima con Vanessa y no solo eso, ella parecía haberlo notado, eso quería decir que tenía una oportunidad para lograr acercarse a ella. Ese pequeño hecho logro que el resto de la noche consiguiera dormir debido a la satisfacción de haber tenido exito.
3 comentarios - Amor, sexo y pasión filial: Vanessa e Ingrid. (Capitulo #3)