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Lo que pasa por ir a hacerse masajes Parte 1/7

Venía trabajando mucho, sentado en la computadora, y cada vez me contracturaba más y más. Lo único que me calmaba un poco los dolores de espalda y cuello era tomar un desinflamatorio potente, y darme una ducha bien caliente, que me pegue en la espalda y cuello, y después acostarme a dormir.
Intenté que Virginia, mi novia/pareja, me haga masajes para ver si aflojaban un poco los dolores, pero con las uñas largas que tiene, se le complicaba masajearme y hasta incluso a veces sin querer, me clavaba las uñas y me terminaba sintiendo peor.
Una tarde, llega Virginia a casa, con un folleto en la mano.
Vir: Mirá, en el lugar que voy a hacerme las uñas, hacen masajes descontracturantes, relajantes y demás. Me dijo Dany, la chica que me hace las uñas, que tienen varios masajistas muy buenos, querés que te saque turno?
Yo: decís? Te parece? No se…. No me sentiría muy cómodo yendo a uno de esos lugares…..
V: Ay dale Gor! Te estás muriendo de los dolores de espalda! Por qué no probás?
Y: no se…. No es para mí eso….. debe estar más pensado para las viejas conchetas de acá del barrio (Núñez) que deben ir a que les froten unos aceititos por el cuerpo, les cobren una fortuna, y en realidad no les sirva para nada, pero ellas se vayan a la casa contentas y “relajadas”
V: Dale! No seas amargo! Te lo regalo yo! Dale!
Y: no es por que me lo regales o no….. no se…. Pero bueno, probemos, que se yo…..
V: Dale! Mañana mismo te saco turno!!!
Me fui a pegar una ducha porque todo el día sentado delante de la PC, me estaba matando la espalda.
Esa noche no pude dormir muy bien, me dolía todo.
Al otro día, al mediodía más o menos, me escribe Vir para decirme que tenía turno a las 15 hs, justo se les había cancelado un turno, y como ella es clienta de hace tiempo, se lo ofrecieron. Parece que ya no tenía escapatoria…..
Me pegué una ducha para estar limpito por las dudas, me vestí, bajé los 14 pisos del edificio, y me fui caminando por la vereda del sol hasta el lugar, unas 8 cuadras del depto. Cuando llegué, vi el frente y dije: esto no es para mí…. Un frente todo pintado de un rosa fucsia chillón, con letras led, bien llamativo el asunto.
Inspiré hondo, y entré.
Y: Hola, vengo porque mi novia me sacó turno para masajes….
Recepcionista: Hola! Si! Virginia! La atendí yo! Soy Daniela, yo siempre le hago las uñas a ella…
Y: ah como estás?
Dany: dame un segundito…… si! Perfecto, ya está libre el consultorio. Seguime por favor…
Me guío por un pasillo, hasta una escalera, subimos al primer piso, llegamos al consultorio 4 y entramos.
😨 Pasá por acá…… ahí tenés el baño para cambiarte, adentro encontrarás una bata para colocarte. Está bien la temperatura así, o la subimos un poquito? Tené en cuenta que vas a estar semi desnudo sobre la camilla, y no queremos que pasen frío nuestros clientes….. – me decía con total normalidad y una sonrisa de oreja a oreja, muy simpática la chica
Y: creo que está bien así….
😨 bueno, entonces perfecto, pasá por el baño, te quitás toda la ropa, te colocás la bata, y luego te colocás boca abajo en la camilla, con la cara dentro del agujero de la camilla para poder respirar, y una toalla sobre la cola, y ya te mando a la masajista.
Y: bueno…..- tengo que reconocer que me dijo “la masajista” y me puse un poco nervioso….para colmo, iba a estar desnudo y solo cubierto por una toalla…..
Pasé al baño, me desnudé completo, me puse la bata para salir del baño hasta la camilla, y me recosté como me había indicado Dany. Como pude, acomodé una toalla sobre mi cola y esperé a que venga alguien. No pasaron más de cinco minutos, que escucho que se abre la puerta.
Masajista: Hola, buenas tardes – me dijo con una voz muy dulce – soy Serena, la masajista, voy a prender unas velas para aromatizar el ambiente y enseguida estoy con vos.
Yo: bueno, no hay problema
El lugar tenía música funcional, una música tranquila y relajante, pero lo que más se oía, era el repiqueteo de los zapatos de Serena sobre el piso de madera. La escuché acercarse….
S: bueno, ahora sí, te voy a colocar un poco de aceite sobre la espalda para poder trabajar más fácilmente, pero mientras contame, por qué venís?
Y: tengo mucho dolor en la espalda alta, cuello, hombros…..
S: mala postura…. Trabajas en la computadora todo el día no?
Y: si, correcto.
S: claro, bueno, es normal lo que me decís, vamos a empezar entonces por ahí, con unos masajes descontracturantes, y luego vamos a terminar con unos masajes relajantes de todo el cuerpo. Vas a salir como nuevo de acá.
Y: bueno, vos sos la que sabe….
S: si si, relájate, cerrá los ojos, respirá suavemente y empezamos….
Su voz suavecita ya relajaba en cierta forma, el aceitito que me tiró en la espalda estaba tibio, y comenzó a masajear desde el centro de la espalda hacia arriba. Encontró vario nudos en mis hombros por lo que se colocó delante de mi, para desde ahí comenzar a trabajarlos. Pude ver entonces, el por qué hacía tanto ruido al caminar. Tenía puestos unos zapatos negros de taco alto, charolados, con tiritas que subían por los tobillos, hasta las pantorrillas más o menos. No podía ver más arriba desde esa posición, solo podía ver las piernas descubiertas, como mínimo, desde las rodillas hacia abajo. Pude ver algunos tatuajes en esa zona de las piernas, más precisamente una especie de enredadera que subía desde el tobillo por la pierna izquierda, y unas letras, serían unas iniciales, en la pierna derecha, muy delicados los tatuajes. Los zapatos no tenían punta, por lo que pude ver las uñas de los dedos, perfectamente pintadas de rojo.
Cerré los ojos para relajarme e inspiré hondo varias veces, porque me estaba haciendo doler intentando desarmar los nudos. Me movió de posición varias veces los brazos, para trabajar mejor las contracturas. Me quejé varias veces, porque me hizo doler, pero era un dolor placentero.
Después de un rato de torturarme por toda la espalda, hombros y cuello, me dijo que ahora iba a empezar con los masajes relajantes. La verdad que ya me sentía un poco más aliviado de los dolores, la chica sabía lo que hacía evidentemente. Sentí que volvió a colocarme aceite o crema, y empezó a masajear suavemente cada músculo de mi espalda. Siguió por el cuello, los hombros y los brazos, yo estaba entrando como en una especie de trance, cuando sentí que comenzó a masajear mis piernas. Me puse alerta de nuevo. Desde los tobillos hasta los muslos masajeaba profundamente. También se dedicó a mis pies. De golpe, sentí como por sobre la toalla que cubría mi cola, me clavó los codos en los glúteos. Eso no me gustó tanto, pero decidí relajarme esperando que todo pase rápido.
S: bueno, ahora te voy a pedir que te des vuelta, te coloques boca arriba, pero mantengas cubierta la zona de la pelvis con la toalla por favor.
CHAN!!!! Eso me alteró un poco…. No me lo esperaba….. Despacito me di vuelta, me acomodé boca arriba, tratando de cubrirme todo el tiempo la zona de la pelvis como me había pedido, aunque ella estaba de espaldas a mi, preparando no se que cosa. Ahí entendí por que solo podía ver desde la rodilla hasta los pies descubierto. Tenía puesto un guardapolvo que llegaba hasta un poco arriba de las rodillas, aunque no se veía que asomara nada debajo, por lo que pensé que tendría o una pollera o un shorcito más corto que el guardapolvo. Tenía el pelo recogido en un rodete a la altura de las orejas, y el guardapolvo arremangado. Era todo lo que podía ver, hasta que se dio vuelta. Morocha, ojos oscuros, pelo lacio, alisado calculo, brillante, labios carnosos pintados a rojo fuego, sonrisa compradora, flaquita, de buenos pechos, aunque todo esto estaba enmascarado por el guardapolvo, por lo que mucho no pude ver. Debajo debería llevar una remera o algo así, para nada escotada, ya que le llegaba al cuello. En ambos brazos, tenía tatuajes también. En el derecho, una manga completa, en el izquierdo, una pluma. La mano izquierda además tenía tatuada un rosa en su dorso. También pude ver un piercing en la nariz, y aritos por demás en las orejas, incluso una barra en la izquierda.
Me hizo cerrar los ojos, y colocó sobre ellos unos paños remojados en algún líquido tibio.
S: no te preocupes, es para relajar los párpados.
Y: bueno, la verdad que es la primera vez de todo esto, por eso no entiendo bien como es la cosa.
S: jajaja, no te preocupes, a todos nos pasó alguna vez.
Al cerrar los ojos, se me vino una imagen a la cabeza. Ella me resultaba conocida. Su cara, esos piercings, su boca, me resultaban familiar. Intenté recordar, pero mis intentos fueron en vano. Ella mientras tanto, me masajeaba la cara, los pómulos, las mejillas, luego el cuello, los hombros, los brazos…. Siguió bajando por el pecho, el abdomen, llegó hasta debajo del ombligo y frenó donde empezaba la toalla. Lo siguiente que sentí fue que comenzó a masajearme las piernas desde los tobillos hacia arriba. Al masajear la parte interior de mis piernas, tuve cosquillas.
Y: perdón, me da cosquillas, jajajaj
S: Si, es normal no pasa nada….. como también es normal lo otro……
No entendía a que se refería con eso
Y: lo otro?
S: si, mirá….. sacate los parches y fíjate…..
Al sacarme los parches e incorporarme un poco, vi que la toalla estaba un tanto levantada….. había tenido una erección…..
Y: perdóname, no me había dado cuenta, que vergüenza!
S: no te preocupes, es totalmente normal….. además, me da la pauta que estás totalmente relajado
Y: Ay no! Por favor! Que vergüenza! No te voy a poder mirar a la cara ahora!
S: jajaja en serio no te preocupes, no es la primera vez que me pasa, ni va a ser la última…. Además, para que te quedes tranquilo, es de lo mejor que he visto por acá…..
Que me habrá querido decir con eso? No lo sé…..
Y: perdóname, te juro que no se que me pasó….. no se como lo voy a poder solucionar….
S: en serio, no te preocupes, por hoy ya estamos, te podés ir a duchar y cambiar, yo me voy que tengo otro cliente en 5 minutos, te espero la próxima.
Se acercó, me dio un beso en el cachete apoyando los labios completamente sobre mi mejilla, y con una sonrisa pícara me guiñó un ojo y se fue.
Yo me quedé mudo y con la pija dura. La toalla marcaba completamente el bulto que se me había formado. Bajé rápidamente de la camilla, me metí en la ducha lo más rápido que pude. La única forma de hacer que se me desinflame la verga fue hacerme una paja en la misma ducha. Cerré los ojos y se la dediqué a Serena, la masajista.

10 comentarios - Lo que pasa por ir a hacerse masajes Parte 1/7

gust7387 +1
Muy buen relato espero saber como sigue
casta2014
Gracias! en unos días, la segunda parte......
salvfe +1
Excelente relato, pasa la fata del lugar
Desert-Foxxx +1
Buen relato, así se empieza con las masajistas jaja
Tartanico +1
Que maestro que momentoo
Rocco8282 +1
Wena historia, quiero saber el desenlace del resto
adrianporinguero +1
Que buena historia!! Quedamos a la espera de la segunda parte.....
Malu1985 +1
Buen relato!!! Se espera con ansias la 2da parte!