A una cuadra y media de mi casa vive una señora como de mi edad muy bien mantenida y extremadamente amable que a veces me ayuda con trabajos de costurera.
La señora, de muy buena genética, tiene dos hijas que se parten. Son realmente dos morochas increíbles, una belleza, andan siempre juntas y son deseadas por todo el barrio.
Una de ellas, la menor, fue mi alumna y siempre me generó estampidas de ratones. Suele salir a pasear con un perrito blanco y porta unas calzas negras ajustadísimas que le resaltan un culito perfecto.
A las hermanitas las cruzo seguido y siempre siento que me miran de manera especial. Nunca falta un ..”¡Hola profe! ¿Todo bien?”…
El otro día tuve que llevar un jean nuevo a la señora para que lehiciera un ruedo, toco timbre y sale mi ex alumna. Me comenta que la mamá noestaba. En el living veo que también se encontraba su hermana. …”¿Quiere pasarprofe?”…
No, no le dije. Vuelvo en otro momento. Necesito que me haga un ruedo.
…”Pase, por favor”… “¿Cómo lo trata la cuarentena?” … “Pase, póngase eljean que nosotros se lo medimos”... Si hubieran sabido el nivel de abstinenciasexual que arrastraba no estarían tan tranquilas.
Y yo estaba entre pasar o volverme para casa cuando noto un cruce demiradas entre las hermanas y una sutil mordida de labios de mi alumna cuandopensé …”Aaaaaapa”… Entonces pasé, en el baño me puse el jean nuevo, volví alliving y cuando quise acordarme me estaban metiendo mano por todas partes conla excusa de medirme; enseguida se enloquecieron, estaban encendidísimas, mesentaron en el sillón del living, se desnudaron y empezaron a darme una chupadade pija de antología. Yo no lo podía creer, estaba en el paraíso. Hablabanentre ellas, me decían de todo. Una me chupaba la pija y la otra por atrás meagarraba de las pelotas y me chupaba el culo. La sensación era increíble, verdos jóvenes mujeres bellísimas, deseadas por todo el barrio dándome sexo oral.La más grande, mientras me chupaba por atrás me empezó a meter suavemente undedo y lo hacía con maestría. Una sensación rara pero muy placentera. Para sersincero no duré más de 10 min y les largué todo lo acumulado en meses decuarentena. La más chica, con la carabrillosa y chorreando semen me dice …”¡ Profe!!! ¡Cuánta leche! Mmmmm”… y serelamía.
A partir de ahí comenzó una larga sucesión de besos, manotazos ychupadas de todo tipo. Al rato ya me había repuesto y ellas se coordinaban paraser penetradas y chupadas de acuerdo a sus caprichos. La visión que tenía eramaravillosa, culos perfectos, tetitas paradas pero, por sobre todas las cosas,actitud. Me sacaron el mejor polvo de mi vida. ¡Qué placer!!!!
Desde ese día me avisan cuando están solas y se dedican a jugarsexualmente conmigo.
El iniciador de todas estas juntadas es un mensajito por WP que dice: …”Profe ¿Quiere pasar un rato?”…
La señora, de muy buena genética, tiene dos hijas que se parten. Son realmente dos morochas increíbles, una belleza, andan siempre juntas y son deseadas por todo el barrio.
Una de ellas, la menor, fue mi alumna y siempre me generó estampidas de ratones. Suele salir a pasear con un perrito blanco y porta unas calzas negras ajustadísimas que le resaltan un culito perfecto.
A las hermanitas las cruzo seguido y siempre siento que me miran de manera especial. Nunca falta un ..”¡Hola profe! ¿Todo bien?”…
El otro día tuve que llevar un jean nuevo a la señora para que lehiciera un ruedo, toco timbre y sale mi ex alumna. Me comenta que la mamá noestaba. En el living veo que también se encontraba su hermana. …”¿Quiere pasarprofe?”…
No, no le dije. Vuelvo en otro momento. Necesito que me haga un ruedo.
…”Pase, por favor”… “¿Cómo lo trata la cuarentena?” … “Pase, póngase eljean que nosotros se lo medimos”... Si hubieran sabido el nivel de abstinenciasexual que arrastraba no estarían tan tranquilas.
Y yo estaba entre pasar o volverme para casa cuando noto un cruce demiradas entre las hermanas y una sutil mordida de labios de mi alumna cuandopensé …”Aaaaaapa”… Entonces pasé, en el baño me puse el jean nuevo, volví alliving y cuando quise acordarme me estaban metiendo mano por todas partes conla excusa de medirme; enseguida se enloquecieron, estaban encendidísimas, mesentaron en el sillón del living, se desnudaron y empezaron a darme una chupadade pija de antología. Yo no lo podía creer, estaba en el paraíso. Hablabanentre ellas, me decían de todo. Una me chupaba la pija y la otra por atrás meagarraba de las pelotas y me chupaba el culo. La sensación era increíble, verdos jóvenes mujeres bellísimas, deseadas por todo el barrio dándome sexo oral.La más grande, mientras me chupaba por atrás me empezó a meter suavemente undedo y lo hacía con maestría. Una sensación rara pero muy placentera. Para sersincero no duré más de 10 min y les largué todo lo acumulado en meses decuarentena. La más chica, con la carabrillosa y chorreando semen me dice …”¡ Profe!!! ¡Cuánta leche! Mmmmm”… y serelamía.
A partir de ahí comenzó una larga sucesión de besos, manotazos ychupadas de todo tipo. Al rato ya me había repuesto y ellas se coordinaban paraser penetradas y chupadas de acuerdo a sus caprichos. La visión que tenía eramaravillosa, culos perfectos, tetitas paradas pero, por sobre todas las cosas,actitud. Me sacaron el mejor polvo de mi vida. ¡Qué placer!!!!
Desde ese día me avisan cuando están solas y se dedican a jugarsexualmente conmigo.
El iniciador de todas estas juntadas es un mensajito por WP que dice: …”Profe ¿Quiere pasar un rato?”…
1 comentarios - Las chicas de la costurera
Maldigo de buena manera tu suerte cumpa