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Conocida pasó por casa, fiambre y le di con todo

Esto ocurrió hace años, en otra de mis aventuritas chongueras, con otra de mis mil mujeres ocasionales. Cuando, aparte, no había coronavirus, pandemia, se podía invitar gente, abrazar, besar, tocar, comer, coger. Cuando todo daba para entrarle a la primera mujer que uno tuviera a su alcance.

Porque tuve a mi alcance una conocida, encima de paso ya que no la llamaba desde tiempo largo y obvio ni la esperaba. Era un sábado de noche muy frío, y yo en mi departamento de Carapachay listo para otro sábado fuerte solitario, recién bañado, muy perfumado y en larga bata y pantuflas, con buen fiambre para sandwichitos con huevo y mayonesa que me dan más ganas para soberana pajonga. Con eso y unos videos porno de la compu estaba más que satisfecho. Pero si se puede más, vamos por más.

Estaba casi listo para comer, la mesa lista, el plato con huevo, el pan lactal, la mayonesa, y justo estaba poniendo el fiambre en bandejas, cuando sonó el portero. Terminé de preparar mientras el portero sonó dos o tres veces más. "¿Quién carajo jode la conch a a esta hora?", protesté. Encima creí que era alguno hinchapelotas del consorcio o vecino cortaonda. Cuando atendí, grande fue mi sorpresa. Era Tina, una minita que alguna vez me gustó en un curso de computación de la Sociedad de Fomento Drysdale pero no me dio bola, sin embargo quedamos buena onda. Sorprendido, hasta con bronca por cortar la cena, igual dije "la dejo total es fiambre", fui y le abrí, sin importarme estar en bata, si ella ni avisó. Cuando la vi medio me excité: rubia de pelo corto, campera de cuero con piel, perfume exquisito, botas, cartera fina. "Hooola Diegui", me saludó acariciándome la pera y dándome un beso. Me daba vergüenza estar en bata y le dije que no la esperaba. "Nooo, no te hagas drama, vine a verte un toque que pasaba por acá". Y mientras yo pensaba qué charlarle tras tant o tiempo, ni me dejó y al ver la mesa con el fiambre, comentó: "Mmm qué rico, fiambre, cómo me gusta comer sandwichitos…". De onda, en serio, no por excitado, le ofrecí si quería quedarse a comer y charlábamos, que hacía rato no nos veíamos. Tina respondió: "Ay, te re agradezco gordo, pero me voy a casa que estoy cansada, venía a verte un touch de una", decía cancherita en inglés. Yo pensé que no quería porque tenía pareja y le pregunté. "Nooo, estoy más sola que loca mala, corazón". "Y bueno, quedate ycenamos, dale, boluda", le dije así reconfianzudo. Repito, de onda, no por comer para excitarme. Tina aceptó, se sacó la campera, encima me la colgó al lado mío, se me sentó y ella me preparó los sandwichitos, hasta me los untó con mayonesa, mientras charlamos de nuestras vidas y de esas clases de compu en la Sociedad.

De nuevo digo, la invité de onda. Pero claro, la cosa fue subiendo. Yo bañadito y en bata, ella maquillada, hermosa, cuero, abajo pulóver fino, la cartera y la campera al lado mío. El fiambre, ella me daba, su finura y dulzura, me fueron mandando a la mierda. Le preguntoneé cositas, que si usa más cuero, que si el fiambre, que si estuvo de novia. Como Tina me contó detalladita y encima mandó "vos preguntame, yo soy abierta" me desaté y le consulté que tenía debajo de la ropa. Canchera re arribita, la mina contestó "ay nene, qué voy a tener, corpiño y bombacha como todas las mujeres". Le dije que algunas no usan corpiño o directamente nada. "Bueno, a veces no uso nada, pero tengo que tener bombacha porque si no me hago encima la ropa", contó ya media loca. La seguí con qué duerme. "Ah, camisoncito fino y ahí sí nada". Volví si se pinta siempre. "Sííí, me encanta", y agregó: "Qué curiosito que estás, ¿por qué no me contás tus intimidades?, a ver", se reía. Yo agarré y le conté nomás, calzoncillo, bata, camiseta, torso desnudo. La charla venía bárbara, pero ni idea tenía de cómo acabar la noche.

Tina, bastante desatadita, me dio re pie. "A ver, te abro la bata a ver qué tenés abajo, permiso eh", y me abrió la loca. Y al ver mi pecho al aire bien velludo, me acarició y me besó en medio. "Lindos músculos eh". Ahí la vi buena, y jugándome le ofrecí ver más abajo. "Ah, ¿te gustó no? Bueno, si sos canchero dale, a ver", y de una me abrió más y vio mi calzón blanco. "Mmm, qué sexy, estás para una noche, ¿tenés novia". Le contesté seco no, acababa de cortar con una. Y agregué: "La verdad que me vendría bárbaro una buena mina y una buena noche". Y bueno, ya que estamos, estamos. "¿Tina, no querés quedarte a dormir acá?" Me preparé para el sopapo, pero glorioso: la rubia dijo sí. "Mirá que tengo mi cama sola", avisé. "No importa, dormimos juntitos, ¿no era que querés una mina?", desafió.

Qué dormir ni qué concha. La agarré, abracé, besé, ella a mí, me mimó, piropos, caricias, la llevé a mi pieza. Y tina me sorprendió: "Yo te saco todo amor, tranqui", y me puso en calzón mientras se sacó lo suyo y dejó ver un cuerpo terrible y espectacular corpiño y bombacha negra. Le dije qué buena lencería y la loquita se me metió en la cama, se me pegó y me agarró de la mano pasándol a por su espalda. "¿ves? Lindo corpiño no". "Sí, y perdón, pero linda delantera", mandé loco. Tina, rapidita, se lo sacó y me hizo manosearle los pechos. "¿Qué te parecen mis tetas?"

Ni respondí. Loco, enfurecido de sexo y sorprendido a la vez, jadeé mientras se los exprimí potente y se los chuponeé, y me re creció el pene. No me importó nada y le pedí a Tina que me lo sacara. No sólo la rubia me lo sacó, me apretó y chupó y luego, se sacó su bombacha. Y excitada, me pidió "aaaahhh, daaale, daame con todo". Le di nomás: me le di vuelta con furia, la manoseé toda, la penetré con terrible pija gruesa, Tina gritó y luego gimió mientras sentía mi salchichón con jamón ir y venir por su linda vagina, que tanto quería entrar, más después del fiambre y verla en cuero. Tina me estimuló bien, jadeó, gimió, pidió durísimo y eyaculé semen a torrentes en su vagina. Chocha, ella pegó largo alarido y larga exhalación de placer. Y me pidió "reventame la cola, dale, semen, más". Hecho: vuelta, parada, chupada, se la puse, le di y semen a rabiar en su cola. Y luego le pasé manos y pene chorreado por todo su cuerpo, y ella me toqueteó todo y me hizo lamer su vagina y meterle dedos, volviendo a largar líquido excitada. Mirá vos la conocidita, menos mal que se iba a su casa porque estaba cansada. "Mmm, amor, por fin un hombre que se me acuesta encima", comentó. Y sí, si vino para eso, obvio. Chicos, ojo a quién le abren la puerta. Siempre hay una conocida que viene a comer. Y a coger.

2 comentarios - Conocida pasó por casa, fiambre y le di con todo

jhonsito07
Podría ser muy buen relato. Pero tiene una pésima redacción.