Bueno me presento me llamo Vanesa, tengo 19 años y soy de una pequeña ciudad a las afueras de la CDMX en México, soy la hermana de en medio de la familia, la invisible, tengo un hermano mayor de 24 años Héctor y el menor Juan de 17 años.
En lo físico soy de tez morena, latina al fin y al cabo, siempre he sido pequeña, mido más o menos 1.60 y bueno físicamente no tengo nada que pedir, mis padres siempre nos han inculcado una cultura del deporte por lo que mis hermanos y yo siempre hemos tenido un buen cuerpo, no tengo las tetas grandes, hasta diría que son pequeñas pero tengo unas caderas y un culo enormes y bien dotados, gracias a la herencia colombiana de mi madre, tengo el cabello algo corto y lacio, y por lo general, como tengo una cara con rasgos muy finos y delicados, siempre que voy a un bar me piden la cedula porque parezco menor a mi edad.
La historia con mi mejor amiga empieza en el bachillerato, mi mejor amiga, Karla, ella y yo siempre compartíamos todo y siempre estábamos juntas, compartimos un gusto en común desde siempre, a ambas nos encanta el fútbol y desde que inició el bachillerato estuvimos en el equipo representativo de la escuela, ella como la delantera goleadora y capitana del equipo y yo como su fiel y confiable portera, si, a pesar de estar chaparrita siempre las he sabido parar muy bien, siempre estábamos juntas y por lo general ella se quedaba en mi casa a dormir siempre, era como la hermana que nunca tuve y mis padres siempre la aceptaban y la cuidaban como a una más de la familia, Karla y Héctor empezaron a salir cuando ella y yo entramos a la universidad y a mi nunca me molesto, al contrario, eso significaba que podía salir con los dos a todos lados, mi amiga y yo juntas y mi hermano como su chófer y nuestro guardaespaldas.
Karla siempre ha sido una chica muy activa y optimista, es por eso que era nuestra capitana, es una chica un poco más alta que yo, como unos 1.70 de estatura, de tez más blanca, de cabello largo y rizado, desde pequeñas demostró tener un cuerpo prometedor, recuerdo que era la que más tetas tenía en bachillerato y no pararon de crecer, ahora tiene unas hermosas y enormes tetas.
Bueno la historia realmente comienza un día martes, normalmente esos días por la tarde tenemos entrenamiento con el equipo de la universidad, pero a mi me resultó muy extraño ver que Karla se iba temprano del salón de clases con sus cosas, yo intente hablar con ella para ver si regresaría al entrenamiento pero no la pude alcanzar y cuando me di cuenta ella ya se había ido, intente llamarle a su celular pero no me contesto y le mande un par de mensajes con la misma suerte, al principio me preocupe pero realmente dentro de mi sabía que estaba con mi hermano, él durante la mañana estaba lavando el auto, cosa que únicamente hace cuando sale con ella por lo que no se me hizo raro y tampoco me preocupé, sabía que normalmente ellos salían en la tarde pero Karla siempre regresaba a la universidad para el entrenamiento y saliendo mi hermano nos llevaba a cenar algo, el día transcurrió con normalidad, las clases terminaron y yo me quedé con unas amigas platicando para hacer tiempo e irme al campo a entrenar, al final me quedé sola y al no tener otra cosa que hacer me fui a calentar para el entrenamiento. En el campo ya había unas compañeras esperando a que iniciará el entrenador, cuando llegue con ellas nos pusimos a jugar un rato, como a los 15 minutos de estar ahí llego la sub capitana con noticias, el entrenador Guillermo tenía que faltar al entrenamiento por cuestiones familiares por lo que ese día ya no íbamos a hacer nada, las chicas con las que estaba enseguida me invitaron a ir a un bar cercano a tomar algo pero yo tuve que negarme ya que en casa no había nadie porque mis padres trabajaban hasta tarde y mi hermano menor estaba trabajando en las noches en un bar del centro, y bueno mi hermano mayor probablemente estaba con Karla comiendo o quizá en el cien (ellos nunca son de quedarse en casa) así que me despedí de todas y me fui a esperar el transporte, mientras esperaba mi autobus le mande mensajes a Karla para que no fuera a regresar a la universidad y para que le avisara a mi hermano que ya iba para la casa.
Todo estaba normal yo iba de camino a casa contenta de saber que estaría sola en casa hasta la noche, esperando llegar a darme un baño y poder estar un momento desnunda sin nadie que me moleste y poder comerme el último plato de estofado que estaba en el refrigerador.
Nuestra casa es algo normal, no es algo del otro mundo, una casa de dos pisos con 3 habitaciones en las que dormían mis padres, una para mis hermanos y otra para mi sola, al entra en la casa hay un pequeño patio que sirve para aparcar los autos de mi papá y mi hermano y ese pequeño patio adar a la sala principal que teien un ventanal mediano que deja entra luz a la casa, fuera de tener una alberca mediana en la parte de atrás de la casa, no diría que la casa es de lujo.
Al llegar a la casa intente llamar una vez más a Karla para pedirle que le dijera a mi hermano que comprara la cena, yo no tenía ganas ni ánimos de estar cocinando, pero no me contesto, entré a la casa y di un par de paso a la entrada principal y empecé a escuchar ruidos y voces que venían de adentro, en ese momento me quedé pasmada y no me moví, soy el tipo de mujer que se asuta por todo y que grita por todo, pero en ese momento no pude ni decir una sola palabra, me quedé petrificada a un lado de la puerta medio llorando del miedo, pero en ese momento en el que estaba a punto de pejar un grito de auxilio, escuche pequeños gadeos y gemidos que venían de la sala, en ese momento el sentimiento de temor me cambió por uno de curiosidad y decidí ir agachada al ventanal del pateó a ver si lograba ver algo.
Me acerque lentamente al ventanal y retire la cortina lo suficiente para que pudiera ver algo y al asomarme me lleve una enorme sorpresa, era mi hermoso Héctor y Karla follando en la sala de la casa, en ese momento no me lo podía creer, yo jamás había visto a dos personas follando, hasta ese momento de mi vida nunca lo había hecho con nadie y nunca había visto un pene en la vida real, a decir verdad si había visto muchas veces el escultural cuerpo desnudo de Karla, muchas veces después del entrenamiento todas las mujeres nos íbamos juntas a las duchas y no nos sentíamos incómodas al estar completamente desnundas, mi vida sexual se limitaba a un par de fajes y toqueteos con un par de novios pero si tener realmente sexo.
Me quede en la ventana viendo como se movían con una enorme intensidad, Karla puesta en cuatro en un sillón individual y mi hermano de pie azotando su pene sobre el culo de mi amiga mientras sostenía con una mano su enorme teta y con la otra la sostenía del cabello, ellos estaban sumamente excitados y lo habían con mucha fuerza, Karla gemia y le pedía más y más fuerte y en ese momento mi hermano le dio un par de nalgadas que hicieron que mi amiga se doblará y se retorciera de placer, gimiendo aun más fuerte, ella parecía disfrutar mucho del pene de Héctor, que realmente me sorprendió mucho ya que se veía de un tamaño normal, no tan grande pero se veía ancho y con una cabeza enorme, después Karla decido darse la vuelta y recostarse sobre el sillón abriendo sus piernas y dejando ver su rosada y humeda vagina y muy bien rasuradita, en esa posición nos dejaba ver a mi hermano y a mí sus hermosas tetas rosas y bañadas en sudor, Héctor no aguanto mucho más el verla en esa posición animandolo a darle con todo, él se puso encima de ella y de un solo movimiento dejó entrar su ancha verga sobre la vagina de Karla, ella no pudo contener tanto y pego un grito de placer, a lo que mi hermano reaccionó con más rápidas y fuertes embestidas haciendo que las tetas de Karla rebotaran fuertemente, en ese momento ella lo abrazo fuertemente para que él pudiese lograr entrar más en ella, mientras tanto Karla gemia y movía las caderas deseando más y más, con una de sus manos tomaba el culo de mi hermano intentado acercarlo más a ella y con la otra mano le arañaba la espalda, en ese momento Héctor, que evidentemente era más alto que ella y muy fuerte por tanto ejercicio que hace, le pasó las manos por debajo de las piernas y la levantó de un tirón sobre él, mi hermano la estaba cargando justo frente a mi, yo lograba ver muy bien el sensual culo de Karla, veía como levantaba con gran fuerza las caderas para dejar entrar el pene de Héctor mientras él la levantaba con gran fuerza e intensidad, mantenían un ritmo muy rápido, Karla siempre tuvo una voz muy linda y tierna pero escucharla gemir era demasiado sexy y excitante.
Mi hermano después de un rato la bajó y le dijo que se quería correrse en su cara, ella rápidamente tomó un cojín del sofá y se hincó y empezó a mamársela, metía y sacaba su pene de su boca mientras se la jalaba con una mano y con la otra le acariciaba los huevos, Héctor le recogió el cabello rizado y tomó el control de Karla, y ella se la chupaba cada vez más rápido y profundo, él la soltó y se sentó en uno de los sillones grandes, mientras Karla se acercaba gateando y empezó subir por sus piernas para empezar a darle una mamada con la mano mientas que ella le lamiá los huevos, se los metía en la boca y jugueteaba con ellos, era sorprendente ver a Karla a sí, siempre tuvo un carita muy tierna pero al verla lamiendo el pene de mi parecía toda una mujerzuela.
Héctor bajó un poco más para que Karla pudiese acomodar su pene entre sus enormes tetas, mientras tanto yo aún no podía moverme, era un sentimiento indescriptible, creo que me me sentía demasiado excitada y caliente como para moverme, lo único que quería era seguir viendo como follaban tan duro, pero sentí que ella haría que se viniera en sus tetas, si yo tuviera unas así de grandes también las usaría así, sabía que ellos no se habían percatado de que yo estaba ahí, pero los mensajes que le había enviado a Karla parecían que yo estaba por llegar así que decidí salir de ahí agachada y con mucho cuidado abrir la puerta de la entrada, y aun ahí parada podía escuchar como rebotaban sus enormes tetas en el abdomen de mi hermano, me hubiese encantado ver como Karla hacia que Héctor terminará en sus tetas y su carita, pero sabía que si me veían ahí podía terminar muy mal así que salí muy cuidadosamente de la casa y en cuanto estuve fuera me sentí can la cara y el cuerpo muy calientes como si me hubiese dado calentura, sin saber que hacer decidí ir a un café cercano, cuando llegué ahí decidí enviarle otro mensaje a Karla pidiéndole que le avisará a mi hermano que me había quedado con unas amigas en la universidad.
En lo físico soy de tez morena, latina al fin y al cabo, siempre he sido pequeña, mido más o menos 1.60 y bueno físicamente no tengo nada que pedir, mis padres siempre nos han inculcado una cultura del deporte por lo que mis hermanos y yo siempre hemos tenido un buen cuerpo, no tengo las tetas grandes, hasta diría que son pequeñas pero tengo unas caderas y un culo enormes y bien dotados, gracias a la herencia colombiana de mi madre, tengo el cabello algo corto y lacio, y por lo general, como tengo una cara con rasgos muy finos y delicados, siempre que voy a un bar me piden la cedula porque parezco menor a mi edad.
La historia con mi mejor amiga empieza en el bachillerato, mi mejor amiga, Karla, ella y yo siempre compartíamos todo y siempre estábamos juntas, compartimos un gusto en común desde siempre, a ambas nos encanta el fútbol y desde que inició el bachillerato estuvimos en el equipo representativo de la escuela, ella como la delantera goleadora y capitana del equipo y yo como su fiel y confiable portera, si, a pesar de estar chaparrita siempre las he sabido parar muy bien, siempre estábamos juntas y por lo general ella se quedaba en mi casa a dormir siempre, era como la hermana que nunca tuve y mis padres siempre la aceptaban y la cuidaban como a una más de la familia, Karla y Héctor empezaron a salir cuando ella y yo entramos a la universidad y a mi nunca me molesto, al contrario, eso significaba que podía salir con los dos a todos lados, mi amiga y yo juntas y mi hermano como su chófer y nuestro guardaespaldas.
Karla siempre ha sido una chica muy activa y optimista, es por eso que era nuestra capitana, es una chica un poco más alta que yo, como unos 1.70 de estatura, de tez más blanca, de cabello largo y rizado, desde pequeñas demostró tener un cuerpo prometedor, recuerdo que era la que más tetas tenía en bachillerato y no pararon de crecer, ahora tiene unas hermosas y enormes tetas.
Bueno la historia realmente comienza un día martes, normalmente esos días por la tarde tenemos entrenamiento con el equipo de la universidad, pero a mi me resultó muy extraño ver que Karla se iba temprano del salón de clases con sus cosas, yo intente hablar con ella para ver si regresaría al entrenamiento pero no la pude alcanzar y cuando me di cuenta ella ya se había ido, intente llamarle a su celular pero no me contesto y le mande un par de mensajes con la misma suerte, al principio me preocupe pero realmente dentro de mi sabía que estaba con mi hermano, él durante la mañana estaba lavando el auto, cosa que únicamente hace cuando sale con ella por lo que no se me hizo raro y tampoco me preocupé, sabía que normalmente ellos salían en la tarde pero Karla siempre regresaba a la universidad para el entrenamiento y saliendo mi hermano nos llevaba a cenar algo, el día transcurrió con normalidad, las clases terminaron y yo me quedé con unas amigas platicando para hacer tiempo e irme al campo a entrenar, al final me quedé sola y al no tener otra cosa que hacer me fui a calentar para el entrenamiento. En el campo ya había unas compañeras esperando a que iniciará el entrenador, cuando llegue con ellas nos pusimos a jugar un rato, como a los 15 minutos de estar ahí llego la sub capitana con noticias, el entrenador Guillermo tenía que faltar al entrenamiento por cuestiones familiares por lo que ese día ya no íbamos a hacer nada, las chicas con las que estaba enseguida me invitaron a ir a un bar cercano a tomar algo pero yo tuve que negarme ya que en casa no había nadie porque mis padres trabajaban hasta tarde y mi hermano menor estaba trabajando en las noches en un bar del centro, y bueno mi hermano mayor probablemente estaba con Karla comiendo o quizá en el cien (ellos nunca son de quedarse en casa) así que me despedí de todas y me fui a esperar el transporte, mientras esperaba mi autobus le mande mensajes a Karla para que no fuera a regresar a la universidad y para que le avisara a mi hermano que ya iba para la casa.
Todo estaba normal yo iba de camino a casa contenta de saber que estaría sola en casa hasta la noche, esperando llegar a darme un baño y poder estar un momento desnunda sin nadie que me moleste y poder comerme el último plato de estofado que estaba en el refrigerador.
Nuestra casa es algo normal, no es algo del otro mundo, una casa de dos pisos con 3 habitaciones en las que dormían mis padres, una para mis hermanos y otra para mi sola, al entra en la casa hay un pequeño patio que sirve para aparcar los autos de mi papá y mi hermano y ese pequeño patio adar a la sala principal que teien un ventanal mediano que deja entra luz a la casa, fuera de tener una alberca mediana en la parte de atrás de la casa, no diría que la casa es de lujo.
Al llegar a la casa intente llamar una vez más a Karla para pedirle que le dijera a mi hermano que comprara la cena, yo no tenía ganas ni ánimos de estar cocinando, pero no me contesto, entré a la casa y di un par de paso a la entrada principal y empecé a escuchar ruidos y voces que venían de adentro, en ese momento me quedé pasmada y no me moví, soy el tipo de mujer que se asuta por todo y que grita por todo, pero en ese momento no pude ni decir una sola palabra, me quedé petrificada a un lado de la puerta medio llorando del miedo, pero en ese momento en el que estaba a punto de pejar un grito de auxilio, escuche pequeños gadeos y gemidos que venían de la sala, en ese momento el sentimiento de temor me cambió por uno de curiosidad y decidí ir agachada al ventanal del pateó a ver si lograba ver algo.
Me acerque lentamente al ventanal y retire la cortina lo suficiente para que pudiera ver algo y al asomarme me lleve una enorme sorpresa, era mi hermoso Héctor y Karla follando en la sala de la casa, en ese momento no me lo podía creer, yo jamás había visto a dos personas follando, hasta ese momento de mi vida nunca lo había hecho con nadie y nunca había visto un pene en la vida real, a decir verdad si había visto muchas veces el escultural cuerpo desnudo de Karla, muchas veces después del entrenamiento todas las mujeres nos íbamos juntas a las duchas y no nos sentíamos incómodas al estar completamente desnundas, mi vida sexual se limitaba a un par de fajes y toqueteos con un par de novios pero si tener realmente sexo.
Me quede en la ventana viendo como se movían con una enorme intensidad, Karla puesta en cuatro en un sillón individual y mi hermano de pie azotando su pene sobre el culo de mi amiga mientras sostenía con una mano su enorme teta y con la otra la sostenía del cabello, ellos estaban sumamente excitados y lo habían con mucha fuerza, Karla gemia y le pedía más y más fuerte y en ese momento mi hermano le dio un par de nalgadas que hicieron que mi amiga se doblará y se retorciera de placer, gimiendo aun más fuerte, ella parecía disfrutar mucho del pene de Héctor, que realmente me sorprendió mucho ya que se veía de un tamaño normal, no tan grande pero se veía ancho y con una cabeza enorme, después Karla decido darse la vuelta y recostarse sobre el sillón abriendo sus piernas y dejando ver su rosada y humeda vagina y muy bien rasuradita, en esa posición nos dejaba ver a mi hermano y a mí sus hermosas tetas rosas y bañadas en sudor, Héctor no aguanto mucho más el verla en esa posición animandolo a darle con todo, él se puso encima de ella y de un solo movimiento dejó entrar su ancha verga sobre la vagina de Karla, ella no pudo contener tanto y pego un grito de placer, a lo que mi hermano reaccionó con más rápidas y fuertes embestidas haciendo que las tetas de Karla rebotaran fuertemente, en ese momento ella lo abrazo fuertemente para que él pudiese lograr entrar más en ella, mientras tanto Karla gemia y movía las caderas deseando más y más, con una de sus manos tomaba el culo de mi hermano intentado acercarlo más a ella y con la otra mano le arañaba la espalda, en ese momento Héctor, que evidentemente era más alto que ella y muy fuerte por tanto ejercicio que hace, le pasó las manos por debajo de las piernas y la levantó de un tirón sobre él, mi hermano la estaba cargando justo frente a mi, yo lograba ver muy bien el sensual culo de Karla, veía como levantaba con gran fuerza las caderas para dejar entrar el pene de Héctor mientras él la levantaba con gran fuerza e intensidad, mantenían un ritmo muy rápido, Karla siempre tuvo una voz muy linda y tierna pero escucharla gemir era demasiado sexy y excitante.
Mi hermano después de un rato la bajó y le dijo que se quería correrse en su cara, ella rápidamente tomó un cojín del sofá y se hincó y empezó a mamársela, metía y sacaba su pene de su boca mientras se la jalaba con una mano y con la otra le acariciaba los huevos, Héctor le recogió el cabello rizado y tomó el control de Karla, y ella se la chupaba cada vez más rápido y profundo, él la soltó y se sentó en uno de los sillones grandes, mientras Karla se acercaba gateando y empezó subir por sus piernas para empezar a darle una mamada con la mano mientas que ella le lamiá los huevos, se los metía en la boca y jugueteaba con ellos, era sorprendente ver a Karla a sí, siempre tuvo un carita muy tierna pero al verla lamiendo el pene de mi parecía toda una mujerzuela.
Héctor bajó un poco más para que Karla pudiese acomodar su pene entre sus enormes tetas, mientras tanto yo aún no podía moverme, era un sentimiento indescriptible, creo que me me sentía demasiado excitada y caliente como para moverme, lo único que quería era seguir viendo como follaban tan duro, pero sentí que ella haría que se viniera en sus tetas, si yo tuviera unas así de grandes también las usaría así, sabía que ellos no se habían percatado de que yo estaba ahí, pero los mensajes que le había enviado a Karla parecían que yo estaba por llegar así que decidí salir de ahí agachada y con mucho cuidado abrir la puerta de la entrada, y aun ahí parada podía escuchar como rebotaban sus enormes tetas en el abdomen de mi hermano, me hubiese encantado ver como Karla hacia que Héctor terminará en sus tetas y su carita, pero sabía que si me veían ahí podía terminar muy mal así que salí muy cuidadosamente de la casa y en cuanto estuve fuera me sentí can la cara y el cuerpo muy calientes como si me hubiese dado calentura, sin saber que hacer decidí ir a un café cercano, cuando llegué ahí decidí enviarle otro mensaje a Karla pidiéndole que le avisará a mi hermano que me había quedado con unas amigas en la universidad.
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