"Mentes abiertas, dejen entrar todo el placer" leía en un libro, frase que despertó curiosidad en mi ser; soy curiosa por instinto, sobre todo en lo sexual. Me gusta ser sorprendida por el universo, sin ataduras, ni prejuicios.
Mi nombre lo reservo para mi familia pero ustedes me pueden llamar Dulce, desde chica fui curiosa y me atraía todo aquello que genere nuevas sensaciones en mi cuerpo. Más allá de todas las experiencias que pude tener con diferentes sustancias, me di cuenta que las disfrutaba en mayor proporción cuando había un contacto físico. Eliminé el tabo del sexo y me dispuse experimentar dándole paso a diferentes fetiches que me causaban morbo. El primero fue tener sexo con un extraño 🙂 la mejor forma de lograrlo fue descargandome tinder en el celular. Me escribí con mucha gente pero no había nada que me interesara, esperaba una conversación más allá de lo común. No iba a quedar con cualquier idiota que pueda llegar a perjudicar mi imagen, no me cuesta darme cuenta quienes son habladores o presumidos.
Sin embargo uno resaltó más que el resto, era mayor que yo pero no llegaba a ser un daddy. Su nombre era Pablo y parecía ser un tipo agradable, vestía bien pero no tenía mucho pelo. Me hablaba con sutileza sin dejar de ser caliente, me hacía sentir linda y un poco cachonda también.
Quedamos en vernos por la noche, salimos a dar vueltas en su auto, él sabía lo que quería... Hicimos dos cuadras hasta un semaforo y sacó su verga del pantalón.
-Qué te parece, no tengas miedo- me dijo y miró hacia el frente dejandosela al descubierto. Me sorprendió, yo quería tomar las riendas de la situación.
Se la agarre con mi mano izquierda y lo comence a pajear disimuladamente, la respiración de Pablo era muy fuerte. La tenía dura y muy caliente, sentía como se le iba humedeciendo de a poco cuando pasaba mi dedo por la punta.
No lo pensé más y me fui para abajo, pasando mi lengua por toda la cabeza de su pija, sintiendo su salado gusto seminal. Por su parte, intentaba llegar a mi conchita debajo mi vestido, entonces le dije que busque un lugar oscuro para estacionar.
Nos fuimos a la vieja estación de trenes, un lugar donde no transitan muchas personas. Nos pasamos a la parte trasera de su auto, me pone en cuatro y levanta mi pollera dejando mi culito al descubierto.
Me da un chirlo en la cola y me azota con su verga, dandome puntasos en la parte mojada de mi tanga. Justo en la entrada de mi conchita, espasmos de placer aceleraban mis latidos, sólo quería que me penetrara, pelliscaba mis pezones mientras el jugaba con mi cola calentandome cada vez más.
Corrió mi tanga y me paso su lengua, untando toda mi cola con saliva y flujo, sus besos estaban cargados de pasión y placer. Penetraban mi cola levemente, lubricandome toda para él.
Me pone boca arriba y lleva mis pies hacía un hombro, dejando mis piernas juntas y estiradas hacia arriba; me sube la tanga hacia las rodillas y se arrodila hubicando su miembro caliente en el centro de mi concha, lo desliza de arriba hacia abajo cubriendolo de flujos y con un leve movimiento hacia adelante, introduce lentamente toda su cabeza roja dentro mío. Sentía fluir la sangre por lada latido de esa verga venosa dentro de mi. Cada vez me la mete más adentro, sentía todas las venas de ese tronco dilatandome toda. Transpiraba de placer, toda su pija estaba dentro de mí, lo sentía muy duro dandome bombazos salvajemente.
Me puse en cuatro patas esperando su pija nuevamente, en cambio comenzo con un beso en mi culo que sacudió las piernas, sentía que me penetraba con su lengua. Escupe su pija y me la vuelve a meter, dando golpes costantes pero metiendomela toda. Con su dedo juega adentro de mi culo, me encanta y quiero que siga. Ya metió un segundo dedo y eso me calento muchisimo, cambiamos de posición y esta vez yo voy arriba.
Se recuesta en el aciento y yo me ubico para cabalgarle, me lleva para delante chupandome las comas mientras yo me meto tres dedos en mi colita. Tomé su pija y muy lentamente me la fuí metiendo, me ardía mucho pero continué. Mis movimientos cada vez fueron más rápidos, su pija me estaba destrozando la cola, Pablo me cacheteaba la cola y gemía de placer. Sentia toda su pija en mi culito, de golpe un solo impulso introdujo todo su pene en mi culito hasta el fondo, fue como en cámara lenta. Sentia shock de energía que anticipaban la llegada de una sensación nueva, caliente y espesa dentro de mi cuerpo.
Eyaculo adentro de mi, me lleno con toda su leche, me fui levantando de a poco mientras dejaba al descubierto toda su verga, hinchada y bañada de leche. Empece a limpiarsela con mi boca tragandome todo el semen que quedaba..
Mi nombre lo reservo para mi familia pero ustedes me pueden llamar Dulce, desde chica fui curiosa y me atraía todo aquello que genere nuevas sensaciones en mi cuerpo. Más allá de todas las experiencias que pude tener con diferentes sustancias, me di cuenta que las disfrutaba en mayor proporción cuando había un contacto físico. Eliminé el tabo del sexo y me dispuse experimentar dándole paso a diferentes fetiches que me causaban morbo. El primero fue tener sexo con un extraño 🙂 la mejor forma de lograrlo fue descargandome tinder en el celular. Me escribí con mucha gente pero no había nada que me interesara, esperaba una conversación más allá de lo común. No iba a quedar con cualquier idiota que pueda llegar a perjudicar mi imagen, no me cuesta darme cuenta quienes son habladores o presumidos.
Sin embargo uno resaltó más que el resto, era mayor que yo pero no llegaba a ser un daddy. Su nombre era Pablo y parecía ser un tipo agradable, vestía bien pero no tenía mucho pelo. Me hablaba con sutileza sin dejar de ser caliente, me hacía sentir linda y un poco cachonda también.
Quedamos en vernos por la noche, salimos a dar vueltas en su auto, él sabía lo que quería... Hicimos dos cuadras hasta un semaforo y sacó su verga del pantalón.
-Qué te parece, no tengas miedo- me dijo y miró hacia el frente dejandosela al descubierto. Me sorprendió, yo quería tomar las riendas de la situación.
Se la agarre con mi mano izquierda y lo comence a pajear disimuladamente, la respiración de Pablo era muy fuerte. La tenía dura y muy caliente, sentía como se le iba humedeciendo de a poco cuando pasaba mi dedo por la punta.
No lo pensé más y me fui para abajo, pasando mi lengua por toda la cabeza de su pija, sintiendo su salado gusto seminal. Por su parte, intentaba llegar a mi conchita debajo mi vestido, entonces le dije que busque un lugar oscuro para estacionar.
Nos fuimos a la vieja estación de trenes, un lugar donde no transitan muchas personas. Nos pasamos a la parte trasera de su auto, me pone en cuatro y levanta mi pollera dejando mi culito al descubierto.
Me da un chirlo en la cola y me azota con su verga, dandome puntasos en la parte mojada de mi tanga. Justo en la entrada de mi conchita, espasmos de placer aceleraban mis latidos, sólo quería que me penetrara, pelliscaba mis pezones mientras el jugaba con mi cola calentandome cada vez más.
Corrió mi tanga y me paso su lengua, untando toda mi cola con saliva y flujo, sus besos estaban cargados de pasión y placer. Penetraban mi cola levemente, lubricandome toda para él.
Me pone boca arriba y lleva mis pies hacía un hombro, dejando mis piernas juntas y estiradas hacia arriba; me sube la tanga hacia las rodillas y se arrodila hubicando su miembro caliente en el centro de mi concha, lo desliza de arriba hacia abajo cubriendolo de flujos y con un leve movimiento hacia adelante, introduce lentamente toda su cabeza roja dentro mío. Sentía fluir la sangre por lada latido de esa verga venosa dentro de mi. Cada vez me la mete más adentro, sentía todas las venas de ese tronco dilatandome toda. Transpiraba de placer, toda su pija estaba dentro de mí, lo sentía muy duro dandome bombazos salvajemente.
Me puse en cuatro patas esperando su pija nuevamente, en cambio comenzo con un beso en mi culo que sacudió las piernas, sentía que me penetraba con su lengua. Escupe su pija y me la vuelve a meter, dando golpes costantes pero metiendomela toda. Con su dedo juega adentro de mi culo, me encanta y quiero que siga. Ya metió un segundo dedo y eso me calento muchisimo, cambiamos de posición y esta vez yo voy arriba.
Se recuesta en el aciento y yo me ubico para cabalgarle, me lleva para delante chupandome las comas mientras yo me meto tres dedos en mi colita. Tomé su pija y muy lentamente me la fuí metiendo, me ardía mucho pero continué. Mis movimientos cada vez fueron más rápidos, su pija me estaba destrozando la cola, Pablo me cacheteaba la cola y gemía de placer. Sentia toda su pija en mi culito, de golpe un solo impulso introdujo todo su pene en mi culito hasta el fondo, fue como en cámara lenta. Sentia shock de energía que anticipaban la llegada de una sensación nueva, caliente y espesa dentro de mi cuerpo.
Eyaculo adentro de mi, me lleno con toda su leche, me fui levantando de a poco mientras dejaba al descubierto toda su verga, hinchada y bañada de leche. Empece a limpiarsela con mi boca tragandome todo el semen que quedaba..
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