Vacaciones con mi tía Sol VI

Llegamos al departamento después de haber cojido en la cochera. Muy caliente la situación.
Ya en el departamento me dice Sol que va al baño a lavarse todo el semen que tenía de nuestro encuentro reciente.
Sol: voy al baño a lavarme porque me inundaste recién.
Yo: me encantó tía. Sos muy perra haciendo esas cosas. Me calentas mucho
Sol: bueno, me encanta que te guste
A los minutos sale Sol del baño y me pide que la ayude a desvestirse. Así que le bajó el cierre del vestido, que lo tenía atrás, ella se saca los breteles de los hombros y lo deja caer al piso. Quedando solo con la tanguita hilito dental negra y los tacones. Nada más.
Sol: sacate la ropa. Toda
Yo sin decir ni una palabra obedecí al pie de la letra. Me saque todo. Quedándome desnudo.
Da una cuenta alrededor mío. Tocandome, suavemente arañandome. Se sienta en la cama con las piernas abiertas. Me atrae hacía ella, siempre mirándome fijo a los ojos.
Sol: sabes que quiero?
Yo: me imagino tía.
Sol: chupartela, me dejas?
Con una maestría inimaginable, me la agarra con sus dos manos. Me pasa la lengua por abajo, desde la cabeza hasta las huevos, mientras me pajea, muy despacio.
La saborea, es una experta, una diosa.
Sol: te gusta come te la chupo?
Yo: huy si tía, me encanta.
Siguió un ratito más chupándomela. Se dan vueltas y se arrodilla en el borde de la cama. Es una perra, queda de espaldas a mí, se estira hacia adelante, apoyando sus tetas en la cama y dejando su culo hacia arriba. La tanguita se pierde en esa cola, los labios de su vagina, hinchados parece que revientan la tanga hilito. Le saco la tanguita y más para la cola. No sé imaginan lo que es tenerla así, entregada. En cuatro, abierta, expuesta.
A esa altura, después del terrible pete que me hizo, la tenía como una piedra, la agarro de su cintura, ella mete una mano entre sus piernas, tapándose la vagina.
Sol: me querés cojer?
Que me hable así me volaba la cabeza.
Me la agarra con esa mano y me pajea despacito. La única justo entre sus labios vaginales, que a esa altura chorreaban de lo caliente que se puso.
Ella sabía cómo comerme la cabeza y calentarme.
Sol: cojeme así, pero despacito, porque la tenés muy grande, si? Quédate quieto vos. Así
Se fue metiendo mí verga en esa deliciosa y jugosa conchita y me cojia ella, y gemía, gemia, gemía. Muy putona.
Sol: me encanta, nunca me vinieron tan bien como vos.
Esas palabras me volaban la cabeza. La agarre más fuerte de la cintura y empecé a bombearla fuerte.
Sol: ay, ay ay, me gusta así. Partime
Yo: se que te gusta así.
Gemía como loca, hasta que acabo. Porque tenso sus piernas y se aflojó. Cuando sentí como me apretó la verga, también acabé.
Sol: me encantó, sos divino, no te salgas. Quédate adentro, si?
Nos tiramos hacia adelante y nos quedamos un rato, tirados en la cama de mí tía. Después de unos minutos nos acomodamos porque la aplastaba un poco ya.
Sol: quédate a dormir conmigo.
Se acomodo de espaldas a mí y quedamos desnudos, en cucharita, en su cama. Nos dormimos.
Una muy buena cojida a mí tía y esto es solo el comienzo, de las vacaciones con mi tía Sol.