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50 años - parte 4

No dejes de pasar por mi mejor post

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No te vas a arrepentir!




50 AÑOS - PARTE 4



Apenas se asomó y luego los dejó pasar, nuevamente los dos muchachos, vestidos de policía! Empecé a reír con nerviosismo, esta vez a mí no me gustaban las cosas, tomé una sábana e intenté cubrirla pero ella lo evitó y dijo muy segura de sí misma



-Bueno mi amor, siempre tuve la fantasía de ser prostituta y hoy lo seré…
-Estás loca? - le dije - supongo que es una broma
-Yo no bromeo… deberías saberlo...


Y me quedé como paralizado, desnudo, ella no sería capaz, o si? recordé la tarde con Rocío, ella me saco del letargo y dijo



-Mi amor, los muchachos son profesionales, deberás pagarles quinientos pesos a cada uno
-Estás loca? yo no voy a pagarles…
-Si, vas a pagarles, es mi cumpleaños y es mi deseo…


Yo no daba crédito a todo lo que sucedía, era loco y bizarro, pagarle a dos tipos para que se cogieran a mi mujer? pero que locura! Pero internamente sabía que este juego me gustaba, aun desnudo fui por la billetera, conté los billetes uno a uno, sentía un revoltijo nauseabundo en el estómago, pero un cosquilleo loco entre mis piernas, tenía las manos transpiradas, aun dudando de que no fuera más que un tonto juego, pero Laura parecía nuevamente tener todo premeditado, sus siguientes instrucciones fueron



-Listo, ahora te cambias y te vas por un par de horas.
-Cómo que te vas? Yo no pienso irme a ninguna parte…
-Y piensas que serás parte? No estás invitado… y si quieres ver… tendrás que pagarme…
-Pagarte a ti? Estás loca?
-Si, pagarme a mí, no seré tu puta gratis…
-No hablarás en serio…
-Por qué no? te gustó verme anoche en el escenario? te reíste? mira quien ríe ahora…
-Bueno… pero… cuanto me cobrarás?
-Mmmm… yo creo que dos mil pesos serían suficientes…
-Dos mil pesos? Estás loca de remate…
-Pues elige… no tengo toda la noche…


Dios mío… el momento que estaba pasando, sabía que ese dinero era solo un símbolo en el juego, puesto que Laura y yo compartíamos nuestros ingresos, lo mío era suyo y lo suyo era mío. Lo cómico fue que no tenía encima el dinero suficiente, por lo que irónicamente me obligó a que le extendiera un cheque.

Aún tenía la lapicera en la mano, aún estaba completamente desnudo, los tipos me sorprendieron y me hicieron reclinar sobre una silla, al costado del cuarto, me aferraron las manos por detrás y me colocaron las esposas en las muñecas, no puse resistencia, sabía que era un juego, quedé imposibilitado, cómicamente sin ropas, mirando directamente a la cama que estaba a escaso metro de donde yo estaba, Laura me miró desafiante y sonrió al ver mi erección, prueba que me excitaba todo lo que veía.



Los tipos empezaron a bailarle sensualmente, uno por delante, otro por detrás, Laura se veía muy puta enredada entre esos jóvenes que le refregaban sus sexos por su piel, el de atrás comenzó a acariciar en pequeños apretones los hombros de mi amada quien poco a poco fue entregándose al juego, entonces besó al del frente, luego al de atrás, veía claramente su lengua meterse en la boca de esos muchachos, y veía como ella empezaba a entregarse a ese encuentro de lujuria.

Y como diablos explicar mis sentimientos… por un lado ella era solo mía, solo mi mujer, intocable, impoluta, era solo mi puta, pero por otra parte verla gozar en manos de otros hombres me producía un indescriptible perverso placer…



Pronto el top de Laura había sido desanudado, sus pezones filosos brillaban a contraluz y el moreno que tenía por delante se los lamía, el otro había levantado su pequeña pollera y le masajeaba los glúteos, ella solo sacaba culo y buscaba frotarse, sus manos acariciaban por sobre el pantalón el paquete del que estaba al frente



-Te gusta puta? queres pija? querés que te cojamos delante de tu marido? que te rompamos el culo?
-Si! quiero verga! quiero que me llenen de leche!


Si algo me faltaba era escuchar todas estas palabras, mi verga estaba dura, con una erección inevitable…



Laura se arrodilló lentamente, uno a cada lado, me miró con perversidad, los tipos pelaron sus vergas, era obvio, se ganaban la vida como strippers, tenían terribles chotas… ella empezó a lamer una, masturbando con la mano la otra, pasaba la lengua sutilmente logrando que esa verga se interpusiera en el camino de nuestras miradas, luego fue a la segunda, volvió a la primera, y ambas al mismo tiempo, solo escuchaba el rítmico chupetear de mi amada, viendo como succionaba, una y otra vez, descubriendo y ensalivando esos glandes que se perdían en lo profundo de su boca, hasta topar en la garganta.



Luego de saciar ese instinto, la recostaron sobre el colchón, la desnudaron dejándole solo los portaligas con las medias y los zapatos, uno se coló al medio y se la enterró de un golpe hasta el fondo, empezó a cogerla y ella a gemir, sus gemidos de gata me enloquecían, esa concha era solo mía, y que otro la hiciera suya se me hacía demasiado excitante.

El otro muchacho estaba cerca de su rostro, insistiendo para que se la chupara, pero dado que Laura solo parecía gozar con la cogida que le pegaban, no reaccionaba a la otra pija…



Cambiaron un par de veces de posiciones, de lado, una verga, otra, gemidos, revolcones, le chuparon las tetas, le chuparon la concha, le chuparon el culo y yo solo un espectador de lujo…

Uno se recostó, ella lo montó con una pierna a cada lado, arrodillada, de tal manera que tenía un primer palo de su perfecto trasero, con esa marca diminuta del traje de baño que tanto me enloquecía, esa conjunción geométrica perfecta, el pequeño triángulo blanco frente a dos esferas enormes de un bronceado cobrizo, tomó entre sus dedos la enorme verga y se sentó pacientemente sobre ella, se la devoró centímetro a centímetro hasta llegar a la base, las manos del joven la tomaron por los glúteos y ella empezó e mecerse con cadencia, arriba, abajo, arriba abajo, sus gemidos llenaban la habitación


50 años - parte 4


-Ayyy… ayyy… ayyy…ayyy… ayyy…


Me di cuenta que llegaba al final, la respiración de ella se entrecortó, las contracciones del quien la cogía, los movimientos, de pronto el sable que entraba y salía empezó a teñirse de blanco, su concha estaba siendo llenada de leche caliente y empezaba a rebalsar, yo no aguantaba más…

Laura se detuvo de repente, exhausta, solo después de unos minutos se levantó para separarse, su raja chorreaba leche y le verga dura empezaba a aflojarse.

Un hilo de semen pegajoso unía aun la concha con la pija que empezaba a reposar, mi propia verga largaba un líquido transparente propio de la excitación extrema, y el otro muchacho que se había mantenido a la expectativa reclamó su lugar



-Veni puta… ahora te la voy a dar por el culo…


El que la había cogido dejó su lugar y tomo un rol de espectador, Laura quedó en cuatro patas y reclamó



-No papi… por el culo no… es muy gorda…


Pero él tenía otros planes, le dio una fuerte nalgada por reprobar sus palabras y le dijo



-Callate puta… ya te olvidaste lo que hablamos ayer en la pileta? No dijiste que querías que viera como te rompíamos el culo?


A todo esto escupía el esfínter de Laura y rápidamente colaba el dedo índice hasta el fondo, luego agregó el anular y empezó a meter y sacar en tirabuzón, el culito de mi esposa empezó a ceder y pronto se acomodó apuntando su vara, solo veía de mi posición el feo culo del tipo, pero por los gemidos en aumento de mi mujer entendí que poco a poco la sodomizaba.

Laura gritaba acompañando los embates



-Si! si! te gusta…. papi… te gusta… romperme el culo…


Él se levantó parándose sobre el colchón con los pies a los lados de Laura, y bajó lentamente para que yo observara, como un taladro volvió a penetrarlo por detrás. Yo sentía acabarme en cualquier momento, Laura gozaba como jamás hubiera imaginado verla gozar, ella había llevado sus dedos mayor y anular a su hueco lleno de leche, masajeando con ritmo su clítoris con la palma de su mano.

No dudaría mucho más la situación, entre gritos y quejidos el salió de golpe y mientras ella imploraba que la llenara de leche, el empezó a escupir barriendo todo a su paso, su cráter, sus labios, su mano, sus piernas, sus nalgas, el culo de Laura estaba abierto como una tronera de pool, se me hizo tan excitante que acompañado con el roce permanente de mi sexo sobre la base de la silla solo logró que yo también me acabara.



Asumí que todo había terminado, pero el primero de los muchachos ya estaba listo para una segunda ronda, Laura no tuvo inconvenientes, volvió a arrodillarse a su lado a un metro de donde yo estaba sentado, me miró fijo a los ojos y me dijo



-Mirame mi amor, no sabes cómo me calienta que me mires como me chupo toda esta hermosa verga, no dejes de mirar…


El otro joven, el que hacía unos minutos le había acabado en el culo se pajeaba a un costado para recuperar la erección y dijo



-Putita la rubia que tenes por esposa, como le gusta la verga…


No tardaría en unirse al juego, uno a cada lado, ella al medio masturbándose al tiempo que chupaba ambas pijas, a un lado, al otro, a veces con esmero, a veces con desespero, como una hembra en celo, y yo, yo un espectador de lujo en primera fila…

No supe si fue casualidad o los tipos eran muy profesionales, pero parecieron sincronizados, ambos comenzaron a acabar al mismo tiempo, uno a derecha, otro a izquierda, el rostro de Laura fue atacado de ambos flancos, su nariz, sus mejillas, sus labios, su lengua, su boca, pronto se empezó a cubrir de leche caliente, chorreando por gravedad por su cuello, por sus pechos, por su vientre…



Ella se mostró al fin satisfecha, se sentó al borde de la cama y sin perder en ningún momento el contacto visual conmigo jugó con sus dedos con toda la leche en su cuerpo, acariciando sus humectados pezones, llevando sus falanges blancuzcas a lo profundo de su boca, bebiendo las gotas del pecado.



No mucho más para contar, Laura me había vuelto a sorprender en seis meses, había cumplido un viejo fetiche, terminamos de festejar su cumpleaños haciendo al amor como la primera vez, potenciados por tantas locuras.

Y ya pasó el tiempo, atrás quedo la historia con Rocío y la tarde con esos dos strippers que ni el nombre recuerdo, seguimos en paz y armonía, disfrutando de nuestro amor eterno.



FIN



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