Para este relato me voy a trasladar a muchos años atrás, cuando yo tenía 18 años.
Desde los 14 años, invadido por la necesidad de hacer algo distinto a lo que hacían mis amigos, comencé a bailar danzas folklóricas, la verdad la experiencia me gustaba y viajabamos a muchos lugares a participar en encuentros de folkore así que me mantenía entretenido.
Con el pasar del tiempo me hice amigo de un chico de Sauce Viejo, provincia de Santa Fe y soliamos frecuentarnos,el era un par de años menor que yo. Junto a el siempre estaba su madre,una mujer de rasgos asiáticos que también bailaba folklore.
Cuando cumplí 18 años entre a un pre selectivo para ir a bailar a la apertura del festival de Jesús María, en este grupo había bailarines de distintas localidades y casualmente mi amigo y su madre también participaban. A pesar de llevar 4 años bailando, la coreografía me costaba mucho, no podía memorizarla y me equivocaba mucho, esto me tenía mal de animos. Charlando un día con mi amigo me invito a pasar el fin de semana a su casa y así podriamos ensayar con su madre para ayudarme.
Finalmente llego el día y nos encontramos en su casa en Sauce Viejo.
Cuando llegué me recibió su madre con un shorcito bien chiquito que se le metía en el orto y una musculosa blanca sin corpiño que dejaba ver unas terribles tetas...enormes y bien firmes. Hasta ese momento no le había prestado atención,era solo una madre más de mis tantos amigos, pero ese día descubrí que estaba terriblemente buena la perra.
El día paso entre ensayos y risas, mi amigo se reía por como yo me equivocaba, pero era imposible prestar atención teniendo adelante semejante par de tetas que se movían al ritmo de la música.
Finalmente la noche llego, nos bañamos y luego de cenar nos sentamos en un futon negro a mirar una película. Hacía mucho frío y alrededor de las 11 de la noche mi amigo decidió que se iba a ir a dormir. Yo le dije que iba a terminar de mirar la peli, su madre lo acompaño a la cama. Pasaron unos minutos y su madre salió de la pieza envuelta en una manta y se sentó al lado mío.
Ella- ¿ Tenés frío?
Yo- Sí, un poco.
Ella- Bueno acercate y nos cubrimos con la manta.
Cuando abrió la manta para taparme pude ver q se había puesto otra musculosa bien escotada que dejaba ver sus enormes tetas...me quería morir, no me podía estar pasando eso.
Estabamos sentados mirando la peli y sentía sus tetas apoyadas contra mi brazo y se me empezó a parar la pija.
Yo- ¿ te puedo hacer una pregunta?
Ella- si, decime.
Yo-¿ cuantos años tenés?
Ella- 36. ¿por?
Yo- sos joven, te mantenes muy bien.
Ella se sonrió y abriendo la manta para mostrar su cuerpo me dijo...
Ella- ¿ te parece? Gracias!!!
Yo no podia evitar mirar esas increibles tetas. Ella felíz por mi piropo me abrazo y apoyo mi cara en sus tetas. Yo apenas me apoye salte para separarme.
Ella- ¡¡¡ epaaaa!!! No te asustes jaja no te voy a morder.
Yo- no, perdón no quiero incomodarla.
Ella- incomodarme? Jaja desde que llegaste me estás mirando las tetas jajaja
Yo- perdón, me muero de vergüenza no pensé que se había dado cuenta señora...
Ella- ¿ señora? Me llamo Yanina, veni dale no te voy a morder...
Volvi a sentarme y ella volvió a apoyar mi cara en sus tetas, mi corazón latia a mil y mi pija quería salirse de mi pantalón. Ella me acariciaba el pelo y empezó a respirar agitada, se notaba q estaba excitada. Su otra mano empezó a acariciar mi espalda, no podía creerlo, me iba a coger a la madre de mi amigo.
En un momento sacó una de sus tetas por el escote y puso su pezón en mi boca, empecé a chuparlo son ganas, su mano empezó a tocarme la pija por arriba del pantalón.
Ella- saca la pija pendejo que te la voy a chupar, hace rato quiero cogerte.
Ahi entendí que todo esto de la invitación había sido un plan de ella para quedarnos solos. No me daba mucha tranquilidad saber q mi amigo estaba a pocos metros durmiendo pero era una experiencia única. Ella se agacho y comenzó a chuparme la pija mientras me decía...te gusta pendejo, esta noche soy tu puta!
Era todo muy irreal, no podía creer lo que estaba sucediendo. Me chupo la pija durante un buen rato, de golpe se levanto y me dijo que tenía toda la concha mojada y que quería sentirme cogiendola, se sento arriba mío y metió toda mi pija de una sola vez. Se movía como endemoniada, gemia y me agarraba de los pelos al tiempo que decía... que rica pija pendejo que bien me coges!!!
Yo pensaba en mi amigo, ¿ que pasaría si se levantaba y me veía cogiendome a la madre? Por suerte nunca se desperto. Estuvimos cogiendo casi una hora en varias posiciones, hasta que ella se volvio a sentar sobre mi pija y me decía...¡¡¡ dame leche pendejo, llename la concha con tu leche!!! Me calento tanto que explote acabando adentro de esa hermosa perra.
Al otro día nos levantamos y seguimos ensayando como si nada hubiese pasado. Esta experiencia se volvió a repetir en nuestra estadía en Jesús María pero esa es tela para otro relato.
Dejen sus comentarios y puntos. Saludos!
Desde los 14 años, invadido por la necesidad de hacer algo distinto a lo que hacían mis amigos, comencé a bailar danzas folklóricas, la verdad la experiencia me gustaba y viajabamos a muchos lugares a participar en encuentros de folkore así que me mantenía entretenido.
Con el pasar del tiempo me hice amigo de un chico de Sauce Viejo, provincia de Santa Fe y soliamos frecuentarnos,el era un par de años menor que yo. Junto a el siempre estaba su madre,una mujer de rasgos asiáticos que también bailaba folklore.
Cuando cumplí 18 años entre a un pre selectivo para ir a bailar a la apertura del festival de Jesús María, en este grupo había bailarines de distintas localidades y casualmente mi amigo y su madre también participaban. A pesar de llevar 4 años bailando, la coreografía me costaba mucho, no podía memorizarla y me equivocaba mucho, esto me tenía mal de animos. Charlando un día con mi amigo me invito a pasar el fin de semana a su casa y así podriamos ensayar con su madre para ayudarme.
Finalmente llego el día y nos encontramos en su casa en Sauce Viejo.
Cuando llegué me recibió su madre con un shorcito bien chiquito que se le metía en el orto y una musculosa blanca sin corpiño que dejaba ver unas terribles tetas...enormes y bien firmes. Hasta ese momento no le había prestado atención,era solo una madre más de mis tantos amigos, pero ese día descubrí que estaba terriblemente buena la perra.
El día paso entre ensayos y risas, mi amigo se reía por como yo me equivocaba, pero era imposible prestar atención teniendo adelante semejante par de tetas que se movían al ritmo de la música.
Finalmente la noche llego, nos bañamos y luego de cenar nos sentamos en un futon negro a mirar una película. Hacía mucho frío y alrededor de las 11 de la noche mi amigo decidió que se iba a ir a dormir. Yo le dije que iba a terminar de mirar la peli, su madre lo acompaño a la cama. Pasaron unos minutos y su madre salió de la pieza envuelta en una manta y se sentó al lado mío.
Ella- ¿ Tenés frío?
Yo- Sí, un poco.
Ella- Bueno acercate y nos cubrimos con la manta.
Cuando abrió la manta para taparme pude ver q se había puesto otra musculosa bien escotada que dejaba ver sus enormes tetas...me quería morir, no me podía estar pasando eso.
Estabamos sentados mirando la peli y sentía sus tetas apoyadas contra mi brazo y se me empezó a parar la pija.
Yo- ¿ te puedo hacer una pregunta?
Ella- si, decime.
Yo-¿ cuantos años tenés?
Ella- 36. ¿por?
Yo- sos joven, te mantenes muy bien.
Ella se sonrió y abriendo la manta para mostrar su cuerpo me dijo...
Ella- ¿ te parece? Gracias!!!
Yo no podia evitar mirar esas increibles tetas. Ella felíz por mi piropo me abrazo y apoyo mi cara en sus tetas. Yo apenas me apoye salte para separarme.
Ella- ¡¡¡ epaaaa!!! No te asustes jaja no te voy a morder.
Yo- no, perdón no quiero incomodarla.
Ella- incomodarme? Jaja desde que llegaste me estás mirando las tetas jajaja
Yo- perdón, me muero de vergüenza no pensé que se había dado cuenta señora...
Ella- ¿ señora? Me llamo Yanina, veni dale no te voy a morder...
Volvi a sentarme y ella volvió a apoyar mi cara en sus tetas, mi corazón latia a mil y mi pija quería salirse de mi pantalón. Ella me acariciaba el pelo y empezó a respirar agitada, se notaba q estaba excitada. Su otra mano empezó a acariciar mi espalda, no podía creerlo, me iba a coger a la madre de mi amigo.
En un momento sacó una de sus tetas por el escote y puso su pezón en mi boca, empecé a chuparlo son ganas, su mano empezó a tocarme la pija por arriba del pantalón.
Ella- saca la pija pendejo que te la voy a chupar, hace rato quiero cogerte.
Ahi entendí que todo esto de la invitación había sido un plan de ella para quedarnos solos. No me daba mucha tranquilidad saber q mi amigo estaba a pocos metros durmiendo pero era una experiencia única. Ella se agacho y comenzó a chuparme la pija mientras me decía...te gusta pendejo, esta noche soy tu puta!
Era todo muy irreal, no podía creer lo que estaba sucediendo. Me chupo la pija durante un buen rato, de golpe se levanto y me dijo que tenía toda la concha mojada y que quería sentirme cogiendola, se sento arriba mío y metió toda mi pija de una sola vez. Se movía como endemoniada, gemia y me agarraba de los pelos al tiempo que decía... que rica pija pendejo que bien me coges!!!
Yo pensaba en mi amigo, ¿ que pasaría si se levantaba y me veía cogiendome a la madre? Por suerte nunca se desperto. Estuvimos cogiendo casi una hora en varias posiciones, hasta que ella se volvio a sentar sobre mi pija y me decía...¡¡¡ dame leche pendejo, llename la concha con tu leche!!! Me calento tanto que explote acabando adentro de esa hermosa perra.
Al otro día nos levantamos y seguimos ensayando como si nada hubiese pasado. Esta experiencia se volvió a repetir en nuestra estadía en Jesús María pero esa es tela para otro relato.
Dejen sus comentarios y puntos. Saludos!
9 comentarios - La madre de mi amigo.