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Mi infidelidad con Fernando 2

No me dio tiempo ni de pensar en mas, ¡Fernando estaba duro y listo para más acción y el remordimiento que sentía poco a poco fue despareciendo en lo que su boca me besaba mi cuello y sus manos agarraban con fuerza mis nalgas!
K: ¿Quieres más?
FC: Claro, ¡no sé cuándo te vuelva a tener y mejor provecho!
K: ¡Guau! ¡Que macho!
FC: Si y seré el tuyo, ¡ven vamos para acá!
Me abrazo por atrás y mientras su verga estaba en medio de mis nalgas, me llevo hasta el sofá o silla de forma rara que sirve para coger rico.
Ahí subió una de mis rodillas y coloque mis manos en el respaldo quedando paradita de nalgas, el lentamente me las acaricio y fue abriéndolas para méteme sus dedos y comenzar a masturbarme rico, ¡mientras mis nalgas masajeaban su pene duro como el fierro!
Mi clítoris estaba inflado, el metía tres dedos, mientras me besaba el cuello y me lamia la oreja, me sentía una perra sucia, una traidora, la, pero mujer del mundo, pero al mismo tiempo, sentía riquísimo como me ponía, que le pedí me ¡cogiera ya!
K: ¡Métemela ya!
FC: ¡Golosa! Pídemela por favor!
K: métemela por favor, la necesito, ¡estoy escurriendo por tenerla dentro!
FC: Eso es, que buena niña, ¡aquí está tu premio!
Me tomo del hombro y me ensarto riquísimo, no sé porque o talvez fue mi imaginación, pero ahora los sentía ms duro y grande, él se movía riquísimo, me jalaba el cabello y me daba de nalgadas, ¡yo solo gemía al recibir su tunda y me movía un poco ya que continuaba con un pie arriba y el otro abajo!
K: ¡Ah!! ¡Si así, uhm, ah!!
FC: ¡Que rico, toma, toma mi verga!
K: ¡Que rica verga papi, ah!
FC; Me encanta cuando hablas así, ¡uhm!
Subí mis dos piernas en ese sillón y me incliné más adelante, arando as mis nalgas, eso le daba más placer a mi nuevo amante, ¡y me la metía más rico!
Yo ayudaba también meneando mis caderas y haciéndome para adelante y para atrás, que rico momento pasábamos.
K: ¡Que rico, ah, uhm!
FC: Me excita como gimes bebe, ¡ah!
K: Métemela, uhm, que rico, cógeme, ¡cógeme!
FC: ¡Sí, eso es, pídemela, pídemela amor!
Me empine loma ms que pude, mi cara chocaba con el respaldo de ese sofá mientras Fernando me embestía riquísimo, me daba de nalgadas, luego se quedaba quieto y yo solita movía mi cadera, movía mi pelvis y mis nalgas, quería hacerlo feliz, ¡quería que gozara!
Me tomo dela mano y me arrodillo, yo gustosa bajé a su dura verga que ya tenía mis fluidos y comencé a mamársela nuevamente, esta vez sin pena y más apasionada por su verga.
Se la lamia desde los testículos hasta su punta, luego la succionaba y succionaba todos los fluidos que tenían, la mordía suave, ¡me quedaba solo chupando la cabecita y el solo gemía y disfrutaba de mis chupadas!
FC: ¡Ah! que rico, uhm, ¡que excelente mamada!
K: ¡Mmm! ¡Que rica sabe uhm!
FC: ¡Eres fuego puso nena, ah!!
K: Ya vez, ¡aprovecha tu suerte!
Me tomo de la nuca y empezó a follarme la boca, me ahogaba con velocidad, pero yo disfrutaba sentir como tocaba mi garganta, le apretaba sus duras nalgas de hombre, ¡él me tomaba de las orejas y con desesperación continuaba cogiéndome la boca!
Me puso de pie luego de ahogarme un buen rato con su duro pene y nos besamos de lengua el pudor ya no existía, ¡ahora él se sentó en el sillón raro y yo empecé a darme de sentones!
FC: Que rico nena, ah, ¡eso ensarte sola ah!
K: ¡Ah!, ¡uhm, que rico!
FC: ¡Maravilloso, muévete nena muévete!
K: ¿Así nene, así?
Estaba sacando mis mejores movimientos, mi marido no toleraba mucho eso, se venía luego, luego, pero Fernando me estaba dando batalla y me estaba cogiendo rico, tolerando todo lo que hacíamos, la verdad quería ser su funda por siempre.
Me di vuelta y subí en él, mientras nos besábamos como locos, lo cabalgaba riquísimo, que rico sentía su dureza, me mordía las tetas el cuello, yo lo mordía hasta casi sangrarlo, pero el resistía y me permitía eso y más, le arañaba su espalda, ¡le jalaba los cabellos mientras el movía rico su pelvis pata dejarme sentir toda su dureza!
FC: ¡Me voy a venir bebe!
K: ¡Si!  vente, ¡termina dentro otra vez!
FC: Si, ¡lo quieres dentro!
K: Si, vamos, sácala, lléname de ti, ¡ah!
De pronto su semen caliente me inundo, el orgasmo fue riquísimo, nos besábamos, gemíamos, ¡respirábamos acelerados disfrutando el placer que habíamos obtenido!
K: ¡Que rico, ah!! ¡Dios, ah!!
FC: Nena, uhm, ¡esto es magnífico!
Reposamos el orgasmo pegados besándonos, luego vi la hora y noté que ya eran casi las 3 de la tarde y tenía que irme, ¡así que me fui al baño a enjuagarme!
No pasaron ni cinco minutos, cuando estaba bien metida limpiándome, ¡nuevamente Fernando apareció tomándome por atrás y con su verga dura para coger más!
K: ¿Es en serio?
FC: Lo siento mi amor, ¡pero él está poseído por ti!
K: ¡Ah! ¡Pero, ah!! ¡Ya me tengo que ir!
FC: ¡Ahorita te llevo rápido, uhm!
¡Metía y sacaba su verga mientras yo estaba reclinada apoyada en la pared!
Me tomaba las nalgas y me la metía fuerte y rico, mi cabeza casi chocaba con la pared, así que me di vuelta y apoyándome de unos fierros que sirven para colgar toallas, ¡me apoye en ellos y el me cargo metiéndomela riquísimo!
K: ¡Me encanta, ah!!
FC: ¡Te cogería todo el día nena!
K: ¡Si, ah! ¡Uhm!, ¡Mmm!, ¡mas, dame más!
FC: ¡No que ya te ibas, jajá!
Me dio la vuelta y yo me agaché empinándome delicioso para él, mis manos tocaban el suelo, el tomándome de la cintura me la metía fuerte y rápido, yo gemía, el agua nos mojaba a ambos, que puta me había vuelto ese día, ¡jamás cogí con mi marido como lo estaba haciendo con Fernando!
FC: Que nalgotas, me encantan, ¡quiero que seamos amantes!
K: ¡Ah! ¡Si mi amor, cogeré contigo cuando gustes!
FC: ¿Neta?, uhm, oye, ¡te comes mi leche!
K: Si, papi, ya te vas a venir, ¡uhm!
FC: ¡No! ¡Pero te la daré en tu boca!
Fernando continuaba moviéndose con fuerza, jalándome el cabello y apretando mis muslos, yo me movía hacia delante y atrás, movía en círculos mi cintura, que rico sabía que pronto llegaría nuevamente!
K: ¡Ah!!, me corro amor, ah!!
FC: Si nena, vente, vamos, ¡ah!
Empecé a venirme en liquido como hace tiempo no lo hacía, mis gemidos y gritos hacían eco en el baño, ¡Fernando seguía duro y metiéndomela con fuerza!
En eso Fernando respiro acelerado y sentí como se inflaba pensé que no lograría sacarla, ¡pero la saco y me arrodillo y puso su verga en mi cara y empezó a venirse!
FC: ¡Ah!! ¡Comete mi leche nea, ah!
K: ¡Uhm, agh, uhm!!
Su leche me llenaba la cara y la boca, su sabor no era desagradable, le chupaba la verga mientras ella seguía expulsando semen, ¡yo disfrutaba de estar roseada de su blanca leche!
FC: ¡Si, uhm, no sabía que fueras tan caliente!
K: Hay muchas cosas que no sabes, ¡uhm!
Una vez que termino de sacar su rica leche, me levante y lo bese, embarrándolo de su fluido, ¡pero el solo se rio y disfrutamos de un rico beso debajo del agua!
Una vez que terminamos, me vestí rápidamente y el también, salimos como si nos estuvieran correteando, eran casi las 4 de la tarde y mis hijos ya estaban en casa y no sabían de mí.
Fernando me dejo cerca de mi casa, ya que no quería que me vieran llegar con él, creo que estuvimos como 3 horas cogiendo o cuatro, no lo sé bien, pero el chiste es que la verdad me encanto, de hecho, ese día se acabaron las discusiones con mi marido, talvez por remordimiento o no sé, pero lo que si paso es que algo nuevo en mi estaba naciendo!
Les confieso que a partir de ese día me volví amante de Fernando y cada que podía me veía a escondidas con él para pasar un rico momento sexual con él.
¡Pero él no fue el único hombre con quien me metí, si me dan confianza y me atrevo, más adelante les contare algunas otras infidelidades, ya que el estar con Fernando me desato una bestia sexual que tenía dentro y hasta el día de hoy no puedo controlar!
Kali<3

5 comentarios - Mi infidelidad con Fernando 2

DIOCLAU79 +1
Muy bueno!!!!!!!!!!!!! Por mas relatos
ld_beck +1
Buen relato... Me dejaste al palo...!
dantraloco +1
Buen relato, van ocho puntos.