Estaba loco por mi prima y terminé con su madrastra (FINAL)

Dani me fusiló con la mirada y se paró para darme una fuerte cachetada, alzó con rabia la voz hacia mí y también le gritó a su madrastra. Sus palabras no fueron dulces y se encerró en la habitación tras un fuerte portazo.


Mi tía y yo nos reímos, en la sala ya no quedaba público para seguir ofreciendo nuestro hermoso espectáculo así que nos fuimos a su habitación. La situación había puesto a mi tía como nunca antes había llegado a verla, exhalaba sexo por cada poro de su piel, ver a su esposo como un imbécil dando las gracias mientras su esposa le llenaba la cara de semen de otro hombre era definitivamente algo muy fuerte, a ella le había encantado y a pesar de la vergüenza, y de que me sentí un poco mal, no me arrepiento de haberlo hecho. Primero porque así era el plan que teníamos y segundo porque esa mujer estaba calentísima y pidiendo verga a gritos.


Llegamos a la habitación y mi tía se fue directo al clóset, buscó entre la ropa y me sonrió traviesa mientras enseñaba la prenda que ahora tenía en la manos. Vi lo que parecía ser un bonito baby doll negro y me quedé esperando mientras iba al baño a cambiarse.


Cuando regresó perdí el habla por un momento. La zorrita se había puesto nada más y nada menos que el vestido que mi prima había usado la noche del grado. Supo al instante que me había encantando la sorpresa y se acercó para susurrarme al oído.
-Te gusta cómo me queda sobri?


La mire con deseo, no quería ni siquiera quitárselo. Se veía hermosa así como estaba, me ponía un montón verla con ese vestido que tan buenos recuerdos nos traía a ambos. Pasó su mano por mi pecho, me acaricio con delicadeza y lentamente caminó por hacia la cama mientras meneaba el culo para mi, se subió y con sensualidad se puso en cuatro, de inmediato el vestido se subió y mi tía se divertía al ver mi vista clavada en su empanada pero estaba equivocada, mis ojos miraban un poco más arriba.


Mi cuerpo se movió hacia ella por mero instinto, lo que se me ofrecía en frente generaba una fuerza de atracción que era irresistible para mi y para cualquier mortal. Entendí que me encontraba frente a un agujero negro, el agujerito de mi tía, que se manifestaba en todo su esplendor y de a poco iba atrayendo el cuerpo de su sobrino. Las primeras víctimas fueron mis dedos, que en la etapa de exploración se perdían uno a uno en ese magnífico cuerpo de categoría universal, después el turno llegó para mi boca, saboreando ese hermoso agujero de puerta color rosa cuya sensación al gusto definitivamente provenía de otra galaxia.


Había perdido ya la noción del tiempo en aquel cuerpo celeste, y cuando llegaba el turno de introducir la sonda; en el horizonte divisé lo que parecía ser un cuerpo extraño, giré la cabeza para proceder a la identificación y resultó ser una especie más que conocida y previamente explorada. El espécimen corrió y buscó refugio en su habitación escapando a mi vista.


De inmediato me paré y fui detrás de Dani, llegué a su habitación y estaba cubriendo su rostro con la almohada, recorrí su cuerpo con la mirada y encontré los botones de su pantalón desabrochados. Algo estaba haciendo la primita mientras nos miraba.


La había excitado de una manera a la que no estaba acostumbrada, ella es la típica chica que está buenísima y todos corren detrás de ella pero esta vez no habíamos hecho más que utilizarla, no quiso seguir jugando y pasamos de ella, mi tía y yo eramos ya unos jugadores expertos y esta partida no requería de terceros. Dani se sintió rechazada, su cuerpo irresistible para nosotros era prescindible, quiso ver qué tanto hacíamos sin ella, no se aguantó las ganas y fue a observar un poco, y lo que vio la sorprendió tanto, la excitó tanto, que la chica que siempre tiene un hombre para ella terminó masturbándose escondida detrás de la puerta, buscando satisfacción en la fantasía de otros,


Quité la almohada que le cubría y acomodé su cabeza contra mi pecho desnudo, la sentí llorar y le ofrecí una sincera disculpa por todo lo que había pasado, por lo que la habíamos hecho ver, hacer y convertirse en cómplice.


La terminé de subir sobre mi cuerpo, la abracé con fuerza y le besé cariñosamente la frente, como quien besa la cabeza de un niño que se acaba de lastimar para hacerle sentir que todo esta bien y no hay necesidad de llorar.


En ese momento Dani abrió los ojos, miró directamente a los míos y lo hizo de una forma en la que nunca antes lo había hecho, acarició mi rostro y con ternura me dijo que me amaba. Lo dijo lentamente, me abrazó, levantó nuevamente la cabeza y lo dijo otras tres veces para que no me quedara duda de lo que decía, Nos fundimos en un beso digno de final de película romántica, por fin Dani decía las palabras que yo tanto había soñado, nos besamos por cuarta vez y una conocida voz interrumpió la escena.


- Yo también te amo sobri, te amo y no me importa compartirte así como tu me compartes


Dijo esto y se lanzó con desesperación a besarme, nuestras lenguas jugaban con pasión y de repente era la boca de mi prima la que se mezclaba con la mía. La escena había pasado a ser una sana competencia para definir cual de las dos me besaba mejor, mi corazón estaba a rebosar y mis chicas totalmente entregadas a mi.


Ninguna quería dar su brazo a torcer en la competición, sus besos se hacían más intensos y más largos para no dejarme degustar de la otra, hasta que en un momento, de tanto forzar los besos y el ir y venir, las tres bocas se encontraron y las lenguas se rozaron entre sí, disfruté del momento y las acerqué para que no escaparan de la situación, aceptaron gustosas y el festival de saliva era todo un espectáculo, sus bocas ya buscaban una la de la otra, y yo mentalmente me daba la bendición mientras agradecía por tanto.


Tal vez fue la tensión acumulada por tantos años entre ellas dos, tal vez realmente me amaban o tal vez fue el desenfreno de aquella noche, pero se empezaron a comer la boca de una forma brutal, parecían hacerse el amor con la lengua, los besos escapaban a los labios y llegaban hasta la oreja. Se besaban y se acercaban con fuerza, buscando el calor que se habían negado por tantos años y ahora lo encontraban y deseaban.


Las prendas comenzaron a caer por el suelo y los besos se hicieron cada vez más diversos. Mi tía y mi prima disfrutaban tanto de sus cuerpos que se olvidaron por completo de mi, yo no quería interrumpir la escena que no solo era sexual, era una hermosa manifestación de amor reprimido que se liberaba con furia, era todo un espectáculo y, sin darme cuenta, ya me estaba haciendo una riquísima paja frente a ellas.


Las chicas finalmente reaccionaron y Dani dijo


-Primito, cómo te vas a hacer la paja si estamos nosotras para consentirte?


Volvieron su boca nuevamente a la mía, sus besos se sentían ahora más calientes y la respiración más agitada, se miraron con complicidad y bajaron juntas a besarme donde más me gustaba.
No fue una mamada bestial, de hecho no fue una mamada, fue una excusa para seguir besándose pero sin dejarme al lado, el beso seguía siendo triple pero mi boca había sido reemplazada por el glande. Las chicas estaban como locas y se tocaban cada vez con más fuerza.


Acosté a mi tía en la cama de Dani, le agarré las tetas y las chupé con fuerza, sus largos pezones estaban durísimos y sabían delicioso, recorrí su vagina con la verga y el calor de sus jugos se sintió al instante, la humedad permitía deslizar con facilidad y me entretuve restregando la zona. A ella le encantaba.


Dani no quería poner el juego en pausa y de inmediato acomodó su conchita en la la cabeza de mi tía, prácticamente se sentó en ella y lanzó su cuerpo hacia adelante para buscar la de ella, formaron un hermoso 69 entre ambas y yo sentía como la lengua de mi prima me rozaba el glande mientras literalmente se comía a mi tía.


No aguanté más y me vi en la necesidad de cogerme a mi tía, las chicas ofrecían un espectáculo sin igual y yo no me quería quedar por fuera. Bastó tan solo con hacer un poco de presión y la vagina de mi tía me succionó por completo, se nota que quería verga desde hace rato y ahora la estaba recibiendo gustosamente.
Empujé con fuerza mientras Dani seguía comiéndole el botoncito a a la esposa de su papá, tomé una de sus manos y la invité a acariciarme los huevos. Lo hizo con gusto hasta que decidió chupármelos ¡Dios mío!


Me estaba cogiendo a mi tía, mientras ella le chupaba la concha a mi primita y mi prima me chupaba los huevos a mi.


Me pellizqué con fuerza, quería asegurarme que todo esto no se trataba de un sueño. En ese momento una fuerte revelación se hizo presente en mi.


Estaba loco por mi prima y terminé con su madrastra…haciendo el amor en familia.






FIN.