Sergio... efectosexo... alter ego.
Aquí soy el otro Yo, el personaje que nadie conoce, el que se hace cargo y nó...
El que les cuenta sus inicios en la niñez y el que les deja sus comentarios fuertes...
El que les postea porno y se complace en mostrarles y ser parte de sus mas intimos placeres; porque en cada uno de ustedes se repíte el mismo modelo ... el personaje reprimido allá afuera , aqui juega un juego de adultos que consiste en mostrarse y ser evaluado, en darse a conocer y encontrar gente afín a los mas instintivos y naturales deséos...
A mi por ejemplo, me pasa que me complazco viendo/espiando tipos desnudos, porque como les relaté anteriormente... mi despertar sexual fué a muy corta edad viendo/espiando a los varónes mas cojedores de mi entorno...
Sin querer, jugando ... perdí la inocencia recibiendo un caudal de placer tan infinito que hasta el dia de hoy puedo recrear al detalle por lo fijo que quedó en mi ser esas visiones sexuales contundentes, exquisitas...
Y a esa edad me comencé a preguntar en que consistia ese placer tan contagioso que experimentaban las hembras al ser penetradas sobretodo cuando las oía jadear como si doliera pero las escuchaba rogar que no se detuvieran.
Las envidiaba, y comprendia que ese summun de placer se lo proporcionaba "el pene", el pito, el pitulin... ese órgano que a los once años luce atrofiado a comparación de una verga ya desarrollada y bien curtida.
Me dediqué después a espiar a otros varónes....
Y ése era mi ultra secréto, no lo compartía con nadie, me lo guardaba para mi y cada vez que lo hacía y lograba conocer la intimidad de un hombre adulto experimentaba un éxtasis elevado al paróxismo.
El primero fué José, un sobrino péon de la estancia donde mi tio Chacho era el encargado. Me trepé a un arbol de magnolias cuyas rámas réctas me daban un buén camuflaje y una visión privilegiada a las duchas de los peónes y peticeros de campo por un ventilúz colocado sobre la pared contraria de donde estaban las regaderas. Esa tarde el primero en entrar fué el primo José con sus veintún años recién cumplidos, "El Benjamín" de la peonada, el amigo de todos, ése al que todos quieren... Yo lo admiraba, me gustaba tenerlo cerca para oler su aróma ágrio almizclado; ese olor que me hacía saber el potencial de esa hombría virginal que pedía a gritos ser explotada.
Yo me encontraba absolutamente inmóvil abrazado a la ráma con la vista fija en los movimientos que el primo ejecutaba para sacarse cada prenda, cuando se sacó la camiseta, estiró los brázos hacia abájo empujando el elástico de su ropa interior hasta casi mas allá de las rodillas dejando al descubierto su órgano sexual; un tubo de carne trigueña que se apreciaba pesada y resistente, con un capullo de carnd poderoso que hacia lo que podía por cubrír una fresa de carne rosada y húmeda tan firme que brillaba a la luz...
Él éra mio, en ese momento fué solo mío... Fué la visión mas sublíme, mas profunda e íntima , que llegó ta provocarme un estremecimiento tan increible que estuve a punto de caerme del árbol.
Con doce años todavía no definís un orgásmo pero la intensidad de la sensación es tan profunda que después; cuando ya sabés de lo que se trata identificás que aquellas sensaciones era tus "proto/acabadas"....
Continúa
Aquí soy el otro Yo, el personaje que nadie conoce, el que se hace cargo y nó...
El que les cuenta sus inicios en la niñez y el que les deja sus comentarios fuertes...
El que les postea porno y se complace en mostrarles y ser parte de sus mas intimos placeres; porque en cada uno de ustedes se repíte el mismo modelo ... el personaje reprimido allá afuera , aqui juega un juego de adultos que consiste en mostrarse y ser evaluado, en darse a conocer y encontrar gente afín a los mas instintivos y naturales deséos...
A mi por ejemplo, me pasa que me complazco viendo/espiando tipos desnudos, porque como les relaté anteriormente... mi despertar sexual fué a muy corta edad viendo/espiando a los varónes mas cojedores de mi entorno...
Sin querer, jugando ... perdí la inocencia recibiendo un caudal de placer tan infinito que hasta el dia de hoy puedo recrear al detalle por lo fijo que quedó en mi ser esas visiones sexuales contundentes, exquisitas...
Y a esa edad me comencé a preguntar en que consistia ese placer tan contagioso que experimentaban las hembras al ser penetradas sobretodo cuando las oía jadear como si doliera pero las escuchaba rogar que no se detuvieran.
Las envidiaba, y comprendia que ese summun de placer se lo proporcionaba "el pene", el pito, el pitulin... ese órgano que a los once años luce atrofiado a comparación de una verga ya desarrollada y bien curtida.
Me dediqué después a espiar a otros varónes....
Y ése era mi ultra secréto, no lo compartía con nadie, me lo guardaba para mi y cada vez que lo hacía y lograba conocer la intimidad de un hombre adulto experimentaba un éxtasis elevado al paróxismo.
El primero fué José, un sobrino péon de la estancia donde mi tio Chacho era el encargado. Me trepé a un arbol de magnolias cuyas rámas réctas me daban un buén camuflaje y una visión privilegiada a las duchas de los peónes y peticeros de campo por un ventilúz colocado sobre la pared contraria de donde estaban las regaderas. Esa tarde el primero en entrar fué el primo José con sus veintún años recién cumplidos, "El Benjamín" de la peonada, el amigo de todos, ése al que todos quieren... Yo lo admiraba, me gustaba tenerlo cerca para oler su aróma ágrio almizclado; ese olor que me hacía saber el potencial de esa hombría virginal que pedía a gritos ser explotada.
Yo me encontraba absolutamente inmóvil abrazado a la ráma con la vista fija en los movimientos que el primo ejecutaba para sacarse cada prenda, cuando se sacó la camiseta, estiró los brázos hacia abájo empujando el elástico de su ropa interior hasta casi mas allá de las rodillas dejando al descubierto su órgano sexual; un tubo de carne trigueña que se apreciaba pesada y resistente, con un capullo de carnd poderoso que hacia lo que podía por cubrír una fresa de carne rosada y húmeda tan firme que brillaba a la luz...
Él éra mio, en ese momento fué solo mío... Fué la visión mas sublíme, mas profunda e íntima , que llegó ta provocarme un estremecimiento tan increible que estuve a punto de caerme del árbol.
Con doce años todavía no definís un orgásmo pero la intensidad de la sensación es tan profunda que después; cuando ya sabés de lo que se trata identificás que aquellas sensaciones era tus "proto/acabadas"....
Continúa
1 comentarios - Sergio... Mr Hyde
Muy bien!! Te dejo sólo 10 puntos porque no puedo darte más