Capítulo 1:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3707593/Vacaciones-candentes-Capitulo-I-Las-putitas-culonas.html
Capítulo 2:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3712256/Vacaciones-candentes-Capitulo-II-Lecciones-con-la-enemi.html
Capítulo 3:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3716215/Vacaciones-candentes-C-III-El-plan-de-Josefina.html
Aquel jueves, era el umbral de todo lo que se avecinaba, nos habíamos quedado con Josefina y Axel en el baño, ambos jóvenes completamente desnudos. Ella se había apegado a la pared, abriéndose bien de piernas, levantado su colita y separando con sus manos esas nalgotas. Indicándole al muchacho que su lección ese día, era darle sexo oral, comerle la vagina y el culo.
Axel, tenía la polla muy dura, si bien sus sentimientos por Ignacia eran verdaderos, no podía resistirse a Josefina, ella lo estaba volviendo loco. La muchacha rubia, esperaba con ansias que le devoren su chochito y luego su culito, al mismo tiempo, fantaseaba con la verga del joven, -por la cual babeaba y se derrite-, cuando veía que se acercaba a ella.
El muchacho, se hinco y miro aquel coñito que ya chorreaba unas gotas, lentamente se fue acercando, tenía un olor que solo le generaba más afán. Josefina cerro los ojos brevemente, ya que, al sentir aquella suave lengua en su vulva, hizo que los abriera y soltara un gemido.
J: Oooohhh... Vamos... Come tu postre...
El joven, ya había saboreado antes el sabor de los jugos de la rubia, pero comerle la vagina era otra cosa, la sensación ya era diferente y eso hacía que todo lo fuera, le gustaba como sabia ese coñito, era muy apetitoso y continúo dando unos lambidos gentiles, que provocaban más a la rubia.
J: Oooohhh... Mmmmhggg... Que ricooo...
No había pasado ni un minuto y la comida de coño que le estaba dando Axel, era muy tierna, pero estaban haciendo tiritar a la muchacha, sentía como sus piernas estaban débiles y que un gran orgasmo estaba cerca. Josefina no comprendía el motivo del por qué, ese joven, era capaz de hacerla sentir débil y frágil, ninguno de sus anteriores amantes sexuales, le había provocado aquello, ni siquiera los más experimentados, por eso no quería que Axel e Ignacia, tuvieran sexo, porque lo más probable que su gemela sintiera lo mismo que ella y le iba a reventar al muchacho.
Axel, acerca sus dedos a la vagina y comienza a jugar con el clítoris, mientras metía su lengua dentro del chochito, Josefina estaba rendida, convencida que ningún otro hombre iba a despertarle aquella actitud de sumisa, que estaba tomando. Ella siempre le había gustado dominar, aquello se reflejaba en su vida diaria, con sus padres, con sus hermanas y para que mencionar con los hombres que tuvo sexo. Una vez por solo capricho hizo que uno le lambiera los pies o a otro, lo hizo poner en cuatro, mientras le metía un consolador por el ano. Pero esas ideas no se le cruzaban con Axel, al contrario, quería que él fuera quien la humillara y la tratara como una perra.
J: Ooohh... Ooohhh... Mmmm... Axel... Continua asííí... Por favooor… Mmhgg...
Poco a poco, el muchacho comenzaba a aumentar el ritmo de la comida de coño que le daba a la rubia, está ya se había corrido dos veces y estaba muy cerca de tener su tercer orgasmo. Axel, no sospechaba de lo que estaba haciendo y provocando, creía que era parte del juego de la rubia, hacerle creer que era muy bueno, pero en realidad no lo era. Sin embargo, aquel pensamiento, comenzó a cambiar cuando una Josefina sin fuerzas, cae al piso y trataba de respirar, algo preocupado, el joven deja de comerle el coño y le pregunta.
A: ¿Te encuentras bien?
J: (Respirando muy rápido) Sí... Po... Po... Por... Fa... Favor... Vuel... Ve... A... Co... Co... Merme... El... Co... Ñooo...
Axel, volvía a su labor, pero ya no con el ritmo feroz que tenía, sino con uno similar al principio, estaba confundido, ¿en verdad era tan bueno? Josefina, por su parte, volvía a gritar de placer y por segundos se quedaba muda, la voz ya no le salía, pero luego volvía con mucha fuerza. El muchacho afirma sus manos en las nalgas de ella, ese toque solo provoco otro orgasmo, ya había perdido la cuenta de cuantas veces se había corrido, pero de algo estaba segura, era el mejor sexo oral de su vida.
J: Mmmhhh... Uuuff... Ooohhh... Axel... No... No... No... Pares... Aaahhh...
Él solo seguía las instrucciones de quien consideraba su mentora, por la experiencia que tenía en el sexo y era la encargada de enseñarle a cómo complacer a una mujer e Ignacia. Continuo con esa labor, hasta que dejo de escuchar a Josefina y sentía que había dejado de respirar, asustado se levanta y va a mirarle la cara, la muchacha estaba viva, solo que había estado experimentando múltiples orgasmos y necesitaba descansar un rato.
Axel, la ayudo a sentarse, él se quedó a su lado, la jovencita rubia, se daba cuenta de que siempre lo había odiado sin motivo. Pensaba en lo que perdió por no haberlo dejado entrar a su vida, tal vez él se hubiera enamorado de ella y en ese momento, las cosas para ambos iban a transformarse especiales. Pero la realidad era otra, sabía que ese joven no iba a perdonarle el desprecio que le transmitió y que era imposible competir con su hermana, todo su maravilloso plan, se había ido a la basura, ya no quería esperar hasta el viernes, quería que la cogiera en ese mismo momento.
Sin embargo, sentía que debía resistir un poco más, solo un poco, para que evite desmayarse al sentir aquel pene entrando dentro de ella.
A: Josefina, ¿quieres que acabemos?
J: No... (Aun recuperándose)
A: Es que, no te ves muy bien y creo que lo mejor es que descanses.
Ella con la fuerza que tenía, se acerca al muchacho, quien solo ve como una débil Josefina, trataba de tocar su rostro y robarle un beso. Pero la rubia, solo rozaba los labios de Axel, él, sentía que ese gesto no era un simple capricho, a pesar de todo el sufrimiento que había pasado por culpa de la joven, él no la odiaba y en ese momento de fragilidad de ella, no quería parecer descortés ni tampoco un cretino que se burle de ese pobre esfuerzo. Así que la abraza, provocando que ella apegue sus labios a los de él y con esto la muchacha logre su objetivo.
Josefina, introducía su lengua dentro de la boca del joven y comienza a besarlo con desesperación. No comprendía por qué el muchacho había hecho eso, pudo haber sido él quien la bese, pero en vez de eso le dio una pequeña ayuda, para que fuera ella quien diera aquel beso y así pueda presumir con orgullo, que lo había logrado. Miles de sentimientos y emociones se le cruzaban, se sonrojaba por lo bien que se sentía aquel intercambio de salivas, pero se sentía mal por todo el daño que había causado.
Percibía que había recuperado algo de fuerza durante el beso y se separa del muchacho, algo avergonzada y muy confundida.
J: ¿Por qué?
A: (Confundido) ¿Por qué? ¿De qué?
J: (Lo mira fijamente a los ojos) ¿Por qué, eres tan bueno conmigo? ¿Por qué no me odias? Si te he hecho tanto sufrir...
El joven, no comprendía a qué venía aquella escena, pero no iba a quedarse callado, suspira y la mira sonriendo.
A: Antes de venir a esta casa, claro que te odiaba, te detestaba con toda mi alma. Pero, cuando llegué y comenzamos a compartir juntos, fui comprendiendo que no eras tan mala como imaginaba, al contrario, me di cuenta de tu lado bondadoso y tierno que ocultas en un carácter de puta.
J: (Ríe) En verdad eres un tonto... Yo no soy buena, ni bondadosa o tierna... Te estaba utilizando, no ayudándote... Involucre a mi juego a Diana y a Alessandra con chantajes... Tenía planeado a que solo fueras mío y hacer que Ignacia te odie...
A: Ese es tu carácter de puta, pero al lado que yo me refiero, es la chica alegre y traviesa de las lecciones, cuando me estas enseñando, siento esa bondad y ternura que te hable y que incluso expresas ahora. Ese lado hace que todo el dolor del pasado se esfuma, porque siento que esa chica me gusta, no como me gusta Ignacia, pero si para ser amigos.
J: (Traga saliva y algo emocionada) ¿Cómo puedes considerarme tu amiga? ¿A caso no comprendes? Soy una hija de puta y he hecho cosas muy malas...
Mientras decía eso, observa que el muchacho tenía una pequeña mancha morada y algo azulara en su espalda.
J: (Botando unas lágrimas) ¿Recuerdas cuando te asaltaron?
A: Sí, fue una experiencia traumática que no se puede olvidar de forma fácil, pensé que iba a morir.
J: Bueno, yo mande a que te asaltaran y te golpearan tan fuerte... Sabiendo eso, ¿aun sientes que te gusto o quieres ser mi amigo?
Aquello genero sorpresa en el joven, pero lo que él pensaba, no cambiaba.
A: (Sonríe) Sí... Y a este lado me refiero, normalmente no lo confesarías, pero fuiste sincera, aceptando las consecuencias, ya sean positivas o negativas.
Axel, comienza a acercarse a Josefina, quien confundida no comprendía lo que el joven hacía.
J: ¿Qué haces?
A: Siento mis labios secos y creo que los tuyos también lo están, por tanto hablar y creo que lo mejor es un beso en estos momentos.
Ella no iba a oponerse, quería que él le haga lo que desee y aquel beso, en donde sus lenguas se cruzaban y sentía que el muchacho le muerde la boca, la excitaba de nuevo. El recorrido por su piel que él hacía con sus manos, la volvía a llenar de deseo y pasión. Era el momento en que ella pague por sus errores y solo se le ocurrió una forma de hacerlo.
A: (Suspira) Deberías dejar salir más tiempo este lado tuyo.
J: (Se muerde los labios) Cógeme.
A: (Sorprendido) ¿Qué?
J: (Mira el pene de Axel) Quiero que me cojas bien duro con esa polla que tienes y me hagas pagar por todos mis errores.
La rubia, abraza el cuello del joven y lo besa, recostándose ambos en el suelo, se tocan el cuerpo. Axel recorre la figura de la muchacha y se detiene en esas gordas nalgas, las cuales aprieta fuerte, Josefina hace lo propio y se detiene en el miembro del joven, tomándolo con sus dos manos, lo soba suavemente.
J: ¿Quieres qué te guíe hasta mi coñito?
A: Sí, pero también quiero que me ayudes a meter mi pene en tu coñito... Porque tengo una mezcla de sentimientos y no sé qué es lo que haga.
Josefina, sonríe coquetamente y se lleva su dedo índice a la boca, -ya que tenía un poco de esperma- lo lambe de forma provocativa.
J: Que rica es tu lechita, no me canso de su sabor, quiero más de ella.
A: Tendrás toda la que quieras.
J: Hace una semana que no cojo con un hombre... Sé que esto va a ser muy bueno.
Ella se pone encima del joven y al sentir como la polla de él chocaba con su vagina, la volvía más loca, no sabía si iba a ser capaz de resistir, pero ya no podía arrepentirse. Nerviosa, como si fuera su primera vez, se fue sentando en la polla erecta de Axel, sentir como comenzaba a entrar, hizo que pegue un grito.
J: Ooooohhhh... Mmmghhh... Que polla... Solo he metido como dos centímetros de ella, pero ya siento mi coñito abriéndose más de lo normal...
A: Josefina, ¿estás segura de continuar?
J: No tengo duda de eso, quiero toda tu polla dentro de mí... Aunque me duela después el coño.
Ella volvía a bajar unos centímetros y sentía que sus labios vaginales, se estaban abriendo mucho más de lo que imaginaba, era un sentimiento desgarrador pero placentero. La rubia mira hacia el techo, mientras suelta unos gemidos tras otros, mordiendo fuerte su labio inferior, siente como un nuevo orgasmo se acercaba.
J: Diooooosss... Que ricoooo... (Respira hondo) Solo llevo como 8 centímetros, pero ya me siento llena...
Josefina, acerca sus labios a los del muchacho, sabía que no iba aguantar mucho, era como el sexo oral, pero sentir esa gruesa polla dentro de ella, lo hacía mucho más satisfactorio. Le da un beso a Axel, para ahogar sus quejidos, levantaba su cintura y la bajaba, para poder ir introduciéndose más ese gordo pene, pero sus esfuerzos parecían en vano, no era capaz de meterse más de los ocho centímetros. La joven rubia mira con inocencia al joven, era el momento de dejar el mando y entregárselo a él.
J: No creo poder meterla más adentro... Es muy gruesa tu polla...
A: Por mí, así está bien.
J: No... Que yo no pueda, no significa que tú no lo logres.
A: ¿Qué quieres decir?
J: Toma el control y hazme tu perra personal.
A: ¿Tomar el control?
J: Sí... Sé que vas a hacer capaz de meterme todo ese gordo trozo de carne que tienes, adentro de mí.
Nuevamente se envuelven en un beso, mientras la muchacha se sacaba de su interior aquel pene que no era capaz de dominar. Después vuelve apegarse a la pared, separando bien sus piernas, abre con sus dedos sus labios vaginales, para facilitar la entrada de ese gran miembro. Axel, se acerca y con sus manos toma la cintura de la muchacha, mientras comienza a penetrarla, primero introduce 5 centímetros y la rubia, gemía con mucha energía, la retira y vuelve a penetrarla, esta vez llegando a los 8 centímetros que la jovencita no era capaz de superar, ella sentía que le faltaba el aliento, pero, un Axel determinado, vuelve a sacar su pene, para volver a penetrarla esta vez, introduciendo 10 centímetros, eso hizo que Josefina, sienta un gran placer y anhelo de poder ser penetrada completamente por esa gran polla...
J: Sííí... Mmmhhgg... Sigue asííí.. Por favor...
El joven comienza a mover su cadera, produciendo que su miembro juegue con todo lo que había en el interior de esa vulva, Josefina, no sentía sus piernas, pero eso no le importaba, el gozo que estaba teniendo era aún mayor.
J: Más... Más... Más... Máááásss... Aaahhh... Ooohhh... Sííí... Así... Mmmmhggg... Mááásss... Por favoooorrr... Dame mááás...
A: Oooh... Que apretado es tu coñito.
J: Aah... Aahg... Aaaahhh... Tu polla es muy gorda... Pero quiero más de ella...
Josefina iba inclinando cada vez más su cuerpo, mientras sentía que cada penetración era con más fuerzas. Axel, comienza a jugar con su dedo pulgar en el ano de la muchacha, sus sollozos eran tan fuertes que Diana y Alessandra los escuchaban desde la piscina, -ellas estaban en traje de baño, la hermana menor de las gemelas tenía puesta unas gafas de sol-.
Al: Oye Diana...
Di: (Tomando sol) Sí, si los escucho, ya quiero que Axel me tome y me haga suya.
Al: No, no es de eso lo que quiero hablar contigo.
Di: Si es por mi actitud, mejor ahórrate las palabras.
Al: Tampoco es de tu actitud... Es sobre lo que paso hace unos 7 meses...
Di: ¿7 meses?
La joven peliroja, ya no quería callar más su responsabilidad, sentía que, si no le decía en ese momento a Diana lo que hizo, más tarde iba a ser peor, con una voz algo quebrada, mira a su amiga con vergüenza.
Al: Cuando se filtraron, tus fotos desnudas.
Diana, se quita las gafas que tenía puestas y mira a su amiga algo confundida, la peliroja estaba a punto de revelarle su culpabilidad.
Di: ¿Qué pasa con esas fotos?
Al: Sé que es tarde, pero perdón... Fue mi culpa, yo tome y filtre esas fotos, entiendo si me odias.
Un sentimiento de rabia y angustia dominaba a Diana, pero los gritos de placer de su hermana mayor, le producía nuevamente cachondez, sentía que no valía la pena enojarse, por algo que ya había pasado.
Di: No te voy a preguntar el por qué lo hiciste o gastar mi tiempo odiándote... Pero... Eso no significa que te he perdonado, tendrás que pagar por lo que hiciste.
Alessadra, sentía algo de felicidad, pues, esperaba cualquier otra reacción de su amiga, menos esa.
Al: Aceptare cualquier castigo, con tal que me perdones.
Di: Ya pensaré en él, porque ahora solo quiero estar en el lugar de Josefina.
Mientras ocurría eso, Ignacia se encontraba en una tienda erótica, quería un atuendo especial, para el viernes que iba a tener. En el local, había 6 personas, además de ella, la cajera, dos vendedoras y tres compradores, de los cuales 2 eran hombres, la otra una mujer. Ella sabía que la miraban, principalmente sus nalgotas, pero no sentía atracción en los dos hombres, porque no eran maduros, quizás eran mayores a ella por unos 2 o 3 años. Sin embargo, si sentía algo de interés por la mujer, la cual desde que había entrado a la tienda, no había separado sus ojos del culazo de la jovencita rubia.
Aquella mujer, era de unos 35 años, cabello de color negro y corto, de tez morena, estatura aproximadamente de 1,66, de contextura intermedia, no era ni flaca ni gorda, tenía unos grandes senos, un culito pequeño, pero firme y sus ojos eran verdes, que engatusaban a cualquiera. Llevaba puesto un traje gris y una blusa escotada en el pecho, mientras la muchacha se paseaba en la tienda, ella la mirada desde los juguetes eróticos, Ignacia se decidía probar unos trajes y se va a los probadores, que se encontraban cerca de la sección de los juguetes, la joven putita, caminaba de forma sensual, sabía que provocaba a esa mujer y quería ver que tan lejos iban a llegar.
Estando cerca de ella, pasa a rozar su culo con el cuerpo de la mujer, hace que accidentalmente cae uno de los trajes que llevaba y se agacha mostrando todo su hermoso trasero a la madura, quien ya no aguantaba las ganas. Ignacia entra al probador, sonriendo y moviendo su culo de izquierda a derecha, la mujer madura, se muerde los labios, mientras tenía unos juguetes en sus manos, mira a su alrededor y ve que nadie miraba hacia ese sector, guarda uno de los juguetes en su cartera y abre la cortina del probador donde se encontraba la muchacha, esta tenía su faldita bajada y su tanguita en el suelo.
Se da vuelta sabiendo que la mujer madura, había entrado, la mira haciéndose la ingenua y con una voz traviesa le dice.
I: Usted es una mujer atrevida.
La madura sonríe por lo putita que era Ignacia, con sus manos en su espalda se acerca y le dice, "No te hagas la tonta, perra".
Ignacia sonríe con picardía y le responde.
I: No me hago la tonta, sé que vino aquí por lo zorrita que soy, pero reconozca que es una vieja pervertida, que ni siquiera se ha presentado.
La mujer, le susurra en el oído, su nombre, mientras que con una mano le agarra una nalga, lo cual sorprende y motiva a la joven rubia, aquella Milf, se llamaba "Sofía".
I: Un gusto conocerte Sofía, yo me llamo Ignacia.
S: Todo un placer conocerte Ignacia.
Sofía, continuaba son su mano en la nalgota de la joven, la cual manosea con delicadeza, se da cuenta de lo suave que es. Ignacia había quedado con muchas ganas después de ser interrumpida con Gastón, y a pesar de que solo había tenido experiencias sexuales con una sola mujer -su hermana Josefina-, deseaba hacerlo con la Milf ahí mismo.
I: Aah... Sofía, te estás aprovechando de mí.
S: Jamás había visto un culo, tan delicioso como el tuyo.
I: ¿Delicioso? ¿Quieres probarlo?
En ese momento, las dos se besan, consumidas de un sentimiento de lujuria, a Ignacia le gustaba como la mujer madura, le mordía la lengua y los labios, encontraba que lo hacía con una finura y a la vez de forma agresiva. La muchacha, lleva sus manos al redondito culito de la Milf, al hacerlo, roza la mano izquierda de la mujer que aún estaba en la espalda de esta, siente que tiene algo, pero la mujer astuta, saca su mano de la espalda y la lleva a la otra nalga de la jovencita, pero no la toca, sino que la azota.
De este modo, Ignacia se daba cuenta que lo que tenía Sofía, en su mano era un flogger, le había gustado la sensación de ser azotada y el beso se hacía más ardiente. La madura se quitaba la chaqueta del traje, en tanto la joven rubia muy impaciente le desbrochaba la blusa, todo aquello mientras continuaban besándose como locas.
I: Que grandes tetas tienes.
S: Son todas tuyas, perrita.
Ignacia, parecía hipnotizada por ese par de tetas, esos pezones duritos, se veían muy sabrosos, agarra con sus manos ambos senos y con sus pulgares, jugaba con los pezones de la mujer, la cual disfrutaba lo que le hacia la jovencita rubia.
S: Oooohhh... Eres muy traviesa, perrita.
I: (Coqueta) ¿Soy una chica mala?
S: Lo estas siendo, pero me gusta que seas así, nena.
La muchacha se acerca a esos voluptuosos senos y los besa, para luego comenzar a chuparlos.
S: Oooohhh... Sí, chupa mis tetas perras... Con esa rica boca que tienes...
I: Mmnngh... Nnhggg.. Gloopm... ¿Vas a tener ese flogger en tu mano de adorno?
S: (Sorprendida) ¿Quieres ser azotada, culoncita?
I: Goupl... Claro, he sido una chica mala, creo que merezco unos azotes...
Sofía no dejaba de sorprenderse de lo puta que era aquella muchacha, que en ese momento seguía comiendo las tetas de una manera espectacular. Decide consentir a la zorrita, dándole dos azotes con el flogger, en cada nalga, al sentir esos golpes, la jovencita rubia se emociona y mientras aumenta el ritmo de la comida de tetas, le desbrocha el pantalón a la madura. Aquella mujer tenía puesto una tanguita de encaje con perlas, las que estaban mojaditas, Ignacia se da cuenta de ellas, cuando quería jugar con el coño maduro, en vez de usar sus dedos, prefiere utilizar las perlas, la Milf lo gozaba.
Después se eso, la joven rubia, se apega en una pared y levanta su culo, Sofía se mordía el labio inferior y azota a la muchacha en las nalgas.
I: Oooohhh... Mmhggg... Sí, castígueme, azóteme... He sido una niña muy traviesa.
A la madura le volvía loca esa actitud de Ignacia, se acerca a ese gran trasero y comienza a comerlo, la muchacha quedaba gratamente sorprendida, ya que la mujer le comía el culo de una forma extraordinaria.
I: Oooohhh... Sííí... Hazlo así, Sofía... Aaahhgg...
La mujer retira un momento su rostro de aquella maravillosa cola y la vuelve azotar.
S: ¿Te gusta perra?
I: Aaahgg... Me encanta, como me azotas y me comes el culito...
Sofía volvía a introducir su cara en las nalgotas de Ignacia y continuaba con su comida de culo, mientras tanto, Axel continuaba penetrando a una débil pero eufórica Josefina. El muchacho tenía cargada a la muchacha, con sus manos en ambas piernas, mientras que ella sostenía las suyas en una pared.
J: Oooohhh... Mierda... Sigue metiendolaaaa... Uuughg...
A: Tu coñito aprieta cada vez más...
J: Jamás me he sentido tan llena... Ooohhh... Uuugggfff... Ooohhh... Y tu polla no ha entrado completa...
A: Solo te faltaron como unos 3 centímetros... Tampoco te sientas mal.
J: Uuuhhhggg... Ooohgmmm... Quería sentirla toda dentro de mííí... Nnghimmm... Sin embargo, si metes un centímetro mááásss.... Uuuggghhh... Siento que me vas a partir por completa... Aaaggghhh...
Josefina, tenía la boca bien abierta e incluso su lengua se encontraba bien extendida, ella inhalaba y exhalaba muy rápido, lo único que la mantenía consciente, era su espíritu y orgullo de puta, Axel, disfrutaba mucho del coñito de la joven rubia, le gustaba tener su gran polla dentro de ella y darle placer, pero estaba muy lejos de terminar.
J: Oooohhh... Ooohhhh... Dioosss... Eres un monstruo... Ooooohhh... Nnnhggg...
Regresando con Ignacia, ambas mujeres estaban extendidas en el suelo, la muchacha rubia, se encontraba comiendo el chocho maduro de Sofía, quien disfrutaba de ese sexo oral y cada vez que tenía la oportunidad, azotaba las nalgas de la jovencita, quien se excitaba más y le comía con más ansias el coño.
S: Oooohhh... Que putitaaa... Aahggg...
La mujer llegaba a su límite, teniendo un gran orgasmo, Ignacia saboreaba su boca cubierta por esos jugos, se acerca a la madura y la besa, mientras que sus piernas se entrelazaban y sus dos coñitos se rozaban el uno al otro.
S: Mmmfgghhh... Que rico.... Ooohhh...
I: Sí... Que delicia... Aah... Ahhh...
Ignacia comenzó a aumentar la velocidad y los roces se hacían más exquisito, ambas mujeres lo disfrutaban, pero Sofía recordaba el juguete que tenía en su cartera, la cual estaba cerca de ella, la toma y la abre.
I: Uuuhggg... Mmmhhhnnn... Que bien se siente... Eeehhh... Me encanta como tu coño maduro... Juega con mi joven chochito... Ooohhggh...
S: También me encanta, perrita... Nnnmmmh... Pero... Ggghhh... Quiero probar esto contigo...
La mujer saca de su cartera, el juguete que había guardado anteriormente, se trataba de un arnés doble de 20 centímetros con correa, Ignacia al verlo se emociona, deja de rozar ambas vulvas y se acerca al juguete que sostenía la mujer. Con sus ojos llenos de lujurias, se traga por completo un arnés y hace que la madura haga lo mismo con la otra parte, después de chuparla por un buen rato, la muchacha sonríe traviesamente.
I: La parte que me trague, tienes que meterlo en tu coño y la que tú tragaste, en mi culito.
S: Lo que desee perrita.
La muchacha ayuda a la mujer, a ponerse el arnés, Ignacia al ver como uno entraba en ese chocho maduro, sentía una ansiedad de ser penetrada, muy juguetona se extiende en el suelo, levanta su trasero.
S: Estás desesperada por ser penetrada, perrita.
I: No te imaginas cuánto.
Sofía agarra ambas nalgas y las abre, lambe el ano por unos minutos y luego le mete dos dedos, lo que enciende más a la jovencita rubia.
I: Ooohhh... Que rico se siente tus dedos...
S: Definitivamente tu culo es el más delicioso, ahora voy a cumplir tu deseo, perrita...
I: Mmm... La quiero toda dentro de mí...
La madura comenzó a penetrar a Ignacia, quien gemía con un gran placer, cada estocada era más profundo, la mujer lleva sus manos a las tetas pequeñas de la joven rubia y pellizca esos pezones duritos.
I: Ooohhhgg... Ooohhhmnnm... Sííí... Dámela todaaa... Aaagghhh... Mááás... Mááásss... Mááássss... Uuufgggff...
S: Que culazo y tetitas más sabrosa tienes... (La azota las nalgas)
Ignacia alentaba para que la azoten con el flogger, le encantaba aquello, pero también le gustaba sentir los enormes senos de su amante en su espalda, como subían y bajaban por el movimiento de caderas que hacían ambas, era una experiencia única y la estaba disfrutando. Así se mantuvieron por un buen rato, hasta que ambas llegaron al orgasmo, se quedaron extendida en el suelo.
I: Increíble...
S: Gracias por ser mi perrita de prueba, voy a comprar tanto el flogger como el arnés.
I: De nada...
S: (Sonríe, mientras agarra el culo de la muchacha) Deberíamos repetirlo.
I: Cuando quieras.
S: ¿Qué te parece mañana en la tarde? Tengo que dar unas clases en la Universidad en la mañana y luego estoy desocupada, perrita.
I: (Ríe) Así que eres profesora, con razón te encanta dominar... Dime, ¿a cuantas jovencitas de follas, para que aprueben?
S: Trato de mantener mi vida sexual fuera del trabajo, pero por lo menos lo que va del año, me he follado a 3 nenitas, para que aprueben... Y luego mis putitas, suelen ser las amigas de mi hija, pero ninguna ha sido como tú.
Las dos se besan, la Milf con sus manos en el trasero de la jovencita y ella con sus manos en la cabeza de la mujer, ese toque, excitaba a ambas.
I: Pensé que no tenías hijos.
S: Solo tengo una, de 18 años, se llama Daniela... La tuve en mi época donde estaba descubriendo mi sexualidad, tuve una relación estable con el padre de ella por unos años, pero siempre le era infiel con compañeras de la Universidad y al final terminé decantando por las putitas como tú...
I: Mmm... ¿Y tu hija es juguetona cómo tú?
S: No... Ella es más reservada...
I: Una lástima...
S: ¿Y nos volvemos a juntar mañana, perrita?
I: Eeehh... Tengo unos compromisos en tarde, pero si quieres nos juntamos en tu casa en la noche.
S: (Sonríe) Me parece, te doy mi dirección ahora mismo perrita, mañana voy a estar esperando con muchos juguetitos.
Las dos nuevamente se besan y se levantan para vestirse, Ignacia limpiaba los jugos del suelo con su braguita, Sofía al verla agachada, la nalguea.
I: Aah... Sofía...
S: Aquí tienes mi dirección.
I: Gracias... Por cierto, ¿cuál traje que me queda mejor?
S: (Se muerde el labio) A mí me gustaría verte, con ese vestido cortito de mallas, estoy segura de que ese culito se vería hermoso, en él.
I: (Sonríe) Gracias por la ayuda.
Las dos salen del probador, la mujer compra el flogger y el arnés, mientras que la muchacha el vestido de mallas sin costura ni tirantes. Salen de la tienda juntas y se despiden con un beso muy ardiente, Ignacia en su auto, ya quería que fuera viernes y disfrutarlo como la putita que era. Mientras en la casa, su hermana se había rendido, no había podido con la polla de Axel, el cual todavía no se corría.
J: (Suspira y boca abajo) Me duele mucho el coñito de tanto correrme y ser penetrada por tu pene... ¿Por qué tú no te has corrido? ¿No he sido suficiente buena para ti?
A: No digas eso... Me encanto estar dentro de tu coñito, pero... Quería complacerte de la mejor manera, porque eso quiere decir que estoy preparado para hacerlo con Ignacia, ha sido difícil, pero me he mantenido concentrado para no correrme...
J: (Sonríe) Creo que perdí mis encantos y habilidades de complacer a un hombre, entonces...
A: (Se acerca) No, aún tienes una buena arma para complacerme y derrotar mi concentración. (Pone su pene entre las nalgas de la muchacha)
J: (Muerde su labio inferior y mueve su trasero) Adelante, mi culito es todo tuyo.
A: Gracias... Prometo tratarlo bien...
El joven toma su polla y comienza a introducirla lentamente en ese ano que había sido un poco dilatado por su dedo pulgar. Josefina, no sabía si sería capaz de resistir aquella penetración, pero quería presumir con orgullo que fue la primera en recibir la descarga del muchacho. Tratando de controlar su respiración, un placer y dolor la dominaba, jamás había sentido su ano tan dilatado, lloraba de satisfacción.
J: Ooohhh... Mmmnnnhhh... Hhhhgfff... Aaaahhg.... Aahhhggg... Más... Métemela más... Profundo...
Ese gran culito, estaba cumpliendo con su objetivo, era apretado, caliente y la sensación de penetrarlo, algo único y espectacular, la polla de Axel estaba por la mitad, pero ya sentía que iba a correrse finalmente.
A: Diooosss... Que deleite es este culito...
J: Ooohhh... Mi amoooorrr.... Aahh... Aahhggg.... Es tan grandeeee... Uuufhhg...
Axel, al ver que la joven comienza a tratar de sacarse la polla de manera inconsciente, decide tomarle del pelo, jalarla hacia él y envestirla con fuerza, clavándole así todo su miembro de una estocada. Josefina, en vez de gritar con mucha fuerza, solo deja salir un suave gemido, mientras se corría una vez más y de sus ojos solo caían lágrimas.
A: Lo siento Josefina, pero yo sé que tú querías que lo haga, aunque te duela...
Para la sorpresa del muchacho, la joven rubia, comienza a mover su cadera con fuerza, sin perder el tiempo, Axel hace lo mismo, cada embestida era mejor que la otra, ese culo parecía haberse adaptado a su pene y el joven lo disfrutaba.
A: Que culo tienes... Que putita eres...
J: Ah... Ah... Más... Por favor...
El joven vuelve a tomarle el cabello a la rubia y lo jala hacia él, para poder besarla, Josefina, al sentir la boca del muchacho, volvía a reaccionar, había pagado sus pecados y ahora creía estar en el paraíso.
J: Más... Dame más fuerte... Eeehhff... Cógeme bien duro... Ooohhggg... Mi culito... Es tuyo... Solo tuyoooo... Mmmmgnnn....
Los dos nuevamente se envuelven en un beso apasionado, Axel juega un rato con los piercings de Josefina, ella le encantaba todo lo que le hacia su hombre, tener toda su polla en su culo, para ella era un premio, ser sumisa no era tan malo como pensaba.
A: Te encanta que te folle el culo, ¿verdad?
J: Aaahhhh... Mmmnhhh... Sííí... Me vuelve locaaaa... Mmnggg... Uuuugggfff...
A: A mí también me encanta... Estoy seguro de que el culo de Ignacia va a ser igual de rico...
Oír aquello, le producía celos a Josefina, porque sabía lo puta que su gemela y a pesar de estar complaciendo al muchacho, él no dejaba de pensar en ella.
J: Aaaaahhh... Aaahhhggg... Mmmnnhhh... Axel... Se siente... Nnngggg... Muy ricooo... Ooohhh... Ser tu puta... Mmmnnhhh...
Axel, siente que ya no puede más con ese culazo, pero antes de acabar, toma los brazos de la muchacha y comienza a embestirla con toda su fuerza...
J: Sííí.... íííí... Sííí.... íííí... Sííí... Mmnnnhhh...
Diana y Alessandra escuchaban esos gritos desde la cocina, ambas seguían en traje de baño.
Di: Pronto será mi turno.
Al: ¿Crees qué resistamos?
Di: Yo voy a dar mi mejor desempeño... Ah, y tú solo te vas a limitar a tomar fotos, no vas a follar con él.
Al: (Atónita) ¿Qué?
Di: Es tu castigo.
Al: Nooo... Cualquier cosa, menos eso.
Di: (Sonríe) Tú misma dijiste que ibas aceptar cualquier castigo…
Al: Lo sé, pero jamás pensé que ese sería mi castigo, por favor piensa en otro, puede ser tu putita, pero no me niegues la oportunidad de follar con Axel,
Di: Gracias, pero no quiero que seas mi putita, la decisión ya está tomada y es el mejor castigo, porque ya estas sufriendo.
Finalmente, el muchacho termina en el culo de Josefina, quien, de tanto placer, termino desmayada. Axel carga la joven y la llevo a la habitación de él, la deja en la cama, mientras él se quedaba sentado en el piso, tratando de comprender todo lo que había ocurrido. Había perdido su virginidad, no como lo tenía planeado o con la chica que deseaba, pero tampoco estaba arrepentido y esperaba que Josefina, comience a mostrar y actuar de la forma que tanto le gustaba, sus pensamientos son interrumpidos por el hambre, decide ir para la cocina a comer y beber algo.
Mientras se va acercando a la escalera, pensaba en Ignacia. Hablando de ella, justo en ese momento abre la puerta, Axel, al ver a su putita platónica subir al segundo piso, queda paralizado, no lo había visto con ese atuendo, se veía tan sexy, que comenzó a olvidar todo lo que había aprendido con Josefina y las palabras no le salían. Ignacia se da cuenta que el joven la miraba, pero seguía enojada con él, así que es ella quien lo ignora, aunque en su interior le alegraba que esa mirada llena de deseo hacia ella había vuelto.
Axel, solo veía como desaprovechaba una oportunidad, porque ya era libre del juego de Josefina, podía hablarle a su querida Ignacia y como había quedado la gemela de esta, sabía que podía complacerla, pero en ese momento las palabras simplemente no fluyeron. Caliente, baja a tomar un vaso de jugo y se lleva una fruta a su habitación, en donde una cansada Josefina, seguía durmiendo.
Viernes.
Después de unas horas, ya siendo las 4:00 am, Josefina abre lentamente sus ojos y al hacerlo observa a Axel a su lado, quien aún estaba despierto.
J: Axel... ¿Qué hora es?
A: Son como las 4 am...
J: (Bostezando) ¿Y por qué sigues despierto?
A: Vi a la Ignacia me calentó mucho... Pero fui incapaz de decirle o hacer algo... Ya que olvide lo que me enseñaste y siento que aún no estoy preparado...
La muchacha algo confundida, se sienta en la cama, entonces se da cuenta que el chico tenía entre sus manos su pene bien erecto.
J: ¿Cómo que te olvidaste de todo? Y ¿te estabas pajeando?
A: Cuando la vi, todo desapareció mágicamente, aunque trataba de hablar, no era capaz y ella me ignoro... Josefina (la toma de la cintura) Hagámoslo de nuevo, enséñame a cómo complacer a una mujer una vez más...
J: Noo... Aunque lo desee, no puedo, aún me duele todo mi coñito y creo que me rompiste por completo mi culito, ya que no siento el ano.
A: Entiendo... Pero tienes otro agujero, para por lo menos bajarme esta erección.
J: ¿Otro agujero?
A: (La besa los labios) Esta linda boquita... Ábrela bien grande.
Josefina se sorprendió de la iniciativa de Axel, le encantaba que él la domine. Aquella mezcla de seguir siendo la mentora, pero sumisa, la excitaba mucho, mordiendo sus labios, le hace caso y comienza a abrir su boca. Podrá la muchacha, ¿tragar por completo aquel pene?
http://www.poringa.net/posts/relatos/3707593/Vacaciones-candentes-Capitulo-I-Las-putitas-culonas.html
Capítulo 2:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3712256/Vacaciones-candentes-Capitulo-II-Lecciones-con-la-enemi.html
Capítulo 3:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3716215/Vacaciones-candentes-C-III-El-plan-de-Josefina.html
Aquel jueves, era el umbral de todo lo que se avecinaba, nos habíamos quedado con Josefina y Axel en el baño, ambos jóvenes completamente desnudos. Ella se había apegado a la pared, abriéndose bien de piernas, levantado su colita y separando con sus manos esas nalgotas. Indicándole al muchacho que su lección ese día, era darle sexo oral, comerle la vagina y el culo.
Axel, tenía la polla muy dura, si bien sus sentimientos por Ignacia eran verdaderos, no podía resistirse a Josefina, ella lo estaba volviendo loco. La muchacha rubia, esperaba con ansias que le devoren su chochito y luego su culito, al mismo tiempo, fantaseaba con la verga del joven, -por la cual babeaba y se derrite-, cuando veía que se acercaba a ella.
El muchacho, se hinco y miro aquel coñito que ya chorreaba unas gotas, lentamente se fue acercando, tenía un olor que solo le generaba más afán. Josefina cerro los ojos brevemente, ya que, al sentir aquella suave lengua en su vulva, hizo que los abriera y soltara un gemido.
J: Oooohhh... Vamos... Come tu postre...
El joven, ya había saboreado antes el sabor de los jugos de la rubia, pero comerle la vagina era otra cosa, la sensación ya era diferente y eso hacía que todo lo fuera, le gustaba como sabia ese coñito, era muy apetitoso y continúo dando unos lambidos gentiles, que provocaban más a la rubia.
J: Oooohhh... Mmmmhggg... Que ricooo...
No había pasado ni un minuto y la comida de coño que le estaba dando Axel, era muy tierna, pero estaban haciendo tiritar a la muchacha, sentía como sus piernas estaban débiles y que un gran orgasmo estaba cerca. Josefina no comprendía el motivo del por qué, ese joven, era capaz de hacerla sentir débil y frágil, ninguno de sus anteriores amantes sexuales, le había provocado aquello, ni siquiera los más experimentados, por eso no quería que Axel e Ignacia, tuvieran sexo, porque lo más probable que su gemela sintiera lo mismo que ella y le iba a reventar al muchacho.
Axel, acerca sus dedos a la vagina y comienza a jugar con el clítoris, mientras metía su lengua dentro del chochito, Josefina estaba rendida, convencida que ningún otro hombre iba a despertarle aquella actitud de sumisa, que estaba tomando. Ella siempre le había gustado dominar, aquello se reflejaba en su vida diaria, con sus padres, con sus hermanas y para que mencionar con los hombres que tuvo sexo. Una vez por solo capricho hizo que uno le lambiera los pies o a otro, lo hizo poner en cuatro, mientras le metía un consolador por el ano. Pero esas ideas no se le cruzaban con Axel, al contrario, quería que él fuera quien la humillara y la tratara como una perra.
J: Ooohh... Ooohhh... Mmmm... Axel... Continua asííí... Por favooor… Mmhgg...
Poco a poco, el muchacho comenzaba a aumentar el ritmo de la comida de coño que le daba a la rubia, está ya se había corrido dos veces y estaba muy cerca de tener su tercer orgasmo. Axel, no sospechaba de lo que estaba haciendo y provocando, creía que era parte del juego de la rubia, hacerle creer que era muy bueno, pero en realidad no lo era. Sin embargo, aquel pensamiento, comenzó a cambiar cuando una Josefina sin fuerzas, cae al piso y trataba de respirar, algo preocupado, el joven deja de comerle el coño y le pregunta.
A: ¿Te encuentras bien?
J: (Respirando muy rápido) Sí... Po... Po... Por... Fa... Favor... Vuel... Ve... A... Co... Co... Merme... El... Co... Ñooo...
Axel, volvía a su labor, pero ya no con el ritmo feroz que tenía, sino con uno similar al principio, estaba confundido, ¿en verdad era tan bueno? Josefina, por su parte, volvía a gritar de placer y por segundos se quedaba muda, la voz ya no le salía, pero luego volvía con mucha fuerza. El muchacho afirma sus manos en las nalgas de ella, ese toque solo provoco otro orgasmo, ya había perdido la cuenta de cuantas veces se había corrido, pero de algo estaba segura, era el mejor sexo oral de su vida.
J: Mmmhhh... Uuuff... Ooohhh... Axel... No... No... No... Pares... Aaahhh...
Él solo seguía las instrucciones de quien consideraba su mentora, por la experiencia que tenía en el sexo y era la encargada de enseñarle a cómo complacer a una mujer e Ignacia. Continuo con esa labor, hasta que dejo de escuchar a Josefina y sentía que había dejado de respirar, asustado se levanta y va a mirarle la cara, la muchacha estaba viva, solo que había estado experimentando múltiples orgasmos y necesitaba descansar un rato.
Axel, la ayudo a sentarse, él se quedó a su lado, la jovencita rubia, se daba cuenta de que siempre lo había odiado sin motivo. Pensaba en lo que perdió por no haberlo dejado entrar a su vida, tal vez él se hubiera enamorado de ella y en ese momento, las cosas para ambos iban a transformarse especiales. Pero la realidad era otra, sabía que ese joven no iba a perdonarle el desprecio que le transmitió y que era imposible competir con su hermana, todo su maravilloso plan, se había ido a la basura, ya no quería esperar hasta el viernes, quería que la cogiera en ese mismo momento.
Sin embargo, sentía que debía resistir un poco más, solo un poco, para que evite desmayarse al sentir aquel pene entrando dentro de ella.
A: Josefina, ¿quieres que acabemos?
J: No... (Aun recuperándose)
A: Es que, no te ves muy bien y creo que lo mejor es que descanses.
Ella con la fuerza que tenía, se acerca al muchacho, quien solo ve como una débil Josefina, trataba de tocar su rostro y robarle un beso. Pero la rubia, solo rozaba los labios de Axel, él, sentía que ese gesto no era un simple capricho, a pesar de todo el sufrimiento que había pasado por culpa de la joven, él no la odiaba y en ese momento de fragilidad de ella, no quería parecer descortés ni tampoco un cretino que se burle de ese pobre esfuerzo. Así que la abraza, provocando que ella apegue sus labios a los de él y con esto la muchacha logre su objetivo.
Josefina, introducía su lengua dentro de la boca del joven y comienza a besarlo con desesperación. No comprendía por qué el muchacho había hecho eso, pudo haber sido él quien la bese, pero en vez de eso le dio una pequeña ayuda, para que fuera ella quien diera aquel beso y así pueda presumir con orgullo, que lo había logrado. Miles de sentimientos y emociones se le cruzaban, se sonrojaba por lo bien que se sentía aquel intercambio de salivas, pero se sentía mal por todo el daño que había causado.
Percibía que había recuperado algo de fuerza durante el beso y se separa del muchacho, algo avergonzada y muy confundida.
J: ¿Por qué?
A: (Confundido) ¿Por qué? ¿De qué?
J: (Lo mira fijamente a los ojos) ¿Por qué, eres tan bueno conmigo? ¿Por qué no me odias? Si te he hecho tanto sufrir...
El joven, no comprendía a qué venía aquella escena, pero no iba a quedarse callado, suspira y la mira sonriendo.
A: Antes de venir a esta casa, claro que te odiaba, te detestaba con toda mi alma. Pero, cuando llegué y comenzamos a compartir juntos, fui comprendiendo que no eras tan mala como imaginaba, al contrario, me di cuenta de tu lado bondadoso y tierno que ocultas en un carácter de puta.
J: (Ríe) En verdad eres un tonto... Yo no soy buena, ni bondadosa o tierna... Te estaba utilizando, no ayudándote... Involucre a mi juego a Diana y a Alessandra con chantajes... Tenía planeado a que solo fueras mío y hacer que Ignacia te odie...
A: Ese es tu carácter de puta, pero al lado que yo me refiero, es la chica alegre y traviesa de las lecciones, cuando me estas enseñando, siento esa bondad y ternura que te hable y que incluso expresas ahora. Ese lado hace que todo el dolor del pasado se esfuma, porque siento que esa chica me gusta, no como me gusta Ignacia, pero si para ser amigos.
J: (Traga saliva y algo emocionada) ¿Cómo puedes considerarme tu amiga? ¿A caso no comprendes? Soy una hija de puta y he hecho cosas muy malas...
Mientras decía eso, observa que el muchacho tenía una pequeña mancha morada y algo azulara en su espalda.
J: (Botando unas lágrimas) ¿Recuerdas cuando te asaltaron?
A: Sí, fue una experiencia traumática que no se puede olvidar de forma fácil, pensé que iba a morir.
J: Bueno, yo mande a que te asaltaran y te golpearan tan fuerte... Sabiendo eso, ¿aun sientes que te gusto o quieres ser mi amigo?
Aquello genero sorpresa en el joven, pero lo que él pensaba, no cambiaba.
A: (Sonríe) Sí... Y a este lado me refiero, normalmente no lo confesarías, pero fuiste sincera, aceptando las consecuencias, ya sean positivas o negativas.
Axel, comienza a acercarse a Josefina, quien confundida no comprendía lo que el joven hacía.
J: ¿Qué haces?
A: Siento mis labios secos y creo que los tuyos también lo están, por tanto hablar y creo que lo mejor es un beso en estos momentos.
Ella no iba a oponerse, quería que él le haga lo que desee y aquel beso, en donde sus lenguas se cruzaban y sentía que el muchacho le muerde la boca, la excitaba de nuevo. El recorrido por su piel que él hacía con sus manos, la volvía a llenar de deseo y pasión. Era el momento en que ella pague por sus errores y solo se le ocurrió una forma de hacerlo.
A: (Suspira) Deberías dejar salir más tiempo este lado tuyo.
J: (Se muerde los labios) Cógeme.
A: (Sorprendido) ¿Qué?
J: (Mira el pene de Axel) Quiero que me cojas bien duro con esa polla que tienes y me hagas pagar por todos mis errores.
La rubia, abraza el cuello del joven y lo besa, recostándose ambos en el suelo, se tocan el cuerpo. Axel recorre la figura de la muchacha y se detiene en esas gordas nalgas, las cuales aprieta fuerte, Josefina hace lo propio y se detiene en el miembro del joven, tomándolo con sus dos manos, lo soba suavemente.
J: ¿Quieres qué te guíe hasta mi coñito?
A: Sí, pero también quiero que me ayudes a meter mi pene en tu coñito... Porque tengo una mezcla de sentimientos y no sé qué es lo que haga.
Josefina, sonríe coquetamente y se lleva su dedo índice a la boca, -ya que tenía un poco de esperma- lo lambe de forma provocativa.
J: Que rica es tu lechita, no me canso de su sabor, quiero más de ella.
A: Tendrás toda la que quieras.
J: Hace una semana que no cojo con un hombre... Sé que esto va a ser muy bueno.
Ella se pone encima del joven y al sentir como la polla de él chocaba con su vagina, la volvía más loca, no sabía si iba a ser capaz de resistir, pero ya no podía arrepentirse. Nerviosa, como si fuera su primera vez, se fue sentando en la polla erecta de Axel, sentir como comenzaba a entrar, hizo que pegue un grito.
J: Ooooohhhh... Mmmghhh... Que polla... Solo he metido como dos centímetros de ella, pero ya siento mi coñito abriéndose más de lo normal...
A: Josefina, ¿estás segura de continuar?
J: No tengo duda de eso, quiero toda tu polla dentro de mí... Aunque me duela después el coño.
Ella volvía a bajar unos centímetros y sentía que sus labios vaginales, se estaban abriendo mucho más de lo que imaginaba, era un sentimiento desgarrador pero placentero. La rubia mira hacia el techo, mientras suelta unos gemidos tras otros, mordiendo fuerte su labio inferior, siente como un nuevo orgasmo se acercaba.
J: Diooooosss... Que ricoooo... (Respira hondo) Solo llevo como 8 centímetros, pero ya me siento llena...
Josefina, acerca sus labios a los del muchacho, sabía que no iba aguantar mucho, era como el sexo oral, pero sentir esa gruesa polla dentro de ella, lo hacía mucho más satisfactorio. Le da un beso a Axel, para ahogar sus quejidos, levantaba su cintura y la bajaba, para poder ir introduciéndose más ese gordo pene, pero sus esfuerzos parecían en vano, no era capaz de meterse más de los ocho centímetros. La joven rubia mira con inocencia al joven, era el momento de dejar el mando y entregárselo a él.
J: No creo poder meterla más adentro... Es muy gruesa tu polla...
A: Por mí, así está bien.
J: No... Que yo no pueda, no significa que tú no lo logres.
A: ¿Qué quieres decir?
J: Toma el control y hazme tu perra personal.
A: ¿Tomar el control?
J: Sí... Sé que vas a hacer capaz de meterme todo ese gordo trozo de carne que tienes, adentro de mí.
Nuevamente se envuelven en un beso, mientras la muchacha se sacaba de su interior aquel pene que no era capaz de dominar. Después vuelve apegarse a la pared, separando bien sus piernas, abre con sus dedos sus labios vaginales, para facilitar la entrada de ese gran miembro. Axel, se acerca y con sus manos toma la cintura de la muchacha, mientras comienza a penetrarla, primero introduce 5 centímetros y la rubia, gemía con mucha energía, la retira y vuelve a penetrarla, esta vez llegando a los 8 centímetros que la jovencita no era capaz de superar, ella sentía que le faltaba el aliento, pero, un Axel determinado, vuelve a sacar su pene, para volver a penetrarla esta vez, introduciendo 10 centímetros, eso hizo que Josefina, sienta un gran placer y anhelo de poder ser penetrada completamente por esa gran polla...
J: Sííí... Mmmhhgg... Sigue asííí.. Por favor...
El joven comienza a mover su cadera, produciendo que su miembro juegue con todo lo que había en el interior de esa vulva, Josefina, no sentía sus piernas, pero eso no le importaba, el gozo que estaba teniendo era aún mayor.
J: Más... Más... Más... Máááásss... Aaahhh... Ooohhh... Sííí... Así... Mmmmhggg... Mááásss... Por favoooorrr... Dame mááás...
A: Oooh... Que apretado es tu coñito.
J: Aah... Aahg... Aaaahhh... Tu polla es muy gorda... Pero quiero más de ella...
Josefina iba inclinando cada vez más su cuerpo, mientras sentía que cada penetración era con más fuerzas. Axel, comienza a jugar con su dedo pulgar en el ano de la muchacha, sus sollozos eran tan fuertes que Diana y Alessandra los escuchaban desde la piscina, -ellas estaban en traje de baño, la hermana menor de las gemelas tenía puesta unas gafas de sol-.
Al: Oye Diana...
Di: (Tomando sol) Sí, si los escucho, ya quiero que Axel me tome y me haga suya.
Al: No, no es de eso lo que quiero hablar contigo.
Di: Si es por mi actitud, mejor ahórrate las palabras.
Al: Tampoco es de tu actitud... Es sobre lo que paso hace unos 7 meses...
Di: ¿7 meses?
La joven peliroja, ya no quería callar más su responsabilidad, sentía que, si no le decía en ese momento a Diana lo que hizo, más tarde iba a ser peor, con una voz algo quebrada, mira a su amiga con vergüenza.
Al: Cuando se filtraron, tus fotos desnudas.
Diana, se quita las gafas que tenía puestas y mira a su amiga algo confundida, la peliroja estaba a punto de revelarle su culpabilidad.
Di: ¿Qué pasa con esas fotos?
Al: Sé que es tarde, pero perdón... Fue mi culpa, yo tome y filtre esas fotos, entiendo si me odias.
Un sentimiento de rabia y angustia dominaba a Diana, pero los gritos de placer de su hermana mayor, le producía nuevamente cachondez, sentía que no valía la pena enojarse, por algo que ya había pasado.
Di: No te voy a preguntar el por qué lo hiciste o gastar mi tiempo odiándote... Pero... Eso no significa que te he perdonado, tendrás que pagar por lo que hiciste.
Alessadra, sentía algo de felicidad, pues, esperaba cualquier otra reacción de su amiga, menos esa.
Al: Aceptare cualquier castigo, con tal que me perdones.
Di: Ya pensaré en él, porque ahora solo quiero estar en el lugar de Josefina.
Mientras ocurría eso, Ignacia se encontraba en una tienda erótica, quería un atuendo especial, para el viernes que iba a tener. En el local, había 6 personas, además de ella, la cajera, dos vendedoras y tres compradores, de los cuales 2 eran hombres, la otra una mujer. Ella sabía que la miraban, principalmente sus nalgotas, pero no sentía atracción en los dos hombres, porque no eran maduros, quizás eran mayores a ella por unos 2 o 3 años. Sin embargo, si sentía algo de interés por la mujer, la cual desde que había entrado a la tienda, no había separado sus ojos del culazo de la jovencita rubia.
Aquella mujer, era de unos 35 años, cabello de color negro y corto, de tez morena, estatura aproximadamente de 1,66, de contextura intermedia, no era ni flaca ni gorda, tenía unos grandes senos, un culito pequeño, pero firme y sus ojos eran verdes, que engatusaban a cualquiera. Llevaba puesto un traje gris y una blusa escotada en el pecho, mientras la muchacha se paseaba en la tienda, ella la mirada desde los juguetes eróticos, Ignacia se decidía probar unos trajes y se va a los probadores, que se encontraban cerca de la sección de los juguetes, la joven putita, caminaba de forma sensual, sabía que provocaba a esa mujer y quería ver que tan lejos iban a llegar.
Estando cerca de ella, pasa a rozar su culo con el cuerpo de la mujer, hace que accidentalmente cae uno de los trajes que llevaba y se agacha mostrando todo su hermoso trasero a la madura, quien ya no aguantaba las ganas. Ignacia entra al probador, sonriendo y moviendo su culo de izquierda a derecha, la mujer madura, se muerde los labios, mientras tenía unos juguetes en sus manos, mira a su alrededor y ve que nadie miraba hacia ese sector, guarda uno de los juguetes en su cartera y abre la cortina del probador donde se encontraba la muchacha, esta tenía su faldita bajada y su tanguita en el suelo.
Se da vuelta sabiendo que la mujer madura, había entrado, la mira haciéndose la ingenua y con una voz traviesa le dice.
I: Usted es una mujer atrevida.
La madura sonríe por lo putita que era Ignacia, con sus manos en su espalda se acerca y le dice, "No te hagas la tonta, perra".
Ignacia sonríe con picardía y le responde.
I: No me hago la tonta, sé que vino aquí por lo zorrita que soy, pero reconozca que es una vieja pervertida, que ni siquiera se ha presentado.
La mujer, le susurra en el oído, su nombre, mientras que con una mano le agarra una nalga, lo cual sorprende y motiva a la joven rubia, aquella Milf, se llamaba "Sofía".
I: Un gusto conocerte Sofía, yo me llamo Ignacia.
S: Todo un placer conocerte Ignacia.
Sofía, continuaba son su mano en la nalgota de la joven, la cual manosea con delicadeza, se da cuenta de lo suave que es. Ignacia había quedado con muchas ganas después de ser interrumpida con Gastón, y a pesar de que solo había tenido experiencias sexuales con una sola mujer -su hermana Josefina-, deseaba hacerlo con la Milf ahí mismo.
I: Aah... Sofía, te estás aprovechando de mí.
S: Jamás había visto un culo, tan delicioso como el tuyo.
I: ¿Delicioso? ¿Quieres probarlo?
En ese momento, las dos se besan, consumidas de un sentimiento de lujuria, a Ignacia le gustaba como la mujer madura, le mordía la lengua y los labios, encontraba que lo hacía con una finura y a la vez de forma agresiva. La muchacha, lleva sus manos al redondito culito de la Milf, al hacerlo, roza la mano izquierda de la mujer que aún estaba en la espalda de esta, siente que tiene algo, pero la mujer astuta, saca su mano de la espalda y la lleva a la otra nalga de la jovencita, pero no la toca, sino que la azota.
De este modo, Ignacia se daba cuenta que lo que tenía Sofía, en su mano era un flogger, le había gustado la sensación de ser azotada y el beso se hacía más ardiente. La madura se quitaba la chaqueta del traje, en tanto la joven rubia muy impaciente le desbrochaba la blusa, todo aquello mientras continuaban besándose como locas.
I: Que grandes tetas tienes.
S: Son todas tuyas, perrita.
Ignacia, parecía hipnotizada por ese par de tetas, esos pezones duritos, se veían muy sabrosos, agarra con sus manos ambos senos y con sus pulgares, jugaba con los pezones de la mujer, la cual disfrutaba lo que le hacia la jovencita rubia.
S: Oooohhh... Eres muy traviesa, perrita.
I: (Coqueta) ¿Soy una chica mala?
S: Lo estas siendo, pero me gusta que seas así, nena.
La muchacha se acerca a esos voluptuosos senos y los besa, para luego comenzar a chuparlos.
S: Oooohhh... Sí, chupa mis tetas perras... Con esa rica boca que tienes...
I: Mmnngh... Nnhggg.. Gloopm... ¿Vas a tener ese flogger en tu mano de adorno?
S: (Sorprendida) ¿Quieres ser azotada, culoncita?
I: Goupl... Claro, he sido una chica mala, creo que merezco unos azotes...
Sofía no dejaba de sorprenderse de lo puta que era aquella muchacha, que en ese momento seguía comiendo las tetas de una manera espectacular. Decide consentir a la zorrita, dándole dos azotes con el flogger, en cada nalga, al sentir esos golpes, la jovencita rubia se emociona y mientras aumenta el ritmo de la comida de tetas, le desbrocha el pantalón a la madura. Aquella mujer tenía puesto una tanguita de encaje con perlas, las que estaban mojaditas, Ignacia se da cuenta de ellas, cuando quería jugar con el coño maduro, en vez de usar sus dedos, prefiere utilizar las perlas, la Milf lo gozaba.
Después se eso, la joven rubia, se apega en una pared y levanta su culo, Sofía se mordía el labio inferior y azota a la muchacha en las nalgas.
I: Oooohhh... Mmhggg... Sí, castígueme, azóteme... He sido una niña muy traviesa.
A la madura le volvía loca esa actitud de Ignacia, se acerca a ese gran trasero y comienza a comerlo, la muchacha quedaba gratamente sorprendida, ya que la mujer le comía el culo de una forma extraordinaria.
I: Oooohhh... Sííí... Hazlo así, Sofía... Aaahhgg...
La mujer retira un momento su rostro de aquella maravillosa cola y la vuelve azotar.
S: ¿Te gusta perra?
I: Aaahgg... Me encanta, como me azotas y me comes el culito...
Sofía volvía a introducir su cara en las nalgotas de Ignacia y continuaba con su comida de culo, mientras tanto, Axel continuaba penetrando a una débil pero eufórica Josefina. El muchacho tenía cargada a la muchacha, con sus manos en ambas piernas, mientras que ella sostenía las suyas en una pared.
J: Oooohhh... Mierda... Sigue metiendolaaaa... Uuughg...
A: Tu coñito aprieta cada vez más...
J: Jamás me he sentido tan llena... Ooohhh... Uuugggfff... Ooohhh... Y tu polla no ha entrado completa...
A: Solo te faltaron como unos 3 centímetros... Tampoco te sientas mal.
J: Uuuhhhggg... Ooohgmmm... Quería sentirla toda dentro de mííí... Nnghimmm... Sin embargo, si metes un centímetro mááásss.... Uuuggghhh... Siento que me vas a partir por completa... Aaaggghhh...
Josefina, tenía la boca bien abierta e incluso su lengua se encontraba bien extendida, ella inhalaba y exhalaba muy rápido, lo único que la mantenía consciente, era su espíritu y orgullo de puta, Axel, disfrutaba mucho del coñito de la joven rubia, le gustaba tener su gran polla dentro de ella y darle placer, pero estaba muy lejos de terminar.
J: Oooohhh... Ooohhhh... Dioosss... Eres un monstruo... Ooooohhh... Nnnhggg...
Regresando con Ignacia, ambas mujeres estaban extendidas en el suelo, la muchacha rubia, se encontraba comiendo el chocho maduro de Sofía, quien disfrutaba de ese sexo oral y cada vez que tenía la oportunidad, azotaba las nalgas de la jovencita, quien se excitaba más y le comía con más ansias el coño.
S: Oooohhh... Que putitaaa... Aahggg...
La mujer llegaba a su límite, teniendo un gran orgasmo, Ignacia saboreaba su boca cubierta por esos jugos, se acerca a la madura y la besa, mientras que sus piernas se entrelazaban y sus dos coñitos se rozaban el uno al otro.
S: Mmmfgghhh... Que rico.... Ooohhh...
I: Sí... Que delicia... Aah... Ahhh...
Ignacia comenzó a aumentar la velocidad y los roces se hacían más exquisito, ambas mujeres lo disfrutaban, pero Sofía recordaba el juguete que tenía en su cartera, la cual estaba cerca de ella, la toma y la abre.
I: Uuuhggg... Mmmhhhnnn... Que bien se siente... Eeehhh... Me encanta como tu coño maduro... Juega con mi joven chochito... Ooohhggh...
S: También me encanta, perrita... Nnnmmmh... Pero... Ggghhh... Quiero probar esto contigo...
La mujer saca de su cartera, el juguete que había guardado anteriormente, se trataba de un arnés doble de 20 centímetros con correa, Ignacia al verlo se emociona, deja de rozar ambas vulvas y se acerca al juguete que sostenía la mujer. Con sus ojos llenos de lujurias, se traga por completo un arnés y hace que la madura haga lo mismo con la otra parte, después de chuparla por un buen rato, la muchacha sonríe traviesamente.
I: La parte que me trague, tienes que meterlo en tu coño y la que tú tragaste, en mi culito.
S: Lo que desee perrita.
La muchacha ayuda a la mujer, a ponerse el arnés, Ignacia al ver como uno entraba en ese chocho maduro, sentía una ansiedad de ser penetrada, muy juguetona se extiende en el suelo, levanta su trasero.
S: Estás desesperada por ser penetrada, perrita.
I: No te imaginas cuánto.
Sofía agarra ambas nalgas y las abre, lambe el ano por unos minutos y luego le mete dos dedos, lo que enciende más a la jovencita rubia.
I: Ooohhh... Que rico se siente tus dedos...
S: Definitivamente tu culo es el más delicioso, ahora voy a cumplir tu deseo, perrita...
I: Mmm... La quiero toda dentro de mí...
La madura comenzó a penetrar a Ignacia, quien gemía con un gran placer, cada estocada era más profundo, la mujer lleva sus manos a las tetas pequeñas de la joven rubia y pellizca esos pezones duritos.
I: Ooohhhgg... Ooohhhmnnm... Sííí... Dámela todaaa... Aaagghhh... Mááás... Mááásss... Mááássss... Uuufgggff...
S: Que culazo y tetitas más sabrosa tienes... (La azota las nalgas)
Ignacia alentaba para que la azoten con el flogger, le encantaba aquello, pero también le gustaba sentir los enormes senos de su amante en su espalda, como subían y bajaban por el movimiento de caderas que hacían ambas, era una experiencia única y la estaba disfrutando. Así se mantuvieron por un buen rato, hasta que ambas llegaron al orgasmo, se quedaron extendida en el suelo.
I: Increíble...
S: Gracias por ser mi perrita de prueba, voy a comprar tanto el flogger como el arnés.
I: De nada...
S: (Sonríe, mientras agarra el culo de la muchacha) Deberíamos repetirlo.
I: Cuando quieras.
S: ¿Qué te parece mañana en la tarde? Tengo que dar unas clases en la Universidad en la mañana y luego estoy desocupada, perrita.
I: (Ríe) Así que eres profesora, con razón te encanta dominar... Dime, ¿a cuantas jovencitas de follas, para que aprueben?
S: Trato de mantener mi vida sexual fuera del trabajo, pero por lo menos lo que va del año, me he follado a 3 nenitas, para que aprueben... Y luego mis putitas, suelen ser las amigas de mi hija, pero ninguna ha sido como tú.
Las dos se besan, la Milf con sus manos en el trasero de la jovencita y ella con sus manos en la cabeza de la mujer, ese toque, excitaba a ambas.
I: Pensé que no tenías hijos.
S: Solo tengo una, de 18 años, se llama Daniela... La tuve en mi época donde estaba descubriendo mi sexualidad, tuve una relación estable con el padre de ella por unos años, pero siempre le era infiel con compañeras de la Universidad y al final terminé decantando por las putitas como tú...
I: Mmm... ¿Y tu hija es juguetona cómo tú?
S: No... Ella es más reservada...
I: Una lástima...
S: ¿Y nos volvemos a juntar mañana, perrita?
I: Eeehh... Tengo unos compromisos en tarde, pero si quieres nos juntamos en tu casa en la noche.
S: (Sonríe) Me parece, te doy mi dirección ahora mismo perrita, mañana voy a estar esperando con muchos juguetitos.
Las dos nuevamente se besan y se levantan para vestirse, Ignacia limpiaba los jugos del suelo con su braguita, Sofía al verla agachada, la nalguea.
I: Aah... Sofía...
S: Aquí tienes mi dirección.
I: Gracias... Por cierto, ¿cuál traje que me queda mejor?
S: (Se muerde el labio) A mí me gustaría verte, con ese vestido cortito de mallas, estoy segura de que ese culito se vería hermoso, en él.
I: (Sonríe) Gracias por la ayuda.
Las dos salen del probador, la mujer compra el flogger y el arnés, mientras que la muchacha el vestido de mallas sin costura ni tirantes. Salen de la tienda juntas y se despiden con un beso muy ardiente, Ignacia en su auto, ya quería que fuera viernes y disfrutarlo como la putita que era. Mientras en la casa, su hermana se había rendido, no había podido con la polla de Axel, el cual todavía no se corría.
J: (Suspira y boca abajo) Me duele mucho el coñito de tanto correrme y ser penetrada por tu pene... ¿Por qué tú no te has corrido? ¿No he sido suficiente buena para ti?
A: No digas eso... Me encanto estar dentro de tu coñito, pero... Quería complacerte de la mejor manera, porque eso quiere decir que estoy preparado para hacerlo con Ignacia, ha sido difícil, pero me he mantenido concentrado para no correrme...
J: (Sonríe) Creo que perdí mis encantos y habilidades de complacer a un hombre, entonces...
A: (Se acerca) No, aún tienes una buena arma para complacerme y derrotar mi concentración. (Pone su pene entre las nalgas de la muchacha)
J: (Muerde su labio inferior y mueve su trasero) Adelante, mi culito es todo tuyo.
A: Gracias... Prometo tratarlo bien...
El joven toma su polla y comienza a introducirla lentamente en ese ano que había sido un poco dilatado por su dedo pulgar. Josefina, no sabía si sería capaz de resistir aquella penetración, pero quería presumir con orgullo que fue la primera en recibir la descarga del muchacho. Tratando de controlar su respiración, un placer y dolor la dominaba, jamás había sentido su ano tan dilatado, lloraba de satisfacción.
J: Ooohhh... Mmmnnnhhh... Hhhhgfff... Aaaahhg.... Aahhhggg... Más... Métemela más... Profundo...
Ese gran culito, estaba cumpliendo con su objetivo, era apretado, caliente y la sensación de penetrarlo, algo único y espectacular, la polla de Axel estaba por la mitad, pero ya sentía que iba a correrse finalmente.
A: Diooosss... Que deleite es este culito...
J: Ooohhh... Mi amoooorrr.... Aahh... Aahhggg.... Es tan grandeeee... Uuufhhg...
Axel, al ver que la joven comienza a tratar de sacarse la polla de manera inconsciente, decide tomarle del pelo, jalarla hacia él y envestirla con fuerza, clavándole así todo su miembro de una estocada. Josefina, en vez de gritar con mucha fuerza, solo deja salir un suave gemido, mientras se corría una vez más y de sus ojos solo caían lágrimas.
A: Lo siento Josefina, pero yo sé que tú querías que lo haga, aunque te duela...
Para la sorpresa del muchacho, la joven rubia, comienza a mover su cadera con fuerza, sin perder el tiempo, Axel hace lo mismo, cada embestida era mejor que la otra, ese culo parecía haberse adaptado a su pene y el joven lo disfrutaba.
A: Que culo tienes... Que putita eres...
J: Ah... Ah... Más... Por favor...
El joven vuelve a tomarle el cabello a la rubia y lo jala hacia él, para poder besarla, Josefina, al sentir la boca del muchacho, volvía a reaccionar, había pagado sus pecados y ahora creía estar en el paraíso.
J: Más... Dame más fuerte... Eeehhff... Cógeme bien duro... Ooohhggg... Mi culito... Es tuyo... Solo tuyoooo... Mmmmgnnn....
Los dos nuevamente se envuelven en un beso apasionado, Axel juega un rato con los piercings de Josefina, ella le encantaba todo lo que le hacia su hombre, tener toda su polla en su culo, para ella era un premio, ser sumisa no era tan malo como pensaba.
A: Te encanta que te folle el culo, ¿verdad?
J: Aaahhhh... Mmmnhhh... Sííí... Me vuelve locaaaa... Mmnggg... Uuuugggfff...
A: A mí también me encanta... Estoy seguro de que el culo de Ignacia va a ser igual de rico...
Oír aquello, le producía celos a Josefina, porque sabía lo puta que su gemela y a pesar de estar complaciendo al muchacho, él no dejaba de pensar en ella.
J: Aaaaahhh... Aaahhhggg... Mmmnnhhh... Axel... Se siente... Nnngggg... Muy ricooo... Ooohhh... Ser tu puta... Mmmnnhhh...
Axel, siente que ya no puede más con ese culazo, pero antes de acabar, toma los brazos de la muchacha y comienza a embestirla con toda su fuerza...
J: Sííí.... íííí... Sííí.... íííí... Sííí... Mmnnnhhh...
Diana y Alessandra escuchaban esos gritos desde la cocina, ambas seguían en traje de baño.
Di: Pronto será mi turno.
Al: ¿Crees qué resistamos?
Di: Yo voy a dar mi mejor desempeño... Ah, y tú solo te vas a limitar a tomar fotos, no vas a follar con él.
Al: (Atónita) ¿Qué?
Di: Es tu castigo.
Al: Nooo... Cualquier cosa, menos eso.
Di: (Sonríe) Tú misma dijiste que ibas aceptar cualquier castigo…
Al: Lo sé, pero jamás pensé que ese sería mi castigo, por favor piensa en otro, puede ser tu putita, pero no me niegues la oportunidad de follar con Axel,
Di: Gracias, pero no quiero que seas mi putita, la decisión ya está tomada y es el mejor castigo, porque ya estas sufriendo.
Finalmente, el muchacho termina en el culo de Josefina, quien, de tanto placer, termino desmayada. Axel carga la joven y la llevo a la habitación de él, la deja en la cama, mientras él se quedaba sentado en el piso, tratando de comprender todo lo que había ocurrido. Había perdido su virginidad, no como lo tenía planeado o con la chica que deseaba, pero tampoco estaba arrepentido y esperaba que Josefina, comience a mostrar y actuar de la forma que tanto le gustaba, sus pensamientos son interrumpidos por el hambre, decide ir para la cocina a comer y beber algo.
Mientras se va acercando a la escalera, pensaba en Ignacia. Hablando de ella, justo en ese momento abre la puerta, Axel, al ver a su putita platónica subir al segundo piso, queda paralizado, no lo había visto con ese atuendo, se veía tan sexy, que comenzó a olvidar todo lo que había aprendido con Josefina y las palabras no le salían. Ignacia se da cuenta que el joven la miraba, pero seguía enojada con él, así que es ella quien lo ignora, aunque en su interior le alegraba que esa mirada llena de deseo hacia ella había vuelto.
Axel, solo veía como desaprovechaba una oportunidad, porque ya era libre del juego de Josefina, podía hablarle a su querida Ignacia y como había quedado la gemela de esta, sabía que podía complacerla, pero en ese momento las palabras simplemente no fluyeron. Caliente, baja a tomar un vaso de jugo y se lleva una fruta a su habitación, en donde una cansada Josefina, seguía durmiendo.
Viernes.
Después de unas horas, ya siendo las 4:00 am, Josefina abre lentamente sus ojos y al hacerlo observa a Axel a su lado, quien aún estaba despierto.
J: Axel... ¿Qué hora es?
A: Son como las 4 am...
J: (Bostezando) ¿Y por qué sigues despierto?
A: Vi a la Ignacia me calentó mucho... Pero fui incapaz de decirle o hacer algo... Ya que olvide lo que me enseñaste y siento que aún no estoy preparado...
La muchacha algo confundida, se sienta en la cama, entonces se da cuenta que el chico tenía entre sus manos su pene bien erecto.
J: ¿Cómo que te olvidaste de todo? Y ¿te estabas pajeando?
A: Cuando la vi, todo desapareció mágicamente, aunque trataba de hablar, no era capaz y ella me ignoro... Josefina (la toma de la cintura) Hagámoslo de nuevo, enséñame a cómo complacer a una mujer una vez más...
J: Noo... Aunque lo desee, no puedo, aún me duele todo mi coñito y creo que me rompiste por completo mi culito, ya que no siento el ano.
A: Entiendo... Pero tienes otro agujero, para por lo menos bajarme esta erección.
J: ¿Otro agujero?
A: (La besa los labios) Esta linda boquita... Ábrela bien grande.
Josefina se sorprendió de la iniciativa de Axel, le encantaba que él la domine. Aquella mezcla de seguir siendo la mentora, pero sumisa, la excitaba mucho, mordiendo sus labios, le hace caso y comienza a abrir su boca. Podrá la muchacha, ¿tragar por completo aquel pene?
3 comentarios - Vacaciones candentes. C.IV “Fin del juego”