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Relato erotico: El Taxista

EL TAXISTA


Viernes por la noche, salí  tarde del trabajo lo que me dio poco tiempo para arreglarme. Llegué al departamento, me di una ducha caliente mientras pensaba en la gran noche que se acercaba, era el cumpleaños de mi mejor amiga, iríamos a su departamento en donde pasaríamos la noche bailando y bebiendo junto a algunos amigos en común.
La verdad es que en mi relación sexualmente no me siento satisfecha, hay veces que pienso en que tengo una adicción a ser tocada, besada y penetrada.
En la ducha recorriendo mi cuerpo, mientras me enjabonaba pensaba en ese deseo de ser deseada y tocada, por lo que comencé a pasar mis manos por mi entre piernas sintiendo como mi clítoris comenzaba a palpitar por la estimulación que provocaba el roce de mis dedos sobre él, imaginaba una lengua que pasaba por él, humedeciendo todo a su paso, haciendo que mi respiración se comenzara a entre cortar debido al placer… sentía que iba a estallar cuando suena el celular, era mi amiga quien me apresuraba para comenzar la noche. Debido al atraso, tuve que dejar mi estimulación a medias tomar todo y ponerlo en un bolso mientras rápidamente bajaba las escaleras del edificio.
Salí y tome un taxi, le dije la dirección y comencé a arreglarme en el camino, mi pelo estilando provocaba que la blusa que usaba se trasluciera y mis pezones se endurecieran marcándose notoriamente sobre la ropa, el escote resaltaba con la humedad del cabello lo que hacía que el taxista un hombre mayor de unos 50 años, (bien parecido para su edad, de pelo canoso, ojos oscuros y una sonrisa algo coqueta), dirigiera su mirada por el espejo retrovisor con atención.
Siempre me sedujo la idea de tener relaciones con un desconocido pero nunca había tomado la iniciativa hasta ese día. El ver las miradas del hombre, sus ojos deseosos sobre mis pechos provocó que mi cuerpo comenzara a sentir esa excitación previa a ser tocado.
Cuando volvió a mirar por el espejo le dije, ¿le gusta lo que ve?, el hombre tímidamente me mira y asienta con la cabeza, en el siguiente semáforo en rojo bajando el escote con una mano y con la otra rozando mi pecho le pregunto: ¿y ahora?, ¿te gusta?... el hombre aún más nervioso, se quedó hipnotizado mirando y me dice que se ven apetitosos… sonriendo le pregunto si desea tocarlos, no alcancé a terminar la oración cuando ya tenía sus grandes manos sobre ellos, el sentir que me tocaba otro hombre provoco que me humedeciera y mi cuerpo pidiera más… en eso cambia el color y debe dar nuevamente marcha al coche. Durante el trayecto el hombre seguía mirando casi sin mirar el camino, tan excitante fue que decidí provocarlo aún más, me comencé a tocar los pechos apretando los pezones con fuerza lo que me provocaba pequeños gemidos, el hombre se estacionó en una calle sin tránsito y casi sin iluminación, se da vuelta y me dice: Ahora vas a ver cuánto me gustaba lo que veía …  entonces me acerco a él y veo su abultado pantalón, me toma la cara y me besa mordiendo los labios con pasión, mientras con una mano me tocaba los pechos buscando la manera de llegar a ellos bajo la ropa, tal fue la excitación que le dije que se cambiara de asiento, al trasero donde me encontraba. No tomo más de diez segundos y el hombre estaba sentado a mi lado, rápidamente se abalanzó sobre mí, sacando mis pechos por el escote, mordiendo  mis pezones suavemente, pasando su lengua por ellos provocando que se endurecieran cada vez más, lo que me provocaba fuertes gemido… con su mano apretaba mi entre piernas, intentando  meter sus dedos sobre el pantalón. Mientras con mi mano derecha tocaba su abultado pene sobre la ropa el cual comenzaba a humedecer su pantalón, con la otra mano jalaba su cabello mientras mordía mis pechos. Levantó su mirada con ganas y me comenzó a besar cada vez más fuerte, desabrocho mi pantalón y comenzó a bajar sus dedos sobre mi vagina, sentí que mis jugos hacían que sus dedos nadaran entre mi clítoris, jugaba con el apretando como pinzas mi inflamado clítoris, cada vez con más y más frecuencia y presión, sentí que iba a acabar cuando de golpe introduce dos dedos en mi sexo… aaay exclame mientras gemía de placer, el hombre con cara de venganza por lo ocurrido a través del espejo vuelve a hacerlo … sus dedos entraban y salían con tal fuerza que solo me provocaba morder mis labios para no gemir más fuerte.
Me sentí tan excitada que entre gemidos le pedí que me penetrara terminé la frase y ya estaba sentado con su pene completamente humedecido y erecto, pasa su mano por la boca humedeciendo sus dedos y los posa sobre lo alto de su pene, me besa y me dice que me ponga sobre el… saque de mi bolso un preservativo lo puse por encima y me dirigí a bajarlo con la boca hasta el final, el hombre dio un gemido que me provoco ganas de reventar en orgasmos con él. Rápidamente me senté sobre todo su pene, sentía como ese monstruoso miembro abría su paso bruscamente, gire la cabeza para mirarlo y me: “ahora cabalga a fondo”, me sentí tan excitada que apoyándome en la cabecera del asiento de adelante cabalgue sobre su miembro de arriba abajo rápido y fuerte su mano se posó sobre mi clítoris sus dedos jugaban a rozarlo en círculos mientras su pene llegaba a lo más profundo de mi ser en eso aaaay solté un grito de placer y sentí como me estremecía con su pene dentro de mi, había llegado al mejor orgasmo en tiempo, me tapó la boca me acerca a el y me dice al oído… Aun no termina mi fiesta sigue cabalgando, baja sus manos a mis caderas y las baja hacia el para penetrar con aun mas fuerza …. Sentí que iba a explotar, sentía mi cuerpo cansado y rendido a su placer, seguimos asi durante unos minutos y me dice que va a acabar, segui mas rápido, usando las pocas fuerzas que me quedaban… sentía como su pene se hacia mas grueso y mas grueso … en eso suelta un gran gemido y me da una fuerte nalgada, con satisfacción lo mire y nos besamos, el se bajo, se limpio, se subio la ropa y volvió a la carrera.
Por mi parte me limpie y me maquille rápidamente …. Me sentía agotada. Encendio el vehiculo y se dirijio a la dirección, al llegar me dice que la carrera ya estaba pagada, me entrega su tarjeta y me dice que lo llame si me interesa que me pase a buscar de regreso a casa. Me cierra un ojo, me besa y me dice que no me procupe por el pago de la vuelta, que ya sabe como cobrar, tome su tarjeta y quede de llamarlo, me arregle y me diriji a la fiesta…. Cada quien siguió su camino hasta que nos encontramos en el amanecer…






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