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mi compañera de trabajo (1)

Tengo 25 años,  mido 1.80, peso 90kg y estoy de novio.  Trabajo en una oficina  la cual comparto  con 4 mujeres de entre 40 y 55 años. Entreellas, R. R tiene 46, es casada, tiene 2 hijos. Morocha, piel morena, unastetas muy grandes pero que nunca muestra porque usa ropa muy suelta por tenercomplejos  de quién sabe qué.
La realidad es quehace 5 años que me hace comentarios fuertes para dejarme pagando frente a miscompañeras  y así ser el hazme reír de laoficina. Todos los días pasa y me da pequeños masajes que me dejan a mil… ycuando llega todos los días me da un beso en la comisura de los labios que mehace dudar de si realmente son puros chistes o quiere algo más.
La cuestión es que undeterminado día, otra de mis compañeras cumplía años y nos invitó a todos a sucasa a festejarlo. Como vivía lejos, R me preguntó si podía pasarla a buscarcon el auto y llevarla. En el momento no pensé nada raro y acepté. Desde quedije que sí, estuve toda la semana pensando en si me iba a animar a darle unbeso en el auto antes de ir al cumpleaños, corriendo el riesgo de recibir ungolpe y tener problemas en el trabajo.
Pasaron los días hastaque llegó el día de cumpleaños y la pasé a buscar. Como siempre, si bien másarreglada que de costumbre, no lucía ropa muy reveladora. Subió al auto, mesaludó con indiferencia y empezamos a ir hacia la casa de la cumpleañera.
En mi cabeza, cada vezque paraba en un semáforo ensayaba el beso y las posibles reacciones de ella.En determinado momento no aguante más y me decidí. En cuanto frené en elsiguiente semáforo giré, la miré y sin mediar palabra le di un beso. Fue unsegundo larguísimo, pero no me contestó el beso. “está en verde”- dijo.  Todavía callado, arranqué.
Por dentro temía loque vendría: los reproches, los problemas de trabajo, los comentarios. Mientrasseguía manejando para el cumpleaños, siento que su mano me toca la pierna hastaagarrarme la pija. No podía creer lo que estaba pasando. La miré  y me dijo “llevame ya a un telo”. No dude yme metí en el primero que vi. En el estacionamiento nos matamos a besos, mepasaba la lengua por todo el cuello, me mordía el labio, me quería dejar muy enclaro quien mandaba entre los dos.
Entramos directo a lahabitación e inmediatamente me empujó contra la pared y me siguió besando. Memetió la lengua hasta una profundidad que con mi escasa edad yo no sabía ni queera posible.  Quise soltarme pero mevolvió a empujar contra la pared. Me besaba el cuello y bajaba, me pasaba lalengua por el pecho, me sacó el cinturón y me bajo los pantalones hasta lasrodillas. Yo estaba parado contra la pared, completamente desnudo  y ella toda vestida pero arrodillada. Laerección que tenía era descomunal y ella con sus 48 años no dudó en decirme “hacetiempo que quiero una así de dura para mi”. Acto seguido se la metió entera enla boca. Me pasaba la lengua por todo el glande mientras con la mano meapretaba los huevos. Estuvo así muchos minutos, yo sentí que iba a explotar. Siguiómetiéndose los huevos en la boca y pajeandome con la mano. No dure ni 30segundos que acabé al instante. Para mi sorpresa, se tragó todo el semen y memiró a los ojos. “me vas a mostrar lo que sabés hacer vos?” me preguntó. Yodesnudo y ella vestida, la levanté, “esta pija no la quiero soltar”, me dijo. Lalevante, le saqué la camisa que tenía y pude ver las tetas más impresionantes,grandes y perfectas que vi en mi vida. Las chupé, las amasé y la tiré en lacama. Una vez acostada, le saqué ese jean 3 talles más grandes y pude ver latanga hermosa que tenía puesta. No se la saqué, se la corrí y empecé a besarlelos muslos mientras me acercaba de a poco a su sexo. Para mi sorpresa,completamente depilada. La bese primero, metí un dedo después y puse mi lenguaa chuparla como nunca se lo hicieron. Ella no paraba de gemir. Cuando sentí queestaba lo suficientemente húmeda y fuera de sí, le metí 3 dedos y empecé amasturbarla con delicadeza pero con mucha intensidad. Ella no paraba degemir  y retorcerse en el colchón. Con laotra mano le levanté las piernas, volví a chuparla y baje a su cola. Ella mepedía que pare, que la cola no era parte de nuestro encuentro, pero a su vez mela ofrecía cada vez más. Le juré que sólo quería comerle la cola, a lo que  ella se relajó. Seguí metiendo tres dedos paramasturbarla mientras que con la lengua le comía la cola. Primero suave, despúesmás profundo le fui metiendo la lengua en la cola hasta que la vi acabartemblando entera y gritando con todo su ser. Cuando le pregunté si estuve a laaltura de las circunstancias, me dijo que me había ganado una nueva cita. Ellafue hasta el baño y cuando volvió estaba vestida. Lista para ir al cumpleaños. “vamosme dijo, aprovechemos el cumple para pensar todo lo que vamos  a hacer cuando termine”. Y así fue comoempezó la mejor noche de mi vida.  

2 comentarios - mi compañera de trabajo (1)

Blues_Local1
m bueno, espero la segunda parte y dejo +10!
memio +1
Muchas gracias! En breve subo la sgunda parte.
KristNovoselic
esto es épico, tremenda hembra es al parecer tu compañera! van puntos