Hola me llamo Pablo, os voy a contar lo que me ocurrió en un viaje que hice a Cuba, en concreto a Varadero, con mi mujer, hace ya unos años.
Gema que así se llama mi mujer es una hembra normal pero tiene unas tetas que a mí en particular me excitan nada mas verlas.
Que yo sepa me ha sido infiel una sola vez, pero eso si muy bien aprovechada.
Era el segundo día de vacaciones en Varadero, Gema hizo amistad con uno de los camareros de la barra de la piscina, siempre le pedía las copas, y se reía mucho con las cosas que él le contaba. Yo estaba un poco mosqueado y así se lo decía a ella, pero siempre me contestaba que no pasaba nada que era un pobre chico, que no me preocupara.
Al cabo de unos días la amistad de mi mujer con el camarero iba en aumento, yo decidí hacer como si no pasara nada, pero me propuse vigilarla sin que ella se diera cuenta.
Durante los próximos días la estuve observando, pero ella no hacia otra cosa que hablar y reírse, de hay no pasaba la cosa, aunque ahora no solo estaba el camarero, si no que le acompañaban otros dos compañeros más.
El último día, por la tarde nos marchábamos, me desperté muy temprano, serían las cuatro de la madrugada, mi sorpresa fue cuando descubrí que mi mujer no estaba en la cama, me levante, me puse un pantalón, y salí a la puerta de la cabaña, al fondo del jardín me pareció ver la figura de mi mujer, sin pensarlo salí detrás de ella pero con cuidado de no hacer ruido.
Gema, se metió en una cabaña cerca de la playa, yo me quedé mirando detrás de una palmera, a los cinco minutos aparecieron el camarero y sus dos amigos, los tres se metieron en la misma cabaña que mi mujer.
No sabia que hacer, mi mujer estaba con tres hombres en una cabaña a las cuatro de la mañana, y en teoría sin que yo lo supiera.
Decidí ver que es lo que estaba sucediendo en el interior, me acerque muy sigilosamente, una de las ventas de la parte posterior estaba abierta, desde esa posición podía ver todo lo que sucedía en la instancia.
Ella estaba de pie junto a su amigo el camarero los otros permanecían sentados, después de un tiempo el camarero empezó a sobar a mi mujer y a besarla en la boca, ella le tocaba el culo y la espalda desnuda, poco a poco Gema se fue agachando hasta ponerse de rodillas delante del mulato, empezó a sobarle el paquete por encima de los pantalones, le bajó la cremallera le metió la mano y le saco la polla, era la más grande que yo había visto, mediría 25 cm., mi mujer se la metió en la boca y empezó a chuparsela como una loca mientras se la meneaba con buen ritmo.
Los dos amigos se masturbaban viendo como mi mujer se comía la verga de su amigo, sus instrumentos tampoco era pequeños.
Gema hizo que el mulato se sentara junto a sus amigos, se puso delante de ellos y muy despacio se fue desnudando, se quito la parte de arriba del bañador, y sin dejar de mirarlos se apretó las tetas, eso hizo que mi polla empezara a ponerse dura, después de un rato de juegos, se puso de rodillas y uno a uno les fue chupando la verga, cuando llego al mulato se puso de pie se dio la vuelta y apartándose el tango con su mano se puso encima de él abriendo mucho las piernas, el mulato cogió su polla con la mano y la puso en la entrada del chocho de mi mujer, que en ese momento ya estaba totalmente humedecido.
Ella se fue sentando muy despacio, hasta que se metió la polla entera, movía el culo en círculos y con las manos le masajeaba los huevos sin hacerle daño, poco a poco fue aumentando el ritmo de sus culadas, el mulato gritaba de placer mientras sus amigos seguían meneándosela, uno de ellos se levanto cogió la cabeza de mi mujer y la empuja hacia su verga que estaba a punto de estallar, ella se la comió entera, el mulato se levanto con la polla metida dentro de ella, la escena la verdad es que era de lo mas excitante, mi mujer a cuatro patas chupandosela a uno, el mulato bombeándola por detrás sin parar, y el otro hombre meneándosela como un poseso. En esos momentos me percate que tenia mi polla en la mano y me estaba masturbando.
El mulato no aguanto más, saco la polla del chocho de mi mujer, y un chorro de leche caliente la empapó el culo y la espalda. El que estaba meneándosela se fue con rapidez hacia ella y sin dudarlo le hundió la polla en el ano, después de bombearla cuatro o cinco veces soltó un suspiro de placer y se corrió dentro de ella, nunca lo había oído pero Gema dejo de churpar y grito como una loca mientras se apretaba las tetas, siempre lo hacia cuando se corría, y ahora se estaba corriendo como nunca, agarro la polla con su mano y empezó a meneársela al único que todavía no se había corrido, no tardo mucho, otro chorro de leche la estallo en la cara, pero mi mujer no se inmuto, al revés cuando termino de correrse se la metió en la boca y con la lengua se la limpió no dejando ni una sola gota de leche en su polla.
Mientras miraba a mi mujer follando con otros no deje de meneármela, de pronto sentí un calor en mi glandes y a continuación una gran cantidad de leche salió de mi polla empapando la pared de la choza, nunca había tenido un orgasmo tan grande, fue impresionante.
No se el tiempo que transcurriría desde que mi mujer entro en la cabaña, lo cierto es que el sol ya empezaba a mostrar sus primeros rayos, antes de que nadie me viera me fui sin hacer ruido, me metí en la cama y espere. Al poco tiempo llegó ella, se metió en la cama y se durmió.
Nunca se lo he contado, prefiero recordarlo como una fantasía, pero no me importaría volver a repetirla
Gema que así se llama mi mujer es una hembra normal pero tiene unas tetas que a mí en particular me excitan nada mas verlas.
Que yo sepa me ha sido infiel una sola vez, pero eso si muy bien aprovechada.
Era el segundo día de vacaciones en Varadero, Gema hizo amistad con uno de los camareros de la barra de la piscina, siempre le pedía las copas, y se reía mucho con las cosas que él le contaba. Yo estaba un poco mosqueado y así se lo decía a ella, pero siempre me contestaba que no pasaba nada que era un pobre chico, que no me preocupara.
Al cabo de unos días la amistad de mi mujer con el camarero iba en aumento, yo decidí hacer como si no pasara nada, pero me propuse vigilarla sin que ella se diera cuenta.
Durante los próximos días la estuve observando, pero ella no hacia otra cosa que hablar y reírse, de hay no pasaba la cosa, aunque ahora no solo estaba el camarero, si no que le acompañaban otros dos compañeros más.
El último día, por la tarde nos marchábamos, me desperté muy temprano, serían las cuatro de la madrugada, mi sorpresa fue cuando descubrí que mi mujer no estaba en la cama, me levante, me puse un pantalón, y salí a la puerta de la cabaña, al fondo del jardín me pareció ver la figura de mi mujer, sin pensarlo salí detrás de ella pero con cuidado de no hacer ruido.
Gema, se metió en una cabaña cerca de la playa, yo me quedé mirando detrás de una palmera, a los cinco minutos aparecieron el camarero y sus dos amigos, los tres se metieron en la misma cabaña que mi mujer.
No sabia que hacer, mi mujer estaba con tres hombres en una cabaña a las cuatro de la mañana, y en teoría sin que yo lo supiera.
Decidí ver que es lo que estaba sucediendo en el interior, me acerque muy sigilosamente, una de las ventas de la parte posterior estaba abierta, desde esa posición podía ver todo lo que sucedía en la instancia.
Ella estaba de pie junto a su amigo el camarero los otros permanecían sentados, después de un tiempo el camarero empezó a sobar a mi mujer y a besarla en la boca, ella le tocaba el culo y la espalda desnuda, poco a poco Gema se fue agachando hasta ponerse de rodillas delante del mulato, empezó a sobarle el paquete por encima de los pantalones, le bajó la cremallera le metió la mano y le saco la polla, era la más grande que yo había visto, mediría 25 cm., mi mujer se la metió en la boca y empezó a chuparsela como una loca mientras se la meneaba con buen ritmo.
Los dos amigos se masturbaban viendo como mi mujer se comía la verga de su amigo, sus instrumentos tampoco era pequeños.
Gema hizo que el mulato se sentara junto a sus amigos, se puso delante de ellos y muy despacio se fue desnudando, se quito la parte de arriba del bañador, y sin dejar de mirarlos se apretó las tetas, eso hizo que mi polla empezara a ponerse dura, después de un rato de juegos, se puso de rodillas y uno a uno les fue chupando la verga, cuando llego al mulato se puso de pie se dio la vuelta y apartándose el tango con su mano se puso encima de él abriendo mucho las piernas, el mulato cogió su polla con la mano y la puso en la entrada del chocho de mi mujer, que en ese momento ya estaba totalmente humedecido.
Ella se fue sentando muy despacio, hasta que se metió la polla entera, movía el culo en círculos y con las manos le masajeaba los huevos sin hacerle daño, poco a poco fue aumentando el ritmo de sus culadas, el mulato gritaba de placer mientras sus amigos seguían meneándosela, uno de ellos se levanto cogió la cabeza de mi mujer y la empuja hacia su verga que estaba a punto de estallar, ella se la comió entera, el mulato se levanto con la polla metida dentro de ella, la escena la verdad es que era de lo mas excitante, mi mujer a cuatro patas chupandosela a uno, el mulato bombeándola por detrás sin parar, y el otro hombre meneándosela como un poseso. En esos momentos me percate que tenia mi polla en la mano y me estaba masturbando.
El mulato no aguanto más, saco la polla del chocho de mi mujer, y un chorro de leche caliente la empapó el culo y la espalda. El que estaba meneándosela se fue con rapidez hacia ella y sin dudarlo le hundió la polla en el ano, después de bombearla cuatro o cinco veces soltó un suspiro de placer y se corrió dentro de ella, nunca lo había oído pero Gema dejo de churpar y grito como una loca mientras se apretaba las tetas, siempre lo hacia cuando se corría, y ahora se estaba corriendo como nunca, agarro la polla con su mano y empezó a meneársela al único que todavía no se había corrido, no tardo mucho, otro chorro de leche la estallo en la cara, pero mi mujer no se inmuto, al revés cuando termino de correrse se la metió en la boca y con la lengua se la limpió no dejando ni una sola gota de leche en su polla.
Mientras miraba a mi mujer follando con otros no deje de meneármela, de pronto sentí un calor en mi glandes y a continuación una gran cantidad de leche salió de mi polla empapando la pared de la choza, nunca había tenido un orgasmo tan grande, fue impresionante.
No se el tiempo que transcurriría desde que mi mujer entro en la cabaña, lo cierto es que el sol ya empezaba a mostrar sus primeros rayos, antes de que nadie me viera me fui sin hacer ruido, me metí en la cama y espere. Al poco tiempo llegó ella, se metió en la cama y se durmió.
Nunca se lo he contado, prefiero recordarlo como una fantasía, pero no me importaría volver a repetirla
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