Hace ya dos meses la estoy pasando soñada en lo de mi yegua de dos patas y linda vagina Sandrita. Nuestro sexo no tuvo drama en hacernos de todo e incluir a mi vecina Silvia y a su madre Sandra. Pero si bien me gusta probar ropita de mujeres, en este caso de Sandrita, la que hice esta semana de fin de junio superó todo.
Está bien que venimos cogiendo, garchando y copulando todo el tiempo. Pero la quise hacer distinta con mi mermelada que todo me lo da. Y excitado mientras tomábamos leche con tostadas, le comenté: "Amor, mirá si yo fuera vos, todo de cuero y tacos, con los labios de rojo….". Sandrita, mientras untaba una tostada con queso blanco, respondió: "Sííí mi amor, estarías bárbara, te veo y te saco una foto, genial", muy sarcástica, lo que medio no me gustó. Pero si así me caliento, qué carajo me importa.
Y antes de la cena, volví con mi boludez. "Sani, ¿te va si me visto de mujer y me disfrazo de vos?", excitado. "Jajajá, amor, sos loco, estaría bárbaro, bah, bárbara, uh sí, dale, te quiero ver así nos reímos los dos", dijo irónica de nuevo. Le insistí que era en serio, ella ni se achicó y me siguió. Y ahí le mandé: "Amor, me quiero poner tu ropa de cuero…". Sandrita dijo sí espectacular, nada de "ay se me estropea", y nomás me llevó a la pieza y me dijo dónde estaba cada ropa, empezando claro por su interior. Enloquecido, me puse corpiño y bombacha negra fina, blusita, chaqueta y pollera de cuero tubo ajustada y me puse unos tacos altos negros bárbaros. Sandrita me la siguió gauchísima, divina, me colocó un collarcito, aros, perfume suyo y tras abrir su cartera, sacó una más chiqita de cosméticos y me maquilló fuerte, labios y uñas de rojo a mi pedido. Vestido de cuero de mujer y maquillado por mi noviacha, cenamos sano y no paré de toquetearme el pene bajo la pollera de cuero, que tenía ganas de manchar ahí mismo.
A la que sí manché bien fue a Sandrita. Apenas mi dulce terminó en la cocina, me levanté, la agarré, Sandri se dejó creyendo besos. Y la llevé a la pieza, la sujeté, manoseé, aplasté y apretujé todo. "Aaahh amooor, eso querías travestido…". Se dio cuenta tarde, porque enloquecí, saqué todo sin dejar de darle manos, la obligué a desnudarse, Sandri se sacó todo y tras ponerse en posición, me le acosté violento, la penetré con furia y le di un salchichón con jamón que la hacía gemir y gritonear loca. Desesperada la pelirroja pedía "Diegui, llename amor, llename toda, semen, semeeen, aaah". Y nomás la llené: eyaculé semen a largada limpia que taponó su concha, mientras ella pegó alarido y largó flujo. Nos tragamos y chupamos todo, me volví a vestir su cuero, Sandri me sacó fotos y de agradecimiento por dejarme gran gauchada, le pegué murra que terminó en semen abundante en su limpia y ancha vagina, y luego en su cola, donde se lo puse bien duro. Le agradecí por la travestida con garchaje, y Sandrita me besuqueó y dijo irónica: "Te felicito amor, ahora tenés que vestirte de novia así te llevo a un casamiento". Sí, ningún problema, contal de coger y satisfacer mi voladura, hasta me hago puta. Yegua, como Sandrita.
Está bien que venimos cogiendo, garchando y copulando todo el tiempo. Pero la quise hacer distinta con mi mermelada que todo me lo da. Y excitado mientras tomábamos leche con tostadas, le comenté: "Amor, mirá si yo fuera vos, todo de cuero y tacos, con los labios de rojo….". Sandrita, mientras untaba una tostada con queso blanco, respondió: "Sííí mi amor, estarías bárbara, te veo y te saco una foto, genial", muy sarcástica, lo que medio no me gustó. Pero si así me caliento, qué carajo me importa.
Y antes de la cena, volví con mi boludez. "Sani, ¿te va si me visto de mujer y me disfrazo de vos?", excitado. "Jajajá, amor, sos loco, estaría bárbaro, bah, bárbara, uh sí, dale, te quiero ver así nos reímos los dos", dijo irónica de nuevo. Le insistí que era en serio, ella ni se achicó y me siguió. Y ahí le mandé: "Amor, me quiero poner tu ropa de cuero…". Sandrita dijo sí espectacular, nada de "ay se me estropea", y nomás me llevó a la pieza y me dijo dónde estaba cada ropa, empezando claro por su interior. Enloquecido, me puse corpiño y bombacha negra fina, blusita, chaqueta y pollera de cuero tubo ajustada y me puse unos tacos altos negros bárbaros. Sandrita me la siguió gauchísima, divina, me colocó un collarcito, aros, perfume suyo y tras abrir su cartera, sacó una más chiqita de cosméticos y me maquilló fuerte, labios y uñas de rojo a mi pedido. Vestido de cuero de mujer y maquillado por mi noviacha, cenamos sano y no paré de toquetearme el pene bajo la pollera de cuero, que tenía ganas de manchar ahí mismo.
A la que sí manché bien fue a Sandrita. Apenas mi dulce terminó en la cocina, me levanté, la agarré, Sandri se dejó creyendo besos. Y la llevé a la pieza, la sujeté, manoseé, aplasté y apretujé todo. "Aaahh amooor, eso querías travestido…". Se dio cuenta tarde, porque enloquecí, saqué todo sin dejar de darle manos, la obligué a desnudarse, Sandri se sacó todo y tras ponerse en posición, me le acosté violento, la penetré con furia y le di un salchichón con jamón que la hacía gemir y gritonear loca. Desesperada la pelirroja pedía "Diegui, llename amor, llename toda, semen, semeeen, aaah". Y nomás la llené: eyaculé semen a largada limpia que taponó su concha, mientras ella pegó alarido y largó flujo. Nos tragamos y chupamos todo, me volví a vestir su cuero, Sandri me sacó fotos y de agradecimiento por dejarme gran gauchada, le pegué murra que terminó en semen abundante en su limpia y ancha vagina, y luego en su cola, donde se lo puse bien duro. Le agradecí por la travestida con garchaje, y Sandrita me besuqueó y dijo irónica: "Te felicito amor, ahora tenés que vestirte de novia así te llevo a un casamiento". Sí, ningún problema, contal de coger y satisfacer mi voladura, hasta me hago puta. Yegua, como Sandrita.
0 comentarios - Me vestí de mujer y llené a Sandrita