Tenía un compañero del colegio con el cual hacíamos los deberes juntos en su casa, nuestra amistad era sincera a tal punto que me solía quedar a dormir en su casa cuando los trabajos eran largos. No obstante yo vivía enamorado de un "imposible" su padre, incluso cuando yo aún no había tenido ninguna experiencia sexual con hombres. El señor (Don fernando), es un ingeniero civil, de 46 años de edad, robusto, guapo, medio rubio con un bigote excelente, unos brazos velludos, en fin todo un macho.
Una ves nos tocó hacer una investigación grupal, muy larga y como siempre dejamos todo para el último, y quedamos en su casa hacerlo hasta las 7 Pm pues el viajaba ese día con su mamá pues su abuela se había enfermado y el acompañaría a su madre ya que su padre tenía trabajo y no podía hacerlo. Estuvimos trabajando toda la tarde yo estaba deportivo con una pantaloneta hasta las rodillas y el en eso de las 6 comenzó hacer sus cosas junto con su mamá, y lo que era mejor es que aún nos faltaba mucho y teníamos que entregarlo al otro día, pues el profesor no daba más oportunidades y yo tenía que entregarlo aunque sea solo. El hecho es que me dice que siga trabajando que su papá ya iba a llegar y que use la compu Sin problema.
Huyy la verdad que me dio temor, pero igual tenía que hacerlo. Decidí quedarme y en eso llegó su papá y mi amigo Carlos, le explicó a su papá la situación y le dijo que no había problema, de paso le hacía compañía, y se rió de forma normal. Bueno se fue a dejarles al Terminal a su hijo y su esposa, mientras tanto yo seguía haciendo el trabajo.
Cuando ya eran las 7 pm, llegó, trayendo comida que había comprado y me invitó a cenar, cenamos y conversamos de todo un poco. Y en una de esas me dijo que siga tranquilo que el me puede ayudar con el trabajo y que duerma en la casa sin problema si se me hace tarde.
Yo un poco sonrojado, acepté, y le dije que gracias. Me dijo que se iba a poner algo más cómodo y que me ayudaba; pues estaba con un jean apretado, y una camiza semiabierta en el pecho, cosa que hacía notar unos vellos exquisitos. Luego de unos minutos bajó de su dormitorio, y traía puesto un short,y una camisa manga corta, era como una pillama, diossss no podía creer, sus piernas anchas robustas velludas, unos brazos que ricos. En fin no dije nada y el se acercó y se sentó a mi lado. Me ayudaba en algunas cosas, de ves en cuando me pasaba algún objeto(lápiz, papel), nos frotábamos los brazos o las manos, pero se veía algo normal. No pensaba que iba a pasar lo que pasó.
En una de esas tocaba hacer unos cuadros, y el es experto para eso, el se pegó un poco más y abrió sus piernas, y pude sentirla junto a la mía. Hooo sus vellos hacían cosquillas a mi piel pues soy lampiño. Vibraba por momentos mientras el a veces se movía pues así lo exigía el trabajo. Yo estaba demasiado excitado, al ver ese macho junto a mi, ese bigote exquisito unos labios carnosos, y su vello en su pecho que de reojo podía observar.
Yo también a veces me movía pues quería sentir sus piernas más y más pero disimuladamente. Pero el teatro se me cayó, cuando yo al tratar de verlo directamente, el también hizo lo mismo, pero me da un beso directamente en los labios, y yo dejándome llevar como por magia, le abrazé. Sin decirnos nada, este señor me empezó a besar haciendo a un lado la silla y colocándome frente a el. Dios mi sueño estaba haciéndose realidad, Este señor que casi siempre pensando en el me masturbaba, ahora lo tenía junto a mi.
Me susurró al oído y me dijo: Hooo Mijo siempre me he dado cuenta que me mirabas y me deseabas, y ahora te tengo y voy a cumplir tu sueño. Yo no decía nada, pues esto era como un sueño. Me cargó en brazos y me llevó a su dormitorio, una cama ancha hermosa me esperaba. Me acostó, y me seguía besando, Yo me animé y comencé a besarlo, abrazarlo y sin más ni más toqué su barriguita, y desabotoné su camisa, poco a poco y ya sentía sus vellos en mis manos. Que hermoso, mientras tanto el ya me había quitado mi pantaloneta. Mi macho estaba frente a mi, Y yo ya dispuesto a todo hablé y le dije que lo amo, que quiero ser suyo. Y el contestó: Si mijo yo tb te quiero, y te amaré por siempre, y ahora seremos unos solo.
Yo traté de bajar su short, pero el me ayudó con sus piernas, y Dios, el estaba desnudo, y ante mi, apareció, algo descomunal. Un miembro enorme, fuerte, poderoso, robusto como su dueño. Don Fernando era un semental, un macho perfecto. El se recostó en la cama y yo me puse a su lado, ahora yo le besaba y me bajé a su pecho, el sólo gemía, seguí, y seguí, y mis manos tomaban ese poderoso miembro, mientras yo besaba su pecho, y me animé a mamárselo. Me bajé y comenzé a chupárselo, como si fuera yo un experto, pero expresándole mucho amor. No entraba en mi boca, era muy grande. El comenzó a meterme sus dedos en mi ano, previamente yo había lamido sus dedos.
Ya no me importaba nada, me dejaba llevar por lo que pase sin problema alguno, el me estaba metiendo ya 2 dedos y hasta 3, no sé como pasó, pero mientras yo chupaba su miembro, el me penetraba con sus dedos.
En eso el se levantó y me dijo mijo, mi vida, ahora vas a sentir a tu macho, lo que siempre has deseado y lo que yo te estado preparando. Me puso boca a bajo, y el se me subió encima, Dios, su peso me enloquecía, me aplastó con todo su cuerpo, me sentía inmune, pero muy seguro pues el me besaba y cruzó, su brazo por mi pecho. Estaba con mi señor, y me tenía su merced. Poco a poco el comenzó, a apuntar su miembro en mi ano dilatado. Que placer yo quería sentir a mi señor, al amor de mi vida, dentro de mi. Cuando lo hizo, AYYYYYYYYY me comenzó a doler, y comencé a quejarme, mientras tanto don Fernando me besaba y me decía cosas hermosas. Me decía que me quería y que de ahora en adelante nadie nos separaría. Yo me relajaba y el poco a poco seguía con su penetración. Yo sólo gemía pues su bigote en mis labios me hacía olvidar todo.
Ya adentro, el me dijo te amo, y comenzó un mete y saca, dios, que rico, que placer, yo sólo gemía, pues no podía escapar de sus arremetidas, que poco a poco iban haciéndose más apresuradas. Hayyy, hayyy mijo que rico que eres me decía, Y luego me volteó, y me puso de frente con mis pies en su cuello. Hoo, suu miembro era inmenso rojizo, pues lo veía como entraba y salía, mis gemidos eran calmados con sus besos, y mi piel se fundía en sus vellos.
Así me tuvo, un buen rato, hasta que comenzó a remeter más duro y más duro, y yo ya adormecido, me vine, sobre mi pecho, ensuciándole un poco en su barriga, y el también expresó, un siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii hooooooooooo que rico, pues se había venido dentro de mi, Yo sólo tiritaba a su lado, deliraba con toda aquella sensación, nunca antes imaginada, que sólo la persona que siempre he admirado me lo estaba haciendo.
El me dejó y se acostó boca arriba, yo adolorido y por instinto me recosté a su lado, y sólo atiné a besarlo todo su cuerpo hasta su miembro limpiándole su esperama. Estuvimos así un rato, mientras conversábamos yo le besaba y me frotaba con su pecho con sus vellos, y le expresaba que siempre lo he deseado y que nunca podré olvidar lo que había pasado.
Bueno me fui al baño a asearme, y cuando regresé, mi señor estaba dormido tapado. Yo me sentí en confianza, apagué la luz del cuarto y me acosté a su lado. Estiré su brazo y coloqué mi cabeza en su brazo, y el por instinto, semidormido, me abrazó con su otro brazo.
Al parecer me quedé dormido también pero no sé porqué tiempo, pues me despertaron unas caricias, un miembro erecto que trataba de entrar por detrás mío, unos brazos enorme velludos que me cobijaban. Yo estaba de costado y Mi hombre estaba detrás de mí, yo sólo dejé que se satisfaga, pues internamente yo me sentía en el cielo, protegido, sin temor a nada, el comenzó a penetrarme, pues ya me había dilatado al máximo, sólo mis gemidos un poco de dolor y de placer emergían de mi más interior. En un instante don Fernando, mientras me tenía penetrado, me gira con un brazo y me colocó boca arriba pero yo subido en su pecho. Dios, estaba encima de el con mi espalda en su pecho, y el empezó como loco a poseerme. Yo no podía escapar.
Sus brazos me tenían y su miembro entraba y salía a placer, el solo gemía y decía oooo que rico, mijo que rico. Yo enloquecido por tanto placer giraba mi cabeza y el me calmaba besándome, su bigote me hacía cosquillas así como todo su vello de todo su cuerpo junto con mi espalda, y mis piernas; mis manos acariciaban su cabeza su rostro, el me besaba hooooo. Estuvimos así por varios minutos, ha tal punto que mi hombre no pudo más y se vino otra ves dentro de mi, hooo que placer, y para desahogarse mejor, me voltió y subiéndose encima mío sin sacar su miembro.
Dios, que rico se sentía, pues el estaba encima mío con todo su peso, y su mástil estaba protegido por mi ano. Bueno así pasamos toda la noche sin descansar, hasta amanecer despertándome con un beso enorme. Quedamos en seguir lo nuestro discretamente, pero me di cuenta al final que me estaba enamorando más de la cuenta, pues siendo realista, don Fernando es casado y el no dejaría su familia por mi, por más que lo ame.
Una ves nos tocó hacer una investigación grupal, muy larga y como siempre dejamos todo para el último, y quedamos en su casa hacerlo hasta las 7 Pm pues el viajaba ese día con su mamá pues su abuela se había enfermado y el acompañaría a su madre ya que su padre tenía trabajo y no podía hacerlo. Estuvimos trabajando toda la tarde yo estaba deportivo con una pantaloneta hasta las rodillas y el en eso de las 6 comenzó hacer sus cosas junto con su mamá, y lo que era mejor es que aún nos faltaba mucho y teníamos que entregarlo al otro día, pues el profesor no daba más oportunidades y yo tenía que entregarlo aunque sea solo. El hecho es que me dice que siga trabajando que su papá ya iba a llegar y que use la compu Sin problema.
Huyy la verdad que me dio temor, pero igual tenía que hacerlo. Decidí quedarme y en eso llegó su papá y mi amigo Carlos, le explicó a su papá la situación y le dijo que no había problema, de paso le hacía compañía, y se rió de forma normal. Bueno se fue a dejarles al Terminal a su hijo y su esposa, mientras tanto yo seguía haciendo el trabajo.
Cuando ya eran las 7 pm, llegó, trayendo comida que había comprado y me invitó a cenar, cenamos y conversamos de todo un poco. Y en una de esas me dijo que siga tranquilo que el me puede ayudar con el trabajo y que duerma en la casa sin problema si se me hace tarde.
Yo un poco sonrojado, acepté, y le dije que gracias. Me dijo que se iba a poner algo más cómodo y que me ayudaba; pues estaba con un jean apretado, y una camiza semiabierta en el pecho, cosa que hacía notar unos vellos exquisitos. Luego de unos minutos bajó de su dormitorio, y traía puesto un short,y una camisa manga corta, era como una pillama, diossss no podía creer, sus piernas anchas robustas velludas, unos brazos que ricos. En fin no dije nada y el se acercó y se sentó a mi lado. Me ayudaba en algunas cosas, de ves en cuando me pasaba algún objeto(lápiz, papel), nos frotábamos los brazos o las manos, pero se veía algo normal. No pensaba que iba a pasar lo que pasó.
En una de esas tocaba hacer unos cuadros, y el es experto para eso, el se pegó un poco más y abrió sus piernas, y pude sentirla junto a la mía. Hooo sus vellos hacían cosquillas a mi piel pues soy lampiño. Vibraba por momentos mientras el a veces se movía pues así lo exigía el trabajo. Yo estaba demasiado excitado, al ver ese macho junto a mi, ese bigote exquisito unos labios carnosos, y su vello en su pecho que de reojo podía observar.
Yo también a veces me movía pues quería sentir sus piernas más y más pero disimuladamente. Pero el teatro se me cayó, cuando yo al tratar de verlo directamente, el también hizo lo mismo, pero me da un beso directamente en los labios, y yo dejándome llevar como por magia, le abrazé. Sin decirnos nada, este señor me empezó a besar haciendo a un lado la silla y colocándome frente a el. Dios mi sueño estaba haciéndose realidad, Este señor que casi siempre pensando en el me masturbaba, ahora lo tenía junto a mi.
Me susurró al oído y me dijo: Hooo Mijo siempre me he dado cuenta que me mirabas y me deseabas, y ahora te tengo y voy a cumplir tu sueño. Yo no decía nada, pues esto era como un sueño. Me cargó en brazos y me llevó a su dormitorio, una cama ancha hermosa me esperaba. Me acostó, y me seguía besando, Yo me animé y comencé a besarlo, abrazarlo y sin más ni más toqué su barriguita, y desabotoné su camisa, poco a poco y ya sentía sus vellos en mis manos. Que hermoso, mientras tanto el ya me había quitado mi pantaloneta. Mi macho estaba frente a mi, Y yo ya dispuesto a todo hablé y le dije que lo amo, que quiero ser suyo. Y el contestó: Si mijo yo tb te quiero, y te amaré por siempre, y ahora seremos unos solo.
Yo traté de bajar su short, pero el me ayudó con sus piernas, y Dios, el estaba desnudo, y ante mi, apareció, algo descomunal. Un miembro enorme, fuerte, poderoso, robusto como su dueño. Don Fernando era un semental, un macho perfecto. El se recostó en la cama y yo me puse a su lado, ahora yo le besaba y me bajé a su pecho, el sólo gemía, seguí, y seguí, y mis manos tomaban ese poderoso miembro, mientras yo besaba su pecho, y me animé a mamárselo. Me bajé y comenzé a chupárselo, como si fuera yo un experto, pero expresándole mucho amor. No entraba en mi boca, era muy grande. El comenzó a meterme sus dedos en mi ano, previamente yo había lamido sus dedos.
Ya no me importaba nada, me dejaba llevar por lo que pase sin problema alguno, el me estaba metiendo ya 2 dedos y hasta 3, no sé como pasó, pero mientras yo chupaba su miembro, el me penetraba con sus dedos.
En eso el se levantó y me dijo mijo, mi vida, ahora vas a sentir a tu macho, lo que siempre has deseado y lo que yo te estado preparando. Me puso boca a bajo, y el se me subió encima, Dios, su peso me enloquecía, me aplastó con todo su cuerpo, me sentía inmune, pero muy seguro pues el me besaba y cruzó, su brazo por mi pecho. Estaba con mi señor, y me tenía su merced. Poco a poco el comenzó, a apuntar su miembro en mi ano dilatado. Que placer yo quería sentir a mi señor, al amor de mi vida, dentro de mi. Cuando lo hizo, AYYYYYYYYY me comenzó a doler, y comencé a quejarme, mientras tanto don Fernando me besaba y me decía cosas hermosas. Me decía que me quería y que de ahora en adelante nadie nos separaría. Yo me relajaba y el poco a poco seguía con su penetración. Yo sólo gemía pues su bigote en mis labios me hacía olvidar todo.
Ya adentro, el me dijo te amo, y comenzó un mete y saca, dios, que rico, que placer, yo sólo gemía, pues no podía escapar de sus arremetidas, que poco a poco iban haciéndose más apresuradas. Hayyy, hayyy mijo que rico que eres me decía, Y luego me volteó, y me puso de frente con mis pies en su cuello. Hoo, suu miembro era inmenso rojizo, pues lo veía como entraba y salía, mis gemidos eran calmados con sus besos, y mi piel se fundía en sus vellos.
Así me tuvo, un buen rato, hasta que comenzó a remeter más duro y más duro, y yo ya adormecido, me vine, sobre mi pecho, ensuciándole un poco en su barriga, y el también expresó, un siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii hooooooooooo que rico, pues se había venido dentro de mi, Yo sólo tiritaba a su lado, deliraba con toda aquella sensación, nunca antes imaginada, que sólo la persona que siempre he admirado me lo estaba haciendo.
El me dejó y se acostó boca arriba, yo adolorido y por instinto me recosté a su lado, y sólo atiné a besarlo todo su cuerpo hasta su miembro limpiándole su esperama. Estuvimos así un rato, mientras conversábamos yo le besaba y me frotaba con su pecho con sus vellos, y le expresaba que siempre lo he deseado y que nunca podré olvidar lo que había pasado.
Bueno me fui al baño a asearme, y cuando regresé, mi señor estaba dormido tapado. Yo me sentí en confianza, apagué la luz del cuarto y me acosté a su lado. Estiré su brazo y coloqué mi cabeza en su brazo, y el por instinto, semidormido, me abrazó con su otro brazo.
Al parecer me quedé dormido también pero no sé porqué tiempo, pues me despertaron unas caricias, un miembro erecto que trataba de entrar por detrás mío, unos brazos enorme velludos que me cobijaban. Yo estaba de costado y Mi hombre estaba detrás de mí, yo sólo dejé que se satisfaga, pues internamente yo me sentía en el cielo, protegido, sin temor a nada, el comenzó a penetrarme, pues ya me había dilatado al máximo, sólo mis gemidos un poco de dolor y de placer emergían de mi más interior. En un instante don Fernando, mientras me tenía penetrado, me gira con un brazo y me colocó boca arriba pero yo subido en su pecho. Dios, estaba encima de el con mi espalda en su pecho, y el empezó como loco a poseerme. Yo no podía escapar.
Sus brazos me tenían y su miembro entraba y salía a placer, el solo gemía y decía oooo que rico, mijo que rico. Yo enloquecido por tanto placer giraba mi cabeza y el me calmaba besándome, su bigote me hacía cosquillas así como todo su vello de todo su cuerpo junto con mi espalda, y mis piernas; mis manos acariciaban su cabeza su rostro, el me besaba hooooo. Estuvimos así por varios minutos, ha tal punto que mi hombre no pudo más y se vino otra ves dentro de mi, hooo que placer, y para desahogarse mejor, me voltió y subiéndose encima mío sin sacar su miembro.
Dios, que rico se sentía, pues el estaba encima mío con todo su peso, y su mástil estaba protegido por mi ano. Bueno así pasamos toda la noche sin descansar, hasta amanecer despertándome con un beso enorme. Quedamos en seguir lo nuestro discretamente, pero me di cuenta al final que me estaba enamorando más de la cuenta, pues siendo realista, don Fernando es casado y el no dejaría su familia por mi, por más que lo ame.
2 comentarios - Pendex garchado.....