Buenas noches. El día de hoy les quiero contar la ocasión en la que estuve con un maduro de aproximadamente unos 40 a 45 años mientras que yo tenía 20 años. Aunque en otro relato ya conté la primera vez que un hombre me penetró, esa vez no lo pude disfrutar tanto, así que técnicamente este relato que les contaré es la vez primera vez que me enviaron y lo disfruté plenamente.
Cómo han podido leer en mis relatos, han sido pocas las veces que he estado sexualmente con otros hombres ya que me considero hetero. Sin embargó estaba pasando por unos días en los que tenía en mi cabeza mis anteriores experiencias y quería seguír experimentado. Fue así como descargué una app de encuentros gays para conseguir algún hombre cerca a mi casa con quién follar. En general converse con varios hombres, pero muchos eran pasivos, otros no salían con nada, etc. Pero en un momento empecé a hablar con un tipo que me comento que tenía 40 años (aunque al verlo parece mayor) y vivía muy cerca a mi casa. En principio se me hizo algo viejo, pero hablamos un buen rato. Yo le comenté que me encantaría follar teniendo puesta una tanga de mujer, a lo que me respondió que no tenía tanga, pero tenía una braga más grande de mujer y me la podía prestar para cumplir mi fantasía. Esto fue lo que me convenció.
Nos pusimos de acuerdo para vernos en 10 minutos afuera de su edificio. Cuando llegué, ví a un hombre de aproximadamente 1,70 metros de estatura, de pelo corto, viejo, no gordo, tampoco delgado, y la verdad no era muy apuesto que digamos. Así, me dió un poco de desagrado en primer momento, además, estaba en pijama, lo que me hizo pensar que no se había bañado aún. Eso no importó porque ya estaba ahí y pues no lo iba a dejar plantado, así que subimos a su apartamento. Yo iba un poco indispuesto por su aspecto, así que me tomo por sorpresa que apenas cerró la puerta de su casa, me empezó a manosear. Ese momento fue algo incómodo, pero trate de mentalizarme en el morbo y no es su aspecto. Luego el se sentó en la sala, se bajó el pantalón y yo me acerqué para empezar a chuparselo. Cuando me acerqué a su verga noté un olor que aunque no era asqueroso, tampoco era agradable, lo que me confirmó y no se había bañado. Se la chupe por un par de minutos con un poco de asco, y luego me pare para desnudarme. Para estimular mi morbo, le pedí que sacará la braga que tenía para ponermela. El la sacó, era una braga no muy grande, pero tampoco era tan pequeña para ser una tanga. Me la puse, solo quedé con la braga puesta y se la seguí mamando un rato. Para ese momento había subido mi excitación, sin embargo seguía sintiéndome un poco incómodo.
Un rato después me dijo que entraramos a su habitación, así que fuimos para allá y se la seguí mamando un rato. Luego, me pidió que me sentará en su cara. Esto me pareció extraño pero accedí. Me senté en su cara, el corrió la braga hacia un lado y me empezó a dar lengua en mi ano peludito. No me esperaba eso y nunca me lo habían hecho, pero empecé a sentir muy rico, así que mi morbo se elevó y mientras me daba lengua, se la empecé a chupar haciendo un rico 69. Ya no tenía asco de nada, estaba bastante exitado. Después de un rato recibiendo y dando placer oral, sacó un lubricante y me lo empezó a esparcir en mi cola, luego se puso el condón y me preguntó que en qué posición quería que me diera. Yo le comenté que era inexperto, así que era mejor en una posición en la que no me doliera. Me hizo acostar en la cama boca arriba y con las piernas abiertas, el se colocó en frente mío y con paciencia y delicadeza me empezó a dar un rico masaje en el ano con su verga, posteriormente la empezó a meter suavemente, lo que me estaba encantando. Sin darme cuenta, en un momento ya tenía toda su verga dentro de mi ano. Sentía un poco extraño pero era delicioso.
Yo genia rico y el jadeaba esforzándose por darme placer. Estuvimos así un muy buen rato en el que disfruté mucho, no quería que se acabará ese momento. Me sentía toda una perra dominada que rogaba por tener esa verga dentro del culo. Más adelante, el me pidió que me empezara a masturbar, lo hice y se notaba que el disfrutaba ver eso. Estuvimos otro buen rato así, disfrutando muy rico, hasta que en un momento muy intenso, percibí que el casi se iba a venir, por lo que me esforcé en venirme pronto tmbn. A la final nos resultamos corriendo casi al tiempo, mi lechita calló en todo mi estómago plano y el se vino en el condón y dentro de mi ano. Así, cuando ya habíamos eyaculado ambos, el empezó a esparcir mi semen por todo mi abdomen y pecho, lo disfrutó bastante mientras hacia sus últimos movimientos con su verga adentro mío. Después de esto, nos asemos cada uno en el baño, nos vestimos, me despedí y me fuí.
Reflexionando sobre esto, después me decía a mi mismo.....¿Quien iba a pensar que iba a disfrutar tanto con un maduro que en principio me daba asco? Y de hecho disfrute tanto que unos meses despues, volví a repetir con el jajaja.
Recuerden que este relato es 100% real, espero que les guste y comenten mucho. Estoy abierto a si alguien se quiere contactar conmigo para hablar más de morbo. Si este relato es bien aceptado, seguiré subiendo más relatos ya sea como este, o como el que subí en una ocasión hablando de la experiencia con las bragas de mi prima. Adiós, besitos en sus vergas.
Cómo han podido leer en mis relatos, han sido pocas las veces que he estado sexualmente con otros hombres ya que me considero hetero. Sin embargó estaba pasando por unos días en los que tenía en mi cabeza mis anteriores experiencias y quería seguír experimentado. Fue así como descargué una app de encuentros gays para conseguir algún hombre cerca a mi casa con quién follar. En general converse con varios hombres, pero muchos eran pasivos, otros no salían con nada, etc. Pero en un momento empecé a hablar con un tipo que me comento que tenía 40 años (aunque al verlo parece mayor) y vivía muy cerca a mi casa. En principio se me hizo algo viejo, pero hablamos un buen rato. Yo le comenté que me encantaría follar teniendo puesta una tanga de mujer, a lo que me respondió que no tenía tanga, pero tenía una braga más grande de mujer y me la podía prestar para cumplir mi fantasía. Esto fue lo que me convenció.
Nos pusimos de acuerdo para vernos en 10 minutos afuera de su edificio. Cuando llegué, ví a un hombre de aproximadamente 1,70 metros de estatura, de pelo corto, viejo, no gordo, tampoco delgado, y la verdad no era muy apuesto que digamos. Así, me dió un poco de desagrado en primer momento, además, estaba en pijama, lo que me hizo pensar que no se había bañado aún. Eso no importó porque ya estaba ahí y pues no lo iba a dejar plantado, así que subimos a su apartamento. Yo iba un poco indispuesto por su aspecto, así que me tomo por sorpresa que apenas cerró la puerta de su casa, me empezó a manosear. Ese momento fue algo incómodo, pero trate de mentalizarme en el morbo y no es su aspecto. Luego el se sentó en la sala, se bajó el pantalón y yo me acerqué para empezar a chuparselo. Cuando me acerqué a su verga noté un olor que aunque no era asqueroso, tampoco era agradable, lo que me confirmó y no se había bañado. Se la chupe por un par de minutos con un poco de asco, y luego me pare para desnudarme. Para estimular mi morbo, le pedí que sacará la braga que tenía para ponermela. El la sacó, era una braga no muy grande, pero tampoco era tan pequeña para ser una tanga. Me la puse, solo quedé con la braga puesta y se la seguí mamando un rato. Para ese momento había subido mi excitación, sin embargo seguía sintiéndome un poco incómodo.
Un rato después me dijo que entraramos a su habitación, así que fuimos para allá y se la seguí mamando un rato. Luego, me pidió que me sentará en su cara. Esto me pareció extraño pero accedí. Me senté en su cara, el corrió la braga hacia un lado y me empezó a dar lengua en mi ano peludito. No me esperaba eso y nunca me lo habían hecho, pero empecé a sentir muy rico, así que mi morbo se elevó y mientras me daba lengua, se la empecé a chupar haciendo un rico 69. Ya no tenía asco de nada, estaba bastante exitado. Después de un rato recibiendo y dando placer oral, sacó un lubricante y me lo empezó a esparcir en mi cola, luego se puso el condón y me preguntó que en qué posición quería que me diera. Yo le comenté que era inexperto, así que era mejor en una posición en la que no me doliera. Me hizo acostar en la cama boca arriba y con las piernas abiertas, el se colocó en frente mío y con paciencia y delicadeza me empezó a dar un rico masaje en el ano con su verga, posteriormente la empezó a meter suavemente, lo que me estaba encantando. Sin darme cuenta, en un momento ya tenía toda su verga dentro de mi ano. Sentía un poco extraño pero era delicioso.
Yo genia rico y el jadeaba esforzándose por darme placer. Estuvimos así un muy buen rato en el que disfruté mucho, no quería que se acabará ese momento. Me sentía toda una perra dominada que rogaba por tener esa verga dentro del culo. Más adelante, el me pidió que me empezara a masturbar, lo hice y se notaba que el disfrutaba ver eso. Estuvimos otro buen rato así, disfrutando muy rico, hasta que en un momento muy intenso, percibí que el casi se iba a venir, por lo que me esforcé en venirme pronto tmbn. A la final nos resultamos corriendo casi al tiempo, mi lechita calló en todo mi estómago plano y el se vino en el condón y dentro de mi ano. Así, cuando ya habíamos eyaculado ambos, el empezó a esparcir mi semen por todo mi abdomen y pecho, lo disfrutó bastante mientras hacia sus últimos movimientos con su verga adentro mío. Después de esto, nos asemos cada uno en el baño, nos vestimos, me despedí y me fuí.
Reflexionando sobre esto, después me decía a mi mismo.....¿Quien iba a pensar que iba a disfrutar tanto con un maduro que en principio me daba asco? Y de hecho disfrute tanto que unos meses despues, volví a repetir con el jajaja.
Recuerden que este relato es 100% real, espero que les guste y comenten mucho. Estoy abierto a si alguien se quiere contactar conmigo para hablar más de morbo. Si este relato es bien aceptado, seguiré subiendo más relatos ya sea como este, o como el que subí en una ocasión hablando de la experiencia con las bragas de mi prima. Adiós, besitos en sus vergas.
3 comentarios - Dándole el ano a un cuarentón