Que le doy a mi yegua Sandrita, eso ya es sabido. Pero la onda no es siempre la misma. En toda posición, en cualquier lugar de su ccasa, con o sin ropa, esté maquillada y de cuero o toda sucia de cocinar. Y ahora también en cualquier tarea suya, como lo que hice este martes a la tarde.
Saben que la onda de esta mal cogida cuarentena por virus es hacer fitness, gimnasia, zumba, lo que sea para mover, por Zoom o videollamada. Sandrita es fanática de la gym, en todas sus formas, por algo tiene ese cuerpo perfecto y está tan fuerte. Pero ahora me quiso enganchar a mí, que como recuerdan vivo en su departamento por la cuarentena. Yo de gym sólo hago con la mandíbula para el fiambre y la pizza o con la pija para morfarme vaginas. Pero la tremenda pelirroja me insistió, que la circulación, que el sistema inmunológico, que adelgazar, que las grasas. Y bueno, con tal de verla en ropita ajustadita de gimnasia y verle el orto, vamos nomás. La mina me compró un conjunto de buzo y jogging y me hizo vestir para el ejercicio, y luego me dijo que se iba a cambiar. Y cuando volvió: Sandrita en polera ajustadita que le marcaba las tetas y jogging hermoso que igual le contorneaba sus piernas. Se me paraba de una, pero me contuve que si no no podía hacer.
La mina nomás mandó YouTube y ambos seguimos la rutina de Paula, una profe más fuerte aún que mi yegua. No sabía si hacer fitness, cogerme a Sandri o a Paula por Zoom, o parar el video y mandar paja. Media hora más tarde, terminamos agitados y transpirados y Sandrita me dijo de descansar y que luego merendábamos, cosa que también me excita. Le pedí unos mimos, la dulce se me sentó en el sofá del living pegadita a mí con su ropita ajustada y tras mimos me dio besos en la cara y la boca, mientras me acariciaba y yo a ella, incluyendo obvio ciertas partes así disimuladito pero calientazo.
Rato después, y vestida de gimnasia, Sandrita preparó el café con leche e hizo tostadas, sacó el queso y la mermelada de la heladera y puso la mesa para la merienda. Yo loco viéndola hacer todo y abrir la heladera con sus movimientos y cuerpo perfecto. Me crecía la pija con la idea de las tostadas con ella, su silueta, la gimnasia, todo. Y más cuando Sandrita me hizo más mimos mientras se hacían las tostadas. Y más cuando tras besarme me sirvió todo, me untó una tostada con queso y los dos comimos para reponer energías de la rutina. Sandri, mientras untaba y comía una tostada, me preguntó si me había copado la gym. Le dije que sí así nomás, si estaba más pendiente de su silueta, sus tetas y su polera y de cómo untaba tostadas que de responder.
Luego de comer fuimos de nuevo al sofá. Y ella me siguió mimando y yo a ella, tocándole el pelo, la cara y si podía una teta. "No, no no, la manito quietita", decía con esa vocecita que me vuela. "Bueno, unos mimos amor", insistí. "Sí, mimos sí, pero nada de toquetear, después te digo la hora de que soy tuya dulce", contestó zorra. Pero tan caliente estaba, su ropita, polera, la gym, las tostadas, que la hora la puse yo. Y algo más. La abracé y acaricié bien todo, ella quiso sacarme la mano pero insistí más excitado, me le tiré encima y la besuqueé toda, ella quiso bajarme y yo cada vez más loco seguí. Me bajé de ella sin dejar de manosearla, se levantó y la seguí, la sujeté de atrás y la estampé contra la heladera, Sandri se sorprendió, no atinó a nada, me bajé el jogging, le bajjé el suyo y al ver su bombacha traspirada se la bajé loco, y sin dejar de manotearla se la puse bien en su cola. Ella gimió de placer, menos mal que no quería. "Aaaahh Diegui, qué pija, dámela toda con semen, dale amor, aaahh, ah, dame, dame", suplicaba agitadita. Hecho una furia, froté con locura y violencia y en diez eyacculé semen a chorro fuerte y largo que la hizo a Sandri largar flujo lindo.
Pero ahí no accabamos. Ni la dejé terminar de jadear de la anterior. La volví a sujetar, manosear, besar y lengüetear. La arrastré al sofá, la obligué a que entregara su delantera, la delgadita y fuerte se quitó todo, se abrió de piernas amplia y con salvajismo me le acosté, penetré con pene grueso y durazo y reventé adelante y atrás, excitado con ella, su fina piel, su traspirada, su silueta, su gimnasia, la merienda. Pum: semen a borbotones en su vagina, ella gritó loca y chocha de placer y pidió semen en su boca, se la saqué y se la puse duraza y larga y ella bebió el semen que aún chorreaba. Después sí nos lavamos y cambiamos, sofá y besos románticos. Genia Sandrita, me la hizo ccompleta, gimnasia, tostadas, leche y sexo. No sé si bajé de peso, pero que adelgacé de la pija, seguro.
Saben que la onda de esta mal cogida cuarentena por virus es hacer fitness, gimnasia, zumba, lo que sea para mover, por Zoom o videollamada. Sandrita es fanática de la gym, en todas sus formas, por algo tiene ese cuerpo perfecto y está tan fuerte. Pero ahora me quiso enganchar a mí, que como recuerdan vivo en su departamento por la cuarentena. Yo de gym sólo hago con la mandíbula para el fiambre y la pizza o con la pija para morfarme vaginas. Pero la tremenda pelirroja me insistió, que la circulación, que el sistema inmunológico, que adelgazar, que las grasas. Y bueno, con tal de verla en ropita ajustadita de gimnasia y verle el orto, vamos nomás. La mina me compró un conjunto de buzo y jogging y me hizo vestir para el ejercicio, y luego me dijo que se iba a cambiar. Y cuando volvió: Sandrita en polera ajustadita que le marcaba las tetas y jogging hermoso que igual le contorneaba sus piernas. Se me paraba de una, pero me contuve que si no no podía hacer.
La mina nomás mandó YouTube y ambos seguimos la rutina de Paula, una profe más fuerte aún que mi yegua. No sabía si hacer fitness, cogerme a Sandri o a Paula por Zoom, o parar el video y mandar paja. Media hora más tarde, terminamos agitados y transpirados y Sandrita me dijo de descansar y que luego merendábamos, cosa que también me excita. Le pedí unos mimos, la dulce se me sentó en el sofá del living pegadita a mí con su ropita ajustada y tras mimos me dio besos en la cara y la boca, mientras me acariciaba y yo a ella, incluyendo obvio ciertas partes así disimuladito pero calientazo.
Rato después, y vestida de gimnasia, Sandrita preparó el café con leche e hizo tostadas, sacó el queso y la mermelada de la heladera y puso la mesa para la merienda. Yo loco viéndola hacer todo y abrir la heladera con sus movimientos y cuerpo perfecto. Me crecía la pija con la idea de las tostadas con ella, su silueta, la gimnasia, todo. Y más cuando Sandrita me hizo más mimos mientras se hacían las tostadas. Y más cuando tras besarme me sirvió todo, me untó una tostada con queso y los dos comimos para reponer energías de la rutina. Sandri, mientras untaba y comía una tostada, me preguntó si me había copado la gym. Le dije que sí así nomás, si estaba más pendiente de su silueta, sus tetas y su polera y de cómo untaba tostadas que de responder.
Luego de comer fuimos de nuevo al sofá. Y ella me siguió mimando y yo a ella, tocándole el pelo, la cara y si podía una teta. "No, no no, la manito quietita", decía con esa vocecita que me vuela. "Bueno, unos mimos amor", insistí. "Sí, mimos sí, pero nada de toquetear, después te digo la hora de que soy tuya dulce", contestó zorra. Pero tan caliente estaba, su ropita, polera, la gym, las tostadas, que la hora la puse yo. Y algo más. La abracé y acaricié bien todo, ella quiso sacarme la mano pero insistí más excitado, me le tiré encima y la besuqueé toda, ella quiso bajarme y yo cada vez más loco seguí. Me bajé de ella sin dejar de manosearla, se levantó y la seguí, la sujeté de atrás y la estampé contra la heladera, Sandri se sorprendió, no atinó a nada, me bajé el jogging, le bajjé el suyo y al ver su bombacha traspirada se la bajé loco, y sin dejar de manotearla se la puse bien en su cola. Ella gimió de placer, menos mal que no quería. "Aaaahh Diegui, qué pija, dámela toda con semen, dale amor, aaahh, ah, dame, dame", suplicaba agitadita. Hecho una furia, froté con locura y violencia y en diez eyacculé semen a chorro fuerte y largo que la hizo a Sandri largar flujo lindo.
Pero ahí no accabamos. Ni la dejé terminar de jadear de la anterior. La volví a sujetar, manosear, besar y lengüetear. La arrastré al sofá, la obligué a que entregara su delantera, la delgadita y fuerte se quitó todo, se abrió de piernas amplia y con salvajismo me le acosté, penetré con pene grueso y durazo y reventé adelante y atrás, excitado con ella, su fina piel, su traspirada, su silueta, su gimnasia, la merienda. Pum: semen a borbotones en su vagina, ella gritó loca y chocha de placer y pidió semen en su boca, se la saqué y se la puse duraza y larga y ella bebió el semen que aún chorreaba. Después sí nos lavamos y cambiamos, sofá y besos románticos. Genia Sandrita, me la hizo ccompleta, gimnasia, tostadas, leche y sexo. No sé si bajé de peso, pero que adelgacé de la pija, seguro.
0 comentarios - Sandrita completita: gimnasia, tostadas y semen