Julieta se quedó unos instantes colgada, mirando por la ventana. Habíarecordado algunos momentos. Todo tenía mucho más sentido ahora. Las veces queLeandro le hacía repetitivos comentarios en tono de chiste al estilo "Talte re quiere dar", "Cualquier tipo te querría coger altoque"...Su insistencia en ir a lugares donde había muchos hombres, y sucuriosa manía de dejarla sola con pretextos cada vez más rebuscados.
Fue hasta su habitación y mientras pensaba todo esto revisaba suplacard: Prácticamente toda la ropa que su novio le había regalado todos estosaños era ropa provocativa...minifaldas, remeras y vestidos con pronunciadoescote, bikinis, lencería...Casi nada era ropa deportiva o casual. No entendía cómopero no se había dado cuenta antes de que tenía todo un abanico de vestuario deprostituta elegante, por cortesía de su pareja.
Julieta estaba empezando a saborear las posibilidades que se abrían coneste nuevo descubrimiento, con este nuevo estilo de vida sexual que comenzabana tener con Leandro. Y Leandro, por su parte, lo que seguía saboreando era elinconfundible gusto a concha de su novia, que le había quedado en la boca desdehacía un rato atrás, cuando se la chupó mientras ella chateaba con otro hombredelante suyo por primera vez.
La inquieta cabecita de ella se dirigió sin escalas hacia todos lostipos que alguna vez se hubiera querido coger. La invadía una tentación intensaque no podía ni quería controlar. "Amo a mi novio, amo compartir mi vidacon él. Pero con tal, tal y tal me recontra encamaría...", había pensadoalgunas veces en el pasado.
De esos tal, tal y tal, alguno que otro seguía entre sus contactos. Sele ocurrió súbitamente contactarlos...ver que onda, insinuarse un poco. Siempre había habido buena onda. Nohabía impedimentos para llevar esa buena onda a otro nivel.
Sin embargo, decidió empezar por el camino opuesto; configuró susEstados de WhatsApp para que solo los puedan ver ellos, y puso algunas fotos,sutiles pero sugerentes...señales, anzuelos para ver si alguno de ellos picaba.
Se regodeaba sin límites esperando que llegue alguna respuesta a esosestados. Pero el otro gran protagonista de esta historia les ganó de mano. Elmensaje que llegó era de Felipe. Y le hablaba de la primera cita en persona queiban a tener.
"Hola Feli! Si, mañana en la cervecería esa entonces...a las 7 ymedia...dale..."
Felipe: "Hola hermosa. No sabes lo ansioso que estoy. Bueno, sietey media, ok. Después pasamos directamente al postre...jaja"
Julieta: "Ya lo tengo preparadito acá tu postre...me la voy a depilar toda, así me queda bien suavecita para vos..."
Felipe: "No! Me matasssss! Qué hago ahora hasta mañana, memuero..."
Julieta: "Mira las fotitos que te mandé..."
Felipe: "Me las sé de memoria ya...las vi 400 veces. Es zarpadocomo me calentas. Que tremenda mujer que sos, me la pones como unapiedra."
Julieta: "Y a mí me la pones como una sopa la concha con la vergaesa que tenés...como me voy a divertir mañana jugando..."
Felipe: "No puedo creer que voy a pasar la noche con semejantehembra hermosa..."
Lo que Felipe todavía no sabía es que nuestro querido cornudo encuestión iba a estar presente, viendo como se encontraban en la cervecería, envivo y en directo.
Finalmente el momento de la verdad llegó, Leandro estaba viendo a sunovia, vestida y maquillada para su primera cita... con otro.
"No te olvides de que te amo y siempre te voy a amar. Nada va acambiar entre nosotros. Solo va a haber todavía más diversión. Me encanta quecompartamos esto." Le dijo ella.
"Yo también te amo, y bueno si, algo si va a cambiar...",respondió el sonriendo.
A lo que ella le respondió "Quiero que me jures que de verdad estoes lo que queres"
Leandro respondió rápido; "Si, obvio. Hace un montón que quieroesto. Te lo juro."
Una sonrisa se dibujó en los labios de Julieta y ella respondió"Ok, todo dicho. A partir de hoy vas a tener unos cuernos más grandes queuna casa. Que los disfrutes."
"Toda la ropa que llevo puesta me la regalaste vos...hasta la tangaque tengo puesta me la compraste vos..." Agregó Julieta, y levantófugazmente su pollera dejando que su novio vea la bombacha blanca contransparencias que el mismo le había comprado hacía un tiempito.
Llegaron a la cervecería, novio y novia estuvieron sentados unos 15minutos en la misma mesa, como cualquier otra vez. Pero estaba por empezar lodiferente.
"Me dijo Feli que en 10 llega...anda ocupándote otra mesa, desdedonde tengas buena perspectiva..."
Y así lo hizo Leandro. Se ubico perpendicularmente a unos metros. De ahípodría ver la escena con lujo de detalles, con su propia novia como primerplano.
Esos 10 minutos parecieron durar años, pero Felipe hizo su aparición conun paquete envuelto para regalo y con moño. Vio a Julieta, se acercó, la saludóy se sento frente a ella.
El corazón de Leandro latía a 20 mil por hora.
El regalo era para que lo abra después...lógicamente.
"Ya vengo entonado con ganas de vos, por haber visto el estado eseque subiste..." Le dijo Felipe. Ella reía.
Y así Leandro se quedó viendo la situación, como un ya casi consagradocornudo de ley.
En su cabeza se mezclaban dos imágenes: La que estaba viendo en esemomento, que consistía en ese otro tipo con sus ojos clavados en las dos tetasde su novia, estratégicamente exhibidas, y en su imaginación, la imagen de esemismo tipo sacándole un rato más tarde, en el cuarto de un hotel a Julieta, asu Julieta...la bombacha blanca con transparencias. Y ella dejando contenta queeso suceda. Con una sonrisa en su cara.
5 comentarios - No hay vuelta atras - Parte 3
el detalle de la ropa comprada por el cornudo es muy especial por que delata que el ya venia preparando a su mujer desde hace tiempo
besos para lore y saludos para vos cuerno
Como extraño comprarle ropa de puta, lencería y tangas a Lorena...
Como siempre genios!