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Le di duro a Sandrita... y a otra

Sigoobvio dándole sin asco a mi yegua Sandrita, inundándola de semen como loco.Pero esta semana se le apareció una competidora de lujo: mi vecinita de departamentoSilvia, que ya me cogiera apenas llegó a casa. No sabía si darle a una o a laotra. Pero lo resolvió mi potra genialmente.
 
Silvia,una hermosa madura que me saca mal, me llamó por whatsapp en la semanapreguntándome cómo estaba y qué hacía que no estaba en mi depto. Le tuve quecontar todo mi quilombo desde la primera vez que Sandrita vino a casa y me la bajé.Y ella me contó de lo suyo, que esto, lo otro, boludeces. Pero me calienta, yquise ver si podía ir para darle. Le dije de vernos pero que no puedo salir porla conchuda cuarentena. Silvita re dulce me dijo: "Mmm, mi amor, quedatetranquilo dulce, te voy a ver yo, si querés te llevo fiambre y te hago sandwichitos".Le dije que bien, pero que estaba Sandri. "Qué importa, comemos los tres,no hay problema". Bárbaro dije, acepté y en la semana Silvia se aparecióacá en casa de Sandrita, donde paso la cuare con mi potra.
 
Encimamuy linda de blazer y pollera, tacos y maquillada, perfumada y encremada, defina cartera, Silvia me abrazó y luego de sacarse su barbijo saludó a Sandri,que la recibió bien, copada. Silvia trajo fiambre, nos convidó y los trescomimos sandwiches con, como siempre, mucha mayonesa a mi pedido. Flanqueadopor las dos, comía los sandwiches que ambas me hacían y se me paraba un poco elpene bajo mi pantalón fino. Tenía ganas o de pajearme o de meter mano en la vagina de alguna de las dos. Peroesta vez, total a Sandri la cojo siempre, quería darle a mi vecinita. Pensabacómo hacer si estaba mi potra, a ver si no quería más nada conmigo, pero no mequería perder a la otra.
 
Luegode la cena, Silvia se ofreció a lavar y acomodar todo y la llamé aparte aSandrita para comentarle de la tipa. Le conté algo más de quién era y que meexcitaba, que le tenía ganas, pero que yo le daba prioridad a Sandri. Sinembargo, mi dulce colorada siempre me da un gusto: "Diegui, ¿no querés quelo hagamos los tres?" Le dije que sí, pero que me parecía medio zarpadocon la señora. "No, no pasa nada amor, me parece que le gusta elsalchichón, dale, total, mientras me des a mí…", decía mi yeguacha.
 
Joyadije, se me hizo. Garchar con dos mujeres de aquéllas. Le comenté a Silvia, latipa se quedó sorprendida y mucho no quiso. "Noo Diego, no, ¿qué va adecir tu novia?" Ahí mi "novia" intervino: "Silvita, yo ledoy a lo que venga, corazón", así, totalmente desatada, confianzuda con lamujer que recién conocía. Casi me muero cuando Silvia aceptó: "Bueno,vamos, me gusta con vos y mi vecinito dulce", dijo mientras me pellizcaba lamejilla.
 
Ylisto. La sujeté a Silvia, la aplasté contra la heladera, le pasé las manos ylengua por donde quise, Sandri se metió y también la manoseé bien manoseada. Nopude más, no logré ir a la cama con ninguna. La agarré fuerte a Silvia de nuevo,la estrellé contra la heladera, le bajé la pollera y la bombacha, pelé mi penecrecidazo y se lo metí sin juego ni nada por atrás. Loco, y mientras escuchabaque Sandrita se sacaba todo, le di a Sil hasta eyacularle semen a chorrolimpio. Apenas lo saqué, la dejé a Silvia, la agarré a Sandri y tras zamarrearla,la acosté en ropita en el sofá, le arranqué corpiño y bombacha y tras subirme confuria, se la mandé por su vagina dándole enloquecid o con su aroma a crema hastaacabarle semen terrible. Luego las dos me estimularon, Silvita sacó pastillasde su cartera y me dio para que se me parara de nuevo, se me paró y le di a ellay a mi yegua mientras loco retorcía a ambas sus tetas, culo y cuerpo. Ambas mebesaban, tocaban todo, yo a ellas, y también claro, se besaron y toquetearon, ySandri aceptó que Silvia la acostara arriba del sofá y se la cogiera soberanamentehaciéndola gemir de placer intenso. Y yo les volví a dar a las dos, llenándolasde semen a rabiar, loco y volado con sus perfumes, finura y el fiambre conmayonesa que me endureció la pija y todo. Una noche espectacular, no sólo conmi Sandrita, sino con mi vecinita gauchita. Eso es la gloria cogiendo.
 
 

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