en una ocasión que vino a la casa y mi esposo había tenido que salir por causas del trabajo, cuando llegó tocó y lo hice pasar como de costumbre, yo llevaba puesto un vestido gris ceñido a mi cintura que me resaltaba el trasero y las tetas, al notar que no estaba mi esposo pensó en irse, pero en ese momento se soltó una tormenta así que le propuse que esperara.
La verdad es que yo estaba súper caliente, sentía como mi tanga estaba totalmente mojada esto sin que nada hubiera ocurrido todavía, y él lo notó, mis pezones me delataron.
Empezamos a charlar por momentos notaba como se me quedaba viendo a los ojos de forma seductora y por más que intentaba no podía resistirme a desviar su mirada, me puso muy nerviosa, así estábamos hablando de cosas sin importancia cuando de la nada se acercó a mi rostro y me plantó un beso en la boca que me tomó por sorpresa.
En un principio puse cierta resistencia, pero con una de sus manos me tomó del brazo y con la otra mi cintura y ya no pude más, me fundí con él en un beso largo y apasionado.
Empezó a besarme el cuello, a tocarme y manosearme con desesperación, yo sentía que me venía, , no pensaba más que en que me arrancara el vestido y ahí mismo me cogiera! pero para mí mala suerte en ese momento escuché el mensaje de mi esposo que estaba llegando, si solo hubiera llegado 5 minutos más tarde me hubiera encontrado ensartada en la verga de Luis.
En fin, eso nos dio tiempo, a mí para acomodarme cuando mi marido entró no sospechó lo más mínimo, le dije que por la lluvia había invitado a Enrique a tomar un cafecito a lo que estuvo de acuerdo y hasta agradeció mi hospitalidad para con su amigo.
Esa noche ya no ocurrió nada, aunque yo me quedé empapada y con la calentura por lo que cogí con mi esposo y me vine recordando ese beso y cómo sus manos apretaron mi trasero y mi cintura.
Los días siguientes esperaba como de costumbre las visitas de Enrique en casa, me ponía más coqueta y con ropa más atrevida, a mi esposo le gustaba, pensaba que era para él, y aunque no tengo nada que reprocharle en la cama el deseo por Enrique era muy intenso y hacía que me olvidara de todo lo demás.
Trascurrieron exactamente 12 días, eran como las 10 de la noche cuando recibí un mensaje en mi celular, era el, decía que acababa de llegar, que, si podía verme al siguiente día a solas, le respondí que sí, que pasara por mí a mi trabajo, que me mandara un mensaje, cuando estuviera en el estacionamiento que yo iría, y así quedamos.
Esa noche no pude dormir solo imaginando lo que podía ocurrir, y en como iría vestida, temprano me duché y me depilé toda, me puse un corpiño beige muy provocativo, una falda roja ajustada, no era mini pero si corta, una blusa negra semitransparente, tacones altos, en fin supe que no me había equivocado de elección, cuando llegué al trabajo y todos los hombres no podían disimular y me veían descaradamente
Cuando llegué me saludó de beso en la mejilla, me invitó a subir al auto y arrancó, me fui acercando a él y durante el camino pegué mi cabeza a su hombro, cualquiera creería que iba con mi esposo, cuando el camino lo permitía él me abrazaba y acariciaba el cabello, eso me puso a mil, cuando llegamos el lugar era muy agradable
A mí me encanta gritar y veces eso en casa es problema por nuestra hija esa idea me prendió más, al llegar el estacionó el auto e inmediatamente nos metimos, él me miró fijamente a los ojos, con sus manos empezó a acariciar mi rostro, y se las empecé a besar, me metía sus dedos en la boca le lamía cada uno, le empecé a quitar su camisa, en cada botón le besaba el pecho y su olor a macho me mataba, quería comérmelo, ¡morderlo!
Me tomó de la cintura y me cargó, la falda se me subió y así me empezó a tocar, me acariciaba las nalgas deliciosamente, yo estaba perdida, no podía contener este deseo, le empecé a tocar el paquete que se le formó entre las piernas,
Le desabroché su cinturón y del bóxer le asomaba ese hermoso paquete brillante amenazando salir, en ese momento mis piernas flaquearon y me rendí e sus pies.
Hincada saqué con delicadeza su hermosa verga, por fin la tenía frente a mi boca, era bastante grande, muy gruesa, las venas parecían que le iban a reventar, primero se la besé, palmo a palmo para después intentar metérmela en la boca, era deliciosa, apenas y me cabía la mitad, pero quería chuparla toda, él jadeaba de gusto y me jalaba el cabello y la cabeza.
empecé a sentir que su verga se hinchaba estaba a punto de acabar ,, me llenó la boca de su leche, nunca la había tenido tan llena pero no derramé ni una sola gota.
¡Era una puta! Cogiéndome con el mejor amigo de Darío en una telo donde nadie sabía de mi paradero, era lo peor que estaba haciendo, sobre todo porque ello eran más que amigos, ¡eran hermanos!
Al momento me hizo acostar en una mesa que estaba al centro, empezó a besarme los muslos, hizo a un lado mi tanga y empezó a comerme toda la concha
Él no dejaba de hacerlo, y en un momento introdujo uno de sus dedos, moviéndolo como si fuese un buen ginecólogo, que rico movía dentro de mí, me tenía gritando como loca.
En ese momento me vine a gritos,
Me llevó al sillón, me quitó la falda y la blusa, me desnudó completamente, a excepción de los tacones y ahí por primera vez sentí su verga, me senté sobre ella y lentamente me la introdujo, sentía como me abría la concha , como esa enorme y gorda verga me partía y yo gritaba fuerte le pedía me cogiera como nunca.
Lo cabalgué un buen rato en esa posición, pero tenía mucho aguante, me volteó, empezó a introducírmela como una perrita, me la clavaba toda de un solo golpe para después sacarla y de nuevo clavármela entera,
Así empezó a meterme primero un dedo en el culo, mientras me comía su pija , me metía un dedo, y era maravillosamente rico, cuando entró fácilmente un dedo siguió con dos.
Cuando sus dos dedos entraban con mayor facilidad , empezó a introducir la cabeza en mi culo
despacito me la fue metiendo y sentí sus huevos rebotar en mi culo, por fin me la había metido toda! unas lágrimas me salieron, tenía esa rica verga en mi culo completamente.
Empezó a empujármela despacio, en cada embestida el dolor era menos intenso, era dolor mezclado con placer, así cada vez más rápido me la empezó a meter, me cogía ya con ritmo semi rápido, empecé a subir al cielo, cerraba los ojos y sentía derrumbarme de placer, era sumamente delicioso, tenía todo el culo lleno de verga, de su rica verga.
Me empezó a dar más rápido, sus huevos rebotaban en mi culo y sentía que me venía, perdí la cuenta, sentí de nuevo su verga hinchada, sestaba acabando y sus jadeos eran más intensos, empecé a sentir el interior de mi culo caliente, era su leche, que me inundaba toda.
nos quedamos dormidos me despertó el celular, ¡era mi esposo!
Me pregunto a qué hora llegaría a casa le dije que tenía mucho trabajo que tardaría un poco en llegar, vi el reloj y eran las 7:30 pm, desperté a Enrique con un besito en sus labios, me empezó a acariciar de nuevo, le dije que no había tiempo que tenía que regresar, me llevó a la ducha y me bañó, enjabonó cada parte de mi piel, y yo la suya, no pude resistir, aun con el tiempo encima otra vez el deseo me traicionó y empecé a mamársela ahí de nuevo mientras lo secaba con una toalla, me abrazó y me cargo, me puso apretada a la pared, me volteó y me empezó a coger.
Me volví a venir una y otra vez,
Nos cambiamos, y arreglamos
me calienta ser infiel , me gusta el sexo , lo quiero a mi espos pero las ganas de sexo siempre me superan
La verdad es que yo estaba súper caliente, sentía como mi tanga estaba totalmente mojada esto sin que nada hubiera ocurrido todavía, y él lo notó, mis pezones me delataron.
Empezamos a charlar por momentos notaba como se me quedaba viendo a los ojos de forma seductora y por más que intentaba no podía resistirme a desviar su mirada, me puso muy nerviosa, así estábamos hablando de cosas sin importancia cuando de la nada se acercó a mi rostro y me plantó un beso en la boca que me tomó por sorpresa.
En un principio puse cierta resistencia, pero con una de sus manos me tomó del brazo y con la otra mi cintura y ya no pude más, me fundí con él en un beso largo y apasionado.
Empezó a besarme el cuello, a tocarme y manosearme con desesperación, yo sentía que me venía, , no pensaba más que en que me arrancara el vestido y ahí mismo me cogiera! pero para mí mala suerte en ese momento escuché el mensaje de mi esposo que estaba llegando, si solo hubiera llegado 5 minutos más tarde me hubiera encontrado ensartada en la verga de Luis.
En fin, eso nos dio tiempo, a mí para acomodarme cuando mi marido entró no sospechó lo más mínimo, le dije que por la lluvia había invitado a Enrique a tomar un cafecito a lo que estuvo de acuerdo y hasta agradeció mi hospitalidad para con su amigo.
Esa noche ya no ocurrió nada, aunque yo me quedé empapada y con la calentura por lo que cogí con mi esposo y me vine recordando ese beso y cómo sus manos apretaron mi trasero y mi cintura.
Los días siguientes esperaba como de costumbre las visitas de Enrique en casa, me ponía más coqueta y con ropa más atrevida, a mi esposo le gustaba, pensaba que era para él, y aunque no tengo nada que reprocharle en la cama el deseo por Enrique era muy intenso y hacía que me olvidara de todo lo demás.
Trascurrieron exactamente 12 días, eran como las 10 de la noche cuando recibí un mensaje en mi celular, era el, decía que acababa de llegar, que, si podía verme al siguiente día a solas, le respondí que sí, que pasara por mí a mi trabajo, que me mandara un mensaje, cuando estuviera en el estacionamiento que yo iría, y así quedamos.
Esa noche no pude dormir solo imaginando lo que podía ocurrir, y en como iría vestida, temprano me duché y me depilé toda, me puse un corpiño beige muy provocativo, una falda roja ajustada, no era mini pero si corta, una blusa negra semitransparente, tacones altos, en fin supe que no me había equivocado de elección, cuando llegué al trabajo y todos los hombres no podían disimular y me veían descaradamente
Cuando llegué me saludó de beso en la mejilla, me invitó a subir al auto y arrancó, me fui acercando a él y durante el camino pegué mi cabeza a su hombro, cualquiera creería que iba con mi esposo, cuando el camino lo permitía él me abrazaba y acariciaba el cabello, eso me puso a mil, cuando llegamos el lugar era muy agradable
A mí me encanta gritar y veces eso en casa es problema por nuestra hija esa idea me prendió más, al llegar el estacionó el auto e inmediatamente nos metimos, él me miró fijamente a los ojos, con sus manos empezó a acariciar mi rostro, y se las empecé a besar, me metía sus dedos en la boca le lamía cada uno, le empecé a quitar su camisa, en cada botón le besaba el pecho y su olor a macho me mataba, quería comérmelo, ¡morderlo!
Me tomó de la cintura y me cargó, la falda se me subió y así me empezó a tocar, me acariciaba las nalgas deliciosamente, yo estaba perdida, no podía contener este deseo, le empecé a tocar el paquete que se le formó entre las piernas,
Le desabroché su cinturón y del bóxer le asomaba ese hermoso paquete brillante amenazando salir, en ese momento mis piernas flaquearon y me rendí e sus pies.
Hincada saqué con delicadeza su hermosa verga, por fin la tenía frente a mi boca, era bastante grande, muy gruesa, las venas parecían que le iban a reventar, primero se la besé, palmo a palmo para después intentar metérmela en la boca, era deliciosa, apenas y me cabía la mitad, pero quería chuparla toda, él jadeaba de gusto y me jalaba el cabello y la cabeza.
empecé a sentir que su verga se hinchaba estaba a punto de acabar ,, me llenó la boca de su leche, nunca la había tenido tan llena pero no derramé ni una sola gota.
¡Era una puta! Cogiéndome con el mejor amigo de Darío en una telo donde nadie sabía de mi paradero, era lo peor que estaba haciendo, sobre todo porque ello eran más que amigos, ¡eran hermanos!
Al momento me hizo acostar en una mesa que estaba al centro, empezó a besarme los muslos, hizo a un lado mi tanga y empezó a comerme toda la concha
Él no dejaba de hacerlo, y en un momento introdujo uno de sus dedos, moviéndolo como si fuese un buen ginecólogo, que rico movía dentro de mí, me tenía gritando como loca.
En ese momento me vine a gritos,
Me llevó al sillón, me quitó la falda y la blusa, me desnudó completamente, a excepción de los tacones y ahí por primera vez sentí su verga, me senté sobre ella y lentamente me la introdujo, sentía como me abría la concha , como esa enorme y gorda verga me partía y yo gritaba fuerte le pedía me cogiera como nunca.
Lo cabalgué un buen rato en esa posición, pero tenía mucho aguante, me volteó, empezó a introducírmela como una perrita, me la clavaba toda de un solo golpe para después sacarla y de nuevo clavármela entera,
Así empezó a meterme primero un dedo en el culo, mientras me comía su pija , me metía un dedo, y era maravillosamente rico, cuando entró fácilmente un dedo siguió con dos.
Cuando sus dos dedos entraban con mayor facilidad , empezó a introducir la cabeza en mi culo
despacito me la fue metiendo y sentí sus huevos rebotar en mi culo, por fin me la había metido toda! unas lágrimas me salieron, tenía esa rica verga en mi culo completamente.
Empezó a empujármela despacio, en cada embestida el dolor era menos intenso, era dolor mezclado con placer, así cada vez más rápido me la empezó a meter, me cogía ya con ritmo semi rápido, empecé a subir al cielo, cerraba los ojos y sentía derrumbarme de placer, era sumamente delicioso, tenía todo el culo lleno de verga, de su rica verga.
Me empezó a dar más rápido, sus huevos rebotaban en mi culo y sentía que me venía, perdí la cuenta, sentí de nuevo su verga hinchada, sestaba acabando y sus jadeos eran más intensos, empecé a sentir el interior de mi culo caliente, era su leche, que me inundaba toda.
nos quedamos dormidos me despertó el celular, ¡era mi esposo!
Me pregunto a qué hora llegaría a casa le dije que tenía mucho trabajo que tardaría un poco en llegar, vi el reloj y eran las 7:30 pm, desperté a Enrique con un besito en sus labios, me empezó a acariciar de nuevo, le dije que no había tiempo que tenía que regresar, me llevó a la ducha y me bañó, enjabonó cada parte de mi piel, y yo la suya, no pude resistir, aun con el tiempo encima otra vez el deseo me traicionó y empecé a mamársela ahí de nuevo mientras lo secaba con una toalla, me abrazó y me cargo, me puso apretada a la pared, me volteó y me empezó a coger.
Me volví a venir una y otra vez,
Nos cambiamos, y arreglamos
me calienta ser infiel , me gusta el sexo , lo quiero a mi espos pero las ganas de sexo siempre me superan
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