Cuando finalmente nos encontramos con Laura, después dechatear un buen tiempo, el deseo de un encuentro sexual me volaba la cabeza.
Habíamos tenido chats calientes. Pero nada comparable alo que fue en verdad.
Al subir al auto parecía tímida, casi sin mediar palabranos fuimos al hotel del que habíamos hablado, uno en la General Paz, dehabitaciones amplias, sillones y todo lo necesario para un buen tiempo dedisfrute. Apenas rocé sus piernas en el camino y cuando quise llegar a sustetas, quitó la mano con sutileza. Sólo abrió un poco mas su camisa paradejarme adivinar sus pechos.
Llegamos, y fuimos a la habitación. Ella fue al baño y yoquedé sentado en el sillón esperando.
Volvió en tanga solamente. Sus pechos eran tan apeteciblescomo los había visto por chat. Quise tocarlos y no me dejó. “Aca ordeno yo”,dijo. Decidí dejarme llevar.
Me hizo desnudar y sentarme en una silla muy cómoda y ató mis brazos por detrásdel respaldo. Luego, dejando sus pechos muy cerca de mi, ató una a una mispiernas a las patas de la silla.
Ya estaba a su arbitrio.
Se sentó en la cama frente a mi y comenzó a acariciarsesus tetas, como si yo no estuviera.
Apretaba sus pezones con fuerza y abría y cerraba suspiernas.
Mi erección comenzaba
Luego siguió con su concha por encima de la tanga negraque llevaba puesta. La pajeaba y yo miraba con deseo. Acercó mas la silla dondeyo permanecía atado y ella quedó masturbándose frente a mi a poco menos de unmetro. Su olor me enloquecía.
Se quitó la tanga y me la hizo oler y chupar.
Luego se arrodilló frente a mi y empezó a acariciar con la punta de los dedos lacabeza de mi pija erecta. Acercaba su boca y le tiraba su aliento.
Suavemente y con la punta de la lengua chupó mis huevos.Mi erección estalló
Me hizo sentar mas adelante y abrir las piernas paraacariciar mi culo. Con el dedo índice dibujaba redondeles y poco a poco lo fuemetiendo. No puedo precisar cuanto metia pero la sensación de dolor y placer semezclaba.
Mientras seguía haciéndolo me pasaba la punta de lalengua por la punta de la pija, que ya babeaba. La escupió y la chupo toda.Pero solamente unos segundos. Mi calentura era extrema.
Trajo aceite y metió otro dedo en mi culo, el medio, que entraba y salíaintegro. Mi pija quería explotar en su cara que estaba al lado pero me advirtióque debía esperar para acabar.
Dándome la espalda, pasaba su culo por la cabeza di mipija y cuando comenzaba a entrar lo sacaba. Se la metió en la concha empapada yme cogio. Yo me mantenía sentado y atado a su merced.
De golpe se tiró al piso y se masturbó metiéndose los dedos y luegochupándolos. Acabó asi.
No puedo calcular el tiempo que transcurrió pero yo solo quería acabar. No mepermitía hablar por lo que tuve que esperar hasta que decidió que quería leche.Se metió mi pija en el culo y tuvo otro orgasmo asi mientras se metia los dedosen la concha. Yo no aguantaba.
Hubiera rogado acabarle en la concha o en el culo, peroella decidió que sería en su cara.
Se tragó integra la pija y comenzó a chuparla ya pajearme a la vez. Con fuerza y frenesí. Buscando lo que quería. Cuandollegaba mi grito se sacó la pija de la boca y comenzó a ordenarme que le dieratoda la leche en la cara.
Acabé con tres chorros que se depositaron en sus ojos, su cara y su boca, cadauno de los tres que salieron. Juntó la leche con sus dedos y los chupo.
Quedé extenuado. Solo quería recostarme y tomar agua. Pero no me lo permitió yla cosa seguiría…
Habíamos tenido chats calientes. Pero nada comparable alo que fue en verdad.
Al subir al auto parecía tímida, casi sin mediar palabranos fuimos al hotel del que habíamos hablado, uno en la General Paz, dehabitaciones amplias, sillones y todo lo necesario para un buen tiempo dedisfrute. Apenas rocé sus piernas en el camino y cuando quise llegar a sustetas, quitó la mano con sutileza. Sólo abrió un poco mas su camisa paradejarme adivinar sus pechos.
Llegamos, y fuimos a la habitación. Ella fue al baño y yoquedé sentado en el sillón esperando.
Volvió en tanga solamente. Sus pechos eran tan apeteciblescomo los había visto por chat. Quise tocarlos y no me dejó. “Aca ordeno yo”,dijo. Decidí dejarme llevar.
Me hizo desnudar y sentarme en una silla muy cómoda y ató mis brazos por detrásdel respaldo. Luego, dejando sus pechos muy cerca de mi, ató una a una mispiernas a las patas de la silla.
Ya estaba a su arbitrio.
Se sentó en la cama frente a mi y comenzó a acariciarsesus tetas, como si yo no estuviera.
Apretaba sus pezones con fuerza y abría y cerraba suspiernas.
Mi erección comenzaba
Luego siguió con su concha por encima de la tanga negraque llevaba puesta. La pajeaba y yo miraba con deseo. Acercó mas la silla dondeyo permanecía atado y ella quedó masturbándose frente a mi a poco menos de unmetro. Su olor me enloquecía.
Se quitó la tanga y me la hizo oler y chupar.
Luego se arrodilló frente a mi y empezó a acariciar con la punta de los dedos lacabeza de mi pija erecta. Acercaba su boca y le tiraba su aliento.
Suavemente y con la punta de la lengua chupó mis huevos.Mi erección estalló
Me hizo sentar mas adelante y abrir las piernas paraacariciar mi culo. Con el dedo índice dibujaba redondeles y poco a poco lo fuemetiendo. No puedo precisar cuanto metia pero la sensación de dolor y placer semezclaba.
Mientras seguía haciéndolo me pasaba la punta de lalengua por la punta de la pija, que ya babeaba. La escupió y la chupo toda.Pero solamente unos segundos. Mi calentura era extrema.
Trajo aceite y metió otro dedo en mi culo, el medio, que entraba y salíaintegro. Mi pija quería explotar en su cara que estaba al lado pero me advirtióque debía esperar para acabar.
Dándome la espalda, pasaba su culo por la cabeza di mipija y cuando comenzaba a entrar lo sacaba. Se la metió en la concha empapada yme cogio. Yo me mantenía sentado y atado a su merced.
De golpe se tiró al piso y se masturbó metiéndose los dedos y luegochupándolos. Acabó asi.
No puedo calcular el tiempo que transcurrió pero yo solo quería acabar. No mepermitía hablar por lo que tuve que esperar hasta que decidió que quería leche.Se metió mi pija en el culo y tuvo otro orgasmo asi mientras se metia los dedosen la concha. Yo no aguantaba.
Hubiera rogado acabarle en la concha o en el culo, peroella decidió que sería en su cara.
Se tragó integra la pija y comenzó a chuparla ya pajearme a la vez. Con fuerza y frenesí. Buscando lo que quería. Cuandollegaba mi grito se sacó la pija de la boca y comenzó a ordenarme que le dieratoda la leche en la cara.
Acabé con tres chorros que se depositaron en sus ojos, su cara y su boca, cadauno de los tres que salieron. Juntó la leche con sus dedos y los chupo.
Quedé extenuado. Solo quería recostarme y tomar agua. Pero no me lo permitió yla cosa seguiría…
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