Hola a todos, mi nombre es Tomás tengo 23años, para los que no leyeron mi relato anterior, les cuento que por razones de la cuarentena, estoy viviendo en la casa de mis suegros. Mi novia Pilar, tiene 20. Y si quieren saber más de mi historia les dejo el link de mi relato.
https://m.poringa.net/posts/relatos/3690648/Me-coji-a-mi-suegra-y-a-mi-cunadito-tu-casa-es-casa-de-loc.html
Después de un mes de cuarentena, y con lo que parece va a durar un tiempo más, con Pili, buscabamos ponerle un poco de pimienta al sexo. Yo hacia rato que quería estrenarle la colita, pero no había caso, ella decía que le dolía y el hecho de la cuarentena se me hacia imposible salir de compras a un sexshop y conseguir un buen lubricante o algún juguetito que le ayude a relajarse. Asi que, decidí jugar con lo que teniamos en casa, mucho morbo.
Nos pusimos de acuerdo con Pili a que jugariamos a no cojer más en el mismo lugar, se podía repetir la posición pero debía ser en otro lugar de la casa. Y si era en la cama tendría que ser algo que nunca hayamos hecho. eso sirvió para ponernos cachondos. Y yo tenía la esperanza de que con esos juegos en algún momento iba a aflojar.
Una vez, lo hicimos de parados en el balcon de su cuarto. Ella doblaba agarrándose de la baranda y yo tomandola por la cintura desde atrás hacia que mi verga entre entera en su conchita.
Una mañana, mientras mi suegra pasaba la aspiradora en el living. La agarré desprevenida, Pili estaba buscando un yogurt para desayunar, y cuando abrió la heladera la tomé del brazo y me la subí arriba como un Koala. Comencé a besarla y ella ya sabía que la iba a cojer ahí mismo. Ella estaba con el pijama que es como un vestido, asi que, así a upa como estaba, le corrí la bombachita, que ya estaba humedad y se la metí. Ella se agarraba de mi cuello y de la puerta de la heladera para no caer. Yo la sostenía del culo y la subía y bajaba a mi antojo. Apretaba sus nalgas y con mi dedo índice jugaba haciendo circulitos en su ano. Eso la volvía loca. Y se mordia los labios para no gritar. Y todo esto a un par de metros de mi suegra.
El morbo iba creciendo. Cuando dormian la siesta mis suegros ibamos al baño de arriba que está al lado de su habitación y cogiamos en la ducha. Pili acababa y le brillaban los ojitos. Veia su cara de putita enamorada y también me sentía más enamorado que nunca.
Cuando estabamos todos juntos Pili me decia cosas chanchas al oído. Y después se reía cuando yo trataba de esconder mis tremendas erecciones para que su papá o su mamá no se den cuenta. Y yo me vengaba haciendo que se mordiera los labios para no gritar cuando cogiamos detras de una puerta o tras una columna con alguien ahí a metros de nosotros.
Una noche estábamos todos en el living viendo una película. Pili estaba sentada al lado mío y del otro lado mi suegra, mi suegro estaba en su sillón aparte y Martín estaba en una silla un poco más atrás.
Pili se acercó y me decía al oido que le gustaria arrodillarse ahí mismo y comerme la pija. Miraba mi entrepierna y veía como iba creciendo mi erección. Y me decía que su padre se había dormido en su sillón. Siempre le pasaba después de trabajar en turnos rotativos en la fábrica. Y me decía que le gustaría hacerme acabar y tomarse la lechita en frente de su papi. Mi verga ya era un mástil. Agarré uno de los almoadoncitos del sillón intentando taparme.
Martín subió a su cuarto y Ella me dijo que se iba a bañar y que en media hora me esperaba en cuatro en su cama. Mi verga me latía al verla mover el culo subiendo la escalera.
Traté de distraerme un poco volviendo a la película, cuando mi suegro empezó a roncar.
Mi suegra me dijo al oido,- se ve que la estas pasando bien últimamente.
Su mano corrió el almohadon en mi regazo y se apoyó en mi muslo. Otra vez estaba pasando. Mi suegra quería pija.
Seguía susurrandome en el oido.
- no teda vergüenza, contar plata delante de los pobres?(su mano iba subiendo de a poco)
-a vos te parece cojer en la cocina con tu suegra enfrente? Te estas portando muy mal.
Me besaba en el cuello. Y yo ya estaba perdido. Tomó mi verga por arriba de la ropa y comenzó a pajiarme.
Suegra- decime la verdad, todavía no le hiciste la colita no?
Yo-no, todavía no. Pero ya va a aflojar.
Suegra- si me convidas de tu verga te puedo ayudar. ( yo tenía la cabeza a mil, no sabia a donde iba a terminar esto.) Vos me cojes como sabes hacerlo y yo te entrego a mi hija con el culito dispuesto.
No me podía negar. Ella bajó disimulando estar acostada en el sillón y sacó mi verga el joguin. Se la metió entera, y comenzo una mamada. Cuando empezaba a entrar en ritmo, guardó mi verga erecta de nuevo.
Suegra- andá que mi hija te espera en cuatro.
Me besó en los labios. Y me fui al baño. Mientras me limpiaba la verga pensaba en que mi suegra sabía todo lo que pasaba en su casa por un lado me preocupaba por mi cuñado, pero por otro el morbo se multiplicaba por un millón con mi suegra entregandome el culo de su hija y el suyo al mismo tiempo. Esto podía estallar en cualquier momento. Pero no podía rechazar semejante oferta.
Cuando entré al cuarto. Pili estaba con una tanguita negra. Esa que sabía que me encantaba. Así en cuatro como estaba si le acercaba la verga me iba a tirar de palomita y descocerle el orto a pijazos, así que decidí bajar un cambio. En cuatro le corrí la tanguita y comencé a comerle la conchita. Jugaba con mi lengua en su clítoris mientras le colaba dos dedos en su concha, para hacer presión en su punto g. Comenzó a gemir. Tomé la sabana y la amordace, haciendo un nudo a la altura de la nuca. Con el resto de la sabana até sus muniecas en la espalda. Ella quedó con su cara apoyada en la cama, y su culito en pompa mirando al techo. La miré por un segundo y así atada parecía un regalo de Navidad para un morboso hijo de puta como yo. Podría haberle devirgado el culo en ése momento, asi como estaba nadie la escucharia gritar y mucho menos podría negarse. Pero yo no quería hacerlo así. Queria que ella lo deseara. Que me rogara por que le de verga por el culo.
Seguí chupandosela y cuando estaba por acabar segui pajeandola con mis dedos mientras hacía circulos con mi lengua en su ano. Fue la primera vez que vi un squirting en mi vida. Su eyaculación fue genial. Tenía un sabor algo entre salado y agrio pero me encantó. Quede con la cara empapada. Y también sus piernas y las sabanas. Ella quedó rendida en la cama. No tenía fuerza para nada. Pero yo estabaa full. La tome de la cabeza, le saqué la mordaza y le di unos segundos para respirar. Me miró a lo ojos y le metí la verga en la boca.
Yo- ahora me toca a mi. Te la vas a tragar toda, te vas a atragantar y te voy a dejar sin aire. Cuando no puedas más patalea. Ella sonrió y mi verga le entro hasta la garganta. Costaba y sentía que hacía topé. Pero queria meterla toda la acomode boca arriba, con el cuello estirado y la cabeza hacia atrás. Y al hacer presión sentí como su garganta sedia dando paso a la cabeza de mi verga. Sentía las contracciones de su garganta intentando tomar aire. Y metí y saque mi verga. Hasta que ella no aguntaba más y pataleaba golpeando la cama. Se la sacaba y veia como tomaba aire tociendo.
Yo- te gusta mi amor? Te dije que mi verga te iba a dejar sin aliento.
Pili- ssss... si.
Seguía tosiendo y otra vez se la enterre. Mis huevos golpeaban su nariz. Y yo estiraba mi mano para masajear su clítoris. Asi estuvimos por algunos minutos, y cuando ya no daba más, con la verga en su garganta acabé. La eyaculación acumulada del morbo de todo el dia. De su culo, de su squirt, Del sabor de su cocha, de tenerla atada como mi esclava, de mi suegra. Todo junto. Le llené la boca, y la leche salía por la comisura de sus labios y caia por su cara. Cuando saqué mi verga, vi esa imagen hermosa, ella tosia, estaba sucia, llorando colorada por la falta de aire. Pero aun así se veía hermosa. La desate y limpié su rostro con las sabanas. Ella sonrió y me besó. Esa noche dormí en su habitación.
Espero que les haya gustado. Depsues les cuento cuando le estrene el culito.
https://m.poringa.net/posts/relatos/3690648/Me-coji-a-mi-suegra-y-a-mi-cunadito-tu-casa-es-casa-de-loc.html
Después de un mes de cuarentena, y con lo que parece va a durar un tiempo más, con Pili, buscabamos ponerle un poco de pimienta al sexo. Yo hacia rato que quería estrenarle la colita, pero no había caso, ella decía que le dolía y el hecho de la cuarentena se me hacia imposible salir de compras a un sexshop y conseguir un buen lubricante o algún juguetito que le ayude a relajarse. Asi que, decidí jugar con lo que teniamos en casa, mucho morbo.
Nos pusimos de acuerdo con Pili a que jugariamos a no cojer más en el mismo lugar, se podía repetir la posición pero debía ser en otro lugar de la casa. Y si era en la cama tendría que ser algo que nunca hayamos hecho. eso sirvió para ponernos cachondos. Y yo tenía la esperanza de que con esos juegos en algún momento iba a aflojar.
Una vez, lo hicimos de parados en el balcon de su cuarto. Ella doblaba agarrándose de la baranda y yo tomandola por la cintura desde atrás hacia que mi verga entre entera en su conchita.
Una mañana, mientras mi suegra pasaba la aspiradora en el living. La agarré desprevenida, Pili estaba buscando un yogurt para desayunar, y cuando abrió la heladera la tomé del brazo y me la subí arriba como un Koala. Comencé a besarla y ella ya sabía que la iba a cojer ahí mismo. Ella estaba con el pijama que es como un vestido, asi que, así a upa como estaba, le corrí la bombachita, que ya estaba humedad y se la metí. Ella se agarraba de mi cuello y de la puerta de la heladera para no caer. Yo la sostenía del culo y la subía y bajaba a mi antojo. Apretaba sus nalgas y con mi dedo índice jugaba haciendo circulitos en su ano. Eso la volvía loca. Y se mordia los labios para no gritar. Y todo esto a un par de metros de mi suegra.
El morbo iba creciendo. Cuando dormian la siesta mis suegros ibamos al baño de arriba que está al lado de su habitación y cogiamos en la ducha. Pili acababa y le brillaban los ojitos. Veia su cara de putita enamorada y también me sentía más enamorado que nunca.
Cuando estabamos todos juntos Pili me decia cosas chanchas al oído. Y después se reía cuando yo trataba de esconder mis tremendas erecciones para que su papá o su mamá no se den cuenta. Y yo me vengaba haciendo que se mordiera los labios para no gritar cuando cogiamos detras de una puerta o tras una columna con alguien ahí a metros de nosotros.
Una noche estábamos todos en el living viendo una película. Pili estaba sentada al lado mío y del otro lado mi suegra, mi suegro estaba en su sillón aparte y Martín estaba en una silla un poco más atrás.
Pili se acercó y me decía al oido que le gustaria arrodillarse ahí mismo y comerme la pija. Miraba mi entrepierna y veía como iba creciendo mi erección. Y me decía que su padre se había dormido en su sillón. Siempre le pasaba después de trabajar en turnos rotativos en la fábrica. Y me decía que le gustaría hacerme acabar y tomarse la lechita en frente de su papi. Mi verga ya era un mástil. Agarré uno de los almoadoncitos del sillón intentando taparme.
Martín subió a su cuarto y Ella me dijo que se iba a bañar y que en media hora me esperaba en cuatro en su cama. Mi verga me latía al verla mover el culo subiendo la escalera.
Traté de distraerme un poco volviendo a la película, cuando mi suegro empezó a roncar.
Mi suegra me dijo al oido,- se ve que la estas pasando bien últimamente.
Su mano corrió el almohadon en mi regazo y se apoyó en mi muslo. Otra vez estaba pasando. Mi suegra quería pija.
Seguía susurrandome en el oido.
- no teda vergüenza, contar plata delante de los pobres?(su mano iba subiendo de a poco)
-a vos te parece cojer en la cocina con tu suegra enfrente? Te estas portando muy mal.
Me besaba en el cuello. Y yo ya estaba perdido. Tomó mi verga por arriba de la ropa y comenzó a pajiarme.
Suegra- decime la verdad, todavía no le hiciste la colita no?
Yo-no, todavía no. Pero ya va a aflojar.
Suegra- si me convidas de tu verga te puedo ayudar. ( yo tenía la cabeza a mil, no sabia a donde iba a terminar esto.) Vos me cojes como sabes hacerlo y yo te entrego a mi hija con el culito dispuesto.
No me podía negar. Ella bajó disimulando estar acostada en el sillón y sacó mi verga el joguin. Se la metió entera, y comenzo una mamada. Cuando empezaba a entrar en ritmo, guardó mi verga erecta de nuevo.
Suegra- andá que mi hija te espera en cuatro.
Me besó en los labios. Y me fui al baño. Mientras me limpiaba la verga pensaba en que mi suegra sabía todo lo que pasaba en su casa por un lado me preocupaba por mi cuñado, pero por otro el morbo se multiplicaba por un millón con mi suegra entregandome el culo de su hija y el suyo al mismo tiempo. Esto podía estallar en cualquier momento. Pero no podía rechazar semejante oferta.
Cuando entré al cuarto. Pili estaba con una tanguita negra. Esa que sabía que me encantaba. Así en cuatro como estaba si le acercaba la verga me iba a tirar de palomita y descocerle el orto a pijazos, así que decidí bajar un cambio. En cuatro le corrí la tanguita y comencé a comerle la conchita. Jugaba con mi lengua en su clítoris mientras le colaba dos dedos en su concha, para hacer presión en su punto g. Comenzó a gemir. Tomé la sabana y la amordace, haciendo un nudo a la altura de la nuca. Con el resto de la sabana até sus muniecas en la espalda. Ella quedó con su cara apoyada en la cama, y su culito en pompa mirando al techo. La miré por un segundo y así atada parecía un regalo de Navidad para un morboso hijo de puta como yo. Podría haberle devirgado el culo en ése momento, asi como estaba nadie la escucharia gritar y mucho menos podría negarse. Pero yo no quería hacerlo así. Queria que ella lo deseara. Que me rogara por que le de verga por el culo.
Seguí chupandosela y cuando estaba por acabar segui pajeandola con mis dedos mientras hacía circulos con mi lengua en su ano. Fue la primera vez que vi un squirting en mi vida. Su eyaculación fue genial. Tenía un sabor algo entre salado y agrio pero me encantó. Quede con la cara empapada. Y también sus piernas y las sabanas. Ella quedó rendida en la cama. No tenía fuerza para nada. Pero yo estabaa full. La tome de la cabeza, le saqué la mordaza y le di unos segundos para respirar. Me miró a lo ojos y le metí la verga en la boca.
Yo- ahora me toca a mi. Te la vas a tragar toda, te vas a atragantar y te voy a dejar sin aire. Cuando no puedas más patalea. Ella sonrió y mi verga le entro hasta la garganta. Costaba y sentía que hacía topé. Pero queria meterla toda la acomode boca arriba, con el cuello estirado y la cabeza hacia atrás. Y al hacer presión sentí como su garganta sedia dando paso a la cabeza de mi verga. Sentía las contracciones de su garganta intentando tomar aire. Y metí y saque mi verga. Hasta que ella no aguntaba más y pataleaba golpeando la cama. Se la sacaba y veia como tomaba aire tociendo.
Yo- te gusta mi amor? Te dije que mi verga te iba a dejar sin aliento.
Pili- ssss... si.
Seguía tosiendo y otra vez se la enterre. Mis huevos golpeaban su nariz. Y yo estiraba mi mano para masajear su clítoris. Asi estuvimos por algunos minutos, y cuando ya no daba más, con la verga en su garganta acabé. La eyaculación acumulada del morbo de todo el dia. De su culo, de su squirt, Del sabor de su cocha, de tenerla atada como mi esclava, de mi suegra. Todo junto. Le llené la boca, y la leche salía por la comisura de sus labios y caia por su cara. Cuando saqué mi verga, vi esa imagen hermosa, ella tosia, estaba sucia, llorando colorada por la falta de aire. Pero aun así se veía hermosa. La desate y limpié su rostro con las sabanas. Ella sonrió y me besó. Esa noche dormí en su habitación.
Espero que les haya gustado. Depsues les cuento cuando le estrene el culito.
1 comentarios - El morbo de cojer con mi suegra mirando.