Hola a todos, hoy les traigo la historia de Enzo. Él tiene 19, mide 1,72mts. De cara no es feo,pero tampoco es un modelo. Según sus amigas es el típico gordito al que nunca le prestan atención las chicas. Es estudiante de ingenieria.
Tiene algo de sobrepeso, pero solo unos kilos de más. Enzo es muy tímido con las chicas, y cuando se anima a hablar con alguna, lo terminas tomando como amigo. El pobre estaba condenado a la friendzone. Cuando empezó la facultad conoció a Sofía. Ella lo vio revisando las listas de los cursos en un pasillo y le preguntó sobre el curso de ingreso. Al girar para contestarle vio a la chica más hermosa que había visto. Era de las chicas con las que solo soñaba, de 1,60 morocha, ojos color miel. Una carita de angel y un cuerpo bien proporcionado con curvas sutiles. Super simpática y con una sonrisa perfecta. Conversaron por un momento y fueron juntos hasta el salón. Pero bueno en el curso de ingreso había 3 chicas y 28 chicos. Eso significaba que era imposible para él tener éxito con alguna. Y menos con Sofía, a la que los 28 chicos no paraban de tirarle onda. Enzo se resignó a lo de siempre. Ser el amigo.
Con el tiempo su relación se hizo mas estrecha, ella iva a su casa a estudiar.
Y él la acompañaba a salidas con amigos y a boliches. Pero Sofía notaba que Enzo, tenía muchas amigas pero jamás lo escuchó hablar de que le gustaba alguna chica. Era obvio que Enzo no le iba a contar a la chica que le gustaba sobre otras chicas. Y entonces ella empezó a indagar en el tema. Le pregunto si había estado alguna vez con una chica. Y él le contó que una vez cuando tenía 16, probó con una chica y no resultó. A él le daba vergüenza decirle que esa vez, con la chica que le gustaba, no pudo cojer por que la chica era Virgen y con su tremenda verga de 23cm y 8cm de ancho. Que apenas con mucho esfuerzo pudo meterle la mitad de la cabeza y la chica no aguanto el dolor. El se había quedado traumado pensando en que jamás podría cojer con alguien. Y seguía triste por eso. Pero Sofía, con los pocos detalles que él le dio, interpretó cualquier cosa. Pensó que Enzo era gay y que por eso no había funcionado su primera vez con esa chica. Además sumada al hecho de que él jamás le había tirado onda y era muy amigo de todas las chicas del curso, cerraba la historia por todos lados.
Ella le dijo que no se preocupe, que ya iba a llegar la persona que lo quisiera tal y como él era.
El curso continuó y a ella comenzó a gustarle un chico del mismo curso. Como era de esperarse, a ella le gustaba un tipo que era el tipico carilindo Narciso, que se pasa dos horas al dia en el gimnasio y esta tan marcado como Cristian Sancho. Todas las chicas de la facultad estaban tras él. Y a ella, hermosa como era, no le costó mucho que se pusieran a salir.
Cuando esto paso, Enzo se bajoneo un poco, sus pocas esperanzas se habían reducido a cero. Y otra vez Sofía al darse cuenta, penso que se sentía solo y entonces decidió que le presentaria a un amigo gay. Que por sierto le gustaban los osos, y Enzo daba justo en el perfil.
Ese finde semana, los padres de Sofía viajaban a la costa. Y ella como estaba con los finales decidió quedarse y además sería bueno estar sola el fin de semana, ya que podría organizar una reunión en su casa. Para presentarle a su amigo a Enzo y para tener su primer encuentro sexual con el chico que le gustaba.
Esa semana terminaron con los finales y el sábado para festejar hicieron fiesta en casa de Sofía. Había bastante alcohol, y eran solo algunos amigos de sofia y algunos del curso, serian unas doce personas. Sofía le presento a Ignacio, su amigo gay y estuvieron conversando un rato de pavadas.
La fiesta transcurrió normal y cuando ya estaban todos medio en pedo. Sofía que había estado toda la noche bailando con su chico, se acercó a Enzo y le dijo al oido- tengo una sorpresa para vos, se lo que te pasa y tengo la solución(lo miró a los ojos y le sonrió) en un rato anda para mi cuarto, esta el antifaz en la cama. Ponetelo y espera ahí.
Enzo se quedó helado. Podía ser cierto? La chica de sus sueños quería tener algo con él? Dudó, pero con lo que había tomado pensó que no podía ser verdad, pero por otro lado, para que le diría que los espere en su cama con los ojos tapados?
No se iva a quedar con la duda. Hizo exactamente lo que ella le pidió. Entró en el cuarto a oscuras y se acostó en su cama. Y se tapo los ojos. En un par de minutos sintió que alguien entraba al cuarto. Su respiración se aceleró. Sintió una mano que le recorria el pecho bajando lento hacia su verga. Solo alcanzó a decir- Soo... (y la mano le sobaba el bulto sobre el pantalón)y escuchó un- shhhhh (que lo callaba con un dedo índice apoyado en su boca.) Respiró profundo, mientras esa manos desabrochaban su cinturón y le bajaban el jean. Sintio un rostro pegado a su bulto como usandolo de almohada, lo estaba disfrutando. Las manos subieron su remera y sintió unas labios besarle el ombligo y ir bajando con besos. Su boxer estaba por explorar y cuando las dos manos bajaron su elastico, su verga salto como un resorte dandole una cachetada en la cara, y al vuelo sintió una boca besando su glande. Comenzó a chuparla lento. Enzo se sentía en la gloria. Con mucho esfuerzo alcanzaba a meterse la cabeza de su pija en la boca. Pero sentía una lengua fina recorrela toda y llenarla de saliva. Cuando estaba por acabar sintió la voz de Ignacio que le decía- tenes una pijota increíble Enzo, no aguanto más clavame ya!
Él se saco la venda y lo vio a Ignacio engullendo su verga.
Enzo- para! que haces?
Ignacio- lo que vos querías osito...
Enzo- pero estás loco yo no soy gay. Pensé que eras Sofía.
Ignacio- perdón fue un mal entendido. Sofi esta con el novio en la habitación de sus padres.
Enzo- no entiendo nada.
Ignacio- a mi me gustas y ella pensó que yo te podía gustar.
Enzo- pero yo no soy gay. No me gustan los hombres. A mi me gusta Sofía. Pensé que eras ella...
Ignacio- esta bien te creo, pero ahora estoy re caliente. Nunca había visto una pija tan grande como la tuya. Y con los ojos cerrados te calentaste también. Por favor déjame chupartela al menos...
(Enzo seguia con la verga como un mástil)
Nadie se va a enterar. Esto queda entre vos y yo.
Enzo- no... no puedo.
Ignacio cerro la puerta con llave,se desnudó, y abrió el placard de Sofía. Busco un vestido corto con el que ella iba a la facultad y se lo puso. Enzo estaba sentado al borde de la cama. Desilusionado. Cuando Ignacio se puso de espaldas frente a él. Se agacho y el vestido le quedaba justo a la mitad del culo. Al levantar la vista Enzo vio el culito de Ignacio, depilado, con la piel suave. Y su verga volvió a pararse. Ignacio se dio vuelta y arrodillado comenzó a mamarsela de nuevo.
Ignacio- solo mira su retrato, y pensa en ella. Hace de cuentas que te la estas cogiendo.
Enzo miró el portarretrato en la mesa de luz era Sofía, la noche de graduación de secuandaria. Sin quitar su vista de la foto, llevo sus manos a la nuca de Ignacio, y Comenzó a ayudarlo a meterse más adentro la verga en la boca. Solo pensaba en la boquita de Sofía. En que ahora seguro ella estaba con la chota de su novio en la boca, o que estaba cabalgando sobre la verga del novio solo detras de la pared. Cerró los ojos y se dejó ir. Sentía un placer inmenso con el pete de Ignacio. Pero por más fuerza que hicieran ambos solo podia tragar la cabeza y algo más. Ignacio ya estaba listo. Busco en el bolsillo de su pantalón, una caja de preservativos. Pero al tratar de ponerselos a Enzo se rompió, o eran demasiado a justados. Solo tomó el sobre de lubricante y se lo vacío en el glande esperando que con eso alcance. Y se puso en cuatro en la cama. Su cola quedaba paradita y Enzo le apoyó su verga en el ano. Si bien no era la primera vez de Ignacio, y su culo se dilataba por la calentura jamás había tratado con algo tan grande. Era como tratar de introducirce un matafuegos.
Enzo miró la foto por última vez. Imaginaba la sonrisa de Sofía. Tomó a Ignacio de las caderas y empujó. Entró la cabeza, e Ignacio empezó a tener espasmos que le hacian temblar. Sentía ese tronco abriendose paso. Y tuvo que morder la almohada para no gritar.
Enzo seguía empujando como un toro. De a poco entró hasta la mitad. Pero Ignacio ya no daba más, ya había acabado, y seguía con el terrible vergon abriéndose paso.
Se acostó en la cama y cuando quiso levantarse, Enzo le tiró sus 105kg encima. Más de 100 kilos sostenidos solo por la verga de Enzo, que parecía una columna romana. Solo se escuchó un grito que ni las almohadas pudieron frenar. Y el mástil de Enzo entró hasta el fondo. Solo la sacaba algunos centímetro y la volvía a enterrar. Enzo miraba la foto y cerraba los ojos. Sentía la verga apretada. Y con un mete y saca lento. Hizo que Ignacio acabara varias veces, y por último aceleró el paso y en su mente acabó dentro del culo de Sofía. Cuando saco su verga, Ignacio casi se desmaya. Sintió que le bajaba la presión. Miro a Enzo con la cara brillante por la transpiración y solo le dijo gracias.
Después de eso se vistieron y bajaron a tomar una cerveza. Sofía no estaba. Posiblemente siguiera en el cuarto de sus padres. Pero Enzo ya veía las cosas distintas. Se había sacado un peso de encima, se había sacado la maldición de tener semejante miembro. Y ahora sentía que podía con todo.
Brindaron e Ignacio volvió a decirle al oído que éso que pasó, no lo iba a saber nadie. Pero que si algún día se sentía solo o necesitaba descargarse el estaría dispuesto a repetirlo. Eso si, le dijo. La próxima vez, el tendría su peluca y su portaligas. Mucho lubricante para disfrutarlo a pleno.
Enzo solo se rió y levantó su cerveza para brindar. Si bien no se sentía atraido por Ignacio, quizas alguna vez lo podía repetir.
Tiene algo de sobrepeso, pero solo unos kilos de más. Enzo es muy tímido con las chicas, y cuando se anima a hablar con alguna, lo terminas tomando como amigo. El pobre estaba condenado a la friendzone. Cuando empezó la facultad conoció a Sofía. Ella lo vio revisando las listas de los cursos en un pasillo y le preguntó sobre el curso de ingreso. Al girar para contestarle vio a la chica más hermosa que había visto. Era de las chicas con las que solo soñaba, de 1,60 morocha, ojos color miel. Una carita de angel y un cuerpo bien proporcionado con curvas sutiles. Super simpática y con una sonrisa perfecta. Conversaron por un momento y fueron juntos hasta el salón. Pero bueno en el curso de ingreso había 3 chicas y 28 chicos. Eso significaba que era imposible para él tener éxito con alguna. Y menos con Sofía, a la que los 28 chicos no paraban de tirarle onda. Enzo se resignó a lo de siempre. Ser el amigo.
Con el tiempo su relación se hizo mas estrecha, ella iva a su casa a estudiar.
Y él la acompañaba a salidas con amigos y a boliches. Pero Sofía notaba que Enzo, tenía muchas amigas pero jamás lo escuchó hablar de que le gustaba alguna chica. Era obvio que Enzo no le iba a contar a la chica que le gustaba sobre otras chicas. Y entonces ella empezó a indagar en el tema. Le pregunto si había estado alguna vez con una chica. Y él le contó que una vez cuando tenía 16, probó con una chica y no resultó. A él le daba vergüenza decirle que esa vez, con la chica que le gustaba, no pudo cojer por que la chica era Virgen y con su tremenda verga de 23cm y 8cm de ancho. Que apenas con mucho esfuerzo pudo meterle la mitad de la cabeza y la chica no aguanto el dolor. El se había quedado traumado pensando en que jamás podría cojer con alguien. Y seguía triste por eso. Pero Sofía, con los pocos detalles que él le dio, interpretó cualquier cosa. Pensó que Enzo era gay y que por eso no había funcionado su primera vez con esa chica. Además sumada al hecho de que él jamás le había tirado onda y era muy amigo de todas las chicas del curso, cerraba la historia por todos lados.
Ella le dijo que no se preocupe, que ya iba a llegar la persona que lo quisiera tal y como él era.
El curso continuó y a ella comenzó a gustarle un chico del mismo curso. Como era de esperarse, a ella le gustaba un tipo que era el tipico carilindo Narciso, que se pasa dos horas al dia en el gimnasio y esta tan marcado como Cristian Sancho. Todas las chicas de la facultad estaban tras él. Y a ella, hermosa como era, no le costó mucho que se pusieran a salir.
Cuando esto paso, Enzo se bajoneo un poco, sus pocas esperanzas se habían reducido a cero. Y otra vez Sofía al darse cuenta, penso que se sentía solo y entonces decidió que le presentaria a un amigo gay. Que por sierto le gustaban los osos, y Enzo daba justo en el perfil.
Ese finde semana, los padres de Sofía viajaban a la costa. Y ella como estaba con los finales decidió quedarse y además sería bueno estar sola el fin de semana, ya que podría organizar una reunión en su casa. Para presentarle a su amigo a Enzo y para tener su primer encuentro sexual con el chico que le gustaba.
Esa semana terminaron con los finales y el sábado para festejar hicieron fiesta en casa de Sofía. Había bastante alcohol, y eran solo algunos amigos de sofia y algunos del curso, serian unas doce personas. Sofía le presento a Ignacio, su amigo gay y estuvieron conversando un rato de pavadas.
La fiesta transcurrió normal y cuando ya estaban todos medio en pedo. Sofía que había estado toda la noche bailando con su chico, se acercó a Enzo y le dijo al oido- tengo una sorpresa para vos, se lo que te pasa y tengo la solución(lo miró a los ojos y le sonrió) en un rato anda para mi cuarto, esta el antifaz en la cama. Ponetelo y espera ahí.
Enzo se quedó helado. Podía ser cierto? La chica de sus sueños quería tener algo con él? Dudó, pero con lo que había tomado pensó que no podía ser verdad, pero por otro lado, para que le diría que los espere en su cama con los ojos tapados?
No se iva a quedar con la duda. Hizo exactamente lo que ella le pidió. Entró en el cuarto a oscuras y se acostó en su cama. Y se tapo los ojos. En un par de minutos sintió que alguien entraba al cuarto. Su respiración se aceleró. Sintió una mano que le recorria el pecho bajando lento hacia su verga. Solo alcanzó a decir- Soo... (y la mano le sobaba el bulto sobre el pantalón)y escuchó un- shhhhh (que lo callaba con un dedo índice apoyado en su boca.) Respiró profundo, mientras esa manos desabrochaban su cinturón y le bajaban el jean. Sintio un rostro pegado a su bulto como usandolo de almohada, lo estaba disfrutando. Las manos subieron su remera y sintió unas labios besarle el ombligo y ir bajando con besos. Su boxer estaba por explorar y cuando las dos manos bajaron su elastico, su verga salto como un resorte dandole una cachetada en la cara, y al vuelo sintió una boca besando su glande. Comenzó a chuparla lento. Enzo se sentía en la gloria. Con mucho esfuerzo alcanzaba a meterse la cabeza de su pija en la boca. Pero sentía una lengua fina recorrela toda y llenarla de saliva. Cuando estaba por acabar sintió la voz de Ignacio que le decía- tenes una pijota increíble Enzo, no aguanto más clavame ya!
Él se saco la venda y lo vio a Ignacio engullendo su verga.
Enzo- para! que haces?
Ignacio- lo que vos querías osito...
Enzo- pero estás loco yo no soy gay. Pensé que eras Sofía.
Ignacio- perdón fue un mal entendido. Sofi esta con el novio en la habitación de sus padres.
Enzo- no entiendo nada.
Ignacio- a mi me gustas y ella pensó que yo te podía gustar.
Enzo- pero yo no soy gay. No me gustan los hombres. A mi me gusta Sofía. Pensé que eras ella...
Ignacio- esta bien te creo, pero ahora estoy re caliente. Nunca había visto una pija tan grande como la tuya. Y con los ojos cerrados te calentaste también. Por favor déjame chupartela al menos...
(Enzo seguia con la verga como un mástil)
Nadie se va a enterar. Esto queda entre vos y yo.
Enzo- no... no puedo.
Ignacio cerro la puerta con llave,se desnudó, y abrió el placard de Sofía. Busco un vestido corto con el que ella iba a la facultad y se lo puso. Enzo estaba sentado al borde de la cama. Desilusionado. Cuando Ignacio se puso de espaldas frente a él. Se agacho y el vestido le quedaba justo a la mitad del culo. Al levantar la vista Enzo vio el culito de Ignacio, depilado, con la piel suave. Y su verga volvió a pararse. Ignacio se dio vuelta y arrodillado comenzó a mamarsela de nuevo.
Ignacio- solo mira su retrato, y pensa en ella. Hace de cuentas que te la estas cogiendo.
Enzo miró el portarretrato en la mesa de luz era Sofía, la noche de graduación de secuandaria. Sin quitar su vista de la foto, llevo sus manos a la nuca de Ignacio, y Comenzó a ayudarlo a meterse más adentro la verga en la boca. Solo pensaba en la boquita de Sofía. En que ahora seguro ella estaba con la chota de su novio en la boca, o que estaba cabalgando sobre la verga del novio solo detras de la pared. Cerró los ojos y se dejó ir. Sentía un placer inmenso con el pete de Ignacio. Pero por más fuerza que hicieran ambos solo podia tragar la cabeza y algo más. Ignacio ya estaba listo. Busco en el bolsillo de su pantalón, una caja de preservativos. Pero al tratar de ponerselos a Enzo se rompió, o eran demasiado a justados. Solo tomó el sobre de lubricante y se lo vacío en el glande esperando que con eso alcance. Y se puso en cuatro en la cama. Su cola quedaba paradita y Enzo le apoyó su verga en el ano. Si bien no era la primera vez de Ignacio, y su culo se dilataba por la calentura jamás había tratado con algo tan grande. Era como tratar de introducirce un matafuegos.
Enzo miró la foto por última vez. Imaginaba la sonrisa de Sofía. Tomó a Ignacio de las caderas y empujó. Entró la cabeza, e Ignacio empezó a tener espasmos que le hacian temblar. Sentía ese tronco abriendose paso. Y tuvo que morder la almohada para no gritar.
Enzo seguía empujando como un toro. De a poco entró hasta la mitad. Pero Ignacio ya no daba más, ya había acabado, y seguía con el terrible vergon abriéndose paso.
Se acostó en la cama y cuando quiso levantarse, Enzo le tiró sus 105kg encima. Más de 100 kilos sostenidos solo por la verga de Enzo, que parecía una columna romana. Solo se escuchó un grito que ni las almohadas pudieron frenar. Y el mástil de Enzo entró hasta el fondo. Solo la sacaba algunos centímetro y la volvía a enterrar. Enzo miraba la foto y cerraba los ojos. Sentía la verga apretada. Y con un mete y saca lento. Hizo que Ignacio acabara varias veces, y por último aceleró el paso y en su mente acabó dentro del culo de Sofía. Cuando saco su verga, Ignacio casi se desmaya. Sintió que le bajaba la presión. Miro a Enzo con la cara brillante por la transpiración y solo le dijo gracias.
Después de eso se vistieron y bajaron a tomar una cerveza. Sofía no estaba. Posiblemente siguiera en el cuarto de sus padres. Pero Enzo ya veía las cosas distintas. Se había sacado un peso de encima, se había sacado la maldición de tener semejante miembro. Y ahora sentía que podía con todo.
Brindaron e Ignacio volvió a decirle al oído que éso que pasó, no lo iba a saber nadie. Pero que si algún día se sentía solo o necesitaba descargarse el estaría dispuesto a repetirlo. Eso si, le dijo. La próxima vez, el tendría su peluca y su portaligas. Mucho lubricante para disfrutarlo a pleno.
Enzo solo se rió y levantó su cerveza para brindar. Si bien no se sentía atraido por Ignacio, quizas alguna vez lo podía repetir.
2 comentarios - Enzo, el gordito pijudo