Estábamos caminando por el parque como un par de tortolitos, estaba feliz había recibido una visita muy especial, Rosi vino a visitarme viajó alrededor de una hora para venir a verme (siempre le había insistido) yo pensando un poco también ¿como le irá hacer ella para regresar? Ya que era un poco tarde y su casa estaba lejos.
Le sugerí irla a dejar a la estación de buses, pero para mi infortunio (o suerte a la vez) no había un bus con destino a su ciudad, decidí irla a dejar era un viaje largo ida y vuelta pero al final valdría la pena cada km recorrido.
Por cuestiones de trabajo yo viajaba a su ciudad 4 veces por semana, cuando la conocí me llamó la atención desde el primer instante, morenita, algo bajita de estatura, ni gorda no flaca, un culito bastante llamativo y unas tetas aceptables.
Emprendi ese viaje que solo de recordar se me pone algo dura, íbamos en el camino platicando cosas sin importancia, pero como en todas carreteras siempre están esos hoteles de 3 horas donde entras en carro y se bajan las persianas, uds saben a lo que me refiero.
Al pasar por uno, yo lo veo y ella también, pero sigo en mi camino y hay un silencio un tanto incómodo, no se porque pero baje de velocidad, y comienza una dialogo mas o menos así:
Rosi: Oye, te puedo preguntar algo?
Yo: Si, -claro.
Rosi: ¿Alguna vez has estrado a un hotel de esos?
Yo: (un tanto sorprendido por la pregunta) Si, un par de veces, ¿por?
Rosi: No, lo que pasa es que me gustaría conocer uno.
Quiero detenerme acá y explicar un par de cosas antes de continuar con lo que me paso esa tarde.
Cuando conocí a Rosi, yo acababa de terminar un noviazgo formal y oficial uds saben de esos noviazgos donde te conoce la familia de ella y vos conoces a la de ella, había quedado un poco dolido del corazón, pero vamos a lo bueno.
Lo que me paso aquella tarde es 100% verídico, para que me crean también les digo que estoy pasando por esa pesadilla llamada “eyaculacion precoz” de ahí el titulo de este relato, (creo que una de las razones por qué me dejo mi novia fue por eso).
Le comenté a Rosi que podíamos entrar a conocer y que no era obligatorio que pasara algo, con ella ya nos habíamos besado un par veces pero nada más.
Cómo les digo que esos hoteles están a cada 4 km, en la carretera y me dice, ese se ve bonito, quiero conocer ese, pero estaba del lado izquierdo de la carretera así que para poder entrar tuve que avanzar unos kms, pero mi corazón iba a mil, yo fingiendo que todo estaba bien, dentro me decía, y ahora que hago no quiero que sepa que soy E.P. y si le digo que es tarde, que tengo que regresar, que no tengo tiempo, pero realmente estaba demasiado nervioso demasiado inseguro por mi falta de control, todo eso dentro de mi cabeza, a lo que al final respiré y me dije que pase lo que tenga que pasar, el camino de regreso se me hizo eterno a pesar que era una corta distancia.
Llegamos, al fin, en ese momento cuando se empiezan bajar las persianas, tenía la boca seca, y las piernas me temblaban y me dije, ya no hay vuelta atrás.
Quedo oscuro por un momento y de pronto se enciende una luz desde arriba, es la típica señal de que ya podes subir, subimos y lo primero que escuchas es que se abre una cajita, tenes que meter el dinero y listo.
Era un lugar bastante bueno, cama amplía con espejos enfrente, tv grande, baño amplio con tina, y lo primero que hice fue meterme al baño, fui a vaciar la vejiga, mojarme la cara, tratar de relajarme un poco, que casi se me iba la voz, cuando salí, le digo ya tomándome las cosas más relajadas:
Muy bien señorita, bienvenida al auto hotel, de este lado puede ver la cama, acá tenemos la tv, es un lugar bastante amplio, a lo que ella suelta una pequeña carcajada y me dice la verdad son bonitos nunca imagine que fueran así, pero ya me quiero ir, yo con cara de ¿como así?, le comenté que no podíamos hacer eso que había que esperar por un rato antes de salir, le dije que viera la tv, que probara la cama que se veía bastante cómoda a lo que ella se acuesta, yo nada lento me siento a la par de ella y nuestros ojos se clavaron en una mirada profunda, ella me jala de la playera y comienza a besarme fue un beso prolongado, mi corazón estaba que se salía, pero quise ir por más pasara lo que pasara, lentamente metí mi mano detrás de su cintura y subí detrás del broche de su bra, no decía nada, fue una buena señal, le quite la blusa y a continuación el bra casi que salió solo, al ver esas tetas, realmente quede impactado, ella me quita la playera y seguimos besándonos, pensé es momento de tratar de quitarle el jean, bastante pegado, no fue fácil, cuando la vi sin el jean, ese tenía un hermoso bóxer de dama, que la verdad también son sexis, yo estaba ya bastante exitado, y me tocaba quitarme el resto de ropa, pero mi demonio llamado E.P. apareció, y quería parar porque estaba a punto de estallar cuando la fiesta apenas comenzaba, lo que hice para calmar un poco mi calor, fue mamarle las tetas, se las mamaba con tanta devoción, que pegaba pequeños gemidos, eso me calmo, y pensé que era momento de probar algo más, cuando le quite su bóxer femenino, me volví a poner a mil cuando vi esa hermosa conchita, con algo de bellito, pero de ese finito que dan ganas de acariciarlo una y otra vez, la puse en 4 y al ver esas nalguitas paraditas, otra vez estaba que se me salía el semen, yo pensando, no todavía no, no me hagas esto amiguito, empiezo mejor por rozar mi glande con su conchita que ya estaba bastante mojadita, sentía que ahí tenía algo de control, entonces empeze ese “jueguito” rosaba penetraba y sacaba ella pensaría que era algún tipo de técnica pero NO, era mi maldita E.P. que no me dejaba darle con todo, así estuve hasta que no pude seguir, sabía que si seguía la fiesta “terminaba”, la volteo y empiezo a mamarle otra vez las tetas pero ahora baje hasta esa conchita, que ya emanaba ese olor que a los hombres nos vuelve locos, creo que nunca se lo habían hecho así, mame y mame a más no poder usaba mis labios y lengua estuve por buen rato, creo que lo disfruto porque gemía de tal forma que yo no dejaba de mamar y de beber esos manjares que tanto nos gustan a los hombres.
Me tome un descanso y dispusimos quedarnos un rato acostados, ya más relajados le comenté que todavía nos quedaba un viaje largo y que lo mejor sería que ya era hora de partir.
De regreso a mi ciudad, con un dolor terrible de bolas, por no terminar pensé, que difícil es vivir con E.P. pero también pensé que es posible disfrutar del sexo, estoy en ese camino de salir de esa pesadilla, espero que le haya gustado este relato, quisiera hacer más pero si que requiere de tiempo, saludos.
Le sugerí irla a dejar a la estación de buses, pero para mi infortunio (o suerte a la vez) no había un bus con destino a su ciudad, decidí irla a dejar era un viaje largo ida y vuelta pero al final valdría la pena cada km recorrido.
Por cuestiones de trabajo yo viajaba a su ciudad 4 veces por semana, cuando la conocí me llamó la atención desde el primer instante, morenita, algo bajita de estatura, ni gorda no flaca, un culito bastante llamativo y unas tetas aceptables.
Emprendi ese viaje que solo de recordar se me pone algo dura, íbamos en el camino platicando cosas sin importancia, pero como en todas carreteras siempre están esos hoteles de 3 horas donde entras en carro y se bajan las persianas, uds saben a lo que me refiero.
Al pasar por uno, yo lo veo y ella también, pero sigo en mi camino y hay un silencio un tanto incómodo, no se porque pero baje de velocidad, y comienza una dialogo mas o menos así:
Rosi: Oye, te puedo preguntar algo?
Yo: Si, -claro.
Rosi: ¿Alguna vez has estrado a un hotel de esos?
Yo: (un tanto sorprendido por la pregunta) Si, un par de veces, ¿por?
Rosi: No, lo que pasa es que me gustaría conocer uno.
Quiero detenerme acá y explicar un par de cosas antes de continuar con lo que me paso esa tarde.
Cuando conocí a Rosi, yo acababa de terminar un noviazgo formal y oficial uds saben de esos noviazgos donde te conoce la familia de ella y vos conoces a la de ella, había quedado un poco dolido del corazón, pero vamos a lo bueno.
Lo que me paso aquella tarde es 100% verídico, para que me crean también les digo que estoy pasando por esa pesadilla llamada “eyaculacion precoz” de ahí el titulo de este relato, (creo que una de las razones por qué me dejo mi novia fue por eso).
Le comenté a Rosi que podíamos entrar a conocer y que no era obligatorio que pasara algo, con ella ya nos habíamos besado un par veces pero nada más.
Cómo les digo que esos hoteles están a cada 4 km, en la carretera y me dice, ese se ve bonito, quiero conocer ese, pero estaba del lado izquierdo de la carretera así que para poder entrar tuve que avanzar unos kms, pero mi corazón iba a mil, yo fingiendo que todo estaba bien, dentro me decía, y ahora que hago no quiero que sepa que soy E.P. y si le digo que es tarde, que tengo que regresar, que no tengo tiempo, pero realmente estaba demasiado nervioso demasiado inseguro por mi falta de control, todo eso dentro de mi cabeza, a lo que al final respiré y me dije que pase lo que tenga que pasar, el camino de regreso se me hizo eterno a pesar que era una corta distancia.
Llegamos, al fin, en ese momento cuando se empiezan bajar las persianas, tenía la boca seca, y las piernas me temblaban y me dije, ya no hay vuelta atrás.
Quedo oscuro por un momento y de pronto se enciende una luz desde arriba, es la típica señal de que ya podes subir, subimos y lo primero que escuchas es que se abre una cajita, tenes que meter el dinero y listo.
Era un lugar bastante bueno, cama amplía con espejos enfrente, tv grande, baño amplio con tina, y lo primero que hice fue meterme al baño, fui a vaciar la vejiga, mojarme la cara, tratar de relajarme un poco, que casi se me iba la voz, cuando salí, le digo ya tomándome las cosas más relajadas:
Muy bien señorita, bienvenida al auto hotel, de este lado puede ver la cama, acá tenemos la tv, es un lugar bastante amplio, a lo que ella suelta una pequeña carcajada y me dice la verdad son bonitos nunca imagine que fueran así, pero ya me quiero ir, yo con cara de ¿como así?, le comenté que no podíamos hacer eso que había que esperar por un rato antes de salir, le dije que viera la tv, que probara la cama que se veía bastante cómoda a lo que ella se acuesta, yo nada lento me siento a la par de ella y nuestros ojos se clavaron en una mirada profunda, ella me jala de la playera y comienza a besarme fue un beso prolongado, mi corazón estaba que se salía, pero quise ir por más pasara lo que pasara, lentamente metí mi mano detrás de su cintura y subí detrás del broche de su bra, no decía nada, fue una buena señal, le quite la blusa y a continuación el bra casi que salió solo, al ver esas tetas, realmente quede impactado, ella me quita la playera y seguimos besándonos, pensé es momento de tratar de quitarle el jean, bastante pegado, no fue fácil, cuando la vi sin el jean, ese tenía un hermoso bóxer de dama, que la verdad también son sexis, yo estaba ya bastante exitado, y me tocaba quitarme el resto de ropa, pero mi demonio llamado E.P. apareció, y quería parar porque estaba a punto de estallar cuando la fiesta apenas comenzaba, lo que hice para calmar un poco mi calor, fue mamarle las tetas, se las mamaba con tanta devoción, que pegaba pequeños gemidos, eso me calmo, y pensé que era momento de probar algo más, cuando le quite su bóxer femenino, me volví a poner a mil cuando vi esa hermosa conchita, con algo de bellito, pero de ese finito que dan ganas de acariciarlo una y otra vez, la puse en 4 y al ver esas nalguitas paraditas, otra vez estaba que se me salía el semen, yo pensando, no todavía no, no me hagas esto amiguito, empiezo mejor por rozar mi glande con su conchita que ya estaba bastante mojadita, sentía que ahí tenía algo de control, entonces empeze ese “jueguito” rosaba penetraba y sacaba ella pensaría que era algún tipo de técnica pero NO, era mi maldita E.P. que no me dejaba darle con todo, así estuve hasta que no pude seguir, sabía que si seguía la fiesta “terminaba”, la volteo y empiezo a mamarle otra vez las tetas pero ahora baje hasta esa conchita, que ya emanaba ese olor que a los hombres nos vuelve locos, creo que nunca se lo habían hecho así, mame y mame a más no poder usaba mis labios y lengua estuve por buen rato, creo que lo disfruto porque gemía de tal forma que yo no dejaba de mamar y de beber esos manjares que tanto nos gustan a los hombres.
Me tome un descanso y dispusimos quedarnos un rato acostados, ya más relajados le comenté que todavía nos quedaba un viaje largo y que lo mejor sería que ya era hora de partir.
De regreso a mi ciudad, con un dolor terrible de bolas, por no terminar pensé, que difícil es vivir con E.P. pero también pensé que es posible disfrutar del sexo, estoy en ese camino de salir de esa pesadilla, espero que le haya gustado este relato, quisiera hacer más pero si que requiere de tiempo, saludos.
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