No sólo a mi mujer le doy.También le he dado a mujeres no tan mujeres. Hace un año estuve en una fiestaorganizada por Lorena, la loca amiga de Annabella que como saben es lesbiana,igual que su madre. Ambas hicieron picada de pelirrojas, invitando a gente comoAnnabella, Solange y otras. Y como Annabella me contó que iba, le pregunté siyo podía ir, excitado con las chicas y su probable cuero como siempre. Me dijoque lo consultaba y al día siguiente, me llamó y me dijo que sí, que Lorena meesperaba. Tremenda fue mi excitación, y aunque soy hetero,con tal de pasarlabien cualquier cosa, todo sirve, chicas.
Así que me vestí muy biencomo siempre, campera de cuero, pantalón fino, zapatos, bañado, perfumadofuerte y me fui para allá, donde me recibió Lore muy linda de conjunto de sacoy pollera, maquillada y de buen perfume, me sentó y tras besarme me convidósaladito con queso roquefort mientras esperaba a las demás. Al rato llegaronAnnabella y sus amigas, tremendas yeguas muy elegantes e infartantes. De Massestá decir que varias con cuero, Annabella con su campera de cuero negra fina,pollera y tacos altos, muy maquillada, la cara roja de tanta pintura, como a míme gusta. Luego vinieron las otras, me quedé al lado de Anna y otra minita ycomimos nomás queso, fiambre, aceitunas, comida fría y sandwiches de miga, todocon jugos y cervezas, estas tomaron que ni te digo. Como siempre, el olor delfiambre mezclado con el de los perfumes y pintura de las mujeres me volvíaloco, un poco más que el cuero. Charlamos, comimos bien, las mujeres tomaronbastante y tras los postres, empezaron a los mimos y besos, decir boludeces,porquerías, cosas fuertes, bailar música apretadas y entonces, manosearse,tocarse todo y, al rato, coger soberanamente.
De pronto, y mientrascharlaba con otra chica, de las pocas que quedaban ahí en el living, empecé aescuchar gemidos, alaridos de placer, ruidos de gente revolcándose, risas,llorar pero del pedo, malas palabras. Sexo puro, las mujeres garchoneaban yexplotaban de sexo duro. Como Annabella, que fue violadísima por Solange yotras dos chicas muy gordas. La verdad que yo también deseaba coger, pero nosabía con quién, cómo encarar, y eso que las locas estaban en ebullición. Paracolmo, la chica que estaba conmigo voló apenas oyó el sexo y se fue a coger consu amiga, y me quedé medio solo ahí como un boludo.
Por suerte no duró muchomi soledad. Cinco minutos y cuando yo estaba en la boludez, pensando cosas,mujeres, fantasías, se me hizo: vino una pelirroja media rellenita, de las quea mí me gustan, me encantan las gordas, y de una, se ve del pedo, me arrastró auna pieza, me empezó a sacar ropa, atrevida la minita, ni sabía con quiénestaba, quién era yo, pero de la calentura le dio. Yo chocho, me dejé sacartodo, me manoseó todo, yo aproveché, mirá si me la voy a perder, la manoseé yestrujé toda, qué carajo me importaba si es lesbiana, y tras sacarle el corpiñole apreté loco las tetas, y ella pegó alarido de placer, me acarició el pene,se me paró, me bajó el calzón, me la agarró y hizo engrosar bien. Le ordené quese sacara la tanga, la chica se sacó nomás su fina bombacha, la revoleó y se meentregó. Y me la cogí a la lesbi por donde quise: vagina, cola, ambas vías, ledi tremenda cantidad de mi espeso semen, le hice tragar semen. Ella me dio suflujo, lo tragué, le pasé la lengua, ella a mí. Ella se me pegaba enloquecida,y yo me le pegaba a su cuerpo, un perfume y pintura que me sacaba.
Luego le pedí que sepusiera crema, agarró la cartera, sacó crema, se pasó y si yo huelo crema, qué:nomás me le acosté y me la comí cruda con leche larga vida y todo, taponándolade mi semen por donde quise. Espectacular. La mina, entre el pedo y mi semen,quedó chocha, me dio su número, su bombacha, un lápiz de labios (otro más parami colección fetichista) y tras lavarme, me fui. Las minas seguían cogiendo,pasé la puerta de salida y de ahí se oían los gemidos. Pero yo ya estabacumplido, coger, ni importa si es lesbiana, basta coger.
Así que me vestí muy biencomo siempre, campera de cuero, pantalón fino, zapatos, bañado, perfumadofuerte y me fui para allá, donde me recibió Lore muy linda de conjunto de sacoy pollera, maquillada y de buen perfume, me sentó y tras besarme me convidósaladito con queso roquefort mientras esperaba a las demás. Al rato llegaronAnnabella y sus amigas, tremendas yeguas muy elegantes e infartantes. De Massestá decir que varias con cuero, Annabella con su campera de cuero negra fina,pollera y tacos altos, muy maquillada, la cara roja de tanta pintura, como a míme gusta. Luego vinieron las otras, me quedé al lado de Anna y otra minita ycomimos nomás queso, fiambre, aceitunas, comida fría y sandwiches de miga, todocon jugos y cervezas, estas tomaron que ni te digo. Como siempre, el olor delfiambre mezclado con el de los perfumes y pintura de las mujeres me volvíaloco, un poco más que el cuero. Charlamos, comimos bien, las mujeres tomaronbastante y tras los postres, empezaron a los mimos y besos, decir boludeces,porquerías, cosas fuertes, bailar música apretadas y entonces, manosearse,tocarse todo y, al rato, coger soberanamente.
De pronto, y mientrascharlaba con otra chica, de las pocas que quedaban ahí en el living, empecé aescuchar gemidos, alaridos de placer, ruidos de gente revolcándose, risas,llorar pero del pedo, malas palabras. Sexo puro, las mujeres garchoneaban yexplotaban de sexo duro. Como Annabella, que fue violadísima por Solange yotras dos chicas muy gordas. La verdad que yo también deseaba coger, pero nosabía con quién, cómo encarar, y eso que las locas estaban en ebullición. Paracolmo, la chica que estaba conmigo voló apenas oyó el sexo y se fue a coger consu amiga, y me quedé medio solo ahí como un boludo.
Por suerte no duró muchomi soledad. Cinco minutos y cuando yo estaba en la boludez, pensando cosas,mujeres, fantasías, se me hizo: vino una pelirroja media rellenita, de las quea mí me gustan, me encantan las gordas, y de una, se ve del pedo, me arrastró auna pieza, me empezó a sacar ropa, atrevida la minita, ni sabía con quiénestaba, quién era yo, pero de la calentura le dio. Yo chocho, me dejé sacartodo, me manoseó todo, yo aproveché, mirá si me la voy a perder, la manoseé yestrujé toda, qué carajo me importaba si es lesbiana, y tras sacarle el corpiñole apreté loco las tetas, y ella pegó alarido de placer, me acarició el pene,se me paró, me bajó el calzón, me la agarró y hizo engrosar bien. Le ordené quese sacara la tanga, la chica se sacó nomás su fina bombacha, la revoleó y se meentregó. Y me la cogí a la lesbi por donde quise: vagina, cola, ambas vías, ledi tremenda cantidad de mi espeso semen, le hice tragar semen. Ella me dio suflujo, lo tragué, le pasé la lengua, ella a mí. Ella se me pegaba enloquecida,y yo me le pegaba a su cuerpo, un perfume y pintura que me sacaba.
Luego le pedí que sepusiera crema, agarró la cartera, sacó crema, se pasó y si yo huelo crema, qué:nomás me le acosté y me la comí cruda con leche larga vida y todo, taponándolade mi semen por donde quise. Espectacular. La mina, entre el pedo y mi semen,quedó chocha, me dio su número, su bombacha, un lápiz de labios (otro más parami colección fetichista) y tras lavarme, me fui. Las minas seguían cogiendo,pasé la puerta de salida y de ahí se oían los gemidos. Pero yo ya estabacumplido, coger, ni importa si es lesbiana, basta coger.
0 comentarios - Cuando me bajé una lesbi