Este es el primer relato que escribo y quiero aclarar que nolo escribo con la intención de ofender a nadie sino más bien para contar lo quepasó esa tarde de domingo del 9 de diciembre de 2018. Recomendaría que si soshincha de Boca y no te gusta que insulten a tu equipo salgas y leas otrosrelatos. Hace tiempo visito esta página y he leído varios relatos de hinchas de Boca cogiéndose a hinchas deRiver de todos los sexos, es por ello que INSISTO: mi intención no es ofender anadie sólo aportar a la comunidad y balancear un poco estos tipos de relato.
Soy estudiante de una carrera universitaria, flaco (aunquetengo una panza cervecera) pero corporalmente soy flaco, rubio castaño y soyalto. La idea no es entrar tanto en detalles, no voy a dar nombres nilocalidades, sólo diré que soy argentino y la chica en cuestión también lo es.
Hace tiempo conocí a una chica en la facultad a la que voy. Lapiba me gustó desde el principio ya que es ella es bajita, morocha, con unastetas grandes y un culo envidiable, es decir, el tipo de chica que siempre mellamó la atención.
A mí siempre me gustó el rocanrol y logré sacarle unaconversación gracias a eso ya que un día me la crucé y llevaba una remera deLos Gardelitos. Bueno conversación va, conversación viene terminé descubriendouna mina piola, rolinga, peronista…y bostera.
La verdad es que salimos varias veces, cogimos y se diotodo, aunque por el momento ninguno entramos en plan novio. Para no aburrir concosas que no tienen mucho sentido, directamente les voy a contar lo que sucedióen eso días donde de lo único que se hablaba era del River –Boca…
Esto comenzó unosdías antes de la final en Madrid, el partido de ida había sido un empate, y cargadava, cargada viene, ella confiada me pidió apostar algo, yo no soy de apostarpero como tengo confianza con ella y además sacó una soberbia que hasta ahí nohabía conocido, acepté
La cosa era así: si Boca ganaba, yo la llevaría al cine, acomer y tenía que reconocer que Boca era superior a River y que siempre losería. Lo primero no me molestaba, la verdad, era una chica con la cual megustaba compartir y hubiese sido una buena salida, pero lo segundo… la verdadque me dolería... Dejar el orgullo de lado, humillarme y reconocer que ellossiempre serían mejores era complicado. Por su parte yo le pedí que si Riverganaba, me la iba a coger con la camiseta de mi equipo puesta mientras ellausaba la del suyo y aceptó. (Como dije antes, había confianza sino no mehubiese animado a semejante apuesta y a ser tan sarpado, jaja).
Todos sabemos cómo terminó el partido… (Quiero contar comodato de color que más allá de estar nervioso, cuando River convirtió el segundoy el tercero, mi pene empezó a pararse de solo pensar que me la iba a coger consu camiseta de Boca puesta).
A penas terminó el partido, le mandé un whatsapp cargándolaun poco y avisándole a qué hora la pasaba a buscar para llevarla al telo. Asíque después festejar un rato con mis amigos la pasé a buscar.
Cuando llegamos al telo lo primero que le dije fue que sepusiera la camiseta de Boca (ella la llevaba en su mochila) y yo llevaba puestala de River como toda la tarde. La chica todavía caliente por la derrota perorespetando su palabra, fue al baño y salió con la camiseta de boca puesta y unatanga miniatura del mismo azul que la camiseta. Mi reacción fue una ereccióninstantánea al ver que debajo de lacamiseta los pezones de ella estaban totalmente parados. Yo ya conocía esastetas (que me volvían loco) pero esa tarde los pezones estaban más duritos yparados que de costumbre.
Lo primero que hice fue preguntarle: ¿Qué pasó esta tarde?
-Perdimos la final
- ¿Otra vez perdieron con River? ¿Otra vez les rompimos elorto?, retruqué
Ella caliente pero ya no tanto de enojo respondió con un“si” y me besó.
Ahí nos besamos un rato, la manosee y le subí un poco laremera para chuparle las tetas mientras ella me agarraba la pija por arriba delcalzoncillo.
En un momento le pedíque se pusiera en cuatro…
Ella me obedeció y empecé a darles unos chirlos en el culo.Yo le decía cosas como:
“¿Ese culito bostero está esperando esta pija de River?¿Querés que te sigan rompiendo el ojete? “, Mientras le metía los dedos en la conchita.
Ahí pude sentir lo mojada que estaba… mis dedos estaban totalmente pegajosos consus fluidos y gemía como una perra.
La temperatura seguía subiendo y nos desinhibíamos más ymás…
Yo repetía mis preguntas: “¿Querés que River te sigacogiendo, putita?”
Mientras ella me respondía: “¡si, por favor!”
“¿Querés seguir sintiendo la pija del campeón?”
-¡Sí! - Exclamaba ella
-Sí, ¿Qué?
-“Si, quiero seguir sintiendo la pija del campeón…” vociferaba ella
Yo notaba que mientras más cosas le decía ella más seexcitaba y por supuesto yo también…
“¡Cogeme!”, Me decía
Me pedía por favor que le metiera mi pija de River en esaconchita bostera
“¿Querés que coja?, repetía
Ella ya desesperada: “si, metela, por favor…”
-“Si querés que te coja, primero, te vas a poner derodillas…”, la xeneize, ya estaba totalmente sometida a esa altura por lo tantohacía lo que yo le pedía…
En ese momento se puso de rodillas en el piso con la tanguitacorrida hacia un costado, yo por mi parte, me saqué micalzoncillo y quedé solo con la camiseta del millo y mi pija cerca de su cara.
Ella atinó a chupármela pero la frené y le dije:
-“¿Querés está pija?, ¿Querés que te coja?”, Primero chupaestos huevo, estos huevos grandes de campeón…”
La muy puta se puso a chuparlos como nunca me los habíachupado y ahí ella se decidió totalmente a entrar en su personaje de bostera,sumisa y cojida…
Me lengüeteaba los huevos de arriba abajo, hacía círculoscon la lengua y pasaba de uno a otro, se los metía completos a su boca, losagarraba y me decía: “que rico chupar los huevos del campeón, estos son loshuevos grandes que tiene River…” Después siguió con la pija, me chupaba el glande,se la metía y se la sacaba de la boca haciendo un ruidito como quien descorchauna botella, y seguía hablando: “Nosotros las bosteras los buscamos a ustedesporque tienen la pija y los huevos más grandes, ustedes son los campeones”.
Al escuchar esas cosas y estar en esa situación, yo noaguanté más y la puse en cuatro otra vez. Apenas entró pude ver como ella yaestaba acabando:
“¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaay, papi”, decía
“¡ay! Papito, que rica esa pija de River…”
Yo miraba como entraba y salía mi verga acompañada de unfluido blanco y lechoso que ella expulsaba de su vagina.
Para no estirarla mucho más, pasamos por muchas posiciones ysiempre con la misma temática, feminizando totalmente a Boca y exaltando lahombría de River.
No estoy seguro si era porque a la mina le excitaba el papelde sumisa, porque mi pija estaba tan pero tan dura o ambas cosas, pero ella noparaba de acabar… era un orgasmo tras otro, en ese momento yo ya sentía toda mipanza, piernas, por supuesto los huevos y hasta las sabanas mojadas con sus fluidos.
Yo le preguntaba: “¿qué es Boca?”
Y ella respondía: “la puta de River…”
Mientras me cabalgaba, volvía a repetir lo mismo y yo ledecía que lo gritara bien fuerte, que lo escucharan todos y que se escuchara aella misma diciéndolo:
¡BOCA, ES LA PUTA DE RIVER….! ¡AHHHHHHH!
La mina en un estado de éxtasis total, agregaba cosas como:
“Nos cogieron, nos pusieron en cuatro y nos rompieron elorto, papi”
Me agarraba el escudo de River y me lo besaba: “este es mimacho, River es el macho y yo soy Boca, la hembrita…”
En ese momento ella alcanzó otro de sus ya incontablesorgasmos.
Para ir terminando y no hacer interminable el relato, lescuento que yo acabé tres veces (uno por cada gol):
La primera dentro de su conchita, yo arriba y ella bocaabajo, mientras la agarraba de los pelos y le decía guarangas en el oído.
La segunda vez le acabé dentro del culo mientras ella medecía: “Dale, papi, rómpele otra vez el culito a Boca, dale que nos encanta quenos rompan el culito”, ahí cuando sintió la lechita caliente dentro de su anoella volvió a acabar.
Y el tercer orgasmo me di el gusto de hacerlo en el escudode Boca, mientras ella estaba de rodillas, me masajeaba los huevos y me decía: “Dame la lechita del campeón, dalela leche a tu puta bostera “
Al final antes devestirnos ella a modo de trofeo me regaló su tanguita azul reconociendo lavictoria de mi equipo y lamentándose pero entre risas me dijo: “no puedo creerque un equipo de la B nos rompiera de esa manera la cola” nos reímos y aunqueya era tarde para ir al cine, si fuimos a comer, ya no por una apuesta sino comobuenos amantes y rivales pero jamás enemigos.
Bueno espero que les haya gustado, repito: no lo hice con intenciónde ofender a nadie y creo que si ellatambién disfrutó y se cagó de risa no tiene nada de malo realizar una fantasía.Saludos a los hinchas de River, hinchas de Boca (si alguno se quedó a leer yentendió que es un juego nada más) y a cualquiera que se tomó un rato para leereste relato. Si gusta tal vez sigaescribiendo, intentando mejorar los errores o carencias que hayanencontrado en este. Saludos.
Soy estudiante de una carrera universitaria, flaco (aunquetengo una panza cervecera) pero corporalmente soy flaco, rubio castaño y soyalto. La idea no es entrar tanto en detalles, no voy a dar nombres nilocalidades, sólo diré que soy argentino y la chica en cuestión también lo es.
Hace tiempo conocí a una chica en la facultad a la que voy. Lapiba me gustó desde el principio ya que es ella es bajita, morocha, con unastetas grandes y un culo envidiable, es decir, el tipo de chica que siempre mellamó la atención.
A mí siempre me gustó el rocanrol y logré sacarle unaconversación gracias a eso ya que un día me la crucé y llevaba una remera deLos Gardelitos. Bueno conversación va, conversación viene terminé descubriendouna mina piola, rolinga, peronista…y bostera.
La verdad es que salimos varias veces, cogimos y se diotodo, aunque por el momento ninguno entramos en plan novio. Para no aburrir concosas que no tienen mucho sentido, directamente les voy a contar lo que sucedióen eso días donde de lo único que se hablaba era del River –Boca…
Esto comenzó unosdías antes de la final en Madrid, el partido de ida había sido un empate, y cargadava, cargada viene, ella confiada me pidió apostar algo, yo no soy de apostarpero como tengo confianza con ella y además sacó una soberbia que hasta ahí nohabía conocido, acepté
La cosa era así: si Boca ganaba, yo la llevaría al cine, acomer y tenía que reconocer que Boca era superior a River y que siempre losería. Lo primero no me molestaba, la verdad, era una chica con la cual megustaba compartir y hubiese sido una buena salida, pero lo segundo… la verdadque me dolería... Dejar el orgullo de lado, humillarme y reconocer que ellossiempre serían mejores era complicado. Por su parte yo le pedí que si Riverganaba, me la iba a coger con la camiseta de mi equipo puesta mientras ellausaba la del suyo y aceptó. (Como dije antes, había confianza sino no mehubiese animado a semejante apuesta y a ser tan sarpado, jaja).
Todos sabemos cómo terminó el partido… (Quiero contar comodato de color que más allá de estar nervioso, cuando River convirtió el segundoy el tercero, mi pene empezó a pararse de solo pensar que me la iba a coger consu camiseta de Boca puesta).
A penas terminó el partido, le mandé un whatsapp cargándolaun poco y avisándole a qué hora la pasaba a buscar para llevarla al telo. Asíque después festejar un rato con mis amigos la pasé a buscar.
Cuando llegamos al telo lo primero que le dije fue que sepusiera la camiseta de Boca (ella la llevaba en su mochila) y yo llevaba puestala de River como toda la tarde. La chica todavía caliente por la derrota perorespetando su palabra, fue al baño y salió con la camiseta de boca puesta y unatanga miniatura del mismo azul que la camiseta. Mi reacción fue una ereccióninstantánea al ver que debajo de lacamiseta los pezones de ella estaban totalmente parados. Yo ya conocía esastetas (que me volvían loco) pero esa tarde los pezones estaban más duritos yparados que de costumbre.
Lo primero que hice fue preguntarle: ¿Qué pasó esta tarde?
-Perdimos la final
- ¿Otra vez perdieron con River? ¿Otra vez les rompimos elorto?, retruqué
Ella caliente pero ya no tanto de enojo respondió con un“si” y me besó.
Ahí nos besamos un rato, la manosee y le subí un poco laremera para chuparle las tetas mientras ella me agarraba la pija por arriba delcalzoncillo.
En un momento le pedíque se pusiera en cuatro…
Ella me obedeció y empecé a darles unos chirlos en el culo.Yo le decía cosas como:
“¿Ese culito bostero está esperando esta pija de River?¿Querés que te sigan rompiendo el ojete? “, Mientras le metía los dedos en la conchita.
Ahí pude sentir lo mojada que estaba… mis dedos estaban totalmente pegajosos consus fluidos y gemía como una perra.
La temperatura seguía subiendo y nos desinhibíamos más ymás…
Yo repetía mis preguntas: “¿Querés que River te sigacogiendo, putita?”
Mientras ella me respondía: “¡si, por favor!”
“¿Querés seguir sintiendo la pija del campeón?”
-¡Sí! - Exclamaba ella
-Sí, ¿Qué?
-“Si, quiero seguir sintiendo la pija del campeón…” vociferaba ella
Yo notaba que mientras más cosas le decía ella más seexcitaba y por supuesto yo también…
“¡Cogeme!”, Me decía
Me pedía por favor que le metiera mi pija de River en esaconchita bostera
“¿Querés que coja?, repetía
Ella ya desesperada: “si, metela, por favor…”
-“Si querés que te coja, primero, te vas a poner derodillas…”, la xeneize, ya estaba totalmente sometida a esa altura por lo tantohacía lo que yo le pedía…
En ese momento se puso de rodillas en el piso con la tanguitacorrida hacia un costado, yo por mi parte, me saqué micalzoncillo y quedé solo con la camiseta del millo y mi pija cerca de su cara.
Ella atinó a chupármela pero la frené y le dije:
-“¿Querés está pija?, ¿Querés que te coja?”, Primero chupaestos huevo, estos huevos grandes de campeón…”
La muy puta se puso a chuparlos como nunca me los habíachupado y ahí ella se decidió totalmente a entrar en su personaje de bostera,sumisa y cojida…
Me lengüeteaba los huevos de arriba abajo, hacía círculoscon la lengua y pasaba de uno a otro, se los metía completos a su boca, losagarraba y me decía: “que rico chupar los huevos del campeón, estos son loshuevos grandes que tiene River…” Después siguió con la pija, me chupaba el glande,se la metía y se la sacaba de la boca haciendo un ruidito como quien descorchauna botella, y seguía hablando: “Nosotros las bosteras los buscamos a ustedesporque tienen la pija y los huevos más grandes, ustedes son los campeones”.
Al escuchar esas cosas y estar en esa situación, yo noaguanté más y la puse en cuatro otra vez. Apenas entró pude ver como ella yaestaba acabando:
“¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaay, papi”, decía
“¡ay! Papito, que rica esa pija de River…”
Yo miraba como entraba y salía mi verga acompañada de unfluido blanco y lechoso que ella expulsaba de su vagina.
Para no estirarla mucho más, pasamos por muchas posiciones ysiempre con la misma temática, feminizando totalmente a Boca y exaltando lahombría de River.
No estoy seguro si era porque a la mina le excitaba el papelde sumisa, porque mi pija estaba tan pero tan dura o ambas cosas, pero ella noparaba de acabar… era un orgasmo tras otro, en ese momento yo ya sentía toda mipanza, piernas, por supuesto los huevos y hasta las sabanas mojadas con sus fluidos.
Yo le preguntaba: “¿qué es Boca?”
Y ella respondía: “la puta de River…”
Mientras me cabalgaba, volvía a repetir lo mismo y yo ledecía que lo gritara bien fuerte, que lo escucharan todos y que se escuchara aella misma diciéndolo:
¡BOCA, ES LA PUTA DE RIVER….! ¡AHHHHHHH!
La mina en un estado de éxtasis total, agregaba cosas como:
“Nos cogieron, nos pusieron en cuatro y nos rompieron elorto, papi”
Me agarraba el escudo de River y me lo besaba: “este es mimacho, River es el macho y yo soy Boca, la hembrita…”
En ese momento ella alcanzó otro de sus ya incontablesorgasmos.
Para ir terminando y no hacer interminable el relato, lescuento que yo acabé tres veces (uno por cada gol):
La primera dentro de su conchita, yo arriba y ella bocaabajo, mientras la agarraba de los pelos y le decía guarangas en el oído.
La segunda vez le acabé dentro del culo mientras ella medecía: “Dale, papi, rómpele otra vez el culito a Boca, dale que nos encanta quenos rompan el culito”, ahí cuando sintió la lechita caliente dentro de su anoella volvió a acabar.
Y el tercer orgasmo me di el gusto de hacerlo en el escudode Boca, mientras ella estaba de rodillas, me masajeaba los huevos y me decía: “Dame la lechita del campeón, dalela leche a tu puta bostera “
Al final antes devestirnos ella a modo de trofeo me regaló su tanguita azul reconociendo lavictoria de mi equipo y lamentándose pero entre risas me dijo: “no puedo creerque un equipo de la B nos rompiera de esa manera la cola” nos reímos y aunqueya era tarde para ir al cine, si fuimos a comer, ya no por una apuesta sino comobuenos amantes y rivales pero jamás enemigos.
Bueno espero que les haya gustado, repito: no lo hice con intenciónde ofender a nadie y creo que si ellatambién disfrutó y se cagó de risa no tiene nada de malo realizar una fantasía.Saludos a los hinchas de River, hinchas de Boca (si alguno se quedó a leer yentendió que es un juego nada más) y a cualquiera que se tomó un rato para leereste relato. Si gusta tal vez sigaescribiendo, intentando mejorar los errores o carencias que hayanencontrado en este. Saludos.
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