Como recordarán, el miércoles 29 de abril es y será una fecha inolvidable, ya que desde ese día acepté quedarme a vivir en lo de mi yegua Sandrita hasta que se levante la cuarentena por coronavirus en Argentina. Y desde ese momento, como imaginan, le he dado su buen merecido, violando algo más que la cuarentena, lo mismo que ella hizo tres veces antes viniendo a casa.
Fenomenalmente atendido por la pelirroja de 20 años, preciosa, fina, delgada, cuerpo perfecto, ella cocina, hace compras, lava mi ropa y me da el calzón que me compró o ropa suya sin miramientos, me presta su tablet para comunicarme con gente y demás. Así que lo único que me preocupa realmente es coger. Así fue como le di varias murras a mi divina, que me da todos los gustos.
El miércoles festejamos que me quedo acá con varias garchadas. Luego de desayunar café con leche y tostadas con queso y mermelada, le dije sí y le pedí una, Sandrita se sacó su bata, se quitó el corpiño y la bombacha, me sacó todo, me la paró y le di penetazo por su vagina contra la heladera eyaculándole torrente de semen. Quise uno por cola y la dulce se dio vuelta, dijo agitada "dame cola bebé" y tras meterle brutamente mi pene duro, froté y le acabé lindo de semen mientras ella chorreó flujo y mojó el piso y la puerta de la heladera. Luego, al mediodía, ya cambiada y mientras hacía milanesas con ensalada, la agarré sin pedirle, loco con ella, la llevé contra una pared y tras bajarle una pollera liviana que tenía puesta, le bajé la bombacha blanca y se la metí dándole y haciéndola gritar hasta acabar.
Luego del almuerzo, nos fuimos a la camita, Sandri me llevó de la manito y me metió en la camita con ella. No resistí 10 y al oler su aroma a cremita tras las tareas de la cocina, me le di vuelta, la sujeté, le levanté el camisón, la obligué a sacarse la bombacha, ella dijo "sí amor, dame, dame" y le enchufé penacho por su vagina que me vuela hasta llenarla de buen semen, dándole lo que chorreaba en la boca y ella me brindó su flujo. Para merendar se puso otro vestidito, y luego de la leche y las tostadas dije "se lo mancho ya", la sujeté de nuevo, la aplasté contra la heladera, le toqué todo, Sandrita se dejó genial y se la metí con vestido y todo por la cola, haciéndola gritar y bañándole de semen el vestido, que después le chupé.
Y la noche de festejo fue con todo: Sandrita recién bañada en bata y cremita, yo bañado en bata, ella me preparó sandwichitos con huevo y mayonesa abundante y flan con dulce de leche, sabiendo perfecto qué me potencia. Con semejante alimentada, me la recogí varias horas. Sandri me llevó a su pieza resoplando, se quitó la bata y me voló con su ropita interior erótica, se me paró, ella me sacó y me chupó bien la pija, que ya estaba algo crecida y creció hasta salchichón. Sandrita se quitó de una corpiño y bombacha, se abrió y tras tirármele, se la enchufoneé haciéndola gemir y gritar de la locura. Sandrita agitada y gimiendo abajo mío, su piel fina y con crema, su perfume persistente y los de fiambre aceleraron el orgasmo, y en sólo 10 le largué violentamente semen a chorros en su vagina, le saqué y tragó, la di vuelta y por cola entubándola de semen, luego nos hicimos paja y nos tragamos los líquidos y le di dos más por vagina, mientras ella pedía loca a gemidos que le diera.
Eso sólo el miércoles, imaginen jueves, viernes, el sábado con fiambre incluido. El domingo descansamos, y eso que ella estuvo bañadita y en bata, y el lunes reanudamos con al menos tres polvos por día, estimulado por la anatomía de semejante yegua de reproducción y porque me da todos los gustos. Empezando por dejarme vivir con ella. Y siguiendo por el gusto de su vagina.
Fenomenalmente atendido por la pelirroja de 20 años, preciosa, fina, delgada, cuerpo perfecto, ella cocina, hace compras, lava mi ropa y me da el calzón que me compró o ropa suya sin miramientos, me presta su tablet para comunicarme con gente y demás. Así que lo único que me preocupa realmente es coger. Así fue como le di varias murras a mi divina, que me da todos los gustos.
El miércoles festejamos que me quedo acá con varias garchadas. Luego de desayunar café con leche y tostadas con queso y mermelada, le dije sí y le pedí una, Sandrita se sacó su bata, se quitó el corpiño y la bombacha, me sacó todo, me la paró y le di penetazo por su vagina contra la heladera eyaculándole torrente de semen. Quise uno por cola y la dulce se dio vuelta, dijo agitada "dame cola bebé" y tras meterle brutamente mi pene duro, froté y le acabé lindo de semen mientras ella chorreó flujo y mojó el piso y la puerta de la heladera. Luego, al mediodía, ya cambiada y mientras hacía milanesas con ensalada, la agarré sin pedirle, loco con ella, la llevé contra una pared y tras bajarle una pollera liviana que tenía puesta, le bajé la bombacha blanca y se la metí dándole y haciéndola gritar hasta acabar.
Luego del almuerzo, nos fuimos a la camita, Sandri me llevó de la manito y me metió en la camita con ella. No resistí 10 y al oler su aroma a cremita tras las tareas de la cocina, me le di vuelta, la sujeté, le levanté el camisón, la obligué a sacarse la bombacha, ella dijo "sí amor, dame, dame" y le enchufé penacho por su vagina que me vuela hasta llenarla de buen semen, dándole lo que chorreaba en la boca y ella me brindó su flujo. Para merendar se puso otro vestidito, y luego de la leche y las tostadas dije "se lo mancho ya", la sujeté de nuevo, la aplasté contra la heladera, le toqué todo, Sandrita se dejó genial y se la metí con vestido y todo por la cola, haciéndola gritar y bañándole de semen el vestido, que después le chupé.
Y la noche de festejo fue con todo: Sandrita recién bañada en bata y cremita, yo bañado en bata, ella me preparó sandwichitos con huevo y mayonesa abundante y flan con dulce de leche, sabiendo perfecto qué me potencia. Con semejante alimentada, me la recogí varias horas. Sandri me llevó a su pieza resoplando, se quitó la bata y me voló con su ropita interior erótica, se me paró, ella me sacó y me chupó bien la pija, que ya estaba algo crecida y creció hasta salchichón. Sandrita se quitó de una corpiño y bombacha, se abrió y tras tirármele, se la enchufoneé haciéndola gemir y gritar de la locura. Sandrita agitada y gimiendo abajo mío, su piel fina y con crema, su perfume persistente y los de fiambre aceleraron el orgasmo, y en sólo 10 le largué violentamente semen a chorros en su vagina, le saqué y tragó, la di vuelta y por cola entubándola de semen, luego nos hicimos paja y nos tragamos los líquidos y le di dos más por vagina, mientras ella pedía loca a gemidos que le diera.
Eso sólo el miércoles, imaginen jueves, viernes, el sábado con fiambre incluido. El domingo descansamos, y eso que ella estuvo bañadita y en bata, y el lunes reanudamos con al menos tres polvos por día, estimulado por la anatomía de semejante yegua de reproducción y porque me da todos los gustos. Empezando por dejarme vivir con ella. Y siguiendo por el gusto de su vagina.
0 comentarios - Mi primer día en lo de Sandrita a puro semen