Estaba en el living esperando a Liliana para llevarla a cenar y cuando salió de mi habitación creí desfallecer, estaba matadora, como para quedarnos en casa, encerrarnos en la habitación y no parar de tener sexo durante varios días. Ella estaba vestida y maquillada como una pendeja, cabello peinado lacio y suelto, solamente maquillados sus ojos y párpados y sus labios con un rouge rosado con brillos, dándole un toque muy juvenil, un top a rayas gris oscuro y blanco muy pegado al cuerpo, con dos muy pequeños breteles sujetándolo, por detrás media espalda descubierta y por supuesto sin corpiño, por delante, sus senos cubiertos salvo por el detalle de un escote de unos 5 o 6 cm que mostraban provocativamente parte de sus tetas muy pegado al vientre dejándolo libre unos 5 cm por encima de su cintura, una pollera muy ajustada al cuerpo y corta de color azul con un cinturón ancho, su falda mostrando sus piernas unos 7 cm por arriba de sus rodillas y unos zapatos, muy altos de plataforma de corcho color salmón… me miró, giró mostrándose y dijo:
L- Estoy bien así o preferís que me ponga algo más discreto
G- Estas perfecta estas para comerte a besos, voy a ser la envidia de muchos
L Te amo…
Nos besamos, la tomé por la cintura y bajamos y dije:
G-Hay un restaurante a 3 cuadras, ¿querés que saque el auto o vamos caminando?
L- Caminando, quiero caminar abrazada a vos, quiero una noche inolvidable a tu lado
Caminamos abrazados, besándonos, cenamos y cerca de la una de la madrugada volvimos a casa, y al llegar dándome un beso dijo:
L- No puedo quedar embarazada, pero estoy con antojo
G- ¿De qué?
L- Quiero mi postre preferido
G- Si es helado hay una heladería en la esquina
L- No es helado lo que quiero
G- Que querés?
Nos besamos en la puerta del edificio, puso su mano sobre mi pantalón a la altura de mi pene y dijo:
L- Quiero banana con leche
En el ascensor el clima se puso tórrido, los besos, las caricias se hicieron que nuestros cuerpos entrasen en ebullición, nos desnudamos en el living, ella quedó solamente con una muy pequeña tanga azul de encaje metida en su cola. Me acosté en la alfombra y con ella sobre mí, yo la sujetaba por la cola mientras los besos eran cada vez más calientes y excitantes… en un momento ella dijo:
L- No me extrañes bajo un poco para cumplir mi deseo…
Ella, bajó hasta mis pies, acarició con ambas manos mis piernas, se fue echado sobre mí con sus manos deslizándose hacia arriba, para a continuación estremecer mi cuerpo cuando sentí sus pezones duros y erguidos deslizándose también por mi cuerpo, que a esa altura ya estaba totalmente erguido y deseoso de ser poseído por su boca.
Mi pene fue encerrado entre sus manos y su lengua ardiente comenzó a deslizarse lamiendo mis testículos y el tronco de mi pene, luego lo tomó con una de sus manos poniéndolo vertical a su boca y la abrió introduciéndolo dentro, muy lentamente y lo fue deglutiendo hasta introducirlo por completo para luego mamarlo constante y lenta y suavemente; para luego acelerar sus movimientos, deslizaba su lengua por mi glande deseosa de obtener su premio, así hasta lograr su objetivo, mi pene estalló dentro de su boca entregándole el cálido y deseado semen.
Su boca lo chupaba lo saboreaba… lo dejaba correr por mi pene para luego volverlo a en su boca y atrapar mi semen nuevamente, lo hizo varias veces, saboreaba cada gota y se lo tragaba y junto con mi pene introducía sus dedos lamiendo cada gota de semen derramada en ellos y gemíamos al unísono y ella chupaba y deglutía cada gota hasta dejar mi pene completamente seco.
Luego se incorporó y dijo:
L- Esperame en la habitación amor, voy al toilette y ya seguimos con lo nuestro
Mientras la esperaba no podía dejar de pensar lo vivido, Liliana fue espectacular, nunca nadie me estremeció tanto, fue esa la mejor mamada de mi vida
Ella volvió exultante, ataviada con su pequeña tanga azul, se acostó al lado mío, yo la envolví con mis brazos y nos besamos durante varios minutos y luego dije:
G- Yo también estoy de antojo…
Le acaricie la concha por sobre su tanga al mismo tiempo que dije:
G- …quiero almejas es su sopa
L- Ay amor, todo lo que tengo es tuyo podes hacer lo que quieras
La miré a los ojos durante un tiempo, acariciando sus mejillas, sonriendo. Cuando ella entrecerró sus ojos, besé suavemente sus mejillas y su boca. Seguí bajando por su cuerpo para besar y lamer durante un buen tiempo sus senos y sus pezones, su cuerpo se estremeció, luego bajé lamiendo su cuerpo y su vientre y me detuve en su ombligo como preámbulo de lo que pronto le sucedería a su vagina, ella se contorsionaba y gemía. Bajé su tanga
Liliana abrió sus piernas, comencé a rodear con besos y pequeños chupones su vagina y la parte interna de sus muslos, ella se excitaba cada vez más, ahora sus gemidos eran constantes y prolongados y deseaba sobremanera que mi boca comiese su vulva, abrí sus labios vaginales, jugué con uno de mis dedos, su vagina estaba empapada por los efluvios de su cuerpo.
Seguidamente introduje mi lengua en su vagina y empecé a moverla velozmente, mientras aferraba sus caderas, era el momento de que mi legua se introdujese más dentro de su cuerpo hasta llegar a su clítoris, comencé con movimientos circulares, aumentando mi velocidad, podía sentir sus palpitaciones, mi lengua hacia estragos en su cuerpo, y cada vez la dominaba, la sacaba y la metía. Ella parecía estar en otro mundo, se revolcaba sobre la cama y no paraba de gemir, tome sus piernas para que no las cerrase.
Metí mi lengua más y más dentro suyo, Liliana no para de jadear, de gemir y de mojarse y entonces no pudimos soportar más, Liliana estalló en miles de convulsiones, yo retire mi boca de su vagina, tomé mi pene con una de mis manos y apunte a su vagina mientras mi leche se distribuía sobre su cuerpo, sentimos en ese momento que cada uno era dueño del cuerpo del otro. Durante más de 10 minutos nos besamos, acariciamos, pronunciamos palabras de amor. Realmente sentíamos que estábamos en otro mundo, un mundo en el que ella y yo estábamos en el paraíso.
Yo quería llevar a Lili a un clima especial y cogerla y gozarla como nadie jamás lo había hecho, disfrutaba ver su carita de gozo, sentirla vibrar cuando hacíamos el amor o simplemente cuando la besaba sintiendo su cuerpo derretirse en mis manos cuando nos uníamos en ese deseo infernal que nos había atrapado
Liliana era una mujer impresionante, no solo con buen cuerpo, era sexy, sensual y provocativa, que deseaba recuperar los años perdidos en ese matrimonio inexistente, sus orgasmos parecían interminables y yo estaba dispuesto a hacerla gozar en cada uno porque quería disfrutar de ese perfecto cuerpo, que tanto desee durante años.
Desde chico mis ojos se posaron en piernas que ella lucia con sus minifaldas y fui en busca de ellas, y desde la punta de sus pies hasta la hasta el tronco de su cuerpo, lamí, bese y chuponee cada cm de ellas, me sentía dueño de ellas su cuerpo vibraba su boca demostraba su gozo, durante 10 minutos disfrute de ellas.
Luego me eche sobre ella y nos besamos con pasión, Lili aferraba mi cuerpo con sus manos y me decía lo feliz que estaba ella recuperó lentamente la respiración, aunque seguía suspirando.
Se acurrucó contra mi tórax, empezó a besarme y mis manos tomaron contacto con sus pechos, acariciando sus senos duros y redondos, mis labios se depositaron en sus pezones erguidos, los introduje en mi boca y comencé a notar como continuaban irguiéndose dentro de mi boca, los chuponee, y succioné mientras ella gemía y se revolcaba sobre la cama mientras decía:
L- Siii… así bebé… me encanta como me los chupas, me excita sobremanera cuando tu boca se adueña de ellos
G- A mí me encanta tenerte así… me volvés loco… te amo te deseo… sos la mejor
Luego mi pene erecto comenzó a jugar en las puertas de su vagina, ella gemía, gritaba se sacudía en la cama suplicando que la penetrase.
Luego de jugar con ella mi pene excitado por demás empezó a avanzar dentro de su empapada vagina, al hacerlo un profundo grito placentero partió de su boca, y continué avanzado lentamente dentro de ella disfrutando su carita de gozo y pidiendo que se lo de todo, se la veía muy excitada y dijo con desesperación:
L- Me vas a hacer acabar no puedo contenerme más…
G- No te frenes, acaba quiero verte gozar, me encanta ver tu carita cuando lo haces
Y su cuerpo comenzó a agitarse, a convulsionarse, se estremeció gritó y comenzó a convulsionarse con un nuevo orgasmo.
Cuando se calmó continué entrando y saliendo de su vagina, en busca de un nuevo orgasmo y aumente mis movimientos dentro de su vagina, sintiendo su lubricación y vibrando ambos, aceleré el ritmo todavía más, por momentos me detenía dentro de su vagina intentando prolongar ese momento crucial, hasta sentir que no podía más… se lo hice saber, segundos después mi pene explotó con furia lanzando en su interior la calidez de ese semen tan deseado, su cuerpo volvió a agitarse y convulsionarse con un nuevo orgasmo, sus piernas retuvieron mi cuerpo mientras nuestras bocas se unieron con desesperación acallando en parte los gemidos y gritos.
Con Lili me sucedía algo muy distinto a las demás, más la tenía y más la deseaba, así que cuando nuestros cuerpos se calmaron volví a buscarla, pero ahora quería besar y lamer su espalda
Comencé a besar y recorrer con caricias su espalda, recorriéndola en toda su extensión hasta llegar a su cintura, su boca gemía, su cuerpo se estremecía y vibraba al igual que el mío al disfrutar de su piel y de su belleza.
Bajé por su cuerpo y mis manos comenzaron a recorrer sus piernas, se deslizaron por ellas acariciándolas, disfrutándolas, tomándolas lateralmente, y mi boca y mi lengua se deslizaron por ellas y fui trepando por estas de esa manera desde las rodillas, y fui subiendo en mi recorrida, ella estaba al igual que yo muy excitada.
Así llegue a la zona de unión de sus piernas y sus nalgas, mi lengua se deslizó por ellas, mi boca besaba sus nalgas redondas, las chuponeaba delicadamente, las mordisqueaba suavemente, disfrutaba el contacto con su piel, ella gemía, gritaba, su cuerpo se agitaba y se sacudía sobre la cama, luego mi lengua bajo recorriendo la raya de su cola.
Entonces me acosté sobre ella, con mi pene endurecido y súper excitado entre sus nalgas, me extendí sobre ella y nuestras bocas con desesperación se besaron desesperadamente en un beso apasionado que duró varios minutos. Nuestras bocas se separaron, y yo con la respiración entrecortada dije frases cortas a las que ella respondía con un "si" prolongado.
G-Te gusta que te bese la cola... a mí también me gusta y muchos más verte tan caliente… me gusta cogerte… tenés una cola divina me encantaría ser dueño alguna vez de esa hermosura.
L- Nunca me hicieron la cola, pero estoy muy caliente y dispuesta a dártela, jamás me sentí así quiero que seas vos el que la desvirgue…
Me sorprendió
Y siguió diciendo
L- ¿Querés hacerla ahora?, estoy muy caliente… quiero más… quiero todo de vos
E- si mi amor, es lo que más deseo en este momento
Sin mediar palabras me incorporé y la hice girar sobre su cuerpo.
Le levanté las caderas y me arrodillé para saborear ese plato impensado, saber que pronto desvirgaría su cola me excitaba más.
Cuando mi lengua se deslizó por su cola, Lili gimió profundamente. Luego de lengüetearla besé sus nalgas, abrí los cantos de su cola y lamí los bordes de su ano, para luego introducir mi dedo dentro para aumentar la dilatación, ella gemía, gozaba el momento, estuve así varios minutos, abrí más los cantos de su cola y sin penetrarla apoyé mi erecto y deseoso pene en las puertas de su ano para que fuese familiarizándose, y cuando sentí que el momento había llegado la penetre, ella dio un grito mezcla de dolor y placer, me detuve un instante y dije:
G- Te duele?... Querés que te la saque?
L- Duele un poco, espera a que me acostumbre a tenerlo en mi cola y seguís, quiero ser tuya por completo, y para serlo solo me falta esto
Después de un ratito el dolor dio paso al placer, gozaba al tenerla así bombee mi pene dentro de su ano, ahora los dos estábamos gozando y yo por supuesto disfrutaba lo que Liliana me estaba entregando.
L- Acábame mi amor quiero que lo hagamos juntos
G- si… vamos a hacerlo juntos
Segundos después estallo mi pene lanzando torrentes deseosos de cálido semen, aferre a Lili por la cintura justo cuando ella tenía un infernal orgasmo y su cuerpo se agitó en miles de convulsiones.
Cuando mi pene salió de su cola Lili se pegó a mi cuerpo, acaricié sus senos y bese su cuello mientras decía en sus oídos con voz melosa que ella era lo mejor que me pasó en la vida. Liliana estaba feliz por lo vivido.
Estábamos en la cama besándonos abrazados entregados a un noche infernal llena de deseo y placer cuando tomamos noción del tiempo, ya los primeros rayos de luz irrumpían entrando por la ventana de mi habitación, bajamos la persiana y nos dormimos abrazados y besándonos. Nos levantamos a eso de las 15 hs.
Ella llamó a la madre, sin nombrarme dijo que estaba conmigo y que si algo ocurría la llamase por TE y que si hablaban los hijos o “el marido” pusiese alguna excusa y la llamase. Vivimos a pleno nuestro idilio a puro sexo, la lleve a casa de su madre el domingo a la mañana y volví a buscarla por la tarde, el lunes ambos fuimos a nuestros trabajos.
Durante algo más de 2 meses nuestra relación fue pletórica, nos veíamos el viernes por la tarde/noche e íbamos a mi casa donde saciábamos a pleno nuestra apetencia sexual hasta el domingo; pero hubo un impase el día que uno de sus hijos nos vio tomando un café pero como era cerca de su trabajo ella adujo que fue un encuentro casual, ella se fue con su hijo y nos quedamos sin viernes, volvimos a vernos el sábado y ahí comenzaron sus miedos, porque el hijo dudaba mucho de esa explicación que aceptaba a medias.
Liliana me llamó para hablar de lo nuestro 15 días después, acepte sus explicaciones y tuvimos una despedida en un hotel alojamiento, ese sería el final, pero no fue tan así durante los dos primeros años tuvimos varios encuentros
Pero a los 10 días de nuestra separación surgió algo inesperado que merece ser contado, pero ese será otro capítulo…
CONTINUARÁ
L- Estoy bien así o preferís que me ponga algo más discreto
G- Estas perfecta estas para comerte a besos, voy a ser la envidia de muchos
L Te amo…
Nos besamos, la tomé por la cintura y bajamos y dije:
G-Hay un restaurante a 3 cuadras, ¿querés que saque el auto o vamos caminando?
L- Caminando, quiero caminar abrazada a vos, quiero una noche inolvidable a tu lado
Caminamos abrazados, besándonos, cenamos y cerca de la una de la madrugada volvimos a casa, y al llegar dándome un beso dijo:
L- No puedo quedar embarazada, pero estoy con antojo
G- ¿De qué?
L- Quiero mi postre preferido
G- Si es helado hay una heladería en la esquina
L- No es helado lo que quiero
G- Que querés?
Nos besamos en la puerta del edificio, puso su mano sobre mi pantalón a la altura de mi pene y dijo:
L- Quiero banana con leche
En el ascensor el clima se puso tórrido, los besos, las caricias se hicieron que nuestros cuerpos entrasen en ebullición, nos desnudamos en el living, ella quedó solamente con una muy pequeña tanga azul de encaje metida en su cola. Me acosté en la alfombra y con ella sobre mí, yo la sujetaba por la cola mientras los besos eran cada vez más calientes y excitantes… en un momento ella dijo:
L- No me extrañes bajo un poco para cumplir mi deseo…
Ella, bajó hasta mis pies, acarició con ambas manos mis piernas, se fue echado sobre mí con sus manos deslizándose hacia arriba, para a continuación estremecer mi cuerpo cuando sentí sus pezones duros y erguidos deslizándose también por mi cuerpo, que a esa altura ya estaba totalmente erguido y deseoso de ser poseído por su boca.
Mi pene fue encerrado entre sus manos y su lengua ardiente comenzó a deslizarse lamiendo mis testículos y el tronco de mi pene, luego lo tomó con una de sus manos poniéndolo vertical a su boca y la abrió introduciéndolo dentro, muy lentamente y lo fue deglutiendo hasta introducirlo por completo para luego mamarlo constante y lenta y suavemente; para luego acelerar sus movimientos, deslizaba su lengua por mi glande deseosa de obtener su premio, así hasta lograr su objetivo, mi pene estalló dentro de su boca entregándole el cálido y deseado semen.
Su boca lo chupaba lo saboreaba… lo dejaba correr por mi pene para luego volverlo a en su boca y atrapar mi semen nuevamente, lo hizo varias veces, saboreaba cada gota y se lo tragaba y junto con mi pene introducía sus dedos lamiendo cada gota de semen derramada en ellos y gemíamos al unísono y ella chupaba y deglutía cada gota hasta dejar mi pene completamente seco.
Luego se incorporó y dijo:
L- Esperame en la habitación amor, voy al toilette y ya seguimos con lo nuestro
Mientras la esperaba no podía dejar de pensar lo vivido, Liliana fue espectacular, nunca nadie me estremeció tanto, fue esa la mejor mamada de mi vida
Ella volvió exultante, ataviada con su pequeña tanga azul, se acostó al lado mío, yo la envolví con mis brazos y nos besamos durante varios minutos y luego dije:
G- Yo también estoy de antojo…
Le acaricie la concha por sobre su tanga al mismo tiempo que dije:
G- …quiero almejas es su sopa
L- Ay amor, todo lo que tengo es tuyo podes hacer lo que quieras
La miré a los ojos durante un tiempo, acariciando sus mejillas, sonriendo. Cuando ella entrecerró sus ojos, besé suavemente sus mejillas y su boca. Seguí bajando por su cuerpo para besar y lamer durante un buen tiempo sus senos y sus pezones, su cuerpo se estremeció, luego bajé lamiendo su cuerpo y su vientre y me detuve en su ombligo como preámbulo de lo que pronto le sucedería a su vagina, ella se contorsionaba y gemía. Bajé su tanga
Liliana abrió sus piernas, comencé a rodear con besos y pequeños chupones su vagina y la parte interna de sus muslos, ella se excitaba cada vez más, ahora sus gemidos eran constantes y prolongados y deseaba sobremanera que mi boca comiese su vulva, abrí sus labios vaginales, jugué con uno de mis dedos, su vagina estaba empapada por los efluvios de su cuerpo.
Seguidamente introduje mi lengua en su vagina y empecé a moverla velozmente, mientras aferraba sus caderas, era el momento de que mi legua se introdujese más dentro de su cuerpo hasta llegar a su clítoris, comencé con movimientos circulares, aumentando mi velocidad, podía sentir sus palpitaciones, mi lengua hacia estragos en su cuerpo, y cada vez la dominaba, la sacaba y la metía. Ella parecía estar en otro mundo, se revolcaba sobre la cama y no paraba de gemir, tome sus piernas para que no las cerrase.
Metí mi lengua más y más dentro suyo, Liliana no para de jadear, de gemir y de mojarse y entonces no pudimos soportar más, Liliana estalló en miles de convulsiones, yo retire mi boca de su vagina, tomé mi pene con una de mis manos y apunte a su vagina mientras mi leche se distribuía sobre su cuerpo, sentimos en ese momento que cada uno era dueño del cuerpo del otro. Durante más de 10 minutos nos besamos, acariciamos, pronunciamos palabras de amor. Realmente sentíamos que estábamos en otro mundo, un mundo en el que ella y yo estábamos en el paraíso.
Yo quería llevar a Lili a un clima especial y cogerla y gozarla como nadie jamás lo había hecho, disfrutaba ver su carita de gozo, sentirla vibrar cuando hacíamos el amor o simplemente cuando la besaba sintiendo su cuerpo derretirse en mis manos cuando nos uníamos en ese deseo infernal que nos había atrapado
Liliana era una mujer impresionante, no solo con buen cuerpo, era sexy, sensual y provocativa, que deseaba recuperar los años perdidos en ese matrimonio inexistente, sus orgasmos parecían interminables y yo estaba dispuesto a hacerla gozar en cada uno porque quería disfrutar de ese perfecto cuerpo, que tanto desee durante años.
Desde chico mis ojos se posaron en piernas que ella lucia con sus minifaldas y fui en busca de ellas, y desde la punta de sus pies hasta la hasta el tronco de su cuerpo, lamí, bese y chuponee cada cm de ellas, me sentía dueño de ellas su cuerpo vibraba su boca demostraba su gozo, durante 10 minutos disfrute de ellas.
Luego me eche sobre ella y nos besamos con pasión, Lili aferraba mi cuerpo con sus manos y me decía lo feliz que estaba ella recuperó lentamente la respiración, aunque seguía suspirando.
Se acurrucó contra mi tórax, empezó a besarme y mis manos tomaron contacto con sus pechos, acariciando sus senos duros y redondos, mis labios se depositaron en sus pezones erguidos, los introduje en mi boca y comencé a notar como continuaban irguiéndose dentro de mi boca, los chuponee, y succioné mientras ella gemía y se revolcaba sobre la cama mientras decía:
L- Siii… así bebé… me encanta como me los chupas, me excita sobremanera cuando tu boca se adueña de ellos
G- A mí me encanta tenerte así… me volvés loco… te amo te deseo… sos la mejor
Luego mi pene erecto comenzó a jugar en las puertas de su vagina, ella gemía, gritaba se sacudía en la cama suplicando que la penetrase.
Luego de jugar con ella mi pene excitado por demás empezó a avanzar dentro de su empapada vagina, al hacerlo un profundo grito placentero partió de su boca, y continué avanzado lentamente dentro de ella disfrutando su carita de gozo y pidiendo que se lo de todo, se la veía muy excitada y dijo con desesperación:
L- Me vas a hacer acabar no puedo contenerme más…
G- No te frenes, acaba quiero verte gozar, me encanta ver tu carita cuando lo haces
Y su cuerpo comenzó a agitarse, a convulsionarse, se estremeció gritó y comenzó a convulsionarse con un nuevo orgasmo.
Cuando se calmó continué entrando y saliendo de su vagina, en busca de un nuevo orgasmo y aumente mis movimientos dentro de su vagina, sintiendo su lubricación y vibrando ambos, aceleré el ritmo todavía más, por momentos me detenía dentro de su vagina intentando prolongar ese momento crucial, hasta sentir que no podía más… se lo hice saber, segundos después mi pene explotó con furia lanzando en su interior la calidez de ese semen tan deseado, su cuerpo volvió a agitarse y convulsionarse con un nuevo orgasmo, sus piernas retuvieron mi cuerpo mientras nuestras bocas se unieron con desesperación acallando en parte los gemidos y gritos.
Con Lili me sucedía algo muy distinto a las demás, más la tenía y más la deseaba, así que cuando nuestros cuerpos se calmaron volví a buscarla, pero ahora quería besar y lamer su espalda
Comencé a besar y recorrer con caricias su espalda, recorriéndola en toda su extensión hasta llegar a su cintura, su boca gemía, su cuerpo se estremecía y vibraba al igual que el mío al disfrutar de su piel y de su belleza.
Bajé por su cuerpo y mis manos comenzaron a recorrer sus piernas, se deslizaron por ellas acariciándolas, disfrutándolas, tomándolas lateralmente, y mi boca y mi lengua se deslizaron por ellas y fui trepando por estas de esa manera desde las rodillas, y fui subiendo en mi recorrida, ella estaba al igual que yo muy excitada.
Así llegue a la zona de unión de sus piernas y sus nalgas, mi lengua se deslizó por ellas, mi boca besaba sus nalgas redondas, las chuponeaba delicadamente, las mordisqueaba suavemente, disfrutaba el contacto con su piel, ella gemía, gritaba, su cuerpo se agitaba y se sacudía sobre la cama, luego mi lengua bajo recorriendo la raya de su cola.
Entonces me acosté sobre ella, con mi pene endurecido y súper excitado entre sus nalgas, me extendí sobre ella y nuestras bocas con desesperación se besaron desesperadamente en un beso apasionado que duró varios minutos. Nuestras bocas se separaron, y yo con la respiración entrecortada dije frases cortas a las que ella respondía con un "si" prolongado.
G-Te gusta que te bese la cola... a mí también me gusta y muchos más verte tan caliente… me gusta cogerte… tenés una cola divina me encantaría ser dueño alguna vez de esa hermosura.
L- Nunca me hicieron la cola, pero estoy muy caliente y dispuesta a dártela, jamás me sentí así quiero que seas vos el que la desvirgue…
Me sorprendió
Y siguió diciendo
L- ¿Querés hacerla ahora?, estoy muy caliente… quiero más… quiero todo de vos
E- si mi amor, es lo que más deseo en este momento
Sin mediar palabras me incorporé y la hice girar sobre su cuerpo.
Le levanté las caderas y me arrodillé para saborear ese plato impensado, saber que pronto desvirgaría su cola me excitaba más.
Cuando mi lengua se deslizó por su cola, Lili gimió profundamente. Luego de lengüetearla besé sus nalgas, abrí los cantos de su cola y lamí los bordes de su ano, para luego introducir mi dedo dentro para aumentar la dilatación, ella gemía, gozaba el momento, estuve así varios minutos, abrí más los cantos de su cola y sin penetrarla apoyé mi erecto y deseoso pene en las puertas de su ano para que fuese familiarizándose, y cuando sentí que el momento había llegado la penetre, ella dio un grito mezcla de dolor y placer, me detuve un instante y dije:
G- Te duele?... Querés que te la saque?
L- Duele un poco, espera a que me acostumbre a tenerlo en mi cola y seguís, quiero ser tuya por completo, y para serlo solo me falta esto
Después de un ratito el dolor dio paso al placer, gozaba al tenerla así bombee mi pene dentro de su ano, ahora los dos estábamos gozando y yo por supuesto disfrutaba lo que Liliana me estaba entregando.
L- Acábame mi amor quiero que lo hagamos juntos
G- si… vamos a hacerlo juntos
Segundos después estallo mi pene lanzando torrentes deseosos de cálido semen, aferre a Lili por la cintura justo cuando ella tenía un infernal orgasmo y su cuerpo se agitó en miles de convulsiones.
Cuando mi pene salió de su cola Lili se pegó a mi cuerpo, acaricié sus senos y bese su cuello mientras decía en sus oídos con voz melosa que ella era lo mejor que me pasó en la vida. Liliana estaba feliz por lo vivido.
Estábamos en la cama besándonos abrazados entregados a un noche infernal llena de deseo y placer cuando tomamos noción del tiempo, ya los primeros rayos de luz irrumpían entrando por la ventana de mi habitación, bajamos la persiana y nos dormimos abrazados y besándonos. Nos levantamos a eso de las 15 hs.
Ella llamó a la madre, sin nombrarme dijo que estaba conmigo y que si algo ocurría la llamase por TE y que si hablaban los hijos o “el marido” pusiese alguna excusa y la llamase. Vivimos a pleno nuestro idilio a puro sexo, la lleve a casa de su madre el domingo a la mañana y volví a buscarla por la tarde, el lunes ambos fuimos a nuestros trabajos.
Durante algo más de 2 meses nuestra relación fue pletórica, nos veíamos el viernes por la tarde/noche e íbamos a mi casa donde saciábamos a pleno nuestra apetencia sexual hasta el domingo; pero hubo un impase el día que uno de sus hijos nos vio tomando un café pero como era cerca de su trabajo ella adujo que fue un encuentro casual, ella se fue con su hijo y nos quedamos sin viernes, volvimos a vernos el sábado y ahí comenzaron sus miedos, porque el hijo dudaba mucho de esa explicación que aceptaba a medias.
Liliana me llamó para hablar de lo nuestro 15 días después, acepte sus explicaciones y tuvimos una despedida en un hotel alojamiento, ese sería el final, pero no fue tan así durante los dos primeros años tuvimos varios encuentros
Pero a los 10 días de nuestra separación surgió algo inesperado que merece ser contado, pero ese será otro capítulo…
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