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Vecinita

El relato que les voy a contar sucedió hace unos años.
Me llamo Javi tengo 25 años soy moreno alto y con buen aspecto físico, soy de una ciudad del oeste de Tijuana, vivo junto a mi pareja en un bloque de viviendas de 7 plantas al cual nos fuimos a vivir de alquilar hace unas semanas.
Todo iba normal, no conocemos a nuestros vecinos, pero poco a poco empezamos a conocerles quizás incluso más de lo debido, y digo esto porque una noche sobre las 3.30 empecé a escuchar unos intensos gemidos, procedían de la mujer de la planta de arriba. Aquellos sonidos se escuchaban a la perfección pues a esas horas no había ningún tipo de ruido, eran brutales, era música celestial para mis oídos, gemidos cada vez mas intensos hacían vaticinar que ella estaba llegando al orgasmo, fueron solo un par de minutos si acaso y yo me quede con los ojos como platos por lo realmente excitantes gemidos de mi vecina, pase la noche sin poder pegar ojo tanto que tuve que ir al baño a masturbarme.
Yo no la conocía hasta que justamente el día después escuche el ascensor detenerse en la sexta planta en la cual vive y desde las escaleras pude comprobar quien era ella, una madre de unos 37 años con figura esbelta una talla 90-100 de pecho ojos negros y una melena de pelo negro rizado. La verdad es que al ver semejante mujer se me vinieron a la cabeza lo de la otra noche así que cuando salí del ascensor y de nuevo en casa volví a aliviarme, fue un acto breve dado que si solo con los gemidos me excitaba ahora poniéndola cara era aún mejor.
Pasaron un par de noches más y de nuevo la volví a escuchar, fue exactamente igual, bien metido en la noche y de repente gemidos los cuales parecía imposible de controlar hasta que un par de minutos después cesaban, volviendo me a dejar cachondo en la cama y con mi cabeza dando vueltas a mi vecina madurita.
La situación para mi empezó a cambiar debido a que volví a escucharles otra noche y ya durante el día no era capaz de pensar en otra cosa que no fuera ella, practicar sexo con mi novia no me era suficiente así que me propuse que la próxima vez que la escuchara fuera por que estuviera practicando sexo conmigo.
Empecé a maquinar un plan, no conseguía nada claro, los temores de cometer un error al intentar follármela eran muchos, era todo muy complicado, ella madre casada y yo con pareja… Pero no podía sacármela de la cabeza así que decidí atacar con el plan que me parecía mejor ¿Cuál era? Hacerme pasar por masajista. Era una idea bastante estúpida pues nunca he dado un masaje ni siquiera me han dado uno. Prepare una tarjeta de visita en la que ponía que era masajista a domicilio y que el primer masaje sería totalmente gratis, puse mi número de teléfono y la deje metida en su buzón antes de que viniese de su trabajo.
Funciono, esa misma tarde me llamo para informarse de cómo sería la sesión y concretamos la cita para 3 días después ¿por qué 3 días después? Para dar credibilidad diciendo que tenía mucho trabajo.
Le di cita a las 4 de la tarde, a esas horas su marido y mi pareja estarían trabajando, momento perfecto para intentar tirármela, lo único que no sabía era si estaría su hijo. Llego el momento, llame a la puerta y me abre ella, iba en vaqueros y un jersey de pico negro me dijo su nombre y empezamos
Javi: soy Javi el masajista
Ana: yo soy Ana pasa
Javi. Te comento Ana necesito una cama porque soy nuevo en esto de los masajes y una camilla nueva cuesta mucho
Ana: vale si te parece bien vamos al dormitorio principal
Era un manojo de nervios, la cosa iba bien, no parecía que allí hubiera nadie más así que seguí con el plan tal y como lo había pensado
Ana: ¿ahora qué?
Javi: necesito que te quites la ropa
Ana: ¿toda? Es que…
Javi: te puedes quedar con la parte de arriba pero el resto me molestaría para el masaje
Ana: vale ahora vengo
Y puso rumbo para el cuarto de baño, yo mientras me saque de mi gran mochila todo tipo de aparatos, un reproductor de cd con música chill out un par de velas aromáticas toallas y aceites, antes de que terminase de colocar todo Ana salió del baño en albornoz
Ana: ya estoy lista, vaya con velas y todo
Javi: sí, quiero que estés relajada y que te guste tanto que repitas otra vez, ahora por favor túmbese en esta toalla boca abajo
Me di la vuelta aunque lo que más me apetecía era verle las tetas me tuve que esperar. Ya tumbada me gire, llevaba unas bragas negras con zonas transparentes puse una toalla en la zona de la cadera. No pude evitar la tremenda erección de mi pene, la situación se ponía difícil ya que tendría que empezar a hacer el masaje.
Javi: vale relájate, empezare por comprobar la espalda.
Me frote las manos en aceite y empecé a tocar su espalda, con mucha suavidad con solo las yemas de mis dedos, le separe un poco los brazos de la espalda para así poder ver bien el bocadillo que le salía del costado por tener las tetas apretando contra el colchón, pase a masajear los brazos llegando hasta las muñecas. Subí para el cuello le eche aceite y empecé a masajear, vaya empezaron a surgir ciertos sonidos de aprobación, llegaba hasta debajo de sus orejas, sentía el gusto que le daba. Volví a la espalda, llegaba hasta muy abajo, incluso metiendo la mano por debajo de la braga, pero sin llegar a meter los dedos muy profundo. Seguí unos minutos más apretando por aquí masajeando por allí, y a después de unos minutos baje a sus piernas. Empecé por sus tobillos seguido de sus gemelos, estaba muy excitado pero convencido de que lo hacía incluso hasta decente, seguía subiendo por sus piernas, ya en los muslos decidí separarle las piernas y ahí decidí arriesgar un poquito más llegando a tocar la zona de la vagina por encima de las bragas cada vez que hacia un movimiento hacia esa parte, pero ella después de unas pasadas hizo un gesto de cerrar las piernas era una situación incómoda no sabía que hacer hasta que…
Javi: vale date la vuelta, con este lado hemos acabado
Ana: vale pero me tengo que tapar los pechos ¿no?
Javi: mis clientas no se los suelen tapar, así puedo masajear mejor
Ana: ¿en serio?
Javi: si de hecho se quitan toda la ropa así les puedo hacer un masaje completo
Ana: ¿completo….?
Javi: Si incluye el pubis, las clientas quedan satisfecha, les suele gustar
Ana: ¿a hombre y mujeres?
Javi. A los dos
Ana: a… no pero creo que me quedo con uno normal
Vaya no era lo que quería pero por lo menos no se tapó los pechos, eran preciosos. Yo estaba empalmado y muy nervioso, creo que ella se pudo dar cuenta, estaba casi seguro dado que tenía un tremendo bulto en el pantalón, era tan grande que me dolía tenerla tapada. Seguí por las piernas ya que por el resto del cuerpo no sabía muy bien que hacer, bajando hasta los pies, los empecé a masajear jugueteaba con sus dedos, a ella parecía encantarla y yo seguía y seguía, esa mezcla de cosquillas y placer la gustaba, lo podía notar
Ana: ufff... para para
Javi: ¿porque?
Ana: me gusta demasiado ¿no sé si me entiendes?
Javi: si pero eso no es malo
Ana: no sé pero….
Javi: déjate llevar
Volví a la carga, ella se movía, hasta que su con su mano me toco la polla, fue breve pero la toco, pudo comprobar su dureza, yo mientras no quise parar viendo que podía dar resultado. Y así fue su mano volví a mi paquete pero esta vez no la quitaba, me bajo la bragueta pero le era imposible sacar mi polla por lo dura que estaba así que se inclinó un poco y me desabrocho el vaquero. Guau dijo y con una sonrisa en la boca empezó a masturbarme, yo pase de tocar sus pies para irme directo a su coño, baje sus bragas y vi su pubis con pelo pero cuidado, una auténtica maravilla. Sin ningún obstáculo ya baje la mano y empecé a hacer círculos en su clítoris ella mientras empezó a subir la velocidad en la que me masturbaba, baje un poquito mis dedos buscando su agujero y cuando llegue a él pude ver lo realmente mojada que estaba. yo no podía más y después de unos pocos segundos la dije que me corría y así lo hice, ella no paro y empecé a eyacular con mucha fuerza, tanto que salió disparada dirección a la cama y su vientre dejando a su rastro una gran mancha de leche caliente. Pero ahí no acabaría todo pues después de darla una toalla para que se limpiara me subí a la cama la abrí de piernas y empecé a lamerla el coño con lujuria mojándome con sus líquidos los labios la nariz y la barbilla.
Ella seguía tumbada boca arriba, me pidió que la follara así que me saque un preservativo me lo puse y se la metí de golpe, estaba tan cachonda que no la hice daño alguno, así fue como empezamos yo arriba dando golpes de cadera mientras ella empezaba a jadear. Más tarde la moví para cambiar de posición, Ana me tumbo se puso arriba y fue ella quien ponía el ritmo ahora, primero empezó suave para después acelerar el ritmo hasta que llego al orgasmo. Se quedó unos segundos inmóvil para después levantarse.
Ana: lo he disfrutado mucho, menudo polvo
Y así debió ser porque al levantarme tenía los huevos con sus líquidos. Se limpió su coño con una de las toallas yo me levante y me quite el preservativo, ella me empezó a masturbar y finalmente me corrí, ella bajo mi polla hacia sus pechos y hay acabe volviéndola a llenar con mi semen

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