Una noche para recordar

Hola mi nombre es Marina, actualmente tengo 29 años, soy tapatía y me encanta el sexo.


Soy una chica blaca, de estatura promedio (1.65), con tetas pequeñas y grandes nalgas. Mis piernas son gruesas y torneadas. No soy una supermodelo, pero me encanta mi cuerpo.

Esté es mi primer relato, y quiero compartirles algo que sucedió hace aproximadamente 10 años. En ese entonces salía con un chico llamado Antonio, el trabajaba cerca de mi casa por eso nos conocimos, en ese momento el tenía 21 años. Era blanco, alto, delgado, guapísimo y con una gran verga.

Después de varios meses saliendo me invito a ir a un festival de música con él y algunos de sus amigos. Nunca había asistido a un festival, así que accedí. Paso por mi a mi casa, nos subimos a su auto y nos dirigimos al concierto.

Nosotros ya en el lugar buscamos a sus amigos, bebimos, comimos algo, realmente nos la estábamos pasando bien. Ya cuando era noche, recuerdo que estaba tocando Sussie 4, nosotros estábamos bailando y besándonos, los besos incrementaron de intensidad, y empezó a acariciarme las nalgas. No lo detuve, me encantaba sentir sus caricias, y como repegaba su verga a mis muslos.

Los dos estábamos realmente excitados, me pregunto si quería que nos fuéramos de ahí, a lo cual asentí. Íbamos camino a la salida, pero sin dejar de besarnos, ya en el estacionamiento para buscar el auto, me empujo contra la reja y me besaba con gran pasión, metió su mano debajo de mi blusa, acariciaba mis tetas, pellizcaba mis pezones. No me importaba donde estábamos, y que hubiera gente pasando, yo estaba extasiada. 

Seguimos caminando, llegamos al auto, pero antes de subir me puso contra la puerta y metió su mano dentro de mi pantalón, mi tanguita ya estaba toda mojada. Introdujo un dedo en mi concha, y yo gemía, no lo podía evitar, jamás había estado tan caliente. La gente seguía pasando.

Me abrió la puerta del auto, se dio la vuelta para el meterse. Se acomodo en su asiento, y yo sin pensarlo desabroche su pantalón y empece a acariciar su verga. La saco de su pantalón y directamente la puse en mi boca. Me encanta mamar verga, y la de él me fascinaba. Después de unos minutos me pidió detenerme, para poder irnos del lugar.

Nos dirigimos a un motel. Mientras el iba manejando, desabroche mi pantalón y empece a masturbarme, acariciaba mi clítoris, metí dos dedos en mi vagina, y después en mi boca, me encanta mi sabor. Antonio me veía con una lujuria indescriptible. Iba lo más rápido que podía.

Finalmente llegamos al motel, entramos en la habitación. No me dio tiempo de nada, rápidamente me desnudo, y me acostó en la cama. bajo hasta mi concha y la empezó a lamer, tomaba mis fluidos, su lengua jugaba con mi clítoris, mientras dos de sus dedos me penetraban, yo no aguante más y me vine en su boca. Después de mi orgasmo me puso en cuatro, y puso su verga a la entrada de mi concha y con facilidad por lo húmeda que estaba me metió su verga, lo hacia de manera brusca, me causaba un dolor lleno de placer. Con mis manos abrí mis nalgas, para que el tuviera una mejor visión, y con uno de sus dedos empezó a jugar con mi ano. Yo no podía más, quería correrme nuevamente, y con él dentro de mi lo hice. Pero no paro después mi orgasmo, continúo, lo cual me provocó un tercer y cuarto orgasmo. Yo no podía más, sentía que me partía. 

De pronto me volteó, puso mis piernas sobre sus hombros y empezó a penetrarme otra vez, mientras yo me masturbaba, esto lo puso al máximo. Sacó su verga de mi y la puso en mi boca. Yo seguía masturbándome, sabía que el se iba a venir, y lo hizo, me llenó la boca y la cara de su lechita caliente. 

De sólo recordar esa noche empiezo a mojarme nuevamente. Espero les haya gustado tanto como a mi revivirlo.

XOXO