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Relato de una travesti prostituta.

Como toda buena mujercita, me gusta vestir y verme bien para mi hombre en turno pero no todo siempre fue así, cuando era más joven no contaba con el dinero suficiente para comprarme ropa e incluso comprarme algunas cosas que me hubiera gustado tener en esa época, yo tenía 19 años cuando descubrí en internet una página llamada OLX donde se anunciaban mujeres que ofrecían servicios sexuales y empecé a leer los anuncios publicados hasta que llegue a la sección de travestís y transexuales donde también ofrecían compañía desde 300 a 500 pesos y me sorprendía que algunas eran gorditas o muy maduras aunque algunas que eran muy jóvenes y de muy buen cuerpo cobraban más de 1000 pesos por encuentro.

Yo trabaje algún tiempo ofreciendo compañía sexual teniendo como tarifa 500 pesos por 2 horas y al principio fue algo difícil porque no tenía mucha ropa pero con el tiempo me fui comprando mis cosas con el sudor de mis nalguitas, en algún momento en este blog contare mis primeras experiencias como niña de compañía, hoy les contare el momento más extremo que llegue a vivir en este trabajo.
Era un día normal como todos, no daba muchos servicios pero sacaba buen dinero en ese entonces, entre semana de lunes a jueves eran unos 3 o 4 servicios pero los días buenos eran los viernes y los sábados y a veces los domingos pero era muy raro. Ese día era domingo en la mañana y realmente no hacía nada más que estar acostada en mi cama hasta que me llego un mensaje de OLX preguntando por mi servicio, siempre decía:
“Hola amor me llamo Coraline y soy travesti del closet, tengo 19 años, delgada, morena, pelo largo natural, mi servicio es de 500 pesos por 2 horas”
Inmediatamente recibí una respuesta la cual decía:
“Hola, somos 2 chicos y nos interesa tu servicio pero queremos que nos atiendas a los 2 al mismo tiempo, ¿se podrá?”
Yo conteste que “si” pero que no hacía nada extremo como fetichismos, masoquismo, sadismo o juguetes muy grandes y que el servicio por los 2 al mismo tiempo seria de 1200 pesos, ellos aceptaron y me dieron la dirección donde sería el encuentro, no era muy lejos de mí casa y tarde en llegar cerca de 40 minutos. Llevaba debajo de mi ropa de niño unas pantimedias muy bonitas y una tanguita amarilla, en mi mochila un mini vestido que me habían pedido y unas zapatillas altas negras, además de condones y lubricante.

Cuando llegue a la dirección era una unidad habitacional y llame al número que me dieron, espere unos minutos hasta que llego un chico muy joven y atractivo, me pregunto si venía a realizar el servicio e inmediatamente capte y le dije que “sí”, empezamos a caminar y no estábamos muy lejos del departamento, cuando llegamos nos abrió la puerta el otro muchacho que no era feo pero no era guapo como el otro.
Inmediatamente me dijeron el cuarto donde estaríamos para que me pudiera vestir, estaba muy nerviosa porque aunque ya había hecho tríos, nunca había hecho uno en el trabajo con desconocidos, cuando estuve lista abrí la puerta y los muchachos estaban solo en bóxer.
Todo empezó muy rápido y muy intenso. Empezaron a cachondearme entre los 2, mientras me desvestían, uno metió la mano en mi tanguita para agarrarme mi sexo y el otro me metía el dedo en mi colita, les pedí que pararan porque de esa manera yo me venía muy rápido y después de eso yo no aguantaba ser penetrada, hice que se bajaran el bóxer y comencé a manipular sus vergas y aunque no eran muy grandes estaban muy duras, pensé que sería el servicio habitual, mamar verga por un rato y dejarme coger por unos minutos hasta que terminaran pero no fue así.


Resulta que uno de ellos ser agacho a chupar mi sexo, esté es pequeño y cabe en cualquier boca aunque solo con sexo oral es muy aguantadora, el otro se estaba poniendo un condón de los que puse en la cama, se acercó por mi espalda y comenzó a resoplarme el oído, de pronto coloco su pene entre mis nalguitas y me la dejó caer hasta el fondo mientras tocaba mis pezones y me besaba el cuello, sentí un ligero dolor porque no uso lubricante pero como su verga no era muy grande lo disfrute mucho porque el otro chico me estaba haciendo un rico sexo oral.


Era una sensación indescriptible, sentir como me la chupaban y estar recibiendo una rica vergita en mi culito, todo un combo, no podía pedir más, no aguantaba más y estaba a punto de terminar cuando le suplique al muchacho que parara de mamármela, él no hizo caso, no aguante mucho cuando se los eché en la boca a mi mamador, no sabía qué hacer, fue una venida muy intensa y solté mucho semen, solo pude ver como se le escurría entre los labios, no podía más y mis piernas se hicieron como gelatina, quería descansar pero el que me estaba cogiendo no me dejo y me coloco en la cama boca arriba, puso mis pies en sus hombros y siguió cogiéndome, el otro muchacho regreso a la habitación (supongo que había ido al baño) y puso su verga en mi cara para que se la mamara, cosa que hice, la tenía pequeña y me excito mucho porque a mí me gustan las vergas pequeñas.


No me considero una experta mamando pero no tardo mucho para que llegara lo indescriptible, ambos gemían, el que me la estaba metiendo en la boca se puso muy tenso, me detuvo la cabeza para metérmela toda y empezó a correrse, sentí un gran chorro de leche caliente en mi boca, aunque había terminado como era mi costumbre no dejaba de mamársela y sentir como poco a poco se le hacía chiquita en mi boca.
El otro muchacho me volteo y me puso de perrito, empezó a cogerme y el otro muchacho también se puso de perrito frente a mi cara, el que me cogía me ordeno que le mamara el culo a su amigo, cosa que hice sin preguntar pero tenía una ligera sospecha de que no eran 2 chicos que querían tirarse a una travesti sino que era algo más, el que me cogía paro y le ordeno al otro muchacho que se colocara en la orilla de la cama y sin decir nada lo obedeció, el que me estuvo cogiendo se quitó el condón y me ordeno que le mamara la verga para que se la lubricara, de reojo vi que estaba dedeando a su amigo y después de 1 o 2 minutos me la saco de la boca e inmediatamente se la metió a su amigo, me levante y mientras se lo cogía, él me estaba metiendo un dedo en el culo, no tardo mucho y sentí como su cuerpo se tensó y termino dentro del culo de otro muchacho.


Nos acostamos y le pregunte al que nos cogió, ¿Son pareja o algo así? El me contesto que eran pareja gay pero que tenían la fantasía de hacer un trió, que habían visto mi anuncio y mis fotos y que les gustó mucho, yo me había imaginado ya algo así pero no estaba segura, el activo me dijo que solo tenía la condición de que cuando fuera a terminar lo hiciera en la cola de su putito.
Después de descansar lo hicimos otra vez, estábamos de lado, como sándwich, con una mano agarré de las nalgas al pasivo y con la otra empujaba más hacía mí el que me estaba cogiendo, le pegaba las nalgas lo más que podía para que su verga entrara hasta dentro, en la segunda cogida terminaron mis nalgas llenas de leche y yo muy satisfecha porque me la había pasado muy bien.

3 comentarios - Relato de una travesti prostituta.

salvfe +1
Excelente relato