El sobrino capítulo 1
El sobrino capítulo 2: parte 1
El sobrino capítulo 2: parte 2
Después del desayuno, me esperaban en la piscina mi esposo con JOAQUÍN, era un momento en el que pensaba muy tensionada pues no sabría ni como mirarlo si él interactuaba conmigo por todo lo que había pasado antes, era la primera vez en mi vida que me sentía nerviosa por estar con mi propia familia, aunque bueno en este caso era más la de mi esposo que la mía. Sin embargo desayuné de forma normal al lado de mis hijos y con el hermano de mi esposo (el papá de Joaquín), su esposa y otros familiares.
En este punto yo ya lo notaba todo y actuaba casi que por instinto, sentía que me miraban, que alguien recorría mi cuerpo con sus ojos y no estaba equivocada: nada más y nada menos que el padre de Joaquín intentando adivinar lo poco que mi bata dejaba ver, claro, igual de pervertido que su hijo, de tal palo tal astilla, no lograba entender el deseo que al parecer le provocaba a mi sobrino, tampoco las miradas de mi cuñado y menos el desinterés de mi esposo por tener sexo conmigo.
Pero lejos de molestarme me empezaba a entusiasmar con esta situación, no sabía qué tan lejos podría llegar en un momento así, creo que nadie lo sabe cuando se trata de su familia pero en estos momentos pensaba más con mi clítoris que con el cerebro y no importaba que me llovieran miradas así fueran moralmente incorrectas y menos porque me sentía en un lugar seguro donde mi esposo no se enfadaría si mostraba un poco más que lo normal, pensándolo bien tenía todas las de ganar en ese momento, mis armas bien cargadas y solo faltaba ver como acababa esto.
Cuando terminamos todos de comer me ofrecí a lavar los platos ya que yo no había cocinado y lo hice en compañía de Marta, mi cuñada esposa del hermano de mi marido. Mientras lavábamos ella me pidió que la acompañara a su cuarto cuando termináramos para que se pusiera su bikini y ambas fuéramos juntas a la piscina, yo acepté en eso llegó Hernán, el hermano de mi esposo y nos dijo que iría a cambiarse para entrar la piscina con Joaquín y su hermano.
Marta es unos años más joven que yo, un poco más alta y con un cuerpazo. Aunque yo debo admitir que tengo más senos, ella tiene una cola muy firme y definida, siempre le envidié eso, aunque la mía no está tampoco mal.
Sabes Tati (así me llaman en la familia de mi esposo) hay algo que he notado últimamente, depronto tu entiendas mejor que yo, no sé, quisiera saber tu opinión de algo, me dijo ella mientras yo seguía lavando y le dije que podía consultarme lo que quisiera.
Marta: Es que creo que Joaquincito ya está poniéndose grande.
Yo quedé paralizada por ese comentario, solo la volteé a mirar con una expresión de intriga, estaba nerviosa inmediatamente, hasta comencé a tartamudear.
Yo: Por qué lo dices?
Marta: Un día mientras él estaba afuera entré a su cuarto para llevarle su uniforme que acababa de lavar, entonces vi como siempre que todo estaba hecho un desastre, por lo que decidí limpiar. Después de haber limpiado llevé otra tanda de ropa sucia que tenía tirada debajo de la cama y mientras metía cada cosa en la lavadora me di cuenta que una de sus camisetas olía extraño... tú sabes.
Estaba segura a lo que se refería Marta pero quise darle vueltas al asunto para intentar evadir el tema.
Yo: Extraña cómo? Crees que fume a escondidas o algo así?
Marta: Nonono jajaja es que me da un poco de verguenza. (en ese momento ella se ruborizó) Olía a semen.
Cuando dijo la palabra semen se vino a cabeza mi sobrino esa noche en el baño, cuando tuve su pene apenas a centímetros, ese pene erecto y goteando que habia fantaseado con tener en mi boca y chuparlo de arriba a abajo pasando toda mi lengua...
Marta: Tati? Estás bien?
Yo: Perdóname me quedé pensando
Marta: En qué piensas, no me digas que ya te pasó lo mismo con tu hijo
Yo: No... claro que no, él aún no hace eso o no que yo sepa jajaja
Marta: Entonces, qué crees que sea?
Yo: Es que a la edad de Joaquín es normal que empiece a descubrir su cuerpo de otra manera, no debería preocuparte, casi todos los chicos a esa edad lo hacen.
Marta: Pero tú sabes que él ya tiene novia, me da miedo que la embarace.
Entonces yo actuando como si nada le respondí: No te preocupes Marta, Joaquín no debe estar aún en eso. Debe ser cosa privada de él, aún es pequeño para el sexo y esas cosas.
Marta: Sí, puede ser.
¿Pequeño? Supiera Marta que de pequeño no tiene nada su ''inocente'' hijo, al contrario, bien dotado sí salió, pero seguro ella no debe saberlo ¿o sí? Martica, será que tú aprovechas y espías a Joaquíncito cuando anda en la casa por ahí, te fijas en cómo se le marca el paquete por encima de sus pantalones? Apuesto a que sí, porque si él viviera conmigo yo se lo vería todos los días, intentaría pasarle cerca, rozarlo con mis manos o con mi cuerpo cuando me abrazara, ven hijo y le das un abrazo a mamá, si así pégate bien a mi cuerpo para que sientas mis tetas y ver si se te para conmigo. También cuando se esté vistiendo espiaría por su puerta para ver si tengo oportunidad de ver qué es lo que carga ahí mi hijo y ni hablar de cuando se encierra solo en su cuarto, seguro debe tener el historial de su celular lleno de videos de incesto y se pajea pensando en tu culo, cuñada, por qué no esperas a que cierre la puerta y tú entras sin tocar a ver qué es lo que hace, ay hijito qué es eso que tienes ahí entre las manos, parece que vas a necesitar ayuda con eso, quieres? Martica es que vieras como lo tenía de grande anoche, tal vez lo heredó de su padre y Hernán también tiene una buena sorpresa entre las piernas, yo sé que te gustaría averiguarlo Martica, yo sé que te gustaría tenerlo como lo tuve yo, Martica, no me envidies. Es que yo no desaprovecharía andar sin brasier o directamente en tangas y decir que fue un accidente que me viera casi desnuda, ay Martica dime que te estás haciendo la que no sabe conmigo, seguro que cuando encontraste esa camiseta llena de semen la guardaste y esa misma noche te masturbaste oliéndola, seguro se te pararon los pezones con el semen de tu hijo, ay Marta cuánta imaginación te falta con un hijo así...
Marta: Tati cuidado con el agua!!!
Mientras mi cabeza divagaba con mi sobrino uno de los platos había recibido un gran chorro de agua que me salpicó encima, ahora estaba mojada... por dentro y por fuera. Era increíble como volaba mi imaginación en esos momentos, al punto de pensar así de mi cuñada, de imaginarla seduciendo a su propio hijo, en este punto mi cabeza ya no tenía retorno y cada cosa que pensaba me excitaba más.
Marta: Acompáñame a cambiarme y te presto otra bata porque esa ya no te cubre nada, aunque con ese bikini vas a dejar loco a tu marido jajaja.
Yo: Sí jaja, Martica, esa es la idea, gracias.
Entonces salimos ambas de la cocina hacia su cuarto.
Mientras hablábamos llegamos a su cuarto y ambas entramos sin percatarnos que adentro estaba Hernán, su esposo, completamente dormido en la cama, boca arriba.
Marta: Yo sabía que este se iba a dormir tarde o temprano porque anoche bebió como loco y no durmió nada.
Yo: ¿En serio? Bueno mejor que descanse, no? Yo no me di cuenta.
Marta: Claro, como te fuiste temprano a la cama, por qué fue eso te sentías ya borracha?
Yo: Sí... la verdad no me cayó muy bien el whisky de anoche.
Mientras hablábamos miré a Hernán y vi que abrió los ojos. Marta también se percató.
Marta: Te despertamos, amor? No vas a ir a la piscina.
Hernán: Sí pero más tarde, ahora quiero dormir.
Y se volteó boca arriba tapándose la cara con su brazo. Yo lo miré de nuevo y vi que tenía los ojos semiabiertos directamente hacia mí, pero fingía dormir, tal vez quería que no supiéramos que estaba despierto. De nuevo me miraba igual que en el desayuno pero esta vez más disimuladamente. Me puse nerviosa de nuevo, pero entendía la situación por la que estaba pasando así que no podía más que tomar ventaja de ella, vamos a ver qué tanto me miras, cuñado.
Mira puedes ponerte esta bata o si no te gusta aquí hay dos más, elige la que quieras, me dijo Marta mientras sacaba ropa de su armario. Yo pensé en mi cuñado y mi respuesta no se hizo esperar.
Yo: Están hermosas, creo que me las probaré todas!
Marta: Genial!
Entonces lentamente tiré mi bata hacia arriba y me la quité haciendo que mis pechos rebotaran al salir de ella, luego metí mis dedos en el brasier y fingí acomodarlo mientras hacia que se movieran más. Volteé a mirar a mi cuñado y este seguía con los ojos entreabiertos. Dejé mi bata mojada junto a él sobre la cama.
Marta: Wow, ese bikini te queda espectacular, vas a dejar sin aliento a tu esposo, va a querer hacerte de todo!
Si supieras Marta que hace muy poco me tuvo desnuda y en cuatro y el muy tonto no me hizo nada... pero bueno en este momento ya mis prioridades eran otras.
Yo: Bueno pero tu no puedes quedarte atrás, a ver muestra cuales tienes...
Empezamos a mirar los bikinis que tenía, eran varios no muy llamativos excepto uno que dijo que le quedaba pequeño porque no era muy nuevo, le dije que se los probara todos igual, entonces ella empezó a desnudarse, llevaba un vestido que dejó caer al piso quedando en bra y tanga, que no era muy pequeña pero tampoco tapaba mucho, dejaba ver como se escapaban sus nalgas grandes y firmes.
Aquí tuve otra brillante idea, ya no solo iba a dejar que mi cuñado me mirara a mí, sino también iba a participar su esposa, entonces me le acerqué y le dije que se pusiera de espaldas, le desabroché el bra mientras ella sostenía su largo cabello. Vi de reojo como caían sus tetas que ahora se notaban más grandes que antes, algo caídas pero es lo normal para una mujer de su edad. Después de eso le di el bra mientras le puse las manos en la cintura y le bajé la tanga, salieron sus nalgas grandes y desde abajo también alcancé a ver su vagina, muy bien depilada con labios grandes que sobresalían. En broma le di una nalgada y volteé a mirar a mi cuñado, que seguía mirando ahora con más atención.
Yo: Pero qué culo te mandas, Marta, qué envidia me das.
Marta: Jajajaja, gracias Tati, tu no también. Con ese bikini tu te llevas todas las miradas.
Yo: Pues vamos a hacer que te miren a ti también, a ver pruebate este primero, yo espero aquí sentada.
Levanté mi bata de la cama y en el espacio donde estaba, junto a mi cuñado, me senté. Dejé que mi culo rozara un poco con su pierna.
Marta: ¿Qué te parece este?
Yo: No me convence, mejor pruébate otro.
Mi cuñada se desnudaba de nuevo y yo volteaba a mirar a mi cuñado que ahora fijaba su mirada entreabierta en mi culo junto a su pierna, intentó entonces moverla un poco hacia mí para pegarse más, yo hice como si no me hubiera dado cuenta.
Marta: Y este?
Yo: No, tampoco, yo creo que el otro.
Marta: No me quiero poner ese, me queda un poco pequeño.
Yo: Pruebatelo al menos, tienes que encontrar algo que te luzca.
Me puse de pie y me paré junto a ella mientras se bajaba las bragas del bikini, yo le desamarré el bra y le saqué las tetas, entonces ahí pude verlas en todo su esplendor, tenía los pezones grandes, no muy oscuros más bien cafés claros ya que su piel es blanca, pero estaban parados y yo no tuve reparos en poner mis manos encima, le agarre las tetas a mi cuñada y le di un pellizco a sus pezones.
Yo: Tienes que lucir esto, que se note!!
Marta se ruborizó de inmediato y aceptó, entonces yo volteé a ver a mi cuñado y me llevé una sorpresa: por encima de la sábana que lo cubría se notaba una erección, algo no estaba bien allí abajo. Había logrado mi objetivo, claro como no se iba a excitar ese hombre al ver que yo le tocaba el culo y las tetas a su mujer al frente de él, seguro se estaba imaginando un trío con su esposa y su cuñada, el acostado mientras mi cuñada lo montaba y me chupaba la vagina a mí o yo en cuatro mientras me penetraba fuerte y yo se la chupaba a su mujer... ay cuñado qué sucio eres al pensar esas cosas y ponerte caliente, así que te excita la mujer de tu hermano... definitivamente de tal palo tal astilla.
Marta: No, este no, se me notan un poco los pezones y abajo no me tapa nada.
Yo: Ese es el que debes usar, Martica, no te preocupes que allá afuera no hay nadie que te mire con maldad, estamos entre familia y ese te queda espectacular.
Marta: No lo sé...
Yo: Seguro cuando estén en la playa o en una piscina con más gente no vas a tener la oportunidad de usarlo, te daría más pena o se enfadaría Hernán, en cambio aquí lo puedes hacer sin preocuparte. Anda anímate. Hay que aprovechar las oportunidades.
Marta: Está bien, tienes razón.
Yo: Listo, ponte la bata y salgamos que ya nos deben estar esperando.
Marta: Sí vamos.
Marta se puso la bata, tomó su celular y salimos del cuarto, estando en el pasillo hice el último de los movimientos de mi plan, el final perfecto.
Yo: Martica olvidé mi bata mojada en tu cama.
Marta: Yo te la traigo.
Yo: No, claro que no... qué pena contigo, ve y yo te alcanzo en la piscina.
Marta: ¿Segura?
Yo: Sí dale, no tardo.
Y me devolví por el pasillo pensando que en ese cuarto me estaría esperando mi cuñado con una erección por lo que había acabado de ver, solo que esta vez estaríamos los dos solos.
Gracias a todos por leer, me disculpo por la demora en subir este capítulo, el siguiente tardará menos. Los amo a mis lectores.
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26 comentarios - El Sobrino (II): Sábado -Parte 3: El bikini-
Y saldrá el próximo cuando puedas
Gracias Bombón
Y tienes una mente muy calenturienta, ahora habrá que ver si pasas de las ideas a los hechos jajajja
seduccion. picardia. genial....
Estás divina y espero el final, ojalá te hayas enfiestado al sobrino, cuñado y su mujer y que tu marido haya quedado fuera por no cogerte cuando le peediste
Contesten porfa me dejó con la verga dura 😢
😞