Esta historia es bastante reciente y no me la puedo sacar de la cabeza, de pronto esperen un poco más pero quiero que todo esto sea 100% fiel a los hechos reales, así que de pronto se queden con la intriga de algo más.
Todo comenzó en este nuevo semestre de universidad, mis amigos y yo estábamos en la clase de cálculo y nos habían dicho que nuestra profesora era bastante malgeniada y muy exigente.
Y la verdad esa si es la primera impresión que da en su primera clase pero también resalta mucho que es una profesora muy joven de unos 30 años, buen cuerpo, delgada, un culo mas o menos bueno y una cara que me prendía con una personalidad fuerte que me prendía aún más.
En esa primera clase nada fuera de lo común, una clase común y corriente aunque con los amigos que yo estaba decidieron salirse de esa clase y cambiar de profesor mientras que yo seguí en la clase con la profe.
Iban pasando las semanas y vi que la profe y yo nos llevábamos muy bien y se empezaba a sentir cierta tensión en la clase. Aunque nunca hubo algún comentario directo.
A veces me quedaba algunos minutos de más con la profe para hablar y la verdad todo bastante bien.
Pensé que hacerme allegado a la profe le ayudaría a mis calificaciones.
En ese salón hay muy poca gente unos 7 u 8 personas así que al terminar la clase se desocupa muy rápidamente.
Cada vez yo cogiendo más confianza con la profesora y cada vez más acercamientos, aunque todo como una relación de alumno-profesora.
Hasta cierto día, una semana después del primer examen.
Ella sube las notas a la plataforma y no es obligatorio ir a esa clase pero ese día andaba en la universidad y quise pasarme por el salón de clases.
Estaba vacío como lo esperaba y sólo estaba ella.
Entro y nos quedamos hablando, esta vez más de lo habitual.
Comenzamos hablando sobre mis calificaciones y comenzamos a tocar temas un poco más personales.
Me preguntó si tenía novia y le dije que no.
Yo no le pregunté a ella eso ya que en ese momento me parecía un poco irrespetuoso y sólo seguimos la charla.
Entre broma y broma le pregunté si tenía clase más tarde ya que habíamos estado ahí bastante tiempo.
Me respondió que no y que me podía quedar cuanto tiempo quisiera.
Pero ella tenía que subir las calificaciones así que decidí acercar una silla y sentarme junto a ella y ponerme a ver como digitaba las calificaciones.
Llegó el momento de subir mi calificación y estaba bien pero en tono de burla le dije que le subiera un poco.
Ella sólo se rió pero no cambió la calificación, así que yo agarré su mano en la que tenía el mouse y estando cara a cara le dije si podía hacer algo para subirla.
En ese momento el fuerte temperamento de la profe pareció esfumarse ya que en sus ojos se le veía una expresión un poco tímida pero al mismo tiempo un poco retadora.
En ese momento creo que pasó lo inevitable y la besé, no fue un beso apasionado, fue un beso rápido, que mis instintos me dijeron que tenía que hacer, la profe quedó sorprendida y sin palabras, sentí por un momento haberla cagado así que yo igual un poco apenado me despedí y me fui.
Pasó una semana y en esa clase había más tensión de lo normal, al menos para mí, cuando terminó la clase y todos se fueran como de costumbre quise hablar con la profesora.
Me pareció muy extraño porque ella estaba totalmente serena como si no hubiese pasado nada.
Eso me calmó demasiado y pude seguir hablando y ahora coquetearle.
Pensé que la profe me dio luz verde para seguir haciendo cualquier cosa.
Así que de vez en cuando le acercaba la cara pero no la besaba sólo para provocarla.
Nuevamente me quedé bastante tiempo con ella.
Y ese día ya era bastante tarde, no había casi nadie en la universidad.
Me percaté de eso y quise actuar.
Así que en uno de esas bromas si la besé o bueno no la besé sino que le di un pico, como uno de esos que se dan los niños pequeños.
Pero ese día no se quedó ahí.
La profe rió, cosa que me hizo pensar que la profe realmente si deseaba seguir con los coqueteos.
Así que está vez me volví a acercar y la bese más apasionadamente y ella me agarraba el cabello.
Yo intentaba ir con mis manos un poco más allá de alcancé a rosar su culo pero tan descaradamente sino algo sutil.
Recuerdo ese día que ella llevaba una camisa con unos cuantos botones sin apuntar.
Entre besos se le había abierto un poco esa camisa dejando ver un brasier azul que le quedaba de maravilla enseñando sus tetas.
Yo me ponía cada vez más excitado, al ver la situación, en mi universidad, con la profesora, pidiendo que nadie llegará en ese momentos a apagar la pasión-
Y creo que lo notaba la profe que algo se ponía más duro en mi pantalón.
Yo perdiendo todo raciocinio quise apretarle el culo pero al hacerlo la profe se apartó y dijo que era mucho por hoy.
Y que me veía para la siguiente clase.
Pensé que se había puesto enfadada así que me fui de ahí rápidamente.
Aunque todo quedó ahí, estuve a un paso de ir más allá con una profesora, pero luego se decretó la cuarentena y no he podido volverla a ver.
Pero eso que paso esa tarde no lo sacó de mi cabeza.
Todo comenzó en este nuevo semestre de universidad, mis amigos y yo estábamos en la clase de cálculo y nos habían dicho que nuestra profesora era bastante malgeniada y muy exigente.
Y la verdad esa si es la primera impresión que da en su primera clase pero también resalta mucho que es una profesora muy joven de unos 30 años, buen cuerpo, delgada, un culo mas o menos bueno y una cara que me prendía con una personalidad fuerte que me prendía aún más.
En esa primera clase nada fuera de lo común, una clase común y corriente aunque con los amigos que yo estaba decidieron salirse de esa clase y cambiar de profesor mientras que yo seguí en la clase con la profe.
Iban pasando las semanas y vi que la profe y yo nos llevábamos muy bien y se empezaba a sentir cierta tensión en la clase. Aunque nunca hubo algún comentario directo.
A veces me quedaba algunos minutos de más con la profe para hablar y la verdad todo bastante bien.
Pensé que hacerme allegado a la profe le ayudaría a mis calificaciones.
En ese salón hay muy poca gente unos 7 u 8 personas así que al terminar la clase se desocupa muy rápidamente.
Cada vez yo cogiendo más confianza con la profesora y cada vez más acercamientos, aunque todo como una relación de alumno-profesora.
Hasta cierto día, una semana después del primer examen.
Ella sube las notas a la plataforma y no es obligatorio ir a esa clase pero ese día andaba en la universidad y quise pasarme por el salón de clases.
Estaba vacío como lo esperaba y sólo estaba ella.
Entro y nos quedamos hablando, esta vez más de lo habitual.
Comenzamos hablando sobre mis calificaciones y comenzamos a tocar temas un poco más personales.
Me preguntó si tenía novia y le dije que no.
Yo no le pregunté a ella eso ya que en ese momento me parecía un poco irrespetuoso y sólo seguimos la charla.
Entre broma y broma le pregunté si tenía clase más tarde ya que habíamos estado ahí bastante tiempo.
Me respondió que no y que me podía quedar cuanto tiempo quisiera.
Pero ella tenía que subir las calificaciones así que decidí acercar una silla y sentarme junto a ella y ponerme a ver como digitaba las calificaciones.
Llegó el momento de subir mi calificación y estaba bien pero en tono de burla le dije que le subiera un poco.
Ella sólo se rió pero no cambió la calificación, así que yo agarré su mano en la que tenía el mouse y estando cara a cara le dije si podía hacer algo para subirla.
En ese momento el fuerte temperamento de la profe pareció esfumarse ya que en sus ojos se le veía una expresión un poco tímida pero al mismo tiempo un poco retadora.
En ese momento creo que pasó lo inevitable y la besé, no fue un beso apasionado, fue un beso rápido, que mis instintos me dijeron que tenía que hacer, la profe quedó sorprendida y sin palabras, sentí por un momento haberla cagado así que yo igual un poco apenado me despedí y me fui.
Pasó una semana y en esa clase había más tensión de lo normal, al menos para mí, cuando terminó la clase y todos se fueran como de costumbre quise hablar con la profesora.
Me pareció muy extraño porque ella estaba totalmente serena como si no hubiese pasado nada.
Eso me calmó demasiado y pude seguir hablando y ahora coquetearle.
Pensé que la profe me dio luz verde para seguir haciendo cualquier cosa.
Así que de vez en cuando le acercaba la cara pero no la besaba sólo para provocarla.
Nuevamente me quedé bastante tiempo con ella.
Y ese día ya era bastante tarde, no había casi nadie en la universidad.
Me percaté de eso y quise actuar.
Así que en uno de esas bromas si la besé o bueno no la besé sino que le di un pico, como uno de esos que se dan los niños pequeños.
Pero ese día no se quedó ahí.
La profe rió, cosa que me hizo pensar que la profe realmente si deseaba seguir con los coqueteos.
Así que está vez me volví a acercar y la bese más apasionadamente y ella me agarraba el cabello.
Yo intentaba ir con mis manos un poco más allá de alcancé a rosar su culo pero tan descaradamente sino algo sutil.
Recuerdo ese día que ella llevaba una camisa con unos cuantos botones sin apuntar.
Entre besos se le había abierto un poco esa camisa dejando ver un brasier azul que le quedaba de maravilla enseñando sus tetas.
Yo me ponía cada vez más excitado, al ver la situación, en mi universidad, con la profesora, pidiendo que nadie llegará en ese momentos a apagar la pasión-
Y creo que lo notaba la profe que algo se ponía más duro en mi pantalón.
Yo perdiendo todo raciocinio quise apretarle el culo pero al hacerlo la profe se apartó y dijo que era mucho por hoy.
Y que me veía para la siguiente clase.
Pensé que se había puesto enfadada así que me fui de ahí rápidamente.
Aunque todo quedó ahí, estuve a un paso de ir más allá con una profesora, pero luego se decretó la cuarentena y no he podido volverla a ver.
Pero eso que paso esa tarde no lo sacó de mi cabeza.
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