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Compartiendo otra fantasía

Ella entró muy segura de sí misma; era un bar de moda, donde se reunían las personas entre 30 y 50 años de la zona, a pasar el rato y disfrutar.
 Llevaba un vestido corto, negro y acampanado, Ella tenía 40 años, no llegaba al 1,60 mts, con un cuerpo delgado, no demasiado busto, pero una cola llamativa que los tacos altos que llevaba puestos ayudaban a resaltar.
 Por toda ropa interior, tenía una tanga negra, tiro bajo que no mostraba nada, pero apenas cubría su bulba, y con la tela justa en la parte de atrás para modelar todavía mas esa cola. Claro que esto nadie lo sabía.
 Hoy era el día... siempre había tenido la fantasía de que la cogieran entre 3 o 4 hombres, pero el miedo y la vergüenza, no le habían permitido cumplirla.
 Imaginaba dejar de lado toda esa seguridad que aparentaba tener y que la usaran a su antojo. Ser un juguete sexual para esos desconocidos que sólo querían satisfacer sus necesidades mas básicas, sexo, sólo sexo... sin sentimientos, sin amor.
 Se acercó a la barra, pidió un trago, y esperó... No pasó mucho tiempo hasta que se acercó el primer hombre, creyendo que era el cazador, sin saber que era la presa. Charlaron, ella le comentó al oído su plan, y lo miró con una sonrisa seductora. Él miró a la mesa donde estaban sus amigos y minutos después los 5 salían con destino desconocido.
 En la habitación todo se dió rápido, los 2 primeros la abrazaron y besaron, uno por atrás y otro por delante, mientras los otros 2 se desvestían. Le sacaron el vestido, para descubrir que sólo llevaba esa pequeña tanga y cuando los 4 estuvieron desnudos, la arrodillaron en medio de un círculo para que les chupe la pija. Ella sabía cómo hacerlo, tenía claro que había 2 cosas que hacía muy bien en la cama, una era chupar la pija, como toda una puta. Cada uno recibió su ración, todos tuvieron el placer de cruzarse con su mirada mientras recorría sus miembros.
 Después le pidieron que se acueste en la cama, uno le sacó la tanga, le abrió las piernas y comenzó a chuparle la concha, totalmente depilada, y húmeda. 
 Otros 2 le acercaron sus pijas a cada lado de su boca para que siga chupándoselas, mientras le acariciaban los pezones. El cuarto se masturbaba mientras miraba.
Se fueron rotando en los lugares.
 Un rato después, uno se acostó y le pidió que se monte sobre su pija. Luego de sentir como se llenaba su concha y sin necesidad de otra instrucción, apoyó su pecho contra el de su amante y levantó su cola para dejar su centro bien expuesto, y esto era lo segundo que hacía muy bien...el sexo anal lo disfrutaba, le gustaba que se lo chupen, que se lo dilaten y que la penetren hasta el fondo; sentir los testículos golpear los cachetes de su cola. Era la primera vez que hacía una doble penetración, sentía las 2 pijas rozarse en su interior, y excitaban cada fibra de su cuerpo.
Sabía que el hecho de ser ella la que ofreciera su cola le volaba las cabezas a los 4.
Todos se turnaron y la llenaron por su boca, concha y cola, nadie le preguntó nada, sólo la usaron y disfrutaron.
 De a uno fueron acabando sobre su cuerpo, pechos, cara, boca...Cuando terminaron estaba sucia de semen por todos lados.
 Unos segundos después, fue a ducharse, se vistió y se fue.
 Los 4 hombres no podían creer lo que habían vivido y ella al subirse al taxi que la llevaría a su casa se sentía exultante, cansada, pero sin arrepentimiento.

1 comentarios - Compartiendo otra fantasía

mdqpablo
muy buena fantasia , hay que cumplirla