Hola amigos de P!, vengo con la continúacion de mi post anterior, el cual pueden ir a ver aquí abajo:
http://www.poringa.net/posts/editar/3644785/
Bueno, que disfruten.
Pedí en recepción una habitación, el recepcionista seguro entendió la situación, pues de manera verdaderamente rápida anoto los datos en su computadora y me entregó la llave, la tome y abrace a de la cintura a Cristina, parecíamos una pareja de adolescentes ansiosos de probar el placer de la carne por segunda vez, llegamos al elevador, llame a este y mientras esperaba le hable a ella.
(Y: Yo, C: Ella)
Y: ¿Ves? Te dije que con unos buenos besos cualquiera acaba en un hotel… [Dije con sarcasmo, tratando de ocultar de manera casi total, mi acelerado corazón]
C: Bueno, no lo puedo negar, pero unos buenos besos no pueden ser suficientes para mantener a alguien en un hotel… ¿o me vas a asegurar que si?
Y: No te preocupes, vamos a averiguar completamente el alcance de unos besos… y eres la candidata a recibir mis besos… no solamente en tu boquita…
C: Oye! Arthur L---- eres un verdadero atrevido! Como le dices eso a una dama? [risas de ella]
Y: Disculpe a este atrevido caballero damisela [Hice una reverencia incandome en un pie y agachando la cabeza delante de ella de manera muy dramática]
Pero, quien empezó, cautivandome con ese atrevido y delicioso beso francés, no fui yo, así que señorita Cristiana, temo informarle que usted es una atrevida... una sexy, y de ricos labios, dama atrevida...
En ese momento llegó el elevador y juraría que mientras entrábamos en él, escuche la voz de ella pronunciar -... Y no solamente mis labios son ricos... - pero fue tan quedito que podría equivocarme.
Al final, con un poco más de prisas, llegamos a la habitación, apenas pasamos el umbral y cerré la puerta tras de mi, la bese de nuevo, esta vez, era con total pasión, sus labios eran mi objetivo pero poco a poco recorría más su piel, pasando a besar con suavidad su mejilla, su oreja, y descender con suavidad hasta su cuello y sus clavículas.
Ella, afortunadamente como la mayoría de las mujeres de mi vida, era sensible a los besos en el cuello, por lo que no me fue difícil con esos besos conducirla poco a poco hasta la cama de la habitación.
Ya en la cama la senté y mire a los ojos, le sonreí con ansias.
Y: Tu boca me va a volver adicto... Pero no hayo saciedad en tus labios, ansío recorrer tu piel con mis labios…
C: ¿Y que es lo que te detiene de seguir?
Y: Tu ropa no está invitada a seguir jugando a los besos… Ni la mía tampoco.
Volví a besarla y con cuidado la recosté, recorrí con mi mano su espalda buscando el cierre de su vestido, mientras besaba su cuello y lo chupaba con suavidad, el crimen que cometía no debía de dejar marcas, por lo que besaba su cuello con cuidado de no dejar chupetones.
Regresando mi atención a su vestido hallé su cierre lo baje despacio, su respiración aumentaba mientras la fragancia de su piel se liberaba a través del cierre de su vestido.
Baje mis manos hasta sus muslos cuando el cierre llegó a su tope, con atrevimiento acaricie sus piernas, esperaba un poco que ella reaccionará o me tachará de atrevido deteniendome, pero ella no tenía ninguna intención de detenerme, tome su vestido y lo bajé por sus piernas, hasta retirarselo ella estaba semi desnuda frente a mi, su sostén y bragas combinaban y eso solo me hacía pensar que yo había caído en su plan, desde un principio ella sabía que terminaríamos en el hotel el detalle de su ropa era la prueba definitiva.
Ignore eso y volví a besarla, ahora mis besos franceses eran más intensos, y ella los aceptaba aun así, y mi intención era bajar hasta sus pechos a besos, pero cuando baje a su cuello, ella sujetó mis mejillas deteniendome.
C: Oye oye oye, tranquilo... Tu me quitaste el vestido, es mi turno de quitarte algo.
Me levanté de la cama y ella se sentó delante de mi, comenzó a quitarme el cinturón y desabrochar mi pantalón, bajó lentamente el cierre de mi pantalón, tocando por encima mi pene, el cual ya había empezado a tomar tamaño después de tantos besos apasionados, creí que ella solo bajaría mi pantalón y seguiríamos desnudandonos entre besos, pero ella no perdió el tiempo y de un jalón bajo mi bóxer y pantalón, ambos cayeron al suelo, mi pene quedo al aire delante de ella, por su parte ella hizo un gesto de sorpresa y satisfacción al ver el pene semi-erecto delante de ella.
C: Arthur! ¿Por qué nunca me dijiste que tenias un amigo así de grande aquí abajo?
Y: Tu jamas preguntaste, sería mucho más satisfactorio que lo descubrieras por ti misma. ¿No lo crees?
C: Bueno, ya que descubrí tu "pequeño secreto" ¿por qué no seguimos con los besos? Yo empiezo.
Apenas dijo eso y tomo mi pene en sus manos y empezó a besarlo, desde la base hasta la punta, me puse más caliente y mi pene se puso completamente erecto, ella ya no lo sujetaba y comenzó a chupalo, lo hacía muy bien, sus chupadas pasaron a mamadas cuando metió una buena parte en su boca, podía sentir como tocaba su garganta la punta de mi pene cuando casi lo mete completo en su boca.
Mientras ella más mamaba, yo sujetaba su cabeza con cuidado, me encantaba como se sentía, ella estaba roja y caliente, podía ver como su mano bajaba a su entrepierna y comenzaba a masturbarse por encima de la fina tela que eran sus bragas, era la primera chica que voluntariamente me había hecho una mamada en la primera cita y me estaba fascinado, pero yo también quería probar el sabor de su piel, por lo que me separe de ella suavemente.
En su rostro había desconcierto, había interrumpido su mamada y ella no comprendía por qué, pero rápidamente sonrió cuando la bese y pase mi mano sobre su intimidad, con delicadeza acaricie sus muslos y al volver a su intimidad corrí sus bragas a un lado, comencé a acariciar sus labios y su clítoris en círculos, ella sonreía complacida mientras con mi otra mano acariciaba su espalda, hasta llegar al broche de su sostén y soltarlo, ella comprendió y se acomodo para retirarse el sostén ya desabrochado.
C: Eres un ansioso, yo estaba muy feliz comiendo tu verga...
Y: Si, pero yo también quiero comer tus muslos, quiero comerme tu bizcocho, tus pechos…¡rayos! Te quiero comer toda a besos…
C: [ella río ante lo que dije] ¿bizcocho? Jaja ¿por qué mi bizcocho ? [dijo frotando sus dedos sobre su intimidad]
Y: Porque se ve suave, carnoso, rico... Y acabará como bizcocho de pastel; con tres lechadas.
Ella sonrió soprendida y con una mirada atrevida.
C: ¿Me vas a llenar de lechita entonces? Qué traviesos eres, no te conocía así.
Me quite rápido pero no desesperado el resto de la ropa, para luego ponerme entre sus piernas y tomar sus bragas por los costados, mientras la veía jale poco a poco sus bragas, ahora estaba al aire su depilada vagina, la muy cabrona había planeado todo, la ropa interior y la vagina depilada demostraban que ella estaba decidida si o si, a coger conmigo esta noche, no había manera en la que ella fuera tan perfecta como para hacer eso sin intención alguna.
Y: Bueno, es hora de conocernos más "profundo" ¿no crees?
Me acomode entre sus piernas y empecé a besar desde sus muslos hasta su clítoris, chupaba un poco sus labios y lamia con delicadeza su interior, perdiendo mi lengua dentro de ella, se sentía muy caliente, me encantaba lo húmeda que estaba, comencé a dedearla mientras mi boca se dedicaba con devoción a su clítoris, trataba de satisfacerla, y sabía que lo lograba cuando su mano se ponía sobre mi cabeza y empujaba hacia ella, su voz se hizo más linda junto con sus gremios.
Mantuve un buen rato ocupada mi boca con su vagina, pero ya no quería esperar más, ella estaba empapada de sus jugos, su cara estaba roja y su respiración agitada, estaba ella lista y yo ansioso, me volví a acomodar y frote suavemente mi pene contra su clítoris, ella se mordió el labio inferior mientras me veía, ella se veía tan sexy y caliente que era imposible no mirarla, me avalance a besarla y empecé a penetarla, ella se veía satisfecha al sentirme entrar dentro de ella, poco a poco empecé a bombear contra ella metiendo cada vez más mi pene, hasta entrar en ella por completo.
Él ritmo iba subiendo, su coño estaba delicioso, apretaba y comía todo mi pene, ella estaba tan complacida como yo, sus gemidos no eran discretos y aumentaban, mientras pasaba a embestirle un poco en esta posición, con cuidado mordí un poco su labio entre beso y beso, en ese momento amaba sus labios, apenas menos de lo que me estaba enamorando de su vagina goloza, seguí bombeando contra ella, no había nada más fabuloso en ese momento que sus gemidos ambientando la habitación, la respiración acelerada de los dos y los corazones latiendo al 100 hacían la magia del momento, los minutos pasaron y sentí que estaba por venirme, así que me acerque a su oído y le susurre.
Y: Voy a llenarte de mi leche...
C: Shi, llename de tu lechita amor, quiero tu lechita.
Me excitaba más escuchar su voz así, tan frágil, tan infantil y mezclada con gemidos, era música de verdad, seguí embistiendo mientras sentía como llegaba a mi límite, embesti una vez más y Dejando ir todo mi pene dentro de ella deje salir una buena cantidad de leche.
Me quedé así un par de minutos y luego me separe, al sacar mi pene de su vagina, podía ver los hilos de mi semen y sus jugos, ella lo noto y sonrió complacida, yo volví a besarla y sonreí.
Y: Jamás pensé que te cogeria tan rico… Fue realmente fabuloso…
C: ¿Acaso ya habías pensado mucho en cogeme? Qué cruel eres Arthu, sin decirme…
Y: No tanto, pero tu trasero siempre que lo veía, me hacía pensar en lo rico que sería nalgearlo mientras te llenaba de hacía mía en la cama.
C: Eres un pervertido, queriendo golpear mis lindas nalgas y cogerme...
Y: ¿Yo? Tu eres una pervertida, desde un principio sabias lo que querías hoy, tu vagina depilada y la ropa interior haciendo juego, hoy querías mi leche en ti.
C: [ella se puso sumamente roja y en silencio un momento] Bueno, me atrapaste... Siendo honesta, algunas veces fantaseaba con ver que escondias debajo de tus pantalones… porque cuando me veías el trasero, no eras discreto… ahora decir que estoy muy satisfecha de haberlo averiguado… además… [se acostó sobre mi, pegando sus pechos a mi, me hablo al oído más quedito] hoy es un día seguro… puedes llenarme de lechita…
No pude evitar ponerme rojo y sorprendido, ella había superado todos mis atrevimientos, aunque yo la complací, en ningún momento tuve realmente el control, pero, no me podía quejar, al final, el sexo es como la guerra, nadie gana realmente, pero se da con todo.
Y: Bueno… pagué toda la noche y el servicio de desayuno de manaña, así que podemos quedarnos aquí hasta mañana, besandonos y dormir…
C: Ammm. .. Suena bien...aunque dijiste que ibas a llenarme de lechita, y mi "bizcocho" aún no tiene suficiente leche...
Y: Jaja… Claro… también pasaremos la noche haciendo el amor… Veamos cuan llenito puedo dejar tu bizcocho…
C: Pero no olvides los besos… recuerda que todo esto es solo por el bien de la humanidad sabiendo el alcance de unos buenos besos…
Pasamos resto de la noche, entre risas, besos, platicas, y mucho sexo, al principio con pasión, y casi puedo decir que después con amor, mamadas y lamidas también fueron protagonistas de la noche.
Ya para cuando nos rendimos, el sol anunciaba el amanecer, al final, después de esa cita, Cristiana y yo nos hicimos más cercanos, y amantes muy recurrentes, sin embargo, el amor de esa noche fue especial… Ella no cree en los noviazgos, y yo creo que ella es hermosa…
P.D: La foto, se la tome a la mañana sigue de nuestra noche apasionada
Si quieren otro anécdota esperen por mi siguiente post, dejen comentarios y sus puntitos, Chao!
1 comentarios - Cita con una amiga #2