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Desatándote









Todo empezó por acá.. http://www.poringa.net/posts/relatos/3636318/El-silencio-y-las-ataduras.html



y siguió del siguiente modo: 




Supe qué era lo que tenía que hacer a partir de este momento. Quería que el orgasmo rico que le había atravesado el cuerpo la relaje.
Pero atada como estaba, no era posible, y temía que si la soltaba, se abalanzara sobre mí.
Mis temores se concretaron. Fue solo soltarla y ella se ensartó mi pija -que estaba que reventaba, es cierto- en la concha.
No me dejó más remedio que agarrarla del pelo y sacarla de encima tirándola en la cama.
Debo reconocer que en ese momento dudé. Por un instante dudé si no ensartarla en ese culo hermoso que me apuntaba. Pero mi plan era otro, y tuve que recomponerme rápidamente.
Sentí lo que decía Aute que me atrapaba el arrebato, pero lo dominé.
Y antes de que llegara a reaccionar, volqué el aceite que tenia preparado, en las nalgas que estaban marcadas por mis chirlos. Para calmarle el ardor, pero también con masajes lascivos, para encenderla de nuevo.
Con mis manos untadas en aceites, le froté las muñecas, como queriendo borrar las marcas de la soga, y descendí por toda la longitud de sus brazos, deteniéndome en su cuello.
Sus gemidos eran suaves, casi un ronroneo, cuando sintió mis dos manos abiertas en su espalda, descendiendo, haciendo círculos descendentes, hasta que se apoyaron en las nalgas. 
Le abrí las nalgas, y le pasé mis dedos índices en los bordes de su culo. Y descendí, acariciando con dos dedos de cada mano, los bordes de su vulva.
Quería encender las ocho mil terminales nerviosas que tienen el clítoris, y empezaba por los barrios marginales, por los suburbios. 
Mi objetivo era claro. 
Quería que rogara.
Y cuando vi que se estaba mordiendo el labio, me di cuenta que estaba cerca. 
Entonces la di vuelta para mirarla a los ojos. Y tomé con mis manos sus dos pechos, dándole una suave presión a sus pezones, que fui incrementando hasta apretarlos fuerte.
Arqueó su cuerpo, y casi gritando dijo
-Cogeme hijo de mil putas, cogeme de una vez
Pero no iba a ceder tan fácil.. Me había contenido hasta aquí, no se la iba a regalar tan fácil.
Apoyé mi miembro en su vagina, y me froté con mucha maldad sobre su clítoris
Clavó sus uñas en mis nalgas.
Y apoyé la cabeza entre sus labios
Cruzó sus piernas para acercarme más.
Y puse mis manos en su cuello, sin apretar.
Allí entendió que debía esperar… y empezó a moverse debajo mío, buscando el mejor roce.
Le sonreí y me devolvió la misma sonrisa maléfica.
La agarré de la cintura, y la puse encima mío.
Me cabalgó con furia, Moviéndose sin detenerse, apretándome con sus músculos vaginales, mi pija como si tuviera un guante adentro. 
Pero antes de regalarle mi leche, quería un orgasmo de ella. Besé sus pechos y con un dedo le puertié el orto. Sentí como empezaba a acabar, no sólo por sus gemidos, ni por su cola que se ponía como de piedra. Me apretaba la pija con sus estertores. 
Cuando acabó, se dejó caer a mi lado.
Me arrodillé frente a ella, y empecé a masturbarme muy cerca de su cara. Hasta el final. 





4 comentarios - Desatándote

5contar +1
Es hermoso, me encanta, cuánto fuego, qué perverso... ❤
VoyeaurXVII
jajajaja! deje, Pervberto... es nada más que provocación.
5contar +1
@VoyeaurXVII pero si a eso me refería! Qué mejor forma de amar a un pervertido que con perversión?
VoyeaurXVII +1
seeeeee!
morbo_cuernos +1
Mucho morbo . Buen relato!
VoyeaurXVII
imaginese todo eso... con el cornudo mirando..
Pervberto +1
¡Qué delicia, maestro! Una verdadera joya.
VoyeaurXVII +1
me alegro que le haya gustado
ViviNic +1
Exquisito... simplemente exquisito...
VoyeaurXVII +1
gracias... se que ustedes lo dicen sabiendo lo que dicen!