Capítulo 1: Primeras veces comiendo pene.

Debido a la cuarentena llevo semanas sin chupar un pene, debido a esto he decidido compartir mis experiencias “hetero-curiosas” para revivir la experiencia.

En la universidad yo 18 y el 19, Yo alto, moreno, delgado, pene moreno un poco grueso y venudo aun con cuero en el prepucio, mi amigo más bajo que yo, muy delgado y piel muy blanca, su pene delgado y más corto que el mío, lampiño piel, muy suave y rosado con circuncisión, como todo adolescente jugábamos a golpearnos el pene, a veces nos dábamos arrimones o nos pellizcábamos los pezones, un día en la biblioteca estábamos sentados frente a frente, las mesas eran bajas y nadie veía los pies, él se quitó el zapato y comenzó a acariciarme el pene, yo me excite bastante y no dije nada, al salir se acercó a mí y pregunto –¿te lo agarro y me lo agarras?- no supe que le dio el valor de preguntarme eso, me puse un poco nervioso y acepte, fuimos al baño, entramos en el orinal, tenían una división metálica muy grande, cada quien en su cubículo con el pene de fuera, cuando se aseguró que no había nadie se acercó a mí con el pene expuesto, era la primera vez que veía uno ajeno al mío, comencé a tocarlo temeroso y el al mío, nos masturbamos muy poco tiempo hasta que escuchamos un ruido y cada quien regreso a su urinal, guardamos nuestros penes y regresamos al salón.

Esto se repitió por varias ocasiones, por lo generan a la hora de educación física, usábamos pans y era fácil sacarlo y guardarlo rápidamente, a veces entre clases el me veía y me hacia una seña para ir al baño y masturbarnos, poco a poco nuestra confianza fue aumentando y las masturbadas eran más intensas, a veces el me lo arrimaba por detrás mientras me masturbaba y otras veces yo lo hacía.
Un día mientras salíamos a deportes se acercó a mí y pregunto - ¿te la chupo y me la chupas?- me puse un poco nervioso y acepte, fuimos al baño y comenzamos a masturbarnos cada quien en su urinal, cuando se dio cuenta que no había nadie, se acercó a mí y lo metió todo en su boca, los labios y la lengua apenas rozaron mi pene, después yo hice lo mismo, en realidad no fue una mamada, solo los introducimos a nuestras bocas y apenas y los probamos, poco a poco la confianza iba aumentando y las mamadas eran más y más intensas, ya usábamos más los labios y mucha lengua, nuestras visitas al baño cada vez eran más frecuentes, en ocasiones “jugando” nuestros compañeros nos encerraban en el baño o en algún salón, y mientras uno se asomaba por la ventana superior el otro estaba hincado chupándole el pene al otro.

Además de acerco en la secundaria comenzamos a hacerlo en casa de un amigo y en su casa, en una ocasión “jugando” nos encerramos en el baño de la casa de un amigo, yo necesitaba chupárselo pero él estaba muy nervioso, insistía en que nos iban a ver y le dije que no pasaba nada pues no pensarían que en verdad lo estábamos haciendo, comencé a golpear la puerta y a hacer ruidos sexuales mientras buscaba su pene en su pantalón, después el comenzó a hacer los ruidos y yo comencé a chuparlo, en ocasiones lo sacaba de mi boca y hacia ruidos sexuales.
Después de unos minutos salimos según exhaustos y seguimos jugando PS, después de que terminamos la partida “jugando” me arrastraba al baño a violarme, me arreplegó contra la puerta y comenzó a mamarla con desesperación, me gustaba su forma de mamar, siempre me tomaba de las nalgas y se sambutía todo mi pene en su boca hasta el fondo, casi atragantándose, después de un rato y varios ruidos sexuales se bajó por completo el pantalón y se sentó en el baño, abrió las piernas y comenzó a masturbarse mientras yo le chupaba los huevos rosados mientras colgaban, en momentos me ponía de pie y metía mi pene en su boca, mientras le chupaba los huevos comenzó a correrse, limpio casi todo el semen con su mano, lo poco que quedo yo lo limpie con mis labios, pasaba mi lengua en su glande aun sensible y húmedo por el semen.

En una ocasión fuimos a su casa, jugábamos Xbox en el cuarto de sus padres y usábamos una computadora en su cuarto, siempre íbamos con otros 2 amigos así que siempre fuimos muy discretos, mientras un amigo jugaba y el otro estaba en la computadora, él y yo nos encontrábamos a medio camino en el baño y comenzábamos a masturbarnos y a chupar, cuando era su turno de jugar, yo me hincaba y comenzaba a chupárselo mientras él jugaba, me encantaba chupar sus huevitos rosados casi lampiños, su pene era algo delgado y me gustaba la sensación de frotarlo contra mi cara.
Esa fue la última vez que estuvimos juntos, me mude de estado y jamás lo volví a ver, y jamás busque un hombre, no me siento atraído por los hombres, pero me gusta chupar penes, después de 8 años comencé a chupar penes de manera anónima, acudo a lugares para encuentros discretos con otros hetero-curiosos pero eso será otra historia.

Si te gusto el post deja puntos y si se calentó mándame fotos de tu nepe por chat para masturbarme y pensar que lo estoy chupando.