Acabo de tener una rica fantasía con vos. Cogiamos, y cuando yo ya había acabado un par de veces, entraba otro, y vos me entregabas y te hacías a un costado. Pero no por sumisión, no. Me estabas compartiendo. Le estabas prestando a él un ratito a tu mujer, para que él también la pueda disfrutar. De buena onda, nomas.
Y como estaba ahí cerca me metiste la pija en la boca. Y tu pija me encanta porque tiene el grosor justo para que me entre cómoda entre los dientes, y es lo suficientemente larga para ahogarme en esas arcadas que me encanta que me den cuando me estas cogiendo la boca. Y mientras él me da murra sin parar con esa pija bien grande que vos elegiste para mí, me coges la boca mirándome desde ariba, disfrutando de ser el camarógrafo de nuestra propia porno, y lo miras a él, que está disfrutando como nunca de mis contracciones vaginales, esas que me agarran de la calentura que me provoca la forma en la que me coges la boca. Tu pija entra casi derechita hasta mi garganta, y la usas como si fuera otra concha, y no te importa si me ahogo o no, y yo me derrito de calentura.
Tal es mi calentura que espadeada entre las dos pijas, empiezo a remontar esa serie de orgasmos que me caracteriza, y chupo tu pija con más fuerza y apreto su pija con la concha y cierro los ojos porque a penas lo soporto, y ustedes reaccionan en simultáneo y siento tu lechazo en la garganta, al mismo tiempo que él me la saca y me llena la panza y las tetas de leche, y vos también la sacas y me llenas la cara de leche, y acabo bien putita, llena de leche en todo mi cuerpo, con la concha bien dilatada, con mis dos machos agitados a mi lado, satisfechos.
Y como estaba ahí cerca me metiste la pija en la boca. Y tu pija me encanta porque tiene el grosor justo para que me entre cómoda entre los dientes, y es lo suficientemente larga para ahogarme en esas arcadas que me encanta que me den cuando me estas cogiendo la boca. Y mientras él me da murra sin parar con esa pija bien grande que vos elegiste para mí, me coges la boca mirándome desde ariba, disfrutando de ser el camarógrafo de nuestra propia porno, y lo miras a él, que está disfrutando como nunca de mis contracciones vaginales, esas que me agarran de la calentura que me provoca la forma en la que me coges la boca. Tu pija entra casi derechita hasta mi garganta, y la usas como si fuera otra concha, y no te importa si me ahogo o no, y yo me derrito de calentura.
Tal es mi calentura que espadeada entre las dos pijas, empiezo a remontar esa serie de orgasmos que me caracteriza, y chupo tu pija con más fuerza y apreto su pija con la concha y cierro los ojos porque a penas lo soporto, y ustedes reaccionan en simultáneo y siento tu lechazo en la garganta, al mismo tiempo que él me la saca y me llena la panza y las tetas de leche, y vos también la sacas y me llenas la cara de leche, y acabo bien putita, llena de leche en todo mi cuerpo, con la concha bien dilatada, con mis dos machos agitados a mi lado, satisfechos.
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