Continuación de:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3612202/La-noche-que-conoci-al-amigo-de-mi-novio.html
Conforme pasaban las semanas nuestra relación se iba afianzando. Ya no eran solo salidas. Empezamos a pasar cada vez más tiempo juntos. Estábamos en ese punto de la relación en el que te quedás en medias y el mejor plan puede ser ver una serie en Netflix.
El sexo entre los dos había mejorado desde que yo había accedido a seguirle el juego que a él le gustaba. Mientras cogíamos le decía que lo iba a hacer cornudo y con quién. Le decía que yo necesitaba más pija de la que él me podía dar y que, mientras yo saliera a buscarla, él se tenía que quedar en casa esperándome.
Todavía me costaba entender que eso lo excitara, pero efectivamente así era. Sentía que había un dejo de masoquismo en esa faceta de su personalidad pero, siempre que quedara en el terreno de la fantasía, no le haría daño.
Al cabo de un tiempo, me empezó a pedir más, era como una droga. Ya acostumbrado a las cosas que yo le decía, no le calentaban tanto como al principio. Él quería llevarlas a cabo, o mejor dicho, que yo las haga efectivamente.
Esa circunstancia, provocó que tengamos algunos roces y la relación se desgaste en cierta medida. Una cosa era decirle lo que él quería escuchar mientras cogíamos o calentar a alguno de sus amigotes… pero salir y tener sexo con otro y luego volver para contarle todo a él, eso ya era otro nivel y yo no sabía si estaba dispuesta a pasarlo. Me daba miedo lo que podía sentir yo después de eso, y me daba miedo lastimarlo.
Una noche discutimos por este tema y yo me fui a mi casa ya dispuesta a cortar la relación.
Me sentía tan molesta hasta que en un momento pensé… ¿Y, por qué no?
Ahí fue cuando me decidí a hacerlo. La relación de todos modos no podía seguir así. Y si él la pasaba mal, se la iba a tener que aguantar por haberlo pedido. Yo estaba dispuesta a pasar una gran noche, por eso no dudé en escribirle a Guillermo.
Guille era un muy buen garche pero solo eso, y lo dejé de ver cuando conocí a mi novio.
Era algo tarde así que me fui a dormir pero antes le envié una foto de Guille a mi novio, como para anticiparle la cuestión.
Al día siguiente, por la mañana, le mandé un whatsapp a Guillermo. Hacía meses que no hablábamos pero me contestó al instante, como si lo estuviera esperando.
En paralelo que arreglaba con Guillermo para verlo, me escribía con mi novio.
Al principio él estaba distante, supongo que por la discusión que habíamos tenido la noche anterior.
Le avisé que iba a ir tarde a su casa porque planeaba salir con Guille.
Al principio claro que no me creyó así que me pidió que le envíe los chat. Se los mandé y tardó unos instantes en responder.
De pronto no paraba de escribirme. Me preguntaba a qué hora iba, qué tenía puesto y pedía todo tipo de detalles. A la vez me decía que me amaba y que me iba a estar esperando, que no me demore demasiado pero que me asegure de pasarla muy pero muy bien.
Le pedí si me podía llevar pero me dijo que todavía tenía bastante trabajo por finalizar y volvería tarde.
Terminé de enviar unos mails de laburo, me duché, me puse un vestidito negro corto y salí para la casa de Guillermo.
Le fui escribiendo y enviándole fotos a mi novio durante el trayecto hasta que llegué a la puerta. Ahí apagué el celular, porque no me dejaban de entrar mensajes de él y se iba a hacer muy evidente cuando estuviera con Guille.
Guillermo abrió la puerta y me invitó a pasar. Subimos hasta su piso charlando sobre su viaje a Tailandia. Una vez adentro del depto fuimos a la cocina y destapó una birra.
Fue como si no hubiera pasado ni un día desde la última vez que lo había visto. No pasaron ni 5 minutos que ya estaba atrás mío acariciándome los brazos. Me besó el cuello y sentí un cosquilleo entre las piernas y cómo mi concha se empezaba a mojar. Me dí vuelta y nos empezamos a besar. Me metía la lengua y me mordía suavemente los labios. Me apretaba contra su cuerpo haciéndome notar lo dura que ya tenía la pija. Mientras yo le acariciaba la espalda, me sentía chiquita entre sus brazos y eso me calentaba a full.
Paró de besarme, me miró a los ojos y, sin mediar palabra, presionó mi cabeza hacia abajo, haciéndome poner de rodillas. Se desabrochó el pantalón y me ofreció su enorme pija.
La guió hasta mi boca y, mientras yo se la chupaba, me acariciaba la cara para no perder contacto visual con mis ojos. Yo la devoraba desesperada, me olvidé del mundo en ese momento.
Él me preguntó: “¿La extrañaste?”
Le contesté que sí, moviendo mi cabeza.
Luego de un rato, me hizo ponerme de pié, me sacó el vestido y el corpiño.
Comenzó tocarme toda y a besarme. Primero la boca, luego el cuello y hasta mordisquear suavemente mis tetas.
Sin parar de besarme y tocarme, me llevó hasta su cama.
Mientras yo me sacaba la tanga, él se puso un forro y se vino arriba mío. Me penetró de una, yo estaba empapada ya para ese momento. Me dió un placer enorme sentir su pija otra vez adentro mío. No paraba de cogerme. Me levantó las piernas y las llevó a sus hombros y me siguió dando un rato más así, me la metía hasta el fondo.
Me tenía a punto de acabar cuando de golpe se frenó.
Lo miré como enojada.
Me preguntó “¿Querés que siga?”
Yo, desesperada por su pija, le dije que sí.
Él me dijo “Pedímelo entonces”
Yo le dije: “Cogeme por favor!”
Él se sonrió y me dijo: “Muy bien, ahora sí”
Y me empezó a coger con todo, a los pocos segundos estallé de placer en un orgasmo increíble. Ya había acabado, me seguía cogiendo y me empezaba a calentar de nuevo.
Seguido de eso, me dijo: “ponete en cuatro”
Yo obediente lo hice. Me dio tres o cuatro chirlos, y agarrado de mi cintura me cogió bien fuerte hasta acabar él.
Tomé aire unos segundos, agarré mis cosas y fui al baño.
Empecé a caer en lo que había pasado y prendí de inmediato el celular.
Me entró una catarata de mensajes de mi novio. Le dije que se quede tranquilo, que estaba todo bien y le envié una foto mía que saqué en ese momento.
Me preguntó si me lo iba a volver a coger y le respondí que sí.
Apagué nuevamente el celular, guardé mis cosas y volví al dormitorio. Guille había traído otra birra.
http://www.poringa.net/posts/relatos/3612202/La-noche-que-conoci-al-amigo-de-mi-novio.html
Conforme pasaban las semanas nuestra relación se iba afianzando. Ya no eran solo salidas. Empezamos a pasar cada vez más tiempo juntos. Estábamos en ese punto de la relación en el que te quedás en medias y el mejor plan puede ser ver una serie en Netflix.
El sexo entre los dos había mejorado desde que yo había accedido a seguirle el juego que a él le gustaba. Mientras cogíamos le decía que lo iba a hacer cornudo y con quién. Le decía que yo necesitaba más pija de la que él me podía dar y que, mientras yo saliera a buscarla, él se tenía que quedar en casa esperándome.
Todavía me costaba entender que eso lo excitara, pero efectivamente así era. Sentía que había un dejo de masoquismo en esa faceta de su personalidad pero, siempre que quedara en el terreno de la fantasía, no le haría daño.
Al cabo de un tiempo, me empezó a pedir más, era como una droga. Ya acostumbrado a las cosas que yo le decía, no le calentaban tanto como al principio. Él quería llevarlas a cabo, o mejor dicho, que yo las haga efectivamente.
Esa circunstancia, provocó que tengamos algunos roces y la relación se desgaste en cierta medida. Una cosa era decirle lo que él quería escuchar mientras cogíamos o calentar a alguno de sus amigotes… pero salir y tener sexo con otro y luego volver para contarle todo a él, eso ya era otro nivel y yo no sabía si estaba dispuesta a pasarlo. Me daba miedo lo que podía sentir yo después de eso, y me daba miedo lastimarlo.
Una noche discutimos por este tema y yo me fui a mi casa ya dispuesta a cortar la relación.
Me sentía tan molesta hasta que en un momento pensé… ¿Y, por qué no?
Ahí fue cuando me decidí a hacerlo. La relación de todos modos no podía seguir así. Y si él la pasaba mal, se la iba a tener que aguantar por haberlo pedido. Yo estaba dispuesta a pasar una gran noche, por eso no dudé en escribirle a Guillermo.
Guille era un muy buen garche pero solo eso, y lo dejé de ver cuando conocí a mi novio.
Era algo tarde así que me fui a dormir pero antes le envié una foto de Guille a mi novio, como para anticiparle la cuestión.
Al día siguiente, por la mañana, le mandé un whatsapp a Guillermo. Hacía meses que no hablábamos pero me contestó al instante, como si lo estuviera esperando.
En paralelo que arreglaba con Guillermo para verlo, me escribía con mi novio.
Al principio él estaba distante, supongo que por la discusión que habíamos tenido la noche anterior.
Le avisé que iba a ir tarde a su casa porque planeaba salir con Guille.
Al principio claro que no me creyó así que me pidió que le envíe los chat. Se los mandé y tardó unos instantes en responder.
De pronto no paraba de escribirme. Me preguntaba a qué hora iba, qué tenía puesto y pedía todo tipo de detalles. A la vez me decía que me amaba y que me iba a estar esperando, que no me demore demasiado pero que me asegure de pasarla muy pero muy bien.
Le pedí si me podía llevar pero me dijo que todavía tenía bastante trabajo por finalizar y volvería tarde.
Terminé de enviar unos mails de laburo, me duché, me puse un vestidito negro corto y salí para la casa de Guillermo.
Le fui escribiendo y enviándole fotos a mi novio durante el trayecto hasta que llegué a la puerta. Ahí apagué el celular, porque no me dejaban de entrar mensajes de él y se iba a hacer muy evidente cuando estuviera con Guille.
Guillermo abrió la puerta y me invitó a pasar. Subimos hasta su piso charlando sobre su viaje a Tailandia. Una vez adentro del depto fuimos a la cocina y destapó una birra.
Fue como si no hubiera pasado ni un día desde la última vez que lo había visto. No pasaron ni 5 minutos que ya estaba atrás mío acariciándome los brazos. Me besó el cuello y sentí un cosquilleo entre las piernas y cómo mi concha se empezaba a mojar. Me dí vuelta y nos empezamos a besar. Me metía la lengua y me mordía suavemente los labios. Me apretaba contra su cuerpo haciéndome notar lo dura que ya tenía la pija. Mientras yo le acariciaba la espalda, me sentía chiquita entre sus brazos y eso me calentaba a full.
Paró de besarme, me miró a los ojos y, sin mediar palabra, presionó mi cabeza hacia abajo, haciéndome poner de rodillas. Se desabrochó el pantalón y me ofreció su enorme pija.
La guió hasta mi boca y, mientras yo se la chupaba, me acariciaba la cara para no perder contacto visual con mis ojos. Yo la devoraba desesperada, me olvidé del mundo en ese momento.
Él me preguntó: “¿La extrañaste?”
Le contesté que sí, moviendo mi cabeza.
Luego de un rato, me hizo ponerme de pié, me sacó el vestido y el corpiño.
Comenzó tocarme toda y a besarme. Primero la boca, luego el cuello y hasta mordisquear suavemente mis tetas.
Sin parar de besarme y tocarme, me llevó hasta su cama.
Mientras yo me sacaba la tanga, él se puso un forro y se vino arriba mío. Me penetró de una, yo estaba empapada ya para ese momento. Me dió un placer enorme sentir su pija otra vez adentro mío. No paraba de cogerme. Me levantó las piernas y las llevó a sus hombros y me siguió dando un rato más así, me la metía hasta el fondo.
Me tenía a punto de acabar cuando de golpe se frenó.
Lo miré como enojada.
Me preguntó “¿Querés que siga?”
Yo, desesperada por su pija, le dije que sí.
Él me dijo “Pedímelo entonces”
Yo le dije: “Cogeme por favor!”
Él se sonrió y me dijo: “Muy bien, ahora sí”
Y me empezó a coger con todo, a los pocos segundos estallé de placer en un orgasmo increíble. Ya había acabado, me seguía cogiendo y me empezaba a calentar de nuevo.
Seguido de eso, me dijo: “ponete en cuatro”
Yo obediente lo hice. Me dio tres o cuatro chirlos, y agarrado de mi cintura me cogió bien fuerte hasta acabar él.
Tomé aire unos segundos, agarré mis cosas y fui al baño.
Empecé a caer en lo que había pasado y prendí de inmediato el celular.
Me entró una catarata de mensajes de mi novio. Le dije que se quede tranquilo, que estaba todo bien y le envié una foto mía que saqué en ese momento.
Me preguntó si me lo iba a volver a coger y le respondí que sí.
Apagué nuevamente el celular, guardé mis cosas y volví al dormitorio. Guille había traído otra birra.
10 comentarios - Nuestra primera discusión
Es tal cual asi , lo real con el relato....