Más que un relato, esto que lees es una especie de antología de mis fantasías, deseos, pensamientos, miedos, referentes a la verga.
Tener una no te hace experimentar todo lo que realmente considero que todos (sin distinción alguna) debemos vivir. Esas frases prefabricadas que hacen referencia a medias naranjas, almas gemelas y demás hierbas, sencillamente te hacen perderte lo que según creo, te hará sentir realmente completo: una verga adentro.
Desde el vamos, todo ese cúmulo de fantasías que te hacen mojarte, temblar, erizarte, llenarte de cosquillas deliciosas, simplemente con imaginar, con hacerte una idea de lo que podría llegar a ser. Colmarte de imagenes, investigar en videos, hacer todo ese proceso de tantear el terreno e ir sumando coraje, para dar el gran paso. Sencillamente se nos educa para buscar conformar una familia, tener hijos, trabajo estable, casa propia y pare usted de contar. ¿Y qué pasa si yo no quiero una casa propia? No se me cruza por la cabeza tener descendencia, mis relaciones amorosas han ido de mal en peor y... Quiero probar una verga, ¿qué pasa?
A mis veintipocos me pico el bichito que me plantó la idea de probar. Recuerdo que me imaginaba que la banana que comía era un pene (cuántos no lo habrán hecho), no avancé mucho en el arte de la felación practicando con frutas y/o verduras, pero la duda quedó, la fui tapando con miles de cosas a las cuales darle "verdadera" importancia, hasta que a mis treintas, otro país, la soledad que vivía en aquel entonces me empujaron a querer experimentar.
La experiencia me pareció maravillosa, tener una verga de carne para disfrutarla fue fantástico. Poder tantear con la lengua su dureza, venas, sentir sus latidod mientras reposaba en mi boca, llenarla de besos, degustar ese esmegma delicioso, frotarla por toda la cara, olerla, darle chupetones, todo sin olvidar las hermosas y cargadas bolas, meterlas en la boca una por una y succionarlas, lamerlas, chuparlas un poco... Mmmmmmmm, me calienta sobre manera, siento mis orejas hirviendo, mi culito late como pidiendo más, como queriendo volver a repetir todo eso, se me hace agua la boca.
Ni hablar del momento en el que tu macho empieza a reclamar lo que le estas brindando en bandeja. Cada cm que va conquistando tu anillo de carne, desde el momento en que entra esa punta sabrosa y se queda ahí trabando todo y dándote a entender, de que se viene más y más. Sentir el peso de ese especimen activo que te va rellenando, esa emoción de quedarte siempre a la expectativa de qué hará luego, a menos que tomes valor y empieces a mover tu cuerpo, buscando que se introduzca más, sea porque no puedes con el nerviosismo o porque sencillamente la quieres disfrutar teniendola hasta el fondo. Todo el proceso por supuesto con algún tipo de lubricante de por medio a base de agua, con uno de esos, me pude meter un desodorante de Nivea adentro hace mucho mucho tiempo.
Que tu macho se acueste y seas tu quien haga el trabajo, es la mar de delicioso, hace que la excitación llegue a cotas inimaginables. Ir testeando, recordando como mueven la cintura las mujeres, buscar imitarlas e ir sintiendo todo aquello que entra y sale como un pistón. Hacer tope, darte cuenta que todo lo que hay ya esta hasta el fondo, que sus bolas chocan con tu culo, ahora relleno, que se quede ahí, dándote a entender que le perteneces, que es tu hombre, el que te va a brindar aquella cogida que tanto querias.
-----------------------------------------------
Hasta acá estas pocas consideraciones, espero que les sirvan a alguien o por lo menos que se entretengan lo que tarden leyendo. Si estás en una situación similar, te recomiendo que no le des más vueltas y te animes.
Yo sigo en la busqueda del macho que me va a pegar una cogida que me deje con ganas de más. Espero tu propuesta.
Tener una no te hace experimentar todo lo que realmente considero que todos (sin distinción alguna) debemos vivir. Esas frases prefabricadas que hacen referencia a medias naranjas, almas gemelas y demás hierbas, sencillamente te hacen perderte lo que según creo, te hará sentir realmente completo: una verga adentro.
Desde el vamos, todo ese cúmulo de fantasías que te hacen mojarte, temblar, erizarte, llenarte de cosquillas deliciosas, simplemente con imaginar, con hacerte una idea de lo que podría llegar a ser. Colmarte de imagenes, investigar en videos, hacer todo ese proceso de tantear el terreno e ir sumando coraje, para dar el gran paso. Sencillamente se nos educa para buscar conformar una familia, tener hijos, trabajo estable, casa propia y pare usted de contar. ¿Y qué pasa si yo no quiero una casa propia? No se me cruza por la cabeza tener descendencia, mis relaciones amorosas han ido de mal en peor y... Quiero probar una verga, ¿qué pasa?
A mis veintipocos me pico el bichito que me plantó la idea de probar. Recuerdo que me imaginaba que la banana que comía era un pene (cuántos no lo habrán hecho), no avancé mucho en el arte de la felación practicando con frutas y/o verduras, pero la duda quedó, la fui tapando con miles de cosas a las cuales darle "verdadera" importancia, hasta que a mis treintas, otro país, la soledad que vivía en aquel entonces me empujaron a querer experimentar.
La experiencia me pareció maravillosa, tener una verga de carne para disfrutarla fue fantástico. Poder tantear con la lengua su dureza, venas, sentir sus latidod mientras reposaba en mi boca, llenarla de besos, degustar ese esmegma delicioso, frotarla por toda la cara, olerla, darle chupetones, todo sin olvidar las hermosas y cargadas bolas, meterlas en la boca una por una y succionarlas, lamerlas, chuparlas un poco... Mmmmmmmm, me calienta sobre manera, siento mis orejas hirviendo, mi culito late como pidiendo más, como queriendo volver a repetir todo eso, se me hace agua la boca.
Ni hablar del momento en el que tu macho empieza a reclamar lo que le estas brindando en bandeja. Cada cm que va conquistando tu anillo de carne, desde el momento en que entra esa punta sabrosa y se queda ahí trabando todo y dándote a entender, de que se viene más y más. Sentir el peso de ese especimen activo que te va rellenando, esa emoción de quedarte siempre a la expectativa de qué hará luego, a menos que tomes valor y empieces a mover tu cuerpo, buscando que se introduzca más, sea porque no puedes con el nerviosismo o porque sencillamente la quieres disfrutar teniendola hasta el fondo. Todo el proceso por supuesto con algún tipo de lubricante de por medio a base de agua, con uno de esos, me pude meter un desodorante de Nivea adentro hace mucho mucho tiempo.
Que tu macho se acueste y seas tu quien haga el trabajo, es la mar de delicioso, hace que la excitación llegue a cotas inimaginables. Ir testeando, recordando como mueven la cintura las mujeres, buscar imitarlas e ir sintiendo todo aquello que entra y sale como un pistón. Hacer tope, darte cuenta que todo lo que hay ya esta hasta el fondo, que sus bolas chocan con tu culo, ahora relleno, que se quede ahí, dándote a entender que le perteneces, que es tu hombre, el que te va a brindar aquella cogida que tanto querias.
-----------------------------------------------
Hasta acá estas pocas consideraciones, espero que les sirvan a alguien o por lo menos que se entretengan lo que tarden leyendo. Si estás en una situación similar, te recomiendo que no le des más vueltas y te animes.
Yo sigo en la busqueda del macho que me va a pegar una cogida que me deje con ganas de más. Espero tu propuesta.
2 comentarios - Consideraciones cortas de tener una verga en el culo