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Por un desconocido

Antes de conocer a mi novio, estuve de gran noviazgo con un chico llamado Lucas. Fue quien me desfloró. Era un gran amante. Muchos años después, todavía me masturbaba pensando en él; en la forma que me tocaba y sostenía; cómo me acariciaba y besaba, cómo me hacía acabar cuando me cogía; cómo me penetraba, a veces suavemente y otras veces como un verdadero salvaje…
En algún momento me volví adicta a la tremenda verga de Lucas; también al olor que quedaba impregnado en mi cuerpo después de coger con él; una mezcla de sudores, semen y mi propia humedad…
Pocos meses después de empezar a coger con Lucas, empecé a desear algo más intenso. Yo me sentía dispuesta a experiencias nuevas.
Así fue como caí en la tentación del placer anal.

Al principio solo me acariciaba la entrada de mi ano mientras me duchaba. Era una sensación extraña, sensible, pero aún lejos de producirme placer. Entonces comencé a acariciármelo mientras me masturbaba la concha con mis juguetes. Después de bañarme me acostaba en mi cama y con una mano estimulaba mi suave y húmeda vagina; mientras que la otra masajeaba y finalmente metía mis dedos hasta traspasar mi esfínter anal…

Una tarde comencé a masturbarme de la manera habitual; poco a poco comencé a ejercer presión con mi dedo índice en mi ano. Tuve que relajarme un momento antes de que la tensión desapareciera un poco y éste dejase entrar a mi dedo. Solo lo había metido un poco antes de que mis músculos se tensaran nuevamente. Era una sensación muy extraña… como un calor o un ardor dentro de mí. Seguí haciendo presión, dispuesta a llegar hasta donde pudiera resistir. Y no me dolió en ningún momento, solo existía esa sensación de ardor que era algo incómoda. Y esta sensación no hizo más que aumentar en cuanto, tras haber introducido todo mi dedo, lo comencé a sacar y volver a meterlo…

Seguí haciendo aquello durante un rato, esperando que comenzara a gustarme, pero nunca sentí placer real hasta que acompañé esa maniobra con una estimulación a mi clítoris. No sé muy bien cómo describirlo, pero el ardor que sentía en mi culo parecía expandirse a medida que sentía placer en mi vagina. Tuve un orgasmo finalmente, y el dedo que tenía introducido se vio atrapado en mi cavidad anal al apretar mis músculos durante el orgasmo…

Cuando finalmente lo saqué la sensación de ardor persistía dentro de mi ano; era a la vez incómodo y a la vez erótico.

Una noche conocí a un tipo en la fiesta de una amiga que logró hacerme caer en sus brazos por aquella noche. Era varios años mayor que yo, aunque no me importaba para nada, me había calentado demasiado con él…
Nos fuimos juntos de la fiesta en su auto y me llevó a un hotel alojamiento.

Ya en la habitación nos desnudamos y comenzamos a besarnos y a recorrer nuestros cuerpos con las manos…
Y acaricié su verga erecta, que estaba dura como una barra de acero.
Mientras abría mis piernas para él; decidí que iba a entregarle mi culo a ese hombre, casi un perfecto desconocido, a quien ni siquiera le había preguntado su nombre…

Le pedí que me diera por el culo, casi sollozando de tanta calentura.
El tipo ni siquiera dudó. Me tomó por los tobillos y me hizo voltear boca abajo en la cama. Luego puso unas almohadas bajo mi vientre, para dejar mi trasero bien alzado en el aire.

Comenzó a pasarme su lengua por mi nuca y por mi cuello; mientras probaba meter muy despacio su dedo lubricado con saliva dentro de mi estrecha cavidad anal…
Definitivamente esa noche yo quería que ese tipo me dominara. Sacó su dedo de mi culo y zambulló su mano entre mis labios vaginales, haciéndome gemir y jadear… Sus dedos se mojaron al instante, apenas tocó mi palpitante vagina.

De repente se movió hacia el frente, colocando su verga erecta frente a mi boca. Me ordenó que se la lubricara para poder romperme el culo…

De manera muy obediente, abrí mis labios y comencé a comerme esa pija dura…Solo fueron unos pocos minutos que estuve chupándoselo, llenándolo con mi saliva hasta que me lo sacó de la boca…

El tipo entonces abrió bien mis cachetes con sus manos y pronto sentí su lengua invadiendo mi esfínter, lamiéndome el interior de mi ano y provocándome un placer inusitado…
El placer se detuvo cuando sin previo aviso empezó a ejercer presión en mi entrada trasera. Apreté los dientes, esperando lo peor. Escuché cómo el tipo escupía entre mis cachetes y sentí de nuevo la presión ahí atrás.

Su verga se sentía muy gruesa… y después comprobé que así era…
Comenzó a entrar de a poco, luchando contra la presión que hacían mis músculos al sentir dolor, porque realmente sentí dolor y muy intenso…
Yo no me resistí mientras comenzaba a sodomizarme; solamente lanzaba gritos ahogados de dolor, que se perdían dentro de la almohada…

Además el ardor era mucho peor que cuando solamente me masturbaba con mis dedos.
Cuando lo hubo introducido entero dentro de mi culo; se quedó unos instantes quieto. Estaba muy excitada, pero me dolía mucho. Y todo esto empeoró cuando el hombre comenzó a embestirme, mientras apretaba mis pezones entre sus dedos desde atrás…
Me quejaba de dolor, aunque parecía también de placer. Él no disminuyó la frecuencia ni la potencia de sus clavadas dentro de mi cuerpo..

Pronto no pude más, mis brazos flaquearon y caí de boca sobre las sábanas blancas. Él jamás dejó de bombearme el culo…
Estuve a punto de pedirle que se detuviera, cuando de pronto el ardor comenzó a expandirse por mi cuerpo. En ese mismo instante sentí que el dolor comenzaba a volverse placer…

De repente, en silencio, el hombre acabó. Pude notarlo por su respiración y porque dejó de moverse dentro de mi ano. Unos segundos después pude sentir que su leche hirviente me quemaba las entrañas. Aullé de placer y tuve un orgasmo infernal, todavía sintiendo su verga enterrada en el fondo de mi culo…

A ese desconocido nunca volví a verlo. Ni siquiera le pregunté su nombre. Años después ya ni recordaba su cara; pero cada vez que otro hombre me daba por el culo, recordaba la tremenda verga de ese tipoy lo bien que me había sodomizado con ella; bien a lo bruto, sin piedad, sin tener en cuenta mis gritos de dolor, ni mis pedidos para que se detuviera…

2 comentarios - Por un desconocido

portugalo2
es tan lindo cojer una buena cola....
cepita22
como me exitó este relato , me tuve que masturbar ..