lleve al control del año y medio a nuestra hija, por tercera vez nos atendíamos con Eugenio, un joven pediatra de unos 35 años, alto, delgado, rubio, bien guapo. Yo hace rato que le estaba coqueteando, pero siempre fue muy profesional, amable, pero profesional.
Ya terminada la consulta, me pregunta Eugenio si aún le doy pecho y si está todo bien.
I: Si, aún toma pecho, es que creo que le gustan mucho. A veces los siento un poco duros y me duelen un poco, como ahora por ejemplo, doctor. ¿Que puede ser?
Eugenio, sin entender mi plan de coqueteo. Se para de su asiento y me invita a ponerme de pie al lado de la camilla.
: desabrocha tu blusa samanta l, tendré que tocar un poco, para ver si está todo bien con tu glándula mamaria. – Me dice el doctor mientras se pone sus guantes- yo estaba muy nerviosa.
Me desabro la blusa, y quedó con mi sostén negro de amamantamiento, esos que uno les puede abrir la copa para dejar pecho y peson al descubierto.
: descubre tus pechos por favor Me dice mientras se acerca a mi.
Desabrochó ambas copas y dejó al descubierto mis pechos, con una inmensa ereccion, mis pesones estaba duros, y listos para ser mamados por el doctorcito.
Eugenio claramente se dio cuenta de esto pero se hizo el desentendido, sólo dijo “creo que estás en hora de dar pecho”. A lo cual respondí, la verdad es que toma pecho en unas más. Y luego de soltar esa frase me vino una vergüenza, ya que hacía evidente que estaba exitada, no supe que decir.
Yo sabia que a Eugenio le había gustado agarrarme los pechos, pero estaba incómodo, así que tome sus manos, y lo lleve a mi cuerpo desnudo. Sus manos, se sentían geniales sin los guantes, manos grandes y cálidas. Luego una de sus manos la lleve a mi boca, y me metí dos dedos completos en la boca. Eugenio sin palabras,
Me quede con mis pechos al aire, con Eugenio masajeando una de mis tetas y metiéndome dos dedos en mi boca.
Me agarra fuerte de la cintura y me arrima a la camilla, cómo pude me senté, para quedar Justo a la altura de su verga.
: hace tiempo putita me estabas buscando. Bueno ahora me encontraste. Me dice, Eugenio, con un tono de vos fuerte y un poco desesperado. Abre mis piernas y se mete entremedio. Sentí claramente su verga, debajo de esos pantalones delgados de doctor. Lo abrase y comense a besarlo mientras le quitaba la parte de arriba de su ropa.
Eugenio, me estaba dando empujones descarados con su verga y me agarraba los muslos.
Le meto la mano en el pantalón y le agarro su buena verga. El rápidamente se quita el resto de su ropa, y lo pude contemplar completamente desnudo, fibroso, joven, caliente, con un pene largo, no tan grueso y curvado hacia arriba.
Bajo de la camilla, me quito rápidamente mis zapatos, pantalón y me quedó solo con la tanga Sin tacos, con mi metro sesenta quedaba muy abajo de el, debe medir al menos 1.85. Su vergota me estaba clavando en el estomago, mientras me empinaba para besarlo.
Rápidamente me tomo de las nalgas y me subió nuevamente a la camilla. Elevó la camilla, y me dejó Justo frente a el. Se agarro su pene, y comenzó a masturbarse, se hecho algo de saliva y se se acercó a mí entre piernas. Con agilidad me corrio la tanga y me metió la cabeza de su vergota de un solo empujón, cuanta experiencia pensé mientras lo sentía palpitar dentro de mi. Me la dejo ahí metida unos segundos, para después comenzar a empujar lentamente.
Yo solo jadeaba y sentía ese pene infinito, que no paraba de entrar. Te gusta me pregunto.
: Me encanta. Fue lo único que pude decir en palabras. Y lo empuje más asia mi, para que terminara de penetrarme.
Llego al fondo. Yo sentía que tenía su pene como en la mitad de mi estómago. Una sensación muy extraña, que me calentaba mucho.
La tienes muy apretada Y caliente. Que buena estás. Me dijo Eugenio, mientras me agarraba del trasero y me comenzaba un bombeo de locos, me la metía muy rápido, yo sin decir nada, abrazada de su cuello, y cuidando la respiración para no jadean tan fuerte. Me tuvo así unos 5 minutos. Ponte en cuatro putita, quiero ver tu hermoso culo mientras te la voy clavando.
Me puse rápidamente en cuatro patas, sobre la camilla. Y Eugenio, me abrió las nalgas, luego cuidadosamente abrió mis labios vaginales y me metió solo la cabeza de su pene, en un movimiento magistral, rápido, pero sólo en la entrada, su verga curva me estaba rosando muy rico, no pude aguantar más y comencé a jadear, ya no me importaba nada, solo quería que siguiera y me llenara de leche.
Que inmenso culo, decía atrás de mi, Eugenio, mientras me nalgeaba y me la Metía. Ya no aguanto más. Me da una clavada fuerte y saca rápidamente su pene de mi vagina, su leche cae sobre mi espalda, mi ano, mis nalgas. Yo no podía más, quede unos minutos desnuda, en cuatro patas, llena de semen, sobre la camilla del pediatra. Mientras este se limpiaba y entraba en razón.
Se acercó a mi. Y me ayudo a poner la
Tanga . Que fuerte estás
Me dice mientras me da un suave beso en la boca.Por suerte fui con mi cuña que se quedo
afuera con mi hija
Ya terminada la consulta, me pregunta Eugenio si aún le doy pecho y si está todo bien.
I: Si, aún toma pecho, es que creo que le gustan mucho. A veces los siento un poco duros y me duelen un poco, como ahora por ejemplo, doctor. ¿Que puede ser?
Eugenio, sin entender mi plan de coqueteo. Se para de su asiento y me invita a ponerme de pie al lado de la camilla.
: desabrocha tu blusa samanta l, tendré que tocar un poco, para ver si está todo bien con tu glándula mamaria. – Me dice el doctor mientras se pone sus guantes- yo estaba muy nerviosa.
Me desabro la blusa, y quedó con mi sostén negro de amamantamiento, esos que uno les puede abrir la copa para dejar pecho y peson al descubierto.
: descubre tus pechos por favor Me dice mientras se acerca a mi.
Desabrochó ambas copas y dejó al descubierto mis pechos, con una inmensa ereccion, mis pesones estaba duros, y listos para ser mamados por el doctorcito.
Eugenio claramente se dio cuenta de esto pero se hizo el desentendido, sólo dijo “creo que estás en hora de dar pecho”. A lo cual respondí, la verdad es que toma pecho en unas más. Y luego de soltar esa frase me vino una vergüenza, ya que hacía evidente que estaba exitada, no supe que decir.
Yo sabia que a Eugenio le había gustado agarrarme los pechos, pero estaba incómodo, así que tome sus manos, y lo lleve a mi cuerpo desnudo. Sus manos, se sentían geniales sin los guantes, manos grandes y cálidas. Luego una de sus manos la lleve a mi boca, y me metí dos dedos completos en la boca. Eugenio sin palabras,
Me quede con mis pechos al aire, con Eugenio masajeando una de mis tetas y metiéndome dos dedos en mi boca.
Me agarra fuerte de la cintura y me arrima a la camilla, cómo pude me senté, para quedar Justo a la altura de su verga.
: hace tiempo putita me estabas buscando. Bueno ahora me encontraste. Me dice, Eugenio, con un tono de vos fuerte y un poco desesperado. Abre mis piernas y se mete entremedio. Sentí claramente su verga, debajo de esos pantalones delgados de doctor. Lo abrase y comense a besarlo mientras le quitaba la parte de arriba de su ropa.
Eugenio, me estaba dando empujones descarados con su verga y me agarraba los muslos.
Le meto la mano en el pantalón y le agarro su buena verga. El rápidamente se quita el resto de su ropa, y lo pude contemplar completamente desnudo, fibroso, joven, caliente, con un pene largo, no tan grueso y curvado hacia arriba.
Bajo de la camilla, me quito rápidamente mis zapatos, pantalón y me quedó solo con la tanga Sin tacos, con mi metro sesenta quedaba muy abajo de el, debe medir al menos 1.85. Su vergota me estaba clavando en el estomago, mientras me empinaba para besarlo.
Rápidamente me tomo de las nalgas y me subió nuevamente a la camilla. Elevó la camilla, y me dejó Justo frente a el. Se agarro su pene, y comenzó a masturbarse, se hecho algo de saliva y se se acercó a mí entre piernas. Con agilidad me corrio la tanga y me metió la cabeza de su vergota de un solo empujón, cuanta experiencia pensé mientras lo sentía palpitar dentro de mi. Me la dejo ahí metida unos segundos, para después comenzar a empujar lentamente.
Yo solo jadeaba y sentía ese pene infinito, que no paraba de entrar. Te gusta me pregunto.
: Me encanta. Fue lo único que pude decir en palabras. Y lo empuje más asia mi, para que terminara de penetrarme.
Llego al fondo. Yo sentía que tenía su pene como en la mitad de mi estómago. Una sensación muy extraña, que me calentaba mucho.
La tienes muy apretada Y caliente. Que buena estás. Me dijo Eugenio, mientras me agarraba del trasero y me comenzaba un bombeo de locos, me la metía muy rápido, yo sin decir nada, abrazada de su cuello, y cuidando la respiración para no jadean tan fuerte. Me tuvo así unos 5 minutos. Ponte en cuatro putita, quiero ver tu hermoso culo mientras te la voy clavando.
Me puse rápidamente en cuatro patas, sobre la camilla. Y Eugenio, me abrió las nalgas, luego cuidadosamente abrió mis labios vaginales y me metió solo la cabeza de su pene, en un movimiento magistral, rápido, pero sólo en la entrada, su verga curva me estaba rosando muy rico, no pude aguantar más y comencé a jadear, ya no me importaba nada, solo quería que siguiera y me llenara de leche.
Que inmenso culo, decía atrás de mi, Eugenio, mientras me nalgeaba y me la Metía. Ya no aguanto más. Me da una clavada fuerte y saca rápidamente su pene de mi vagina, su leche cae sobre mi espalda, mi ano, mis nalgas. Yo no podía más, quede unos minutos desnuda, en cuatro patas, llena de semen, sobre la camilla del pediatra. Mientras este se limpiaba y entraba en razón.
Se acercó a mi. Y me ayudo a poner la
Tanga . Que fuerte estás
Me dice mientras me da un suave beso en la boca.Por suerte fui con mi cuña que se quedo
afuera con mi hija
8 comentarios - cogida por el pediatra de mi hija
Sos muy Sexy y una Hermosa Putita 💦🔥
Me hubiera encantado acostarme con tigo cuando estabas embarazada 😋😋
Te dejo mis 10 puntitos y Besitos 😘😘
Una Amiga con derecho fue mamá hace 4 años cada ves que nos encontramos se prendía fuego fueron unos meses espectaculares , todavía nos seguimos viendo y hacemos tríos con su amiga