You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Me convertí en la puta del barrio

Nunca olvidaré aquella noche…nunca.
 
En mi barrio había un pequeño local, con un bar improvisadobar dentro al que solo acudían chicos y chicas del barrio, todos nos conocíamosentre si, y aunque no era un lugar bonito o estético si que era muy útil. Allí bebíamos,fumábamos, quien quería fumaba hierba, sustancia muy utilizada entre todos.Pero sinceramente yo iba con poca frecuencia al local, por que no me gustabapara nada el alcohol y aparte había oído historias sobre las borracheras que seproducían y que daban paso orgías. Incluso había una habitación para follar.Esto a mi novio como era normal no le gustaba un pelo y no me dejaba ir. Sin embargoyo me llevaba bien con la gente iba a local.
 
Aquella noche había discutido con mi novio, y mi cumpleañosera dos días después, por lo que mi mejor amiga Andrea me pidió que laacompañara al local para pasarlo bien y por que además su novio estaría.Quedamos en vernos a las nueve de la noche en el local. Yo llegué media horatarde y Andrea no estaba, y su novio tampoco. Entré al local y saludé a todoslos que estaban presente con dos besos en la mejilla de cortesía, me sentíaalgo incomoda pues en el local no había ni una sola chica, solo yo. Como estabasola me senté en un sofá que había y seguí discutiendo con mi novio por whatsapp.
 
Una hora después Andrea seguía sin llegar, yo estaba tomandoun ron y ya me sentía algo borracha. Llamé Andrea y me dijo que ella y su noviose había ido a casa de él a follar, que la perdonara. Yo me enfadé pero tampocopodía hacer nada, así que me resigne y le dije que no se preocupara y quedisfrutara, pero por dentro me moría de envidia, yo ahí, emborrachándome sola ymi mejor amiga follando con su novio.
 
Mi novio me llamó, pero con el ruido de la gente y la músicano escuchaba nada, salí del local y empezamos nuevamente a discutir, en unmomento me enfadé tanto que le colgué y le deje con la palabra en la boca. Estabamuy enfada y no quería seguir en aquel lugar, entré, ya solo quedaba un grupode 7 chicos, y dije en voz alta que yo ya me iba para mi casa, que disfrutarande la noche. Pero uno de ellos se acercó a mi y me suplico que no me fuera, queme invitaba a una copa más, y yo dije la típica frase: ’’la última y para casa’’,todos rieron. El chico me trajo la copa y saco de un bolsillo un cigarro algoextraño —pruébalo, te va a gustar—. Estaba muy enfada con mi novio, y estabaaburrida, así que cogí el cigarro y le di dos caladas. Durante diez minutos nosentí nada, pero tras ese rato empecé a sentirme extraña. Todo me daba risa, norecordaba lo que decía diez segundos después de decirlo, me sentía muy librehablado con aquellos chicos, y es escuchaba como murmuraban entre ellos frasescomo: —que buena está—, —me encantaría follarla.
 
Mientras yo estaba enfrascada en una conversación con dos delos chicos sentí como una mano agarraba mi culo y un voz en mi oído decía:—queculo nena—. No sabría decir por qué pero esas palabras empezaron a calentarme,sabía que había bebido y fumado mucho y a esas alturas de a noche ya nada meimportaba así que le pedí a uno de los chicos que subiera la música, me subí auna mesa y empecé a bailar, quería sentirme deseada, quería calentar a aquelloschicos. Empecé a moverme de forma muy provocativa y muy lentamente me fui quitandola blusa blanca que llevaba. Me quedé en sujetador, y alrededor de la mesa sehizo un circulo con aquellos chicos. Me pedían que me quitase toda la ropa, yestaba tan cachonda que obedecí pero a cambio yo también quería alimentar mivista.
 
Uno de los chicos se subió a la mesa y sin decir nada sequitó la camiseta y después me desabrochó el sujetador y me lo quitó dejandomis tetas al aire. No tengo unas tetas enormes, pero son muy bonitas a parecer,redonditas, levantadas y con los pezones rosados.
Yo seguía bailando y rozando mi culo en el paquete delchico, sentía como su polla estaba dura y quería tocarla, intenté sacársela perono lo lograba por que era de buen tamaño y yo estaba borracha, él se desabrochóel cinturón y se sacó la polla.
 
Yo tengo una muy mala costumbre y es que cuando veo unapolla dura mi cabeza baja automáticamente a chuparla. Esta vez no fue laexcepción. Me arrodillé y empecé a chupar esa buena polla, la lamia, le daba lengüetazos,me la metía a la boca hasta el fondo, la sacaba, la escupía, la estabadisfrutando. Cuando me di cuenta, todos los chicos alrededor de la mesa, teníansus pollas fuera y se estaban masturbando. Y mirando sus expresiones sabía quelo estaban disfrutando y que esperaban su turno.
 
Me bajé de la mesa, y el circulo se fue haciendo cada vezmas pequeño. Empezaron a tocarme, y a quitarme la ropa hasta quedarmetotalmente desnuda siendo manoseada por siete chicos.
 
Yo me arrodillé y empecé a mamar la polla de otro chicomientras mis dos manos masturbaban otras dos pollas. Era increíble lo cachonday mojada que estaba. Chupaba esas pollas con muchísimas ganas, lamia sushuevos, sentía como otras manos introducían sus dedos en mi coño y en mi culoque ya estaban dilatando. Notaba la impaciencia de todos por penetrarme, pero apesar de lo borracha y cachonda que estaba sabía que eran muchas pollas parami, ni mi coño ni mi culo lo resistirían, en ese momento sonó mi móvil melevanté y les dije que tenía que irme.
 
Uno de los chicos me cogió de la cintura y dijo:—de aquí note vas hasta que no nos hayas sacado leche a todos—, y yo como como una buenazorra le miré a los ojos, sonreí y me incliné abriendo mi coño y mi culo. Ya nome importaba si tenían condón o no, y a ellos tampoco. Otro chico me cogió delpelo y me obligó a erguirme, me dirigió a la mesa y me tumbé levantando y abriendomis piernas para empezar con las folladas.
 
Cada uno fue penetrándome durante dos minutos para dar pasoal siguiente, mi coño notaba claramente cuando una polla cambiaba a otra.Cuando le llegó el turno a Marcos, cuya polla era la más grande, llegó miprimer orgasmo. Esa polla si que me reventó, me follaba muy duro, yo gritaba ygemía. Me estaba encantando como sus manos agarraban mi cintura, me penetraba ysentía sus huevos golpeando mi culo. Mientras me decía que era una puta y yo lerespondía que era una zorra.
 
Ese momento con Marcos fue tan caliente que sin estarpreparada sentí un primer chorro que caía en una de mis tetas. Otra corridacayó sobre mi vientre, otra en mi boca y otra en mi cara.
Marcos dio una última embestida sentí como su semen llenaba todomi interior. Marcos sacó su polla, y otro chico empezó a follar mi coñolubricado con mi flujo y el semen de Marcos.
El chico me aviso que se corría y yo le dije:—córrete en miboca porfavor—y así hizo, se acercó a mi y descargó toda su leche en mi boca,que rica estaba. Aún faltaba otro chico por correrse, pero me di cuenta de queme estaba penetrando, no se si por estar concentrada en la polla del otro chicoo por que su polla era muy pequeña pero no me di cuenta, solo noté su semen enmi coño.
 
Al día siguiente era la puta del barrio. Todos se enteraron delo que pasó aquella noche, hasta mis padres. Mi padre empezó a mirarme de unamanera muy extraña, una mezcla entre asco y excitación, mi madre igual. Porsuerte mi novio nunca llegó a enterarse de nada. Pero lo peor de todo, fuecuando un mes después me hice una prueba de embarazo y salió positiva.

0 comentarios - Me convertí en la puta del barrio