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Un día de la dulzura muy especial

Como ustedes saben soy un profesor cincuentón bastante estructurado pero con mi joven amante no paro de aprender cosas y mejorar en lo sexual. Su belleza, su falta de prejuicios, su buena onda y cómo se viste para mí me lleva a tener unas ganas permanentes e irrefrenables de disfrutar del sexo con ella.
Cada vez que nos encontramos es especial, cada vez que nos vemos es diferente pero siempre (siempre eh) es memorable.
El otro día me dice:
-      …”¿Nos vemos para el día de la dulzura? … Se me ocurren tantas cosas “…
Y cómo no pasar por su departamento, cómo resistir a semejante shock de adrenalina, a semejante tentación.
El día en cuestión aparezco con un vinito rico y varios chocolates. Mi cabeza estaba a mil y mientras subía por el ascensor ya estaba al palo de solo imaginar cosas.
Al llegar me recibe fabulosa, con luz tenue de velas y, como de costumbre, con su frase de cabecera:
-      …” ¡Profe!!!!!¡Qué lindo verlo!”...
Estaba infartante con un baby doll negro ajustado a punto de ser agujereado por sus pezones prominentes, tanguita negra, medias negras y stilettos negros de taco alto. Se veía bien, olía bien, se movía bien. ¡Cómo me gusta verla así, brillando con ganas!!!!!.
En la mesa tenía dos copas que esperaban por el vinito, algunas velas aromáticas y varios chupetines tipo bolita.
Nos matamos a besos, nos metimos manos por todos los lados antes de siquiera abrir el vino. En una pequeña pausa me dice al oído:
-        …” Quiero que me cojas por todos los lados con los chupetines antes de penetrarme. Quiero festejar así el día de la dulzura”….
Así que les sacó el envoltorio, se los metió sensualmente en la boca y luego me los dio para que empezara a jugar. Se los pasé largo rato por las tetas mientras las besaba, dulzonas, espectaculares. Y luego bajé hasta el templo, ya estaba mojadísima, le chupé la concha y el culo con delicadeza pero sin pausa. Luego empecé a penetrarla por adelante y por atrás con ambos chupetines. ¡Qué rica la exquisita mezcla de sus jugos y el azúcar!!!! Notaba como sus movimientos se iban haciendo cada vez más descontrolados y sus gemidos en aumento hasta que apretó mi cabeza firmemente con sus piernas temblando y me regaló un orgasmo increíble.
-      “ahora si dejame a mí ser tu putita”…
Yo ya tenía la pija como una garrocha, me acosté boca arriba y me cabalgó con desesperación. Subía y bajaba sobre mi pija mientras se tocaba y luego se chupaba los dedos dulzones. Cuando me dijo sensualmente …”Feliz día de la dulzura Profe” … exploté en un orgasmo memorable.
Recién cuando nos recuperamos un poco abrimos el vinito y nos llenamos de mimos.
¡Qué hermoso pasar el día de la dulzura con mi alumna preferida!!!!!!

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